El acceso a internet se ha convertido en un servicio básico indispensable para el progreso económico y social. Sin embargo, según un estudio global realizado por Economist Intelligence Unit (EIU) y publicado por el Foro Económico Mundial, el 92% del planeta cuenta con cobertura de redes móviles, pero más de 2.500 millones de personas continúan sin acceso a internet.
Esta desconexión, de acuerdo con una publicación de Infobae, representa un obstáculo significativo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, especialmente en áreas como educación, inclusión financiera y equidad económica.
La brecha digital y su impacto
La falta de acceso a internet incrementa la brecha digital y educativa, agravando la desigualdad global. De acuerdo con el informe de EIU, la conectividad escolar es una herramienta crucial para mejorar los resultados educativos y fomentar el crecimiento económico. En los países menos desarrollados, un aumento del 10% en la conectividad escolar puede incrementar los años efectivos de escolarización en un 0,6% y el PIB per cápita en un 1,1%. Estas cifras subrayan la importancia de la educación digital como motor de progreso económico y social.
El reto de cerrar la brecha digital
En este contexto, la Alianza Edison, una iniciativa convocada por el Foro Económico Mundial en colaboración con empresas como Ericsson, se ha fijado el ambicioso objetivo de conectar a mil millones de personas a servicios digitales esenciales para 2025. Recientemente, la Alianza anunció que ha alcanzado este hito, demostrando el impacto positivo de la colaboración global en la lucha contra la exclusión digital.
No obstante, garantizar que todos los habitantes del planeta puedan beneficiarse de la digitalización sigue siendo un desafío importante. Además del acceso a internet, es fundamental desarrollar habilidades digitales avanzadas que permitan a las personas participar plenamente en la economía digital.
Casos de éxito: Malasia e India
Países como Malasia e India son ejemplos de cómo las iniciativas de conectividad pueden transformar economías y sociedades. En Malasia, el programa Let’s Learn Digital, impulsado por Ericsson, ofrece acceso gratuito a contenidos educativos sobre tecnologías emergentes como 5G, inteligencia artificial y aprendizaje automático, preparando a la fuerza laboral para las demandas de la economía digital.
En India, el crecimiento del sector manufacturero y el despliegue de redes 5G han generado una alta demanda de habilidades especializadas. Para abordar esta necesidad, Ericsson y el Telecom Sector Skill Council establecieron un Centro de Excelencia en la Universidad de Habilidades y Emprendimiento de Delhi (DSEU), donde 300 estudiantes fueron capacitados en su primer año, obteniendo oportunidades laborales en un sector en rápida expansión.
La conectividad como herramienta de inclusión financiera
Además de la educación, la conectividad desempeña un papel crucial en la inclusión financiera. Los operadores de telecomunicaciones móviles han evolucionado para ofrecer soluciones financieras avanzadas que permiten a las familias ahorrar, realizar pagos seguros y participar en la economía formal. Un ejemplo destacado es Easypaisa, una billetera móvil desarrollada por Telenor Microfinance Bank en colaboración con Ericsson en Pakistán, que ha revolucionado el acceso a servicios financieros en el país.
Conclusión: una tarea global pendiente
Mientras más de 2.500 millones de personas permanecen desconectadas, las iniciativas globales demuestran que la colaboración entre gobiernos, organizaciones internacionales y empresas privadas es clave para cerrar la brecha digital. Invertir en conectividad y habilidades digitales no solo fomenta la inclusión económica y social, sino que también prepara a las nuevas generaciones para los retos de una economía cada vez más digitalizada. El acceso a internet y a herramientas digitales es mucho más que un lujo: es una necesidad para el desarrollo sostenible y la equidad global.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario