viernes, 29 de septiembre de 2017

Nace iAgua DATA, la herramienta de inteligencia que revolucionará el sector del agua

iAgua Data es una iniciativa de iAgua cuyo objetivo es recopilar todos los datos disponibles sobre el sector del agua en España. Para su lanzamiento en septiembre de 2017, se ha estructurado en dos ámbitos principales: Infraestructuras y Servicios.

En el apartado Infraestructuras, se pueden consultar todos los datos actualizados de los embalses y presas españoles así como el estado actual de la reserva hídrica del país.

En la sección Servicios de Aguas, accederán a la información relativa a la gestión de los servicios de agua en las principales ciudades españolas.

En la sección Servicios de Aguas, accederán a la información relativa a la gestión de los servicios de agua en las principales ciudades españolas.

iAgua Data se encuentra en fase Beta, por lo que agradecemos nos remitan cualquier error que puedan observar o cualquier sugerencia para mejorar esta herramienta al correo info@iagua.es

Fuente: iAgua

jueves, 28 de septiembre de 2017

Al fin, Argentina tiene su ley de acceso a la información pública

Después de 15 largos años de campañas públicas y debates en las que distintos sectores políticos, sociales y empresarios ensayaron marchas y contramarchas con sus respaldos, Argentina finalmente tiene en vigencia su primera ley que garantiza el acceso de sus habitantes a la información pública.

Se trata de un paso adelante que ahora debe plasmarse en la realidad, según se reconoce de manera unánime, en un país donde la transparencia en la actividad de los gobernantes es registrada permanentemente como una de las principales demandas sociales.

La Ley sobre el Derecho de Acceso a la Información Pública presume pública a “toda información en poder del Estado”, fue aprobada por el legislativo Congreso Nacional en septiembre del año pasado y entrará en vigencia este viernes 29, según lo estableció el decreto que la reglamenta.

La deuda que tenía Argentina en esta materia la dejó clara Eduardo Bertoni, el académico designado por el gobierno del presidente Mauricio Macri para dirigir la nueva Agencia de Acceso a la Información Pública, que funcionará en el ámbito del Poder Ejecutivo, aunque “con autonomía funcional”, según establece la ley.

“Ya hay 113 países que tienen leyes de acceso a la información y 90 que lo han incorporado a sus textos constitucionales”, dijo Bertoni durante la audiencia pública en que se discutió su designación.

Se trata de un abogado con una rica trayectoria en el ámbito del derecho a la información, en la que se destaca su rol como relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) entre 2002 y 2005.

“Debemos ahora promover un aumento de la demanda de información a los gobernantes por parte de la sociedad. Y es fundamental impulsar una adecuada organización de los archivos del Estado, porque si no encontramos la información buscada, vamos a fracasar”, agregó.

El texto es amplio en cuanto a la lista de obligados a responder los pedidos de acceso a la información: a todos los poderes del Estado se suman las empresas, partidos políticos, sindicatos, universidades y cualquier entidad privada a la que se le hayan asignado fondos públicos, incluidos los concesionarios de servicios públicos.

Para velar por el cumplimiento de la ley fue creada la Agencia, que tiene entre sus funciones la de asesorar a las personas que requieran información y colaborar en el direccionamiento del pedido.

“Es una cuestión que indudablemente Argentina tenía pendiente. Es incomprensible que los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015) no hayan impulsado la sanción de esta ley, que debería ser un estímulo para que hagan lo mismo provincias y municipios, ya que muy pocas tienen normas de acceso a la información pública”, dijo a IPS el especialista Guillermo Mastrini.

Para este exdirector de la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires, “de todos modos, esto no cambia un escenario preocupante para el derecho a la información, ya que el gobierno está regulando por decreto las cuestiones vinculadas a los servicios de comunicación audiovisual de maneras que no favorecen la pluralidad y la transparencia”.

El proyecto de ley fue enviado al Congreso por el gobierno pocos meses después de la asunción de Macri, en diciembre de 2015, y aprobado con amplias mayorías en las dos cámaras legislativas.

Hasta el momento, en el nivel nacional solo existía el decreto 1172, firmado en 2003 por Kirchner con el objetivo de “mejorar la calidad de la democracia”, que no solo tenía menor jerarquía normativa, sino que alcanzaba únicamente al Poder Ejecutivo en la obligación de brindar información.

José Crettaz, periodista y coordinador del Centro de Estudios para la Convergencia de las Comunicaciones, señaló a IPS que “el decreto de Néstor Kirchner que obligaba al Poder Ejecutivo funcionó muy bien al principio, pero luego los funcionarios dejaron sin respuesta la mayor parte de los pedidos”.

“Ahora estamos ante un enorme avance normativo, ya que se incluye a todos los poderes, y veo un gobierno con una distinta actitud. Lo decisivo será cómo se implemente la ley. El único criterio válido debe ser: si hay dinero público involucrado, es información pública”, puntualizó.

Esta ley llegó al final de un camino en el que decenas de proyectos de acceso a la información pasaron en años recientes por el Congreso. La primera iniciativa fue elaborada durante el gobierno de Fernando de la Rúa (1999-2001), con el apoyo de una red de organizaciones de la sociedad civil, pero con escaso respaldo de los periodistas.

La iniciativa obtuvo media sanción de la Cámara de Diputados en 2003, pasó al Senado y entonces los principales medios de comunicación argentinos se sumaron a la campaña pública para su sanción, pero luego tomaron distancia.

Lo hicieron, recordó precisamente Bertoni en un documento escrito en 2011 para el Banco Mundial, cuando un senador advirtió que también los medios debían responder los pedidos de información presentadas por cualquier persona, ya que reciben publicidad del Estado, contemplada como subsidio.

En 2004, el Senado aprobó el proyecto, pero con modificaciones que incluyeron en los sujetos obligados a dar información a entidades privadas, y volvió enviarlo a Diputados, donde quedó congelado. Otro proyecto fue aprobado por el Senado en 2010, pero tampoco prosperó.

Ahora, un dato llamativo es que, apenas dos días antes de la entrada en vigencia de la ley, el gobierno la modificó a través de la cuestionada vía de un decreto de necesidad y urgencia y puso a la nueva Agencia en la órbita de la jefatura del gabinete de ministros.

“El gobierno quitó así jerarquía a la Agencia, que según la ley debía depender directamente de la Presidencia de la Nación; la decisión, además, no puede tomarse por decreto cuando el Congreso está en sesiones”, dijo Damián Loreti, profesor titular de Derecho a la Información en la Universidad de Buenos Aires.

“Que la ley esté en vigencia es bueno. Pero me preocupan varias cosas, por ejemplo que no se incluyan entre sus objetivos el de garantizar el ejercicio de otros derechos, como el de la vivienda o el de los sexuales y reproductivos. No se siguió la ley modelo de la Organización de Estados Americanos”, agregó a IPS.

Para Sebastián Lacunza, último director del Buenos Aires Herald, histórico diario en inglés que cerró este año, “en un país que no tiene una cultura de transparencia, se corre el riesgo de que la ley termine naufragando”.

“Este gobierno prometió una regeneración institucional, pero en algunos aspectos terminó agravando los vicios que tenía el anterior, que no era propenso a abrir su información”, planteó a IPS.

A su juicio, “en un contexto de crisis mundial de la industria de los medios y de retracción de la pluralidad informativa lo más importante es que haya un Estado activo que combata la concentración”.

Imagen: Asociación Gobierno Abierto

Fuente: IPS

Redes sociales académicas: qué son y cómo pueden ayudar a la ciencia

Tanto por el público al que se dirigen, como por el producto que ofrecen, se hace necesaria una reflexión sobre de la misión de las redes sociales en el contexto académico, sus usos más frecuentes y su influencia en el rendimiento y aprovechamiento de tipo intelectual.

¿Están cambiando redes como academia.edu, Researchgate o SciLink la forma de comunicación entre las instituciones y profesionales que hacen uso de dichas plataformas? La axiología de este modelo comunicativo de base tecnológica tiene también un potente resorte emocional, pues genera un determinado ambiente en la comunidad universitaria modelando grupos de personas con intereses afines que terminan por desarrollar un sentimiento de pertenencia y diferenciación que canaliza la creatividad propia del sector educativo.

Estas redes también han influido en la forma de acceder a los artículos y la producción científica más recientes, además de generar nuevos vínculos y colaboraciones. Una transferencia de recursos antes impensable, y que mediante un uso efectivo y eficiente permite divulgar noticias y mensajes que de otro modo nunca llegarían a su target.

La aparición de las redes sociales académicas

En su fase inicial, la ciencia estuvo caracterizada por el uso de blogs. Sin embargo, son las redes sociales las que tomaron las riendas en la web social. Este impacto también se ha reflejado en la actividad científica y académica con la aparición de redes sociales académicas, como ResearchGate, academia.edu, Mendeley, My Science Work, etc., que han experimentado un gran crecimiento en los últimos años.

Internet se ha convertido para muchas empresas en el medio idóneo para personalizar su mensaje, interactuar con el destinatario y satisfacer las expectativas de los clientes. Afinidad con el público objetivo, generación de notoriedad con costes reducidos, segmentación y medición en tiempo real son algunas de las ventajas del medio más alabadas por los anunciantes. Esto, desde el punto de vista del marketing, pero, en general, hay dos ideas básicas subyacentes en la extrapolación de la web 2.0 al terreno de la ciencia:
  • La ciencia es comunicación
  • La ciencia es colaboración
Parece evidente que ambas cosas pueden mejorar con el uso de instrumentos como las redes sociales. Estas dos ideas están muy bien expresadas por los fundadores de ResearchGate:

“La visión de Science 2.0 es prometedora: la comunicación entre científicos acelerará la distribución de nuevos conocimientos. […] La ciencia es colaboración, por lo que las redes sociales científicas facilitarán y mejorarán la colaboración de los científicos. La cooperación en publicaciones científicas se puede facilitar a través de Wiki-como los conceptos “(ResearchGate, 2009)

Pero este nuevo modelo no sólo afecta a nuevas formas de divulgación de la ciencia, sino también a nuevos métodos de evaluación de los artículos e informes científicos. Este tercer componente es muy controvertido, porque incluye propuestas como la eliminación del anonimato en el proceso de revisión de las publicaciones científicas conocido como peer review. Según el estudio de campo realizado en la Universidad de Málaga por Marisol Gómez, Sergio Roses y Pedro Farias para la revista Comunicar:

“La introducción de estas actividades “bien llevadas” en las aulas podría suponer un cambio en la cultura educativa; romper con la limitación del espacio y el tiempo; agilizar el trabajo colaborativo; fomentar el aprendizaje continuo; aumentar la motivación del alumnado; fomentar la cooperación, la colaboración y la cohesión del grupo; fomentar el aprendizaje autónomo, la responsabilidad y la independencia; fomentar el diálogo y la comunicación entre alumnos, entre alumnos y profesores y entre alumnos y expertos; fomentar el pensamiento crítico; compartir y mejorar el conocimiento personal colectivo; reducir costes, esfuerzo y tiempo”.

Las principales redes académicas actuales potencian una serie de servicios/prestaciones que se resumen fundamentalmente en: perfil académico, mensajes, grupos, búsquedas y preferidos. La gestión documental también tiene una presencia significativa. La importación automática de datos a través de carga de ficheros funciona con EndNote y Reference Manager en las principales redes académicas. Otra característica compartida por dichas redes es la escasa representación de las Humanidades y las CC. Sociales o la presencia de repositorios europeos en todas las áreas de conocimiento, ya que las más famosas fueron creadas en EE.UU, por lo que tampoco se localizan documentos en otras lenguas que no sean el inglés. En cuanto a la búsqueda semántica, las pruebas realizadas (no sistemáticas) no dieron buenos resultados. Resultaron siempre más efectivas las búsquedas mediante palabras clave.

En cualquier caso, no debe confundirse la idea de red social académica con la de repositorio institucional. Puede parecer lo mismo, en cuanto a dar visibilidad a la producción científica, pero cumplen otra función, ya que aquí los perfiles son muy específicos y normalmente se difunden artículos publicados en revistas de los respectivos centros académicos o material de aulas a los que se puede tener acceso restringido (sólo para usuarios).

El reto del aprendizaje interactivo y las redes

Con la implantación del nuevo Espacio Europeo de Educación Superior, en el que priman las metodologías basadas en el aprendizaje cooperativo y autónomo entre los alumnos universitarios, se está empezando a concebir una nueva forma de aprender, donde predomina la práctica sobre la teoría. El científico Javier Echevarría señala que las nuevas tecnologías de la información posibilitan la creación de un nuevo espacio social para las interrelaciones humanas, espacio al que denomina como tercer entorno.

Para muchas universidades todavía es un reto adaptar las nuevas tecnologías al ámbito docente, aunque algunos contenidos se impartan de forma telemática o materiales de clase se aporten desde la red. No supone un gran avance únicamente descargar archivos .pdf o vídeos. Se trata de trabajar en tiempo real y no en diferido.

En general, podemos señalar que el uso de Internet de manera moderada se convierte en algo constructivo para el alumno. Si son muchas las veces en las que nos preocupamos por la escasa motivación de los estudiantes, ¿por qué no aprovechar los avances que nos proporcionan las nuevas tecnologías? El uso de las redes sociales, como ya hemos señalado, es uno de ellos, pero también podemos recurrir a videojuegos como Minecraft que ayudan a que se desarrolle un aprendizaje interactivo. Por eso uno de los principales objetivos es incluir las redes sociales en el currículum del alumno para desarrollar y fomentar el trabajo de manera cooperativa. Según Barkley et al. (2007):

“El aprendizaje colaborativo se produce cuando los alumnos y profesores trabajan juntos para crear el saber [con el objetivo de] desarrollar personas reflexivas, autónomas y elocuentes”.


Una de las críticas que podría hacerse al actual sistema educativo es la poca capacidad para adaptarse a los cambios sociales y a las necesidades de las empresas, reactualizando el saber tanto humanístico como científico. Incluso la revolución de las Humanidades digitales, que ya impera en EEUU, en Europa lleva un ritmo lento, según el informe de DARIAH. Sin embargo, los laboratorios, en este ámbito, tienen una gran presencia en redes sociales y dominio de nuevos lenguajes de programación y catalogación de la información.

Conclusiones

La gestión del conocimiento se mide a través de factores como:
  • Implantación de mecanismos que permitan la transmisión de la información (interna y externa) y lleguen a todos los miembros de la organización de una forma rápida y precisa.
  • Compromiso expreso de la en la institucionalización del conocimiento mediante nuevos medios.
  • Interactividad y gestión de grupos que faciliten las habilidades sociales entre sus miembros.
La forma tradicional de organización de las comunidades académicas se construye en torno a la agrupación por disciplinas científicas especializadas sostenida mediante una jerarquización en su estructura interna. Las redes permiten una relación lineal y asertiva. Es en estos contextos relacionales es donde se generan nuevas formas de influencia social y conocimiento, roles muy distintos a los tradicionales de poder y decisión fundados en atributos como las categorías profesionales o académicas.

No hay porqué renunciar a lo aprendido, ni a la tradición académica como distintivo de excelencia, sino aportar nuevas soluciones que permitan ser competitivos. Nada se destruye, sólo debe transformarse el concepto actual de ciencia y humanidades que debe tener como realidad mediadora a la tecnología para llegar de forma efectiva a la sociedad. Una sociedad que normalmente no tiene acceso a las publicaciones más notables que sólo manejan los expertos y que desea conectar con la Academia para conocer mejor el mundo del que forman parte. Está en nuestras manos hacer que nuestras instituciones sean una fuente viva con vocación de servicio a la humanidad.

Fuente: Open Mind

martes, 26 de septiembre de 2017

Una App permite ver las rutas del transporte público en Cochabamba

¿Quiere ir a algún punto de la ciudad y no sabe qué trufi o bus tomar? La aplicación Guía Cochala tiene una lista de líneas del transporte público que permite ver sus rutas actualizadas en la ciudad de Cochabamba.

Es gratuita y se puede descargar en Play Store. Por ahora solo está disponible para Android. Fue creada por la empresa SIRcode.io.

La herramienta tiene una funcionalidad bastante sencilla. Por un lado, se puede acceder a la lista de líneas de transporte por orden alfabético y numérico; por otro lado, también está disponible la opción de georreferenciación, marcando la ubicación en el teléfono y el lugar de destino. La aplicación marca inmediatamente las opciones de transporte que pasan por el lugar seleccionado.

La App solo tiene por el momento la lista de líneas de Cercado y está en desarrollo la actualización con líneas de transporte de Quillacollo y Sacaba.

También está disponible la versión web para escritorio.

Guía Cochala ya tiene más de mil descargas y buenos comentarios de los usuarios en el Play Store.

Fuente: Los Tiempos

viernes, 22 de septiembre de 2017

Bolivia: apoyo reducido a la ciencia y débil impacto en sector productivo

Un análisis de la institucionalidad generadora de conocimiento a lo largo de décadas muestra un divorcio entre la investigación y la actividad productiva, lo que se traduce también en un reducido apoyo a la ciencia y su débil impacto en el sector productivo.

El estudio de este problema fue desarrollado por Mario Vargas Condori, quien indagó en las capacidades de investigación en distintos periodos en el país. No hay un flujo de información entre investigadores y sector productivo, dice, “se aplican algunos métodos rudimentarios para determinar la demanda (de investigación) pero no se llega a cualificarla de forma conjunta con los usuarios del conocimiento y tecnologías”.

“La capacidad de investigación en temas que aporten directamente a la mejora de la producción es mínima (…). Es una constante el divorcio entre la investigación y la extensión o los servicios de asistencia técnica, no se lograron consolidar espacios y momentos de interacción para facilitar, validar o transferir las tecnologías desarrolladas o retroalimentar a los investigadores por parte de profesionales de extensión o asistencia técnica y con base a las realidades agropecuarias rurales”.

Desde los años 70, los planes de desarrollo remarcan la importancia del conocimiento y de la ciencia en el país. El correlato de esta situación son los constantes cambios en los modelos institucionales de ciencia y tecnología que no han favorecido la aplicación de conocimiento en los procesos productivos.

Ése es el punto de partida de la investigación “El conocimiento agropecuario y sus itinerarios en la institucionalidad boliviana como factor clave para la mejora de la productividad”, que es a la vez la tesis de Maestría en Investigación en Ciencias Sociales para el Desarrollo elaborada por Mario Vargas Condori, dentro de la Universidad Para la Investigación Estratégica en Bolivia (UPIEB).

El trabajo realiza un análisis de cuatro escenarios de la institucionalidad boliviana: el Servicio Agrícola Interamericano y sus estaciones experimentales (años 30-1973); el Instituto Boliviano de Tecnología Agropecuaria (IBTA) (1974-1997); el Sistema Boliviano de Tecnología Agropecuaria (SIBTA) (2001-2007); el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria Forestal (INIAF) (2008-actualidad).

Los cuatro escenarios fueron analizados en sus componentes: base productiva, de conocimiento y tecnología; actores vinculados con el uso, generación y difusión de conocimientos; institucionalidad para el conocimiento agropecuario.

Fuente: Upieb

Ingenieros de la luz

Visitar la sede central de VELUX, en Hørsholm, Dinamarca, conlleva conocer la figura de un hombre pionero que hizo de su pasión por la luz un gran proyecto empresarial. Todo empezó hace más de 75 años, cuando Villum Kann Rasmussen, empeñado en dotar de luz natural a las sombrías casas danesas, ideó una ventana de tejado que hoy es el leit motiv de una empresa familiar convertida en la actualidad en un modelo en cuanto a sostenibilidad y responsabilidad social corporativa. Rasmussen, quien se definía como "ingeniero de la luz natural", sabía que lo que se traía entre manos suponía, básicamente, una solución a una gran necesidad: la falta de luz y de aire fresco que sufren, también hoy, muchísimos hogares.

"El 90% de las vidas de las personas se desarrolla en espacios interiores. En Europa, unos 84 millones de personas viven o trabajan en edificios húmedos e insalubres, lo que provoca alergias y asma; unos 30 millones habitan en condiciones de poca luminosidad, y otros 54 no pueden calentar la casa adecuadamente, a pesar de que el consumo de energía de los inmuebles se lleva el 40% del total de dispendio generado", explica Michael K. Rasmussen, al frente del departamento de marketing de la firma. El bienestar de las personas es clave para VELUX, añade. Por ello, sus contribuciones a la mejora de la sociedad son más que notables, algo que se hace patente a través de sus dos fundaciones independientes, que invierten en Dinamarca y en varios países de Europa. Solo en 2016 destinaron un monto de más de 155 millones de euros a proyectos científicos, sociales, medioambientales y culturales que hacen especial hincapié en la mejora de las condiciones de vida de los más jóvenes.

En ese marco conceptual, VELUX ha ido creciendo y diseñando una gama de ventanas para tejados siguiendo elevadas premisas de eficiencia, innovación y sostenibilidad que son visibles en todos los departamentos de la empresa. Pero donde más se palpan esas directrices es en la fábrica, el sanctasanctórum de la firma danesa, donde el proceso productivo se ha diseñado bajo los principios de la economía circular y de la estrategia del residuo cero. Tras varios años de esfuerzo, hoy sus logros son notables: el 98% de la madera utilizada procede de bosques sostenibles certificados, la tasa de reciclaje alcanza el 97%, las emisiones de CO2 son un 26% menores que en 2007 y la tasa de accidentes laborales se ha reducido hasta cinco veces más que en el caso de sus homólogos en el sector.

Sin duda, todo un ejemplo de cómo una buena idea puede ser una forma eficaz de impactar positivamente en la sociedad, mucho más allá de la estricta utilidad de su producto.

Fuente: www.nationalgeographic.com.es

jueves, 21 de septiembre de 2017

¿Quieres colaborar tras el sismo en México? 10 maneras para hacerlo con herramientas digitales

Tras los devastadores sismos ocurridos en México este mes, innumerables personas se han lanzado a ayudar, ya sea formando cadenas humanas para remover escombros o dando dinero a organizaciones de socorro a las víctimas. Quienes están lejos de las zonas afectadas o carecen de recursos para donar también pueden colaborar mediante diversas herramientas digitales. En este post resumimos algunas de las que puedes utilizar para buscar información o para sumarte a grupos de ayuda.

Sitio con información de emergencia

Desarrollada por la organización Codeando México, esta página web compila teléfonos de emergencia para las zonas afectadas y recursos en línea como una lista de reportes ciudadanos con información sobre daños, derrumbes, centros de acopio y albergues.

SismoMX permite tener la información organizada y actualizada para acceder a recursos confiables de manera efectiva. Además, fue desarrollada en código abierto para que el proyecto no dependiera de una sola persona u organización. Si eres programador y quieres colaborar, aquí puedes acceder al repositorio del sitio web en GitHub.

Mapeo Colaborativo en OpenStreetMap

En un trabajo de mapeo colaborativo, los propios ciudadanos están desarrollando mapas para señalar las zonas afectadas por los sismos. Esta tarea, entre otras cosas, facilita la logística de voluntarios y funcionarios de rescate. Hasta ahora, existen varios esfuerzos de mapeo colaborativo, por eso, se ha trabajado en el primer mapa que integra toda la información recaudada por las distintas fuentes.

Generar datos de esta manera es sencillo y accesible para cualquier persona con conexión a internet. Puedes acceder a las instrucciones de cómo colaborar desde el sitio de Tareas Humanitarias de OpenStreetMap.

Localizador de personas

Google activó un sitio web para localizar personas tras un desastre natural. En este sitio puedes agregar información sobre alguien que estás buscando o de quien tienes información. Hasta el momento tiene más de 24.000 registros.

Formulario para reportar daños

Por parte del gobierno mexicano, se ha creado una formulario web para recopilar información y generar un diagnóstico sobre los daños estructurales causados por los terremotos. Esta información es crucial no sólo para evitar más pérdidas de vidas sino para planificar la reconstrucción.

También, por parte de los ciudadanos, se ha creado este formulario en un documento de Google para reportar daños, centros de acopio y albergues.

Brigadas Solidarias

Esta iniciativa ciudadana agrega en este documento de Google todo tipo de datos sobre personas encontradas, desaparecidas, alojadas en albergues y hospitales. Aquí puedes incluir información si estás buscando a alguien, si has encontrado a alguien o si estás rastreando personas desaparecidas en redes sociales. Si quieres colaborar, es importante que leas la página de instrucciones para que llenes la información de manera correcta.

Grupos de intercambio en Slack

Si eres programador o analista de datos y quieres ayudar, puedes unirte a la comunidad en línea que ha creado Codeando México en la plataforma de colaboración Slack. Para registrarte sólo tienes que proveer tu correo electrónico en este enlace y unirte al canal #equipo-humanitario. Allí, los voluntarios están compartiendo en tiempo real las iniciativas digitales creadas, consejos sobre cómo mejorar los sitios webs y pidiendo apoyo para programar algo específico.

Cómo ayudar México

Esta plataforma compila información sobre organizaciones a las que puedes donar, dónde puedes ofrecerte como voluntaria y cuáles son los centros de acopio para apoyar. Además, es un sitio web de código abierto, así que si eres desarrollador y sabes de una organización que necesite apoyo puedes sumarla a la lista. Puedes ingresar aquí a su repositorio en Github.

Ayuda para la comunidad

Sismomex es un sitio web que permite registrar víctimas, centros de acopios, hospitales y voluntarios. A través de un mapa generado por el gobierno de México sobre los edificios colapsados, Sismomex orienta a los voluntarios a donde más se necesitan.

Manos a la Obra

A través de este sistema construido sobre Google Suite por alumnos del MIT, se empatan voluntarios con gente necesitada.

#BrigadaDigitalMX

Las redes sociales cumplen un rol sumamente importante en momentos de crisis, permitiendo que la gente intercambie información al momento de los hechos. En México, una de las maneras de formar parte de la conversación tras el sismo es utilizando el hashtag #BrigadaDigitalMX en Twitter.

En resumen, hay formas de colaborar estando cerca o lejos. ¡No dejes de hacerlo! Si conoces otro canal u herramienta, déjanoslo saber en los comentarios.

Fuente: BID Mejorando Vidas

martes, 19 de septiembre de 2017

La UIT y la FAO se asocian para apoyar la innovación de las TIC en la agricultura

La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y (FAO) aprovecharán sus sinergias para apoyar la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible a través del uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

Los responsables de ambas organizaciones, Houlin Zhao (UIT) y José Graziano da Silva (FAO), firmaron hoy en este sentido un Memorando de Entendimiento (MdE) que busca facilitar el desarrollo de políticas y reglamentos de la conocida como e-Agricultura (o ciberagricultura) así como de grupos de innovación centrada en las TIC que fortalezcan la competitividad agrícola nacional y regional. El memorando pretende también mejorar la capacidad de las comunidades rurales para adoptar y utilizar las TIC en la agricultura, el seguimiento del cambio climático y la prevención de desastres.

“Las TIC tienen un enorme potencial para apoyar el desarrollo rural, aumentar la resiliencia de las familias rurales, mejorar el acceso de los agricultores a los mercados y otros servicios y capacitar a las mujeres y los jóvenes. Las TIC ayudarán a garantizar que la población rural no se quede rezagada”, aseguró el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.

“La UIT espera colaborar de forma más estrecha con la FAO para promover y facilitar el desarrollo de políticas, estrategias y planes útiles de e-Agricultura, así como el desarrollo e intercambio de ideas, recursos y soluciones basadas en las TIC dirigidas a mejorar los medios de vida de las comunidades rurales. Una prioridad será el fomento de las habilidades digitales entre las mujeres y los jóvenes en el sector agrícola”, señaló por su parte el Secretario General de la UIT, Houlin Zhao.

El acuerdo se basa en la colaboración permanente entre la UIT y la FAO para ayudar a los Estados miembros a adoptar un enfoque estratégico para aprovechar al máximo los avances de las TIC en la agricultura. En 2016, ambas instituciones desarrollaron conjuntamente la Guía de Estrategia para la e-Agricultura que aporta un marco para que los países desarrollen su estrategia nacional y plan maestro de e-agricultura. Con este objetivo organizaron conjuntamente el Foro sobre Soluciones para la e-Agricultura FAO-UIT que tuvo lugar en Bangkok en agosto de 2016 .

La FAO cuenta con una larga tradición de formento del intercambio de ideas y mejores prácticas en materia de TIC para la agricultura sostenible y el desarrollo rural. En 2007, la FAO y un grupo de socios fundadores lanzaron la Comunidad profesional de la e-Agricultura, un espacio virtual con más de 12 000 miembros procedentes de 170 países y territorios.Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y (FAO) aprovecharán sus sinergias para apoyar la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible a través del uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

Los responsables de ambas organizaciones, Houlin Zhao (UIT) y José Graziano da Silva (FAO), firmaron hoy en este sentido un Memorando de Entendimiento (MdE) que busca facilitar el desarrollo de políticas y reglamentos de la conocida como e-Agricultura (o ciberagricultura) así como de grupos de innovación centrada en las TIC que fortalezcan la competitividad agrícola nacional y regional. El memorando pretende también mejorar la capacidad de las comunidades rurales para adoptar y utilizar las TIC en la agricultura, el seguimiento del cambio climático y la prevención de desastres.

“Las TIC tienen un enorme potencial para apoyar el desarrollo rural, aumentar la resiliencia de las familias rurales, mejorar el acceso de los agricultores a los mercados y otros servicios y capacitar a las mujeres y los jóvenes. Las TIC ayudarán a garantizar que la población rural no se quede rezagada”, aseguró el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.

“La UIT espera colaborar de forma más estrecha con la FAO para promover y facilitar el desarrollo de políticas, estrategias y planes útiles de e-Agricultura, así como el desarrollo e intercambio de ideas, recursos y soluciones basadas en las TIC dirigidas a mejorar los medios de vida de las comunidades rurales. Una prioridad será el fomento de las habilidades digitales entre las mujeres y los jóvenes en el sector agrícola”, señaló por su parte el Secretario General de la UIT, Houlin Zhao.

El acuerdo se basa en la colaboración permanente entre la UIT y la FAO para ayudar a los Estados miembros a adoptar un enfoque estratégico para aprovechar al máximo los avances de las TIC en la agricultura. En 2016, ambas instituciones desarrollaron conjuntamente la Guía de Estrategia para la e-Agricultura que aporta un marco para que los países desarrollen su estrategia nacional y plan maestro de e-agricultura. Con este objetivo organizaron conjuntamente el Foro sobre Soluciones para la e-Agricultura FAO-UIT que tuvo lugar en Bangkok en agosto de 2016 .

La FAO cuenta con una larga tradición de formento del intercambio de ideas y mejores prácticas en materia de TIC para la agricultura sostenible y el desarrollo rural. En 2007, la FAO y un grupo de socios fundadores lanzaron la Comunidad profesional de la e-Agricultura, un espacio virtual con más de 12 000 miembros procedentes de 170 países y territorios.

Imagen: insightsonindia.com

Fuente: FAO

lunes, 18 de septiembre de 2017

Ciencia reintegrada a la cultura

Con la grave crisis que asola la ciencia en las Américas, el debate político invadió de una vez la arena científica. Los investigadores de diferentes partes del continente hablan en público de la situación crítica por la que pasan. Tanto en los periódicos, en las redes sociales o en las calles, protestan de forma contundente contra los recortes de fondos, la suspensión de becas y el desmantelamiento de sistemas de CyT cuyo armado llevó años de trabajo. Hay científicos que consideran hasta postularse a cargos políticos o incluso crear un nuevo partido dedicado a las cuestiones científicas.

De forma más tímida y menos conturbada, observamos un movimiento interesante de fortalecimiento de los vínculos entre la ciencia y otro segmento fundamental de la vida en sociedad, que es la cultura. En un pasado remoto, estos dos campos se encontraban unidos, pero luego transitaron un proceso de alejamiento desde el advenimiento de la ciencia moderna, que relegó otras formas de conocimiento a segundo plano. Pero si la institucionalización y la superespecialización de la ciencia contribuyeron históricamente a esta separación, su creciente presencia en lo cotidiano de la sociedad y la interdisciplinaridad tan defendida hoy en el medio académico parece abrir espacio para un acercamiento entre ellas.

Evidencia de ello es la proliferación en los últimos años de dos fenómenos que ocurren de forma paralela. Uno de ellos es la multiplicación de iniciativas de educación y divulgación de la ciencia que toman prestado recursos de distintos campos artísticos para alcanzar sus objetivos. El otro es la diseminación de obras artísticas que abordan temas científicos, es decir, manifestaciones culturales —en las artes plásticas, en el cine, en el teatro, en la literatura, en series de TV— que se inspiran en la ciencia para producir arte.

Los congresos de la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología de América Latina y el Caribe (RedPOP) han sido lugares privilegiados para observar el desarrollo de ambos fenómenos. Los dos últimos encuentros, en 2015 en Colombia y en 2017 en Argentina, destacaron las iniciativas que buscan conectar la ciencia, el arte y la cultura, mostrando las maneras en que la riqueza y la diversidad cultural latinoamericana pueden ayudar a la ciencia a ser más visible para los países de la región, donde la cultura científica aún es frágil.

Arte en la popularización de la ciencia

Como ejemplo de lo que se presentó en los dos recientes congresos de la RedPOP, hay hoy en América Latina una gran diversidad de actividades dirigidas a la popularización de la ciencia que buscan una aproximación entre el arte y la cultura. El cine, la literatura y el teatro, por ejemplo, se han sumado a estrategias más tradicionales de divulgación científica como forma de hacer más interesante y atractivo el aprendizaje de conceptos científicos y de estimular el debate sobre diferentes aspectos de la ciencia y de la vida de los científicos. Así se busca una mayor aproximación entre ciencia y sociedad, que todavía tiende a verla como algo distante de su cotidiano.

A pesar de las buenas intenciones, gran parte de estas iniciativas promueven menos una interacción significativa entre ciencia, arte y sociedad y más un uso instrumental de recursos artísticos, privilegiando muchas veces la transmisión de contenido de forma didáctica. Para una parte de los propósitos de la divulgación científica, aún así son válidas, pero hay dudas sobre si realmente contribuyen a la mayor inserción de la ciencia en la cultura general.

En ese sentido, el movimiento también creciente de llevar la ciencia hacia donde la gente suele ir para divertirse, como plazas y bares, parece ser más interesante. La tradición de los cafés científicos, que comenzó en Europa con esta propuesta, se extendió por América Latina, pasando por una serie de adaptaciones e innovaciones. Hoy, además de los cafés, en Brasil hay chopps científicos, entre una serie de otras modalidades de eventos que sacan a la ciencia de su ambiente formal de producción y la llevan a lugares de conversación y entretenimiento. En septiembre de 2016, una serie de actividades en esa línea se desarrollaron en el marco de la iniciativa “Ciencia en la ciudad”, como parte del I Foro Abierto de Ciencias de Latinoamérica y el Caribe, en Uruguay.

En ese escenario de ciencia descontracturada, vemos surgir un nuevo género repleto de humor, que se llama “monólogo científico” y que tiene su origen en concursos de presentaciones breves sobre temas científicos, en los cuales las herramientas tradicionales de presentación como el powerpoint, son mal vistas o incluso prohibidas. Algunos ejemplos de estos concursos son FameLab, Science Slam y My Thesis en 180 Seconds. En el encuentro de la RedPOP de este año, el público se divirtió mucho en una sesión de siete monólogos sobre temas tan diversos como átomos, plancton y tiburones. Entre los monologuistas había investigadores e integrantes de colectivos como el argentino Poper y el uruguayo Bardo, que se aventuran en este nuevo género de divulgación científica con humor y están cautivando una platea cada vez más diversificada, dentro y fuera del medio científico. El desafío es salir del círculo de aquellos que ya están interesados en la ciencia.

Ciencia en manifestaciones culturales

El punto más alto del congreso de la RedPOP fue, sin embargo, la programación cultural, con obras artísticas permeadas por la ciencia, pero sin compromiso directo con su popularización. La intervención acústica del grupo Música Inaudita, el espectáculo acrobático Leonardo TP No1, inspirado en textos de Da Vinci, y el musical Christiane, sobre la vida y obra de la investigadora franco-argentina Christiane Dosne de Pasqualini, fueron ovacionados de pie por el público, visiblemente encantado y emocionado. Se trata de obras de artistas profesionales, que en algún momento buscaron inspiración en la ciencia. Están o ya estuvieron en cartelera en diferentes ciudades, accesibles al público en general. Estos y otros tantos ejemplos de manifestaciones culturales inspiradas en la ciencia —y no pautadas por ella— tal vez sean uno de los mejores termómetros para medir el nivel de inserción de la ciencia en la cultura.

En la Argentina de Jorge Luis Borges, que fue un eximio divulgador de la ciencia sin proponérselo, está repleta de encuentros exitosos entre ciencia y cultura. Además de los ejemplos ya citados, vale mencionar las instalaciones del artista plástico Tomás Saraceno que estuvieron en cartelera en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires hasta finales de agosto. El artista, nacido en Argentina y radicado en Alemania, es un aficionado a las arañas. En su estudio en Berlín desarrolló métodos innovadores para investigar telas de arácnidos que generaran intercambios prolíficos entre ciencia y arte, y el resultado fue una obra estéticamente bella e impactante: supertelas tejidas por 7.000 arañas que trabajaron durante seis meses en el museo argentino.

En Brasil también tiene buenos ejemplos de encuentros fortuitos entre ciencia y arte, incluso en la cultura popular. No es raro encontrar referencias a la ciencia y a la tecnología en la música y en la literatura popular, tampoco en novelas e incluso en enredos de carnaval. Vemos también la presencia cada vez mayor de la ciencia en la escena teatral, en espectáculos de pequeña, media y gran producción, como el reciente montaje de La vida de Galileo, de Bertold Brecht, producida y protagonizada por Denise Fraga. La obra, que llegó a los escenarios de los teatros más importantes del país, actualiza las dificultades y los dilemas enfrentados por el científico florentino y las reflexiones del dramaturgo alemán sobre libertad, ciencia y sociedad.

Ejemplos como estos sugieren que es menos cuando se transmite y se explican conceptos o se dan orientaciones, y más cuando se hace reír, emocionar y provocar la reflexión sobre la vida y la condición humana, que la ciencia logra llegar a más gente e insertarse realmente en la cultura. Pero los ejemplos que tenemos todavía son pocos. Hay espacio para mucha más ciencia en el caldero cultural latinoamericano.

Debemos, por lo tanto, propiciar más interacciones significativas entre ciencia y arte. El fortalecimiento de la cultura científica es fundamental para que las personas reconozcan a la ciencia como parte de sus vidas, que la incorporen como valor indispensable y que, en momentos de crisis como este, luchen por ella. Con las graves amenazas a la ciencia y sin una mayor apropiación social del conocimiento producido por ella, el desarrollo científico de América Latina puede estar altamente comprometido.

Imagen: El Pais

Fuente: Sci Dev

miércoles, 13 de septiembre de 2017

La regulación de la brecha digital internacional

La creciente digitalización de la economía global está cambiando la forma de producción, distribución y venta de productos y servicios a través de las fronteras. Tecnologías como la computación en nube, la inteligencia artificial, los sistemas autónomos y los “dispositivos inteligentes” engendran nuevas industrias y revolucionan las que ya había.

Pero a pesar de los importantes beneficios que pueden traer estos cambios, la velocidad de la digitalización también crea enormes desafíos de gobernanza, en los planos intra e internacional. Los nuevos procesos posibilitados por la digitalización ponen a prueba las normativas globales actuales, incorporadas en acuerdos de comercio e inversión multilaterales, regionales y bilaterales.

Esto crea más margen para la intervención de los gobiernos nacionales en la economía digital. China, por ejemplo, estableció una industria digital propia apelando a políticas como el filtrado de Internet, la localización de datos (exigir a las empresas de Internet que almacenen los datos en servidores locales) y la transferencia tecnológica obligatoria como modo de impulsar el desarrollo digital. Esto sirvió de base a la aparición de importantes empresas digitales chinas como Tencent y Baidu, pero a menudo tuvo efectos adversos sobre la libertad de expresión y acceso a la información.

Otros gobiernos comienzan a ver esas políticas digitales como un modo de ponerse a la par de las economías digitales avanzadas, como Estados Unidos. Pero si bien algunos países supieron aprovechar el marco regulatorio actual para promover capacidades digitales propias, muchos países en desarrollo corren riesgo de quedar rezagados.

Un factor es que la normativa mundial actual está perdiendo efectividad. Por ejemplo, el intercambio internacional de servicios se rige por el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) de la Organización Mundial del Comercio, según diferentes “modos de suministro”. Muchos países en desarrollo acordaron liberalizar la provisión transfronteriza de servicios (el “modo uno” de comercio) sin prever hasta qué punto la economía digital incrementaría las oportunidades para ese tipo de comercio. Ahora aquellos compromisos tempranos adquieren mayor significación económica, y eso aumenta la presión sobre muchos países en desarrollo.

En años recientes se intensificó el debate sobre cómo debería regirse la economía digital. Las empresas digitales multinacionales, en su mayoría con sede en Estados Unidos, promueven una armonización normativa internacional que ofrezca previsibilidad y limite el margen de intervención de los gobiernos nacionales en los flujos digitales.

El gobierno de Obama se sumó a esa campaña haciendo del ámbito digital un elemento central de la política comercial de Estados Unidos. En los “tratados comerciales del siglo XXI”, como el Acuerdo Transpacífico y la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión, se incluyeron cláusulas sobre el libre flujo de datos y contra la localización de datos y la transferencia tecnológica obligatorias. El objetivo era crear una supervisión digital de dos grandes mercados (Asia y el Pacífico, con el ATP, y la Unión Europea, con la ATCI) como primer paso importante hacia la adopción de normas globales en esas áreas.

La negociación de normas digitales bajo el ATP resultó difícil, pero al final tuvo éxito; el gobierno de Obama superó la oposición ofreciendo a algunos socios del ATP un mejor acceso al mercado estadounidense para ciertas manufacturas.

Pero en el caso de la ATCI fue todavía más difícil; algunos estados europeos, en particular Francia y Alemania, se opusieron a la imposición de reglas digitales por temor a que permitieran a las empresas estadounidenses dominar la economía digital europea. Como he señalado en un trabajo con colegas, para muchos países europeos, la “puesta a la par en materia digital” es un objetivo estratégico clave.

La elección del presidente Donald Trump en Estados Unidos, quien hizo campaña con una plataforma comercial proteccionista y de apoyo a las industrias fabriles “tradicionales”, siembra dudas sobre el futuro de la normativa digital. La decisión de Trump de retirarse del ATP generó reacciones muy negativas en la industria digital estadounidense. Resta por verse lo que ocurrirá con las normas de comercio digital bajo la ATCI, algo que Trump insinuó que podría reactivar.

Sin importar las medidas de Trump en materia de comercio internacional, el trabajo de actualización de las normas mundiales para la economía digital prosigue, dentro de la OMC y también como parte de las conversaciones entre Estados Unidos, Canadá y México para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Estos debates se tornarán más acuciantes en los años venideros.

Hasta ahora, la ambigüedad regulatoria no afectó seriamente a los países en desarrollo, y los costos económicos para el Sur global han sido mínimos. Pero eso puede cambiar si las tres mayores economías del mundo (Estados Unidos, la UE y China) llegaran a armonizar sus estrategias de regulación del comercio internacional digital y de los flujos globales de datos. En tal supuesto, se intensificará la presión sobre los países en desarrollo para que acepten la adopción de reglas digitales.

Los proponentes de nuevas reglas tal vez aconsejen a los países en desarrollo que las acepten sin discusión, con el argumento de que quedar fuera de un sistema regulatorio global perjudicará el desarrollo digital local y les dificultará la participación en nuevos campos tecnológicos. Pero las nuevas reglas también pueden revivir las desigualdades introducidas por la “Ronda de Uruguay” de negociaciones comerciales, origen de la OMC y guía de los acuerdos de libre comercio entre el Norte y el Sur.

En los acuerdos multilaterales y bilaterales, los países en desarrollo aceptan restricciones a su “espacio de políticas” a cambio de mejor acceso a los mercados de las economías avanzadas. Muchos estudiosos consideran ahora que este “trueque” debilita la capacidad de los países en desarrollo para implementar políticas que alienten la diversificación económica y el cambio estructural, y les hace más difícil ponerse a la par de las economías desarrolladas en cuestiones económicas y tecnológicas.

Hay que elaborar un nuevo marco para el comercio digital y electrónico, teniendo presentes estas cuestiones. Al crear las reglas que regirán la interacción entre países, los reguladores deben procurar que las políticas de comercio digital no agraven las desigualdades que el régimen de comercio tradicional dejó a la vista.

Fuente: almendron.com

lunes, 11 de septiembre de 2017

Exhortan a gobiernos a popularizar ciencia en la región

Con un llamado para que los gobiernos latinoamericanos apoyen las actividades de popularización de la ciencia en lugar de recortar los presupuestos de ciencia y tecnología terminó el 15º Congreso de la Red de Popularización de la Ciencia y Tecnología de América Latina y el Caribe, RedPOP, realizado en Buenos Aires del 21 al 25 de agosto.

El documento, Manifiesto en favor de la popularización de la CT&I, aprobado en la asamblea de RedPOP, expresa que “los recortes recientes en recursos para la ciencia, la tecnología y la innovación (CT&I), en diversos países de la región, que van en la dirección opuesta a los objetivos de un desarrollo sostenible, tienen también un impacto importante en la popularización de la ciencia”.

Como consecuencia se han afectado programas, museos y centros de ciencia en la región y en otros casos existe la amenaza de cierres indefinidos en algunos de ellos.

Claudia Aguirre, coordinadora del Nodo Andes de la RedPOP mencionó a Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica y México como algunos de los países donde se presentan casos preocupantes.

“Los representantes de programas de popularización de la ciencia planteamos la necesidad de alzar una voz que llegue a los tomadores de decisión de nuestros países porque consideramos fundamental que haya apuestas más decididas y medidas mucho más claras en torno a favorecer las políticas de popularización de la ciencia y tecnología en la región”, dijo a SciDev.Net.

Los miembros de la RedPOP alertan a gestores públicos y autoridades sobre los graves riesgos que la reducción en los recursos para la CT&I acarrea para la soberanía y el futuro de los países de la región.

Consideran además que el recorte de dichos presupuestos incide directamente en los programas de popularización de la ciencia y la tecnología, “instrumento esencial para el desarrollo científico y tecnológico, [que] contribuye a la mejora de la educación, la construcción de la cultura científica y de una ciudadanía más activa en el mundo contemporáneo”.

En Colombia, el Museo de la Ciencia y el Juego (MCJ) abrió sus puertas al público en 1984, convirtiéndose en el primer museo interactivo del país, de acuerdo con su director Julián Betancourt de la Universidad Nacional y miembro honorario de la RedPOP.

Hoy, su “situación financiera es delicada”, dijo Betancourt. El MCJ sobrevive gracias a proyectos con alcaldías, secretarías de educación y con Colciencias, la entidad rectora de la ciencia en Colombia, pero cada vez son menos.

“Ahora vivimos de las visitas a nuestra sala interactiva y a los talleres que ofrecemos, que es lo común que hacen los museos”, explicó a SciDev.Net.

El programa de popularización de las ciencias Mundo Nuevo, de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina), que existe desde hace 27 años, es otro ejemplo de esta situación de vulnerabilidad.

Su directora, Constanza Pedersoli, contó a SciDev.Net que actualmente “el programa no cuenta con espacios propios y su funcionamiento no sería posible sin los convenios históricos que posee con la gestión pública provincial (estatal) y municipal (local). Si bien esto ha sostenido su existencia en el tiempo, también lo vuelve más vulnerable a determinados cambios en el escenario político”, afirmó.

Algunos espacios como el teatro, la sala de talleres y las exposiciones debieron cerrarse, razón por la cual “hoy la calidad y el alcance de la propuesta se encuentran afectados”, refiere.

El Museu Ciência e Vida en Río de Janeiro (Brasil) no se queda atrás. Mônica Santos Dahmouche, vicepresidenta científica de la Fundación Cecierj que lo maneja, habló a SciDev.Net sobre las restricciones a las que se ha visto sometido últimamente.

Debido a la crisis en el gobierno del estado de Río de Janeiro, al cual está vinculado, el museo ha enfrentado distintos problemas, comenzando con los salarios de los funcionarios, que suelen pagarse con retraso.

“Servicios básicos que el museo necesita para su funcionamiento, tales como vigilancia, limpieza, portería y recepción están comprometidos; el mantenimiento también está precarizado, lo que causa algunos problemas adicionales”, dijo.

Esto significa que han debido restringir la atención exclusivamente para grupos escolares, en un lugar con una población inmensa, “apartada de las oportunidades de ocio de Rio de Janeiro”. Conscientes de los desafíos, como la evaluación adecuada de las actividades de popularización de la ciencia, los miembros de la RedPOP se comprometieron a promover y reactivar iniciativas de creación y establecimiento de políticas públicas que favorezcan el desarrollo de la popularización de la C&T establecidas en muchos países en los últimos años, y hoy descontinuadas o bastante reducidas.

El presidente de la Asociación Brasileña de Centros y Museos de Ciencia (ABCMC), José Ribamar Ferreira, que no pertenece a la RedPOP, resaltó la importancia del manifiesto.

“Recibimos con placer el manifiesto de la RedPOP que defiende la atención de los gobiernos para el desarrollo de políticas públicas para el fortalecimiento de la equidad, de la educación y del desarrollo científico y tecnológico en todos nuestros países; estamos totalmente de acuerdo con sus términos [porque] consideramos que nos representa”, dijo a SciDev.Net.

Fuente: SciDev

jueves, 7 de septiembre de 2017

Arte en la fiesta y la tele

Los bolivianos se interesan poco por el arte y los jóvenes asisten a entradas folklóricas. Son algunas de las constataciones que revela la encuesta del Foro Regional cuyos resultados comentó TelArtes el domingo pasado. Es una suerte de radiografía cultural que muestra las entrañas del consumo de bienes simbólicos de un país en el que existen problemas de sintonía de la gestión de culturas con la sociedad. Los sectores oficiales reproducen nociones de arte y cultura divorciados de la realidad y demasiado coloniales en tiempos de descolonización.

La preocupación de que la gente participe de entradas folklóricas y no vaya a galerías de arte o salas de concierto confirma la inconsistencia de los binoculares con que se mira el campo cultural del país. La colonización trajo impositivamente la separación actor/espectador. En la fiesta popular boliviana todavía el “público” participa del espectáculo cantando y bailando. Para los grandes sectores populares del país el arte está en la fiesta y no en el museo o “espacios” de la cultura oficial. La contemplación de la obra de arte en un templo especial reservado para decodificar los mensajes racionalmente es una ilusión que inventaron las élites europeas y quisieron imponerla en las colonias. No lo lograron. Eso confirma este estudio. El arte sigue prioritariamente en la fiesta popular.

Tampoco consiguieron convertir el libro en el instrumento privilegiado de la modernidad que contiene y acumula conocimiento para su reproducción y difusión. Los sectores populares entran a la modernidad de la mano del televisor. La oferta mediática es tan compleja y diversa que es imposible no generar procesos auto-educativos de aprendizaje para beneficio usuarios y sus necesidades culturales. Lo curioso es que los jóvenes leen más de lo que los adultos apocalípticos lo esperaban. Claro. Los libros ahora están en versión digital y solo leyendo se puede participar de la cultura digital. Más fácil es entrar a una biblioteca virtual que a una real. Y la literatura de los bestsellers que inspira grandes películas y series televisivas se lee en proporciones nunca vistas en la historia de la ilustración. No es verdad que se lee manos que antes. Aunque sería bueno que se lea más.

Más consumo cultural genera la televisión y sus programas que hacen dar asco a intelectuales que se autoproclaman “cultos”. En realidad la gente no va al cine pero ve más películas que antes. Lo hace en su casa y a mucho menos costo. No compra música pero tiene todo lo que desea casi de manera gratuita gracias a la piratería. Es que la compra de películas es una transacción de un mercado formal posible solo en sociedades industrializadas. El consumo es la incorporación mental del mensaje a la vida cotidiana de los sujetos. Por tanto “compra” no es consumo cultural.

Las condiciones socio-económicas son determinantes para el consumo cultural. La mayor parte de la población no ha recibido un tipo de educación que le permita acceder a bienes considerados aptos para la tradición superior. Para disfrutar de un concierto de música barroca se debe conocer y saber apreciar esos códigos. Poca gente puede comprar un CD de música original y menos un DVD o un libro. Las industrias culturales tienen la capacidad de captar las demandas emocionales y estéticas para generar productos que satisfacen esas necesidades y al mismo tiempo les proporcionan lucro.

Los consumidores extraen beneficios de ese consumo en dimensiones subjetivas incomprensibles para los ilustrados que no se cansan de descalificarlos con su desprecio. El consumo de medios es también un importante espacio de producción de sentidos culturales. Casi siempre ignorado por los gestores culturales. No es mala idea incorporar la fiesta popular y el consumo de medios masivos en los procesos nacionales de gestión cultural.

Fuente: Blog de Marcelo Guardia

Internet y su impacto en la educación de calidad: Algunas experiencias

El trabajo resume algunas experiencias en la gestión académica del postgrado en las universidades bolivianas, su sustento legal y normativo. Se muestran los principales modelos aplicados, asi como los instrumentos, las actividades “a distancia” mediadas por Internet; la evaluación de aprendizajes y aspectos operativos.

Se postula por último que la calidad de los programas a distancia debe ser demostrada y medida, para lo cual se propone a la Cualimetría como el instrumento apropiado.

Internet, Educación a Distancia y Educación Virtual son hoy conceptos conexos y dialécticamente vinculados cuando nos referimos a la Educación en general y a la Educación Superior en particular. Como corolario de la Declaración de UNESCO de París, Francia, el año 1998, el uso de Internet en la educación superior, ha sido motivo de varios estudios y reuniones internacionales y es de preocupación e interés manifesto de varias instituciones de educación superior bolivianas (A. Padilla Omiste, Daza Rivero, & Roca Urioste, 2008; A. E. Padilla Omiste, 2004, 2008).

Por otro lado, la preocupación por incentivar y normalizar la educación a distancia y la educación virtual en Bolivia ha llevado al autor a vincularse y trabajar con ellas en una visión internacional de las nuevas tendencias educativas y la innovación que ellas representan con académicos de reconocimiento internacional y nacional; resultado de ello ha publicado individual y colectivamente los resultados de sus observaciones y experiencias.

Es propósito de este artículo resumir la percepción y experiencia sobre evidencias de algunos avances sobre el tema que han venido dándose en varias universidades, tanto en sus aspectos normativos como de aplicación, principalmente aquellas en las que el autor ha tenido un desempeño académico.

(Resumen e introducción del capítulo X, escrito por el Dr. Alvaro Padilla O. del libro Internet y educación: amores y desamores, publicado por Infotec y Virtual Educa, México, 2017.)

Descargar libro

Fuente: Facebook del autor

lunes, 4 de septiembre de 2017

Cómo crear una historia con datos

Una historia con datos es un relato basado en información sobre un hecho particular que puede despertar el interés en públicos no especializados. A través de una historia con datos es posible generar conciencia, perspectiva o contexto sobre una temática, o informar y debatir. En el 2016, narrar historias de esta manera comenzó a volverse una tendencia. Periodistas en distintas partes del mundo, sobre distintos temas, desde estados en guerra hasta destinos turísticos, compartieron sus perspectivas y experiencias. La compilación de historia basadas en datos elaborada por el New York Times revela el alcance que pueden tener.

Una historia con datos permite a los lectores entender de una manera clara el significado, la importancia y la relevancia de la información generada por registros administrativos, encuestas, censos, informes de sostenibilidad, entre otros. Por medio de ellas se debe lograr:
  • Atraer la atención de las personas a una temática específica, generar conciencia sobre la misma y/o provocar una acción.
  • Proveer un relato claro, interesante y entretenido sobre un tema basado en datos.

Por qué escribir una historia con datos

Los datos en sí, por poderoso que sean, pierden valor si no pueden ser comunicados efectivamente, ya que esto es lo que ayuda a tomar decisiones o acciones concretas. Las visualizaciones ayudan a explicar de manera sencilla ideas complejas y las historias de datos las acompañan para, además de comunicar la información de manera gráfica, personalizar la problemática e involucrar a la audiencia. Así, las historias de datos son el vínculo entre la información contenida en los datos y el conocimiento que se puede derivar de ellos para finalmente generar conciencia sobre una temática y/o transformar una situación.

Por ejemplo, esta historia de datos, representada en un video, busca mostrar un resumen de las cifras estadísticas que produce el Departamento Nacional de Estadística de Colombia (DANE). La historia busca generar conciencia sobre el tipo de decisiones que un ciudadano común puede tomar con esta información; que no sólo se trata de cifras que ayudan a tomar decisiones a nivel de Estado sino también otras como escoger los colegios para los hijos o dónde comprar una casa. Con el video, el DANE vinculó a su audiencia al mostrar la relación entre las cifras abstractas y la historia de vida de un colombiano.

A continuación, te damos algunas recomendaciones para que comiences a armar tu propia historia con datos:

Elige una temática

Lo más importante es que escojas una temática que se relacione con tu experiencia y que te mueva. La idea es buscar la arista del tema que puedas relacionar con las emociones, de esa manera podrás capturar a tu audiencia.

Una idea es generar una historia con datos sobre temas que le interesen a diferentes audiencias sin importar dónde se encuentren en el mundo, por ejemplo, los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Aunque quizás escojas un objetivo en concreto según el país en el que vivas, desde cualquier parte del mundo puedes relacionarte con ellos y con la necesidad de actuar para implementarlos.

Encuentra los datos

Una vez tengas la temática, debes encontrar los datos que van a apoyar tu historia. Recuerda que para que tu historia sea más fuerte, debes buscar datos de diferentes fuentes: oficiales, no oficiales, información de gobiernos locales o centrales, portales de datos abiertos gubernamentales o de organismos multilaterales.

Haz llamativa tu historia

Es importante que tu historia sea clara y original. Para esto te recomendamos comenzar con un borrador de la estructura que desees utilizar, teniendo presente la veracidad de lo que quieres comunicar. Algunos ejemplos de estructura pueden ser videos (entrevistas, videos animados, VideoSribe, etc), visualizaciones de datos (en este post puedes ver herramientas gratuitas que te ayudarán a procesar y a visualizar datos), narrativa descriptiva de fácil comprensión evitando extenderse en palabras.

Una vez hayas hecho este trabajo, debes escribir el guión para contar la historia con datos, detallando los insumos que se requieren (entrevistas, datos, material audiovisual y herramientas de visualización de datos a utilizar), utiliza lenguaje común, no técnico, y busca vincular tu temática con situaciones que la audiencia pueda relacionar con su vida cotidiana. También, es recomendable que lo socialices para recibir retroalimentación y asegurarte que estás contando la historia que quieres contar.

Fuente: Mejorando vidas