miércoles, 30 de octubre de 2024

Intentaron quemar a periodistas rehenes durante su cautiverio de cuatro horas


Durante cuatro horas y media, tres enviados de prensa a la localidad de Mairana soportaron retención contra su voluntad, tortura, agresiones verbales, despojo de sus equipos y amenazas de quemarlos vivos, junto con unos 15 policías capturados por seguidores del expresidente Evo Morales que bloquean la carretera antigua que conecta los departamentos de Santa Cruz con Cochabamba.

“Me duele todo el cuerpo. Nos apedrearon y patearon, al igual que a los policías“, relató el periodista de la red de televisión privada Unitel, Josué Chubé, a la Unidad de Monitoreo de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), mientras ingresaba a un centro hospitalario en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

Chubé, junto a policías heridos, fue evacuado en un helicóptero militar desde Mairana hasta el aeropuerto El Trompillo de Santa Cruz, acompañado de su camarógrafo que también sufrió una golpiza de parte de campesinos que acatan una convocatoria de Evo Morales en el décimo sexto día de bloqueos en la carretera principal que une Oriente con Occidente de Bolivia.

“Nos hemos constituido en este punto de bloqueo donde hemos intervenido en el intercambio de ‘rehenes’ con las personas retenidas, porque era la condición que daban las personas que bloqueaban para liberar a los policías“, declaró la delegada de la Defensoría del Pueblo de Santa Cruz, Sheila Gómez, según citó la Agencia de Noticias Fides (ANF).

Los equipos de prensa acudieron desde las 6.30 horas, para cubrir las acciones policiales en Mairana, un municipio ubicado a 136 kilómetros al oeste de Santa Cruz de la Sierra. En este lugar se instaló un bloqueo de la carretera principal y los policías intentaron despejar la vía de piedras y objetos que interrumpen el tráfico vehicular.

Los policías antimotines usaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes y al inicio de las operaciones consiguieron su objetivo, pero los bloqueadores lograron reagruparse y atacaron con dinamita y piedras.

Romer Castedo, periodista de la privada Red Uno de televisión y su camarógrafo, Ricardo Pedraza, cayeron en una emboscada preparada por los bloqueadores, una táctica similar a la empleada por otros campesinos, el pasado viernes 25 de octubre, en el puente de Parotani, en el departamento de Cochabamba.

Ambos fueron despojados de la cámara de video, de sus chalecos y cascos, y fueron golpeados. El equipo de protección (cascos y chalecos) y un micrófono fueron incinerados por los enardecidos manifestantes que lanzaban insultos, calificaban a la prensa de “vendida” y estaban resueltos a quemar a los corresponsales y a los policías capturados. Imágenes de redes sociales mostraron a un subteniente de policía en estado de inconsciencia.

“Tuve temor por mi vida. Nos encomendamos a Dios“, dijo Castedo en una entrevista para el canal de televisión DTV. El periodista afirmó que estuvieron cautivos junto a otro enviado de prensa del cual no proporcionó su identidad.

“Me patearon en la cara, en el oído, en la espalda. Me golpearon con palo y con piedras, ¿qué hacen ustedes aquí –decían- y nos querían quemar”, describió el camarógrafo Pedraza a DTV.

La retención forzada de periodistas, la tortura y las amenazas verbales se repiten exactamente tres años después del secuestro de seis periodistas, en la provincia Guarayos del departamento de Santa Cruz, y el caso se mantiene en impunidad.

Fuente: Visor 21

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