lunes, 7 de octubre de 2024

Museo exhibe más de mil fotografías de la memoria histórica de Quillacollo


La memoria fotográfica de Quillacollo desde 1900 hasta la fecha y más 150 cámaras fotográficas con más de 100 años de antigüedad se exhiben en el nuevo museo fotográfico Federico Terán Cherry. El sitio expone más de mil imágenes de lugares emblemáticos de este municipio en diferentes épocas.

La primera procesión de la Virgen de Urkupiña en 1925, las diferentes etapas de la construcción del templo San Ildefonso, imágenes panorámicas de la ciudad de Quillacollo y sus calles principales, la llegada de la primera locomotora en 1917, diferentes personalidades del valle bajo y otras imágenes de la ciudad de Quillacollo, son algunas de las fotografías que se exhiben en este museo.

Los retratos forman parte de la colección privada de Federico Terán Cherry y su hijo Tito Terán Ledezma, fotógrafos con amplia trayectoria y reconocidos por su trabajo.

Federico Terán Cherry

De padre boliviano, Federico Terán Cherry nació en Chuquicamata (Chile) y llegó a Bolivia después de 1900 y se estableció en Quillacollo, municipio al que dejó un gran legado fotográfico. 

El fotógrafo, conocido como Cherry, fue el primer retratista de Cochabamba. Comenzó su labor en la plaza 14 de Septiembre. 

Cherry aprendió el arte de la fotografía en Chile con un fotógrafo francés, quien le regaló su primera cámara. En esa época, la fotografía exigía una gran precisión técnica y observación.

Con su gran habilidad y su máquina de cajón, el fotógrafo logró capturar los rostros de diferentes épocas, momentos de las familias, actividad económica, calles y plazas de Quillacollo y el departamento de Cochabamba.

Posteriormente, su hijo Tito Terán Ledezma siguió los pasos de su padre y se apasionó por la fotografía y desde sus 13 años acompañó a su progenitor en el oficio. 

Padre e hijo se convirtieron en guardianes de la memoria visual de Quillacollo, capturando la cotidianidad de sus ciudadanos, sus tradiciones, celebraciones, actividades religiosas y los eventos más significativos en diferentes épocas.

Tito Terán recuerda con emoción el registro de las imágenes de la primeras entradas folklóricas de la festividad de la Virgen de Urkupiña, que en sus inicios tenía como únicos protagonistas a los indígenas y sus danzas autóctonas.

“Mi padre no sólo fue un fotógrafo tradicional, sino un cronista visual que preservó la historia de su pueblo a través de imágenes. Sus fotografías iban más allá de simples retratos; capturaban la emoción de los rostros y, en ellos, el espíritu de una época, con el propósito de que generaciones futuras conozcan y entiendan la historia de Quillacollo”, dijo Terán Ledezma. 

El museo exhibe imágenes de diferentes sitios emblemáticos de Quillacollo en distintas épocas, como las plazas Bolívar,15 de Agosto, Hernando Siles y calles Atacama, Héroes del Chaco y otras. 

“La plaza Bolívar antes era una cancha de fútbol. Toda la evolución y desarrollo de la ciudad de Quillacollo fue registrada por mi padre, y posteriormente continué con ese legado”, dijo Terán Ledezma.

Además, la familia Terán trabajó tomando fotografías con varias instituciones públicas y privadas, grupos musicales, empresas, como cervecerías y la fábrica Manaco. 

“Hemos sacado millones de fotos en eventos sociales, fiestas patronales, matrimonios, bautizos, desfiles. Antes, todos querían recordar los momentos importantes con una foto y había mucha demanda, ahora la demanda ha bajado con los teléfonos celulares”, dijo. 

Museo

El museo fue inaugurado el domingo 22 de septiembre y se encuentra ubicado cerca del puente Panamericana en Quillacollo. El museo abrirá todos los domingos a las 20:00.

En este espacio cultural, Tito Terán exhibe una impresionante colección de 150 cámaras fotográficas del siglo pasado y más de 2 mil imágenes que capturan la esencia de Quillacollo.

La cámara más antigua es de 1898 de caja y lente trasero y otras cámaras fotográficas de diferentes épocas hasta la cámara digital contemporánea. También se exhiben cámaras filmadoras. 

Valor

Para muchas personalidades quillacolleñas, la colección fotográfica es un “tesoro invaluable” que preserva la historia del municipio.

El periodista cultural Hugo Santos Sicos destacó la contribución de la familia Terán en la documentación visual de la cultura y la historia de Quillacollo.

“La familia Terán ha sido pionera en preservar nuestra memoria colectiva a través de la fotografía. Este museo es un legado para las generaciones futuras”, dijo.

Terán Ledezma, desde adolescente, comenzó a trabajar con su padre ayudándolo a documentar la vida de Quillacollo y sus habitantes. 

“Las imágenes se convirtieron en un testimonio visual invaluable que ha preservado momentos únicos que, de otro modo, se habrían perdido”, dijo.

 Fuente: Los Tiempos

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