La encontrabilidad, o findability es uno de los seis atributos de calidad digital que integran el Panal de Morville de la Experiencia de Usuario y significa que una información -un contenido o un recurso- pueda ser fácilmente localizada por la persona que la necesita. La tarea del profesional de información consiste entonces en optimizar ese recurso para que cumpla adecuadamente esa función.
Sin duda ya habrás advertido que, en el proceso de optimizar la encontrabilidad de un recurso deberíamos transitar las dos fases:
- Encontrabilidad externa: posibilita que en la Web las personas encuentren mejor el producto o servicio que le ofrecemos
- Encontrabilidad interna: posibilita que dentro de ese producto o servicio, los usuarios y usuarias encuentren rápidamente la información que necesitan
Dado que la encontrabilidad se relaciona con la Accesibilidad y la Usabilidad, muchas de sus buenas prácticas también aplican aquí. A continuación, algunas de ellas que podremos aplicar por nosotras y nosotros mismos o bien, sugerir al equipo informático de la institución:
Buenas prácticas para optimizar la encontrabilidad externa
- Diseñar para poder ser accedido y utilizado en múltiples dispositivos y plataformas (diseño líquido y diseño responsive o diseño adaptativo)
- Respetar las directrices del W3C. Utilizar hojas de estilo CSS y formatos estándares
- Si nuestra página o servicio está alojada o se relaciona con la web institucional, solicitar que sea enlazada en la página de inicio
- Que ese enlace en la página de inicio tenga un texto de anclaje en lenguaje del usuario y funcione adecuadamente
- Tratar que cada recurso que aloja nuestra web tenga una dirección URL independiente con términos descriptivos y en lenguaje del usuario
- Optimizar el posicionamiento en buscadores (SEO)
- Si las políticas institucionales lo habilitan, difundir el producto o servicio en las redes sociales más utilizadas por los usuarios
- Actualizar con frecuencia con contenido fresco y adecuado
Buenas prácticas para optimizar la encontrabilidad interna
- Mantener una buena arquitectura de información que oriente en todo momento al usuario. Por ejemplo: menús migas de pan, mapa de sitio, mensajes de recepción, éxito, error …
- Etiquetar, jerarquizar y organizar el contenido según las preferencias, características, percepciones y costumbres del usuario.
- Dividir el contenido en bloques manejables, utilizar viñetas y listas numeradas. Resaltar las palabras clave con negrita
- Mantener consistencia en la estructura del contenido. Por ejemplo en los fonts, colores, lenguaje, botones, etiquetado, términos, textos de anclajes)
- Utilizar el lenguaje del usuario en el contenido. Por ejemplo: etiquetas de los recursos, URL, formularios, textos de anclajes, botones…
- Utilizar formatos estándares
- En todo momento, priorizar la simpleza e intuición
En síntesis, para diseñar contenidos fáciles de encontrar se trata sobre todo de:
- Conocer a las personas destinatarias
- Organizar y jerarquizar el contenido según las necesidades y preferencias de las personas destinatarias
- Mantener orientadas a las personas destinatarias; marcarles el camino a los contenidos más importantes y necesarios
- Optimizar la Accesibilidad, la Usabilidad y la difusión del recurso en general
- O sea, conducir al usuario hacia el recurso o a la información que necesita
Fuente: Información y Tecnologías
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