Las compras por internet desde Alibaba, Ebay u otras plataformas se han convertido en una odisea para miles de personas en el país debido a que los costos de importación triplican el precio original.
El periodista Javier Badani contó hace algunos días la experiencia amarga que le tocó al comprar un pequeño regalo de Navidad en una tienda online de Estados Unidos (EE UU).
El costo del producto era equivalente a 140 bolivianos y el costo de envío a La Paz 187 bolivianos, es decir 327 bolivianos en total.
Sin embargo, para recoger el paquete en DHL le comunicaron que debe pagar adicionalmente 300 bolivianos como costo de liberación aduanera, 45 bolivianos por gestión de almacenamiento aduanero, 50 bolivianos por el IVA y 100 bolivianos por uso de formulario digital. En total, el pago a realizar para recoger el producto sumó 822 bolivianos (costo del producto y el envío, 327 bolivianos, más la desaduanización, 497 bolivianos).
“Colorín colorado, mi cuento de Navidad se ha acabado”, señaló Badani al ver el costo final que en su criterio es privativo para su bolsillo.
Añadió que traer cosas pequeñas del exterior comprando por internet es muy complicado por los costos y esto obliga a buscar vías informales, recurrir a algunos pequeños negocios de importación o buscar alguien que viaje o esté llegando a Bolivia para encargar la compra. Esto último es lo más peligroso, ya que una vez fue estafado y perdió 10.000 bolivianos.
Alejandra Sánchez, periodista, también acostumbraba a comprar productos de bajo costo vía online de un dólar a dos dólares. Contó que antes, cuando había la Empresa de Correos de Bolivia (Ecobol), llegaban con precios bajos de envío: dos bolivianos si el paquete era pequeño, cinco bolivianos si era mediano y 10 bolivianos si era grande. Incluso había el servicio de carteros que dejaban el paquete a domicilio.
Hace algunos meses, decidió comprar un lightstick de K-pop (un artefacto de luces, similar a un micrófono) en Ebay que le costaba 240 bolivianos y con el envío 300 bolivianos en total.
Pero cuando el producto le llegó vía DHL le llamaron y le indicaron que para recoger debía registrarse como importador no habitual por un costo de 260 bolivianos y cancelar otro monto por manipulación y depósito, sin que le aclaren el tiempo que estuvo el paquete bajo esa condición. En total tuvo que pagar como 800 bolivianos adicionales.
Sin embargo, observó que, al momento de llenar los formularios sólo estaban registrados 500 bolivianos. “Falta regulación, los 300 adicionales que pagué no figuraban”, añadió.
El presidente de la Cámara Nacional de Despachantes de Aduana, Antonio Rocha, explicó que, si se contara con una mejor empresa de correos, para esas compras se aplicaría un régimen de despacho postal con menores costos por tratarse de compras de bajo valor por internet.
El problema surge, dijo, cuando el envío se realiza por una empresa de courier, porque no hay una liberación de costos e impuestos por cuantía. De esa manera, este servicio postal aplica un régimen de despacho aduanero y cobrará por transporte, recepción e impuestos. “Como hay tablas mínimas, lo que va a pagar la persona que encargó un producto es cuatro a cinco veces el valor original y esto es porque se aplica un régimen de despacho aduanero”, detalló.
Rocha considera que el comercio digital crece de forma exponencial en el mundo y Bolivia debería generar facilidades.
“Se podría establecer tributos estándar para compras de montos pequeños que llegan por courier. Por ejemplo, si la compra es de 300 dólares, se puede establecer una tarifa flat de 5% y un gasto por despacho de 20 dólares, eso es racional y ayuda a fomentar el comercio electrónico”, apuntó Rocha.
Si las compras son mayores a 1.000 dólares, se puede establecer una tarifa estándar con el 15% del IVA, 10% de gravamen arancelario (GA).
Miguel Ángel Salcedo, un consumidor no habitual de productos online señaló que antes Ecobol fijaba un costo mínimo, pero traer productos por courier sale de todo presupuesto porque se imponen costos de manejo y otros, no sólo de transporte.
Aseguró que falta una mayor regulación de estos servicios y que los costos que se deben pagar estén claramente definidos y no sujetos a la discrecionalidad de un funcionario de Aduana. Por ejemplo, si se envía algo a Alemania y aquí se pagaron todos los costos, el receptor sólo debe recoger de forma gratuita.
Mauricio Dulon, consultor y director comercial de Libélula, sostuvo que para las compras electrónicas menores a 1.000 dólares debería existir una menor tasa impositiva como ocurre en otros países. Pero también es necesario, dijo, que el Gobierno efectúe una mayor regulación de las empresas de courier que realizan cobros excesivos.
“No puede ser que se hagan cobros de 400 bolivianos por un formulario de desaduanización, cuando la compra de algún producto tiene bajo costo, se está abusando de la gente que necesita hacer estas compras”, anotó.
Con estos costos tan altos, la gente se desanima de traer productos de forma legal y opta por el contrabando.
Dulon también considera que es necesario fortalecer el correo estatal y volverlo más eficiente. En Chile se hizo eso con apoyo de Alibaba, que invirtió en la empresa de correos para que la demanda de sus productos crezca y llegue a tiempo.
Ian Miranda, de la Cainco, señaló que en los costos también influyen los problemas de logística a nivel mundial porque los fletes de transporte aumentaron y eso afecta desde un pequeño importador hasta uno grande.
Exigen mayor regulación de ATT a servicios postales privados
La Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) debe revisar los costos exorbitantes que cobran las empresas privadas del servicio postal y sancionarlas en caso de incumplimiento en el servicio, opinó el ciberactivista Mario Durán.
Además, señaló que para efectos de formalización de adquisición de productos extranjeros, el Estado debe mejorar la eficiencia del servicio de la Agencia Bolivia de Correos (AGBC); establecer un régimen ágil de control y fiscalización por parte de la Aduana para quienes importen mediante servicio postal respetando las exenciones vigentes.
Según Durán, importar un producto para consumo personal implica un incremento del precio en el orden del 100%-150% del valor del producto, con las demoras en la entrega y los procedimientos burocráticos, aspectos que desaniman a cualquier comprador y que generan oportunidades para el contrabando.
Añadió que la AGBC, con una buena gestión, administración eficiente, análisis de mercado y el uso de tecnología, puede convertirse en un servicio similar al de los países de Europa, que gestionan correspondencia, delivery y comercio electrónico.
Explicó que los costos por courier aumentaron desde 2019 hasta 70 dólares por manipuleo sin que la ATT proteja a los usuarios de servicio postal, a esto se debe agregar los impuestos aduaneros.
Fuente: Pagina 7
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