Una nueva manera de recolectar información
Hoy en día, América Latina y el Caribe (ALC) adolece de carencias marcadas en materia de calidad y eficiencia, dos áreas en las que la transformación digital de servicios tiene un potencial significativo. Por ejemplo, en el campo de la prestación de salud, las tasas de eventos adversos en la región son de alrededor del 11% en los hospitales y del 5% en la atención ambulatoria. Un reciente estudio del BID notó que, si los países de ALC alcanzaran los niveles de sus pares más eficientes, la población podría vivir en promedio cuatro años más, incluso si se mantiene estable el gasto en salud pública.
La transformación digital puede proveer soluciones para apoyar en la resolución de estos desafíos. Desafortunadamente, muchos de los datos que requerimos para transformar los servicios sociales y mejorar la calidad y eficiencia en América Latina están captados en papel. Mucho, pero mucho papel.
De hecho, si cada persona en la región tuviera un expediente médico de 5 páginas, se necesitarían 342 kilómetros de gavetas cada año. Es decir, una distancia equivalente a cruzar el canal de Panamá casi cuatro veces.
La transformación digital va más allá
La transformación digital va mucho más allá de tener una radiografía en forma digital o un pago de apoyo social en forma móvil. Se trata de asegurar que una persona viviendo en una zona rural evite caminar dos horas a un cajero automático para descubrir si le han hecho un depósito porque recibió una alerta en su teléfono. Se trata de que, en lugar de pasar el tiempo escribiendo informes médicos interminables, un trabajador de salud comunitario o una enfermera pueda pasar el día atendiendo a las familias gracias a que su tableta genera informes de manera automática. Se trata de la mujer embarazada que se ahorra tener que tomar un bus de hora y media al hospital porque su centro de salud utiliza telesonografía para asegurar que su bebe está sano. Se trata de que un médico pueda saber todos los medicamentos que su paciente está tomando, y así evitar causar daño por potenciales interacciones de medicamentos.
Una transformación digital exitosa agrega valor en términos de acceso de servicios, calidad y continuidad de la atención, y transparencia y uso de datos para la toma de decisiones. Pero hacerlo bien nos obliga a pausar y reflexionar sobre el abordaje.
Por eso, no es suficiente cambiar nuestras gavetas físicas por gigabytes en la nube; solo digitalizar los procesos existentes puede ser contraproducente y caro. Como dijo un director de informática sobre este tema, “Nada empeora tanto un mal proceso de negocios como ponerle un montón de tecnología encima.” Para beneficiarse al máximo de sus inversiones actuales y futuras, los países de la región deben adoptar un enfoque reflexivo e informado.
Avances en América Latina y el Caribe
La mayoría de las iniciativas de transformación digital fracasan; es decir, exceden el tiempo y presupuesto planificados, y no cumplen con las expectativas originales. Afortunadamente, existen varias herramientas y lecciones aprendidas que se pueden aplicar. Los 9 principios de desarrollo digital ofrecen conceptos y recursos importantes para mejorar el retorno en la inversión digital. En el 2018, el BID adoptó estos principios y los incluyó en su agenda de salud y protección social.
Asimismo, destacan varios ejemplos en la región:
- Uruguay y la Historia Clínica Electrónica Nacional
- Costa Rica y el Expediente Digital Único en Salud
- Colombia y Costa Rica y sus esfuerzos de aplicar mejores algoritmos para mejorar la focalización de programas sociales
- Chiapas, México y una suite de cuatro herramientas de código abierto para mejorar la cadena logística y gestión de medicamentos
- Honduras y una aplicación para captar información escrita a mano por las enfermeras y digitalizarla a través del reconocimiento óptico de caracteres;
- El Salvador y una herramienta de inteligencia de negocio, el eTAB, que ha sido reutilizado por 5 gobiernos para mejorar la toma de decisiones basado en la evidencia.
- La Red Americana de Cooperación para la Salud Electrónica (RACSEL), que ha documentado lecciones y recomendaciones técnicas de cinco gobiernos acerca de la implementación de la historia clínica electrónica.
Una plataforma interactiva para impulsar soluciones
En un esfuerzo por acelerar el aprendizaje y compartir recursos y lecciones, el BID lanza +Digital, una ventanilla única e interactiva para la transformación digital en el sector de salud y protección social. Ahí encontrarás:
- guías y manuales
- materiales de aprendizaje
- investigaciones y publicaciones
- paquetes de herramientas
- webinars, videos de líderes en la temática
- enlaces a sitios web con información relevante.
Fuente: iadb.org
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