viernes, 22 de noviembre de 2024

Libre importación de combustibles será digital


El reciente Reglamento para la Autorización de Importación de Diésel y Gasolinas, aprobado por el Gobierno el pasado miércoles, establece un marco regulatorio innovador para la gestión de combustibles en el país. Con el uso del sistema digital ED-6 como pilar central, esta normativa busca optimizar los procesos administrativos, reforzar los controles y fomentar la transparencia en un sector históricamente problemático. La medida también abre las puertas a la participación del sector privado, generando expectativas sobre su impacto en la economía y el consumidor final.  

El sistema ED-6 es una plataforma tecnológica diseñada para transformar la manera en que se gestionan las importaciones de combustibles. Este sistema busca resolver las ineficiencias que han caracterizado los trámites en este ámbito, ofreciendo un modelo digital integral con características innovadoras:  
  • Tramitación integral en línea: Todo el proceso, desde el registro hasta la emisión de autorizaciones, se realiza de manera digital, eliminando la necesidad de trámites presenciales.  
  • Notificaciones en tiempo real: Los importadores reciben actualizaciones automáticas sobre el estado de sus gestiones, reduciendo los tiempos muertos por observaciones no detectadas a tiempo.  
  • Seguimiento personalizado: Un código único para cada trámite permite a los usuarios monitorear el progreso de sus solicitudes en cualquier momento.  
La implementación del ED-6 promete reducir drásticamente los tiempos de espera y garantizar una mayor eficiencia administrativa, lo que podría atraer a nuevos actores al sector.  

Requisitos y controles

El nuevo reglamento también establece requisitos más exigentes para quienes deseen importar combustibles, ya sea para comercialización o uso propio. La documentación requerida incluye:  

1. Certificación de la ANH: Este documento asegura que las actividades de importación cumplen con las normativas técnicas y legales vigentes.  

2. Licencias actualizadas: Garantizan la legalidad de las operaciones y la capacidad del solicitante para gestionar la importación.  

3. Certificados de antecedentes penales: Aplican a los representantes legales de las empresas, como medida para evitar vínculos con actividades ilícitas.  

4. Certificados de infraestructura: Avalan que los sitios de almacenamiento cumplen con estándares de seguridad y legalidad.  

El objetivo de estos requisitos es fortalecer la transparencia en el sector, minimizar los riesgos de contrabando y garantizar que los actores que ingresen al mercado operen dentro de la legalidad.  

Simplificación

La nueva normativa también se enfoca en simplificar los procedimientos administrativos, eliminando obstáculos burocráticos a través de la automatización. Algunos de los principales beneficios incluyen:  
  • Revisión automatizada de documentos: El sistema ED-6 permite una evaluación rápida y precisa de los requisitos presentados.
  • Generación de informes técnicos más ágil: Las autoridades podrán emitir reportes en menor tiempo gracias al soporte digital.
  • Plazos de respuesta reducidos: Los tiempos de espera, tradicionalmente prolongados, disminuirán considerablemente con el uso del sistema.  
Precio referencial  

Uno de los aspectos más destacados de la nueva normativa es el establecimiento de un precio referencial para los combustibles importados por privados. Según Joel Callaú, gerente de Comercialización de YPFB, el precio inicial sería de 1,10 dólares por litro, basado en cálculos de Botrading S.A., filial de YPFB encargada del comercio internacional de hidrocarburos.  

Este precio incluye la entrega del combustible en las plantas de almacenamiento de Senkata (La Paz) y Palmasola (Santa Cruz). No obstante, el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, explicó que este valor está sujeto a ajustes según los costos internacionales del petróleo y las fluctuaciones del mercado.  

Por su parte, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) señaló que la cifra final dependerá de factores como el tipo de cambio y los costos logísticos asociados al transporte y almacenamiento de combustibles.  

El analista Raúl Velásquez, de la Fundación Jubileo, proyectó que el precio para el consumidor final podría llegar a 10,80 bolivianos por litro de gasolina y 14 bolivianos para el diésel, cifras significativamente más altas que los actuales precios subvencionados.  

Impacto 

La nueva regulación tiene el potencial de cambiar profundamente el panorama energético en Bolivia. Entre los principales beneficios esperados se encuentran:  
  • Mayor transparencia: La digitalización de los trámites reduce oportunidades de corrupción y malas prácticas.  
  • Competitividad en el mercado: La simplificación administrativa podría atraer a nuevos operadores, fomentando la competencia y beneficiando, eventualmente, al consumidor final.  
  • Control más efectivo: Las exigencias documentales buscan prevenir el contrabando y otros problemas históricos del sector.  
Sin embargo, también hay desafíos importantes:  
  • Afectación a pequeños importadores: Las nuevas exigencias podrían representar un obstáculo para actores con recursos limitados.  
  • Adaptación tecnológica: La transición hacia el sistema ED-6 podría ser compleja para usuarios sin experiencia en plataformas digitales avanzadas.  
Perspectivas y retos futuros

La normativa representa un esfuerzo ambicioso por modernizar y fortalecer la gestión del sector de combustibles en Bolivia. No obstante, su éxito dependerá de la implementación efectiva del sistema ED-6 y del soporte técnico brindado a los usuarios para garantizar una transición sin contratiempos.  

En un contexto de creciente demanda de combustibles y desafíos como el contrabando y las fluctuaciones económicas, el equilibrio entre eficiencia administrativa, inclusión de pequeños actores y sostenibilidad económica será clave para lograr un impacto positivo en todos los niveles del sector.

Para el consumidor final, la promesa de precios más competitivos y mayor transparencia se presenta como una oportunidad, aunque también genera inquietudes sobre el posible aumento de costos en un mercado aún marcado por la subvención estatal. 

La vigencia del Reglamento para la Autorización de Importación de Diésel y Gasolinas, destinado a su comercialización en el país o consumo propio, se extenderá hasta noviembre del próximo año, a menos que el Decreto Supremo 5271, promulgado el pasado 13 de este mes, sea derogado por el Órgano Ejecutivo.

Fuente: Los Tiempos

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