La devoción por la Virgen de Urkupiña rebasa fronteras. La imagen de la “mamita” no sólo es venerada en Bolivia, sino también por fieles en Argentina, Estados Unidos, España e incluso China.
La leyenda del milagro de la aparición de la “mamita” a la pastorcita en el cerro de Cota, hace más de tres siglos, se mantiene viva en la Virgen que está en el templo de San Ildefonso de Quillacollo, pero también en innumerables réplicas que se guardan en los hogares y sitios especiales.
Cada que llega la festividad religiosa, en agosto, los creyentes buscan tener cerca a la Virgen de Urkupiña y vestirla con los mejores trajes. Algunas réplicas llegan de Cuzco, Perú y otras se hacen en Quillacollo para atender la demanda de los peregrinos.
“Se venden vírgenes y ropa. El año pasado nos llevaron una virgen de un metro para México, después nos llevaron otras para Australia y Argentina. Saben venir de lejos y se llevan vírgenes grandes, incluso nos llevaron una para China”, contó la artesana y comerciante de trajes para la imagen, Yurema Caira.
Dijo que a los chinos les asombró la leyenda de la aparición de la Virgen en el cerro de Cota, ahora el calvario, al sur de Quillacollo.
“Nos decían que nuestra cultura es bonita y que las vírgenes son hermosas y querían saber más de la cultura. Les contamos la historia de que apareció en el calvario y les gustó mucho”, afirmó.
La imagen más buscada es la réplica de 30 centímetros que por lo general es la más económica, 100 bolivianos. La mayoría prefiere el diseño clásico, de vestido blanco, pero este año la novedad son las que tienen los trajes 3D con estampados.
Los trajes llamados 3D resaltan por el relieve de sus bordados, que son flores de colores intensos, como el morado, que sobresalen en el manto y la pechera del traje de la Virgen de Urkupiña
“Son nuevos vestiditos que sacamos cada año, este es el 3D, también tenemos en colores sencillos, ya que a la gente le gusta el blanco, también en crema, tenemos en diferentes modelos. Los autóctonos son con bordados y chispitas en aguayo negro, de colores y blanco”, explicó.
Los artesanos cuidan que la Virgen cuente con todos elementos. “Se dice que cuando apareció tenía un vestido blanco, un niño en su regazo y un resplandor. Le ponemos la corona, porque es nuestra mamita, es nuestra reina”, detalló.
La vestimenta se suele preparar y elegir con cuidado porque es una muestra de la fe. “La vestimenta se cambia con mucha fe, teniéndole mucha fe a la Virgen, escogiendo el color que se quiera, siempre dándole mucho cariño y mucha fe”, contó la artesana y comerciante Martha Zambrana.
Como la mayoría de los artesanos que confeccionan prendas para la imagen, aseguró que cada año deben innovar y presentar nuevos diseños para mantener la tradición de renovar el traje de la Virgen.
La imagen que recibe a los devotos cada año en el templo de San Ildefonso es de un autor anónimo, según la casa parroquial. Sólo se conoce que luego de la aparición de la Virgen a la pastorcita los pobladores hallaron una imagen en el cerro y la llevaron a la capilla, de donde luego se la trasladó al templo hace más de 100 años. La escultura nunca sale de la iglesia y se usa una réplica para las procesiones por razones de seguridad.
Hay mayor oferta durante agosto
La oferta de réplicas de la imagen de la Virgen de Urkupiña aumenta considerablemente en agosto en los bazares y casetas que están alrededor del templo de San Ildefonso, en la plaza 15 de Agosto.
Otro sector que cuenta con las imágenes es el calvario, considerado el lugar de la aparición de la Virgen de Urkupiña.
El costo de una de las imágenes depende del material, tamaño y vestimenta. Las más económicas están a 100 bolivianos, pero pueden llegar a costar hasta 1.500. Se hacen réplicas hasta de un metro, principalmente para solicitudes del exterior del país.
Fuente: Los Tiempos
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