Robby Soave en la revista Reason analiza la intervención de los verificadores de datos de Meta en un debate político reciente. Supongamos que la cuestión de si estamos o no en una recesión es complicada, que la Primera Enmienda protege la expresión en ambos lados de este asunto; que la administración de Biden no podría simplemente censurar las críticas de sus opiniones acerca de las recesiones. Es igualmente cierto que Facebook, por cuenta propia o ante el pedido de sus verificadores de datos, puede que suprima en sus plataformas todas las críticas de las opiniones de la administración de Biden acerca de las recesiones. Tal supresión de discurso es legalmente válida en EE.UU., y la validez legal es parte de la legitimidad de la moderación de contenidos.
Pero esta no es toda la historia de la legitimidad, especialmente para una empresa como Meta que dice que la voz es su “principal valor”. De hecho, Meta mismo dice que “el programa no se supone que deba interferir con la expresión individual, las opiniones o los debates, con el contenido claramente satírico o humorístico, o con las disputas de negocios”. El debate acerca de una recesión parecería caer dentro de la categoría de “expresión individual, las opiniones o los debates”. ¿Por qué los verificadores de datos pueden juzgar este contenido? Y, ¿por qué Meta eliminó el contenido según sus órdenes? ¿Acaso este contenido amenazaba con infligir “daño físico inminente” a alguien? O, ¿acaso amenazaba tan solo con infligir un daño político a la administración de Biden? Una persona razonable podría preguntarse eso.
Fuente: El Cato
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