Investigadores de las universidades de Tokio (Japón) y de la Columbia Británica (Canadá) han creado el primer tribunal digital: puede aplicarse inmediatamente y ser más eficaz que un tribunal de justicia tradicional.
El tribunal se basa en la tecnología blockchain y permite resolver la ejecución de contratos sin necesidad de recurrir a los tribunales legales ordinarios.
El tribunal digital funciona siguiendo los usos de las redes sociales: tiene en cuenta las opiniones de la comunidad para juzgar el eventual incumplimiento de un acuerdo comercial.
Cuando se sospecha que alguno de los miembros de la comunidad digital ha incumplido un acuerdo, los miembros de la red valoran y dejan sus opiniones en este tribunal digital.
El tribunal aplica algoritmos para analizar los argumentos a favor y en contra de las dos partes y, si llega a la conclusión que de que el acuerdo ha sido violado, sanciona a la parte correspondiente reteniendo un depósito convenido en el acuerdo inicial.
Contrato inteligente
El tribunal digital es un desarrollo de los así llamados contratos inteligentes que ya existen en la actualidad y que funcionan al margen del derecho convencional.
Un contrato inteligente es aquel que es capaz de cumplirse de forma automática una vez que las partes han convenido sus términos.
No está escrito en un papel ni en lenguaje natural, sino que es un programa informático que ejecuta instrucciones previamente convenidas y que no puede ser interpretado por un juez.
Por lo tanto, se diferencia de un contrato ordinario en el lenguaje, en el aspecto legal (que está ausente) y en la forma de cumplirlo. Es más simple y económico que un contrato tradicional.
Red blockchain
El contrato inteligente forma parte de una red blockchain, que permite transacciones seguras entre personas o instituciones sin necesidad de intermediarios.
Se llama blockchain porque está formada por cadenas de bloques (conjuntos de datos) que se actualizan por consenso de los miembros de la red (llamados nodos).
Se trata de una red de acontecimientos digitales que se comparten entre diferentes partes en un entorno distribuido y sin jerarquías.
Esta es la tecnología que soporta también al tribunal digital, que desarrolla la idea original de los contratos inteligentes para convertirlos en instrumentos de arbitraje de la comunidad blockchain.
Mejor todavía
El tribunal digital supera al contrato digital porque, en vez de prever la ejecución del acuerdo por la parte perjudicada, aporta una sanción disuasoria que no interrumpe la relación contractual: da una segunda oportunidad a las partes.
Sus autores consideran que este tribunal digital se puede introducir ya en las plataformas actuales de blockchain como Ethereum.
Ethereum es una plataforma open source descentralizada que permite la creación de contratos inteligentes entre pares, basada en el modelo blockchain.
Como otras plataformas de su clase, podría ofrecer a su comunidad la gestión de los desacuerdos sin necesidad de resolver los contratos digitales y sin recurrir a tribunales externos a la red, señalan los creadores de la corte digital.
Fuente: Tendencias 21
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