Es en homenaje a una rebelión popular invisibilizada por la historia oficial. El 10 de mayo, en ese marco, se recuerda cómo los gráficos, los periodistas y otros trabajadores lideraron, en 1936, una protesta social victoriosa.
Un oscuro manto de interpretaciones –y en algunos casos interesadas tergiversaciones– encubre los acontecimientos que dieron paso a la declaración del 10 de mayo como el Día del Periodista boliviano. Cientistas sociales, analistas e incluso periodistas se han ocupado de tejerlo. Así, no han hecho más que evitar la comprensión histórica de esa fecha de celebración que comenzó en 1938, bajo el régimen de Germán Busch.
Después de la derrota en la guerra del Chaco (1932-1935), el país vivió un periodo de crisis estructural que engendró un ascendente malestar social. La inflación, el alza de precios, los bajos salarios y el desempleo impulsaron a los trabajadores a reorganizarse y luego a protestar. Las primeras huelgas fueron aisladas; pero, poco a poco, desde 1936, tendieron a unificarse.
En ese marco, en mayo empezó una revuelta popular. Coincidiendo con otros historiadores y publicaciones de la época, Agustín Barcelli, en su libro Medio siglo de luchas sindicales y revolucionarias en Bolivia, relató esos convulsivos sucesos, que culminaron en la destitución del liberal José Luis Tejada Sorzano, el 17 de mayo de 1936.
Levantamiento
El 1 de mayo, el ramo judicial de Cochabamba prendió la chispa. Decretó una huelga exigiendo el pago de sus salarios. Inmediatamente, los trabajadores gráficos presentaron a “las empresas periodísticas e imprentas un pliego de aumento de salarios en un 100 por ciento”, para equilibrar el alza de precios. Frente a una respuesta negativa, el 10 de mayo de 1936, los gráficos “ordenaron” el inicio del paro. Luego, “bajo la acción unitaria de la Federación Obrera del Trabajo y la Federación Obrera Local, controladas por socialistas y anarquistas respectivamente, se generalizó el movimiento huelguístico procediéndose a la declaración de un huelga general indefinida y revolucionaria”, recuerda Barcelli.
De acuerdo a los archivos de periódicos de la época, entre el 10 y el 18 de mayo, no circuló ningún diario. El paro nacional fue un éxito. Los periodistas se sumaron a la huelga y algunos se integraron al “Comité Revolucionario” que tomó el “Club de la Unión” (sede de la aristocracia) y la Alcaldía el 17 de mayo. Ese mismo día cayó Tejada Sorzano y comenzó el periodo de los gobiernos “militares nacionalistas” (1936-1939).
COMITÉ
El “Comité Revolucionario” estuvo integrado por Enrique Baldivieso, Carlos Montenegro, Carlos Romero, Víctor Alberto Saracho, Rodolfo Costas, Alberto Miranda, Max Atristain, José Unzueta, Rodolfo Soriano, Luis Iturralde Chinel, Armando Arce, Luis Ernst Rivera, César Méndez Baya, Arturo Prudencio, Víctor Méndez Baya, Rodolfo Subieta, René Calderón Ballivián, Walberto Aranibar, Walter Portillo, José Maceda, José Quisbert, Francisco Salgado, Lorenzo Flores, Nicolás Ballester, José Tamayo, Florencio Candia, Natalio Antezana, Augusto Guzmán, Enrique Costas, Antonio Campero Arce, Alberto Mendoza López, Miguel Ángel Céspedes, Armando Montenegro, Augusto Céspedes, Guillermo Alborta, N. Soria Galvarro, Felipe Tovar, Roberto Soriano, Rigoberto Armaza Lopera, Mario Diez de Medina, Nazario Pardo Valle, Prudencio Tovar, Moisés Álvarez, Jenaro Medrano, Adolfo Varela, Esteban Torrez, German Sarabia y Tomás Pérez, informó La Calle, en su artículo “Comité Revolucionario del Partido Socialista”, el 17 de mayo de 1937.
Un año después, “la revolución” fue conmemorada con una serie de actos. El 17 de mayo fue declarado “feriado nacional”.
Decreto
Esa coyuntura fue favorable para la dictación de varias medidas a favor de la clase obrera y, por ende, los trabajadores de la prensa.
Según el artículo “Jubilaciones y pensiones de periodistas” publicado en El Diario el 12 de mayo de 1938, fue en la “VI Conferencia Internacional Americana”, realizada en La Habana, Cuba, donde el delegado de Bolivia, Gabriel Gosálvez, hizo aprobar una resolución, “en virtud de la cual se consideraron las funciones de los periodistas como oficiales, acordándoles el derecho a la jubilación, a la pensión vitalicia y al montepío en las mismas condiciones que a los servidores públicos”.
Y fue bajo ese “compromiso” internacional que, el 10 de mayo de 1938, el gobierno de Busch otorgó a los periodistas bolivianos el Decreto de creación de la “Caja nacional de jubilaciones, pensiones y montepíos”.
En ese día histórico, la medida fue recibida con “gran júbilo” por los cazanoticias del país.
Agradecimiento
“Pocos momentos después de haberse dictado el Decreto, la directiva de la Asociación de Periodistas hizo pública su palabra de agradecimiento al supremo gobierno, que con este Decreto ha demostrado tener por una de las principales actividades culturales un interés que ningún otro tuvo antes. El Decreto, aparte de los beneficios personales para el periodista y su familia, dignificará la carrera y hará que los intelectuales dedicados a esa actividad la tomen con verdadera dignidad y devoción”, manifestó El Diario, el 12 de mayo de 1938, en su artículo “El 10 de mayo será declarado Día del Periodista”.
En esa publicación se conoció también que los periodistas del país, por medio de “numerosos telegramas”, expresaron “alborozo” al recibir la noticia.
Después de hacer una “especial referencia” a la tarea que realizó el ministro sin cartera y conocido periodista (de La República y El Hombre Libre), Gabriel Gosálvez, en esa misma nota el Decano de la prensa nacional informó que la directiva de la Asociación declaró el 10 de mayo como “’Día del periodista’, en virtud de haberse trazado en tal fecha el primer jalón en las reivindicaciones sociales y económicas que persigue el gremio periodístico”.
Medallas
Luego, la tarde del 14 de mayo, una comisión de periodistas se reunió con el presidente Busch y le “agradeció” el haber dictado el Decreto. En la nota “En un terreno donado por el gobierno se edificará el barrio para periodistas, gráficos e intelectuales”, publicado el 15 de mayo de 1938 en El Diario, también se comunicó que, “próximamente, se realizaría un acto público en el que tomarían parte delegaciones especiales del periodismo de La Paz y el interior, para entregar al jefe de gobierno y al ministro Gabriel Gosálvez medallas conmemorativas por el trascendental Decreto (…)”.
En esa perspectiva, de acuerdo a los archivos de la época, desde 1939, los periódicos recordaron “El Día del Periodista” con extraordinarios artículos y festejos.
Celebración
El 10 de mayo de 1939, La Calle publicó una edición especial con cerca de una decena de textos conmemorativos.
En la crónica “Día del periodista”, La Razón, ese mismo día, recordó que “los periodistas afiliados en la Asociación designaron el día para celebrar anualmente un hecho bastante significativo (…)”.
De acuerdo a la publicación de El Diario “Mensaje del presidente a los periodistas” del 11 de mayo de 1940, el general Enrique Peñaranda fue el primer presidente que, por escrito, hizo “llegar su voz de felicitación a los trabajadores de las duras faenas de la prensa”.
Fuente: Bolpress
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