“Cortana”, ¿dime que películas hay hoy en cartelera en el cine? “Ok Google”, por favor busca la dirección Serrano, 24, y “Bixby”, abre WhatsApp y escribe a en el Chat de “Amigos”, ¿Qué pasa chavales?; perdón, “Alexa”, ponme un poco de música...
Un altavoz inteligente o asistente vocal es un dispositivo que conlleva un sistema de conexión (normalmente wifi), que interactuará con nosotros usando comandos de voz.
Yo pienso que esto no ha surgido de Julio Verne (que lo vio), ni de alguna película de ciencia ficción de los años 80 (que lo mostraron), ni del maestro Isaac Asimov (que lo describió), simplemente es condición inherente al ser humano, el “humanizar lo que nos rodea”. No quiero desarrollar este concepto que roza más la ética y la psicología, por ser un blog de tecnología, pero quiero reseñar que no tengo duda alguna que simplemente queremos que lo que nos rodea interactúe con nosotros como al ser humano le gusta y le es más “natural”.
Esto se resume en que los modelos de interrelación de la tecnología y las personas se están “naturalizando” o “humanizando”. Si antes, todas nuestras acciones sobre dispositivos eran movimientos manuales controlados por una intención y con la esperanza de tener una ejecución sobre una acción planteada, ahora esas acciones se pueden ejecutar de manera “casi humana”. El reconocimiento de voz, los patrones y algoritmos de búsquedas y asociaciones hacen que cada vez nuestros dispositivos sean más capaces de interactuar con las personas de una manera más humanizada.
Los comandos de voz, y la inteligencia artificial realizan tareas antes solo reservadas para buscadores y campos de búsqueda de navegadores. La interacción actual entre el reconocimiento del lenguaje natural por parte de la inteligencia artificial hace posible una nueva relación entre “dispositivos” y “humanos”.
Están llegando a nuestras casas unos pequeños dispositivos (o no tan pequeños) con los que podamos hablar, comunicarnos y solicitar información y acciones de una manera vocal. Los dispositivos creados para formar parte de nuestros hogares “inteligentes” han llegado para quedarse y ofrecer información y servicios de una manera casi espontánea.
Es verdad que esto ya existe en los teléfonos móviles hace tiempo, pero tener un asistente vocal en casa para interactuar con él puede ser muy beneficioso en la percepción de mejora tecnológica de nuestro entorno. Son los denominados “altavoces inteligentes”.
Están diseñados para atender a solicitudes realizadas por acción vocal pero su mayor funcionalidad es su conectividad y tecnología de interconexión con otros dispositivos.
No sólo están diseñados para escucharnos y atender ciertas solicitudes, sino que su funcionalidad está creciendo para ofrecer la puerta de acceso a “todo lo que nos rodea” de una manera “normal”; usando el denominado, lenguaje natural.
Nos dan acceso cómodo al uso de otros dispositivos y funcionalidades, pero es mucho más. Sin ánimo de preocupar a nadie, pensad que tenemos un dispositivo que tiene capacidad de escuchar lo que hablamos y que puede reaccionar ante comandos predefinidos y que sin duda alguna evolucionará hasta cotas insospechadas de interacción con los usuarios.
Voy a plantearlo sin irme al lado oscuro. Poco a poco, lo que podemos denominar “asistente” virtual o “vocal”, podrá interactuar de manera natural con el usuario para poder ofrecerle un grado máximo de funcionalidad e interacción. Esto tiene muchas ventajas, no solo de accesibilidad de los usuarios, sino de facilitarnos acciones que de manera más natural y espontánea pueden valerse de un asistente que nos apoye.
Como mencioné anteriormente, esto era sin irme al lado oscuro, pero ¿podría haber alguna posibilidad de que lo que realmente se busca con estos dispositivos sea “analizar y clasificar nuestras acciones, además de canalizar y gestionar nuestro tráfico en internet”? Pero para hablar de esto amigo, requeriría irse un poco al lado oscuro…
Fuente: iagua
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