¿Cuántas veces hemos tenido una idea, intentado llevarla a cabo y desistido porque nos hace falta algo para lograr nuestro objetivo? Me atrevo a afirmar que, a nivel personal, cuando las hemos ejecutado exitosamente ha sido porque encontramos apoyo. Lo mismo les pasa a las organizaciones.
En el 2015, la definición de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) – Agenda 2030 marcó un momento clave en reconocer la importancia de los vínculos entre los distintos actores sociales para lograr el éxito. El papel primordial de esta colaboración se ve reflejado explícitamente en el Objetivo #17: “Alianzas para lograr los objetivos”. Desde el establecimiento de esta meta, el sector privado, los gobiernos, la academia y la sociedad civil han incrementado esfuerzos en materia de ODS para integrarlos dentro de sus prioridades y generar iniciativas asociadas a su cumplimiento. Sin embargo, aún se presentan retos para fomentar alianzas intersectoriales y, especialmente, para involucrar a la ciudadanía como un actor más en la transformación social y progreso de sus comunidades.
Comprometidos con ese propósito, te brindamos cuatro recomendaciones para aprovechar las alianzas como instrumento para compartir conocimiento sobre los ODS.
1. El público dicta el método
Antes de plantear una iniciativa para compartir conocimiento y buscar alianzas, es esencial definir a quiénes estarán dirigidos los esfuerzos, es decir, los públicos objetivo. Esto funcionará como filtro sobre cuáles asociaciones son más pertinentes y orientará nuestras tácticas a la audiencia sobre la cual deseamos inspirar acción.
Podrías comenzar haciéndote algunas preguntas como estas: ¿Qué le interesa al público al que estás apelando?, ¿qué nivel de conocimiento sobre el tema tiene?, ¿cuál es el valor agregado que el público obtiene participando? Ten en cuenta factores como la edad, el país de origen, el nivel de la educación y el contexto social de los grupos objetivo, ya que de eso dependerá la forma más efectiva de estructurar e intercambiar la información.
Para comunicarle el mensaje a un público escolar, por ejemplo, podrías tomar como referencia la alianza entre la oficina de la UNESCO en Brasil, los ministerios de educación y de ambiente de ese país, y la Agenda de Educación 2030. La iniciativa consistió en crear varios videos en los que niños y niñas aparecen explicando los ODS, con el fin de poner el material a disposición de educadores para la enseñanza de cada objetivo.
En el BID, el Laboratorio de Innovación Financiera ha facilitado el intercambio de conocimiento en materia de inversiones en cambio climático y adaptación, conectado al ODS#13”: Acción por el Clima. Su primer taller, realizado en México, reunió especialistas en transporte sustentable y finanzas verdes para compartir experiencias y analizar casos exitosos en otras ciudades. Al tratarse de un público experto, abrir un espacio para intercambiar ideas con el apoyo de instituciones líderes en el sector transporte permitió enriquecer el conocimiento especializado de quienes participaron.
2. La unión (estratégica) hace la fuerza
A la hora de formar la alianza, lo principal es establecer objetivos claros, un esquema sólido de trabajo e indicadores de éxito para diseñar una propuesta transparente, realizable y medible. Va más allá de colaborar por colaborar. Como en el mutualismo, el principio de unirse es que cada parte brinde a la mesa aportes que colectivamente representan un uso más eficiente de sus recursos.
El primer paso es plantearte a cuáles ODS responde el marco estratégico de tu organización y hacer un mapeo multisectorial de instituciones, organismos y/o compañías con las que una alianza podría agregar valor. La gestión del conocimiento juega un papel fundamental en este diagnóstico: ¿a cuál(es) ODS responde nuestra misión y la misión de nuestro aliado?, ¿qué conocimiento o ventaja técnica tiene nuestra organización que podría ser valiosa en alianza con otro tipo de entidad? y ¿qué oportunidades habría de complementar ese conocimiento y desarrollar una iniciativa de impacto?
Por ejemplo, el PNUD se unió recientemente con Samsung para crear la aplicación “Objetivos Mundiales”, la cual viene integrada en varios de sus dispositivos con recomendaciones sobre cómo sus usuarios pueden contribuir a cada ODS con acciones sencillas. En este caso, se aprovecharon tanto las plataformas de posicionamiento y capital de la empresa como el conocimiento técnico del PNUD y un público afín a la tecnología. Este es un acercamiento innovador para ampliar el alcance de la información, capacitar a la ciudadanía sobre los ODS e invitarla a participar activamente en el logro de las metas.
Por otro lado, varias instituciones académicas de la región cuentan con centros de investigación líderes para generar mesas de diálogo sobre los ODS. El Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina (CODS), creado en alianza con universidades de América Latina y el Caribe, así como organizaciones multisectoriales, busca justamente ser un punto de difusión y encuentro sobre este tema.
La plataforma WiConnect3 del BID es un canal útil para identificar organizaciones privadas, gubernamentales y de la sociedad civil en la región con posibilidad de ser socias en el intercambio de conocimiento sobre los ODS.
3. Entre más espacios inclusivos, más conocimiento
Los espacios abiertos de experimentación y colaboración son óptimos para empoderar a individuos u organizaciones que tienen proyectos sobre los ODS, pero que carecen de apoyo en materia de conocimiento y buenas prácticas para ejecutarlos. Un gran ejemplo son los Laboratorios de Innovación Ciudadana de la Secretaría General de Iberoamérica (SEGIB). En ellos, la ciudadanía es protagonista en la ideación de soluciones para el progreso social. En el 2018, el Laboratorio de Innovación Ciudadana de Argentina (LABiCAR) fue el primero en trabajar en proyectos vinculados a los ODS, mientras que este año Costa Rica llevará a cabo su LABICCR. Ambos fueron organizados por instituciones de gobierno, ONGs y fundaciones que lograron la participación de cientos de personas de distintos países para trabajar con comunidades locales y desarrollar proyectos en temas de igualdad de género, agua, ciudades sostenibles y fortalecimiento de las instituciones. Estos encuentros representan una ventana para poblaciones vulnerables de compartir sus necesidades y, para los líderes de los proyectos, de conectarlas con los ODS, además de generar impacto local y promover equipos multiculturales.
Cabe destacar también la labor de Low Carbon City, un espacio de colaboración global que se inspiró en los ODS y el Acuerdo de París para abordar el cambio climático con soluciones innovadoras desde la ciudadanía. La plataforma permite visualizar esfuerzos realizados en la región y sirve como canal de aprendizaje para replicarlos en otras ciudades.
A su vez, la iniciativa “Using Data to Support Women’s Rights”, alianza entre una coalición multisectorial y AREA Uganda, una asociación de agentes de bienes raíces, generó una campaña basada en datos para medir la participación de las mujeres en el mercado de propiedades en Uganda con el propósito de apoyar su derecho a la tierra y la vivienda. Además del intercambio de conocimiento con actores locales, se compartieron los resultados con contrapartes clave en el gobierno con el objetivo de colocar esta situación en la agenda pública del país, en apoyo del ODS #5: “Igualdad de género”.
4. La continuidad es nuestra mayor aliada
Desarrollar proyectos conjuntos implica mucho esfuerzo. Tanto, que es fácil aplaudir al cierre de la iniciativa y olvidar hacer seguimiento. Al finalizar el producto de una alianza, es esencial revisar los resultados, contrastarlos con las metas que se establecieron al inicio e identificar oportunidades de mejora. Una buena práctica consiste en documentar los hallazgos para que sirvan como referente para otras organizaciones o, incluso, para futuras iniciativas de las organizaciones involucradas.
De la misma forma, es importante no descuidar a aquellas personas que participaron. ¿Cómo nos aseguramos de que entendieron el mensaje sobre los ODS? y ¿qué acciones estamos tomando para realmente escuchar y tener en cuenta sus insumos? Evaluar los esfuerzos y preguntar qué otra información les interesaría conocer a tus públicos puede ser una valiosa forma de engancharlos y que participen en nuevas actividades.
En Costa Rica, el Centro para la Sostenibilidad Urbana, en alianza con el Semanario Universidad, un medio de prensa nacional y con apoyo de instituciones de gobierno, asociaciones y organizaciones de la sociedad civil, desarrolló un campamento urbano sobre comunicación y crisis climática para capacitar a estudiantes de comunicación sobre este fenómeno, una excelente forma de que a futuro cubran el tema con la pertinencia requerida.
Las plataformas son buenas herramientas para facilitar el seguimiento de las iniciativas. La plataforma Global Partnership for Sustainable Development Data recoge datos e información multisectorial poniéndola a disposición del público para facilitar esfuerzos ligados a los ODS, colaboraciones y conocimiento. Su estrategia de comunicación centrada en comunidad apoya el intercambio de conocimiento y experiencias entre sus participantes de manera continua.
En ocasiones, nos enfocamos demasiado en lo que nos hace falta para lograr nuestros objetivos en lugar de potenciar los recursos que tenemos. La realidad es que juntar conocimiento resulta en mayor alcance, más posibilidades de conectar ideas y, con ello, oportunidades de involucrar a más actores en la búsqueda del desarrollo sostenible.
Fuente: Abierto al Publico
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