Los bolivianos son los que menos confían en la ciencia y la tecnología en comparación con las personas de otros 60 países, según el Informe Nacional de la Encuesta Mundial de Valores. Mientras menos ingresos tienen las personas, menor es su confianza en los avances del conocimiento.
Los datos están en el Informe Nacional de la Encuesta Mundial de Valores, cuya información fue recogida en 2017. La encuesta fue aplicada por Ciudadanía, y su ejecución se hizo por apoyo del Centro de Investigaciones Sociales de la Vicepresidencia, Oxfam Bolivia, el Fundo de Nacionales Unidas para la Infancia y el Fondo de Población de Naciones Unidas.
El instrumento permite comparar a los bolivianos con los habitantes de otros 60 países en el mundo. En América Latina, la encuesta se aplica también en México, Colombia, Perú, Ecuador, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil y Bolivia.
Los escépticos respecto de la influencia favorable de la ciencia y la tecnología sobre el mundo son los indígenas, las mujeres, los más viejos y las personas que menos frecuentemente usan internet. Entre los que tienen simpatía por el conocimiento científico están las personas con mayores ingresos y de religión católica.
Otro factor interesante es que las mujeres tienden a tener más dudas con los beneficios de la ciencia y la tecnología, y su aporte a que “nuestras vidas sean más sanas, más fáciles y más confortables”. Aunque esa percepción es independiente del logro educativo, también se sabe que en general las mujeres tienen una menor escolaridad que los hombres.
Eso sí, la ciencia y la tecnología influyen en la valoración subjetiva que las vincula con el bien y el mal. “El 70% de los bolivianos considera que cuando la ciencia y la tecnología entran en conflicto, la religión siempre tiene la razón”, dice el estudio.
Conservadores
Precisamente la religión es parte de los valores conservadores que también priman entre los bolivianos. El sometimiento a la autoridad y el renunciamiento a expresar la individualidad son actitudes valoradas por los bolivianos adultos, lo que implica una preferencia por los valores conservadores, tradicionales y religiosos en su vida.
El sentir religioso es tan fuerte que incluso genera percepciones potencialmente intolerantes, como las que cuestionan la legitimidad de cualquier creencia que no sea la propia. Los datos muestran con claridad que la religiosidad se relaciona directamente con el énfasis en la obediencia y en la autoridad frente a la autonomía de las personas.
“Características como los buenos modales y la obediencia están, en las prioridades de los bolivianos, muy por encima de otras como la imaginación o la independencia como rasgo deseable en la educación de niños y niñas. Esto denota claramente la preferencia por valores en los que la autoridad y la comunidad son centrales, por delante de aquellos que priorizan la realización de las capacidades de los individuos en el ejercicio de su autonomía”, dice el documento en su resumen.
La muestra se formó con 2.067 casos, a lo largo de 35 municipios en el país.
Los temas que se incluyen en la encuesta:
1. Valores sociales, actitudes y estereotipos 2. Bienestar social 3. Capital social, confianza y asociacionismo 4. Valores económicos 5. Corrupción 6. Migración 7. Seguridad 8. Postmaterialismo 9. Ciencia y tecnología 10. Valores religiosos 11. Valores éticos y normas 12. Interés por la política y cultura política 13. Cultura política y sistemas políticos 14. Datos demográficos.
Imagen: ADC Murcia
Fuente: PIEB
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