La desinformación fue un actor clave en la primera vuelta de la campaña electoral en Bolivia. A lo largo de siete meses y 18 días, el ecosistema digital se inundó de contenidos falsos o engañosos que buscaron distorsionar la voluntad ciudadana recurriendo a encuestas inventadas y adulteradas, ataques personalizados a candidaturas y contenidos creados con inteligencia artificial (IA).
- Una sistematización de las bases de datos de Bolivia Verifica permitió establecer que cerca de 7 de cada 10 contenidos analizados estaban directamente relacionados con el proceso electoral, la mayoría fabricados y manipulados con la finalidad de alterar el discurso público.
- Esta ofensiva digital empleó tácticas sofisticadas: desde deepfakes en video hasta audios falsificados (ambos generados por IA) y también el uso fraudulento de logos de medios de comunicación reconocidos.
- Las plataformas más utilizadas para diseminar los bulos fueron TikTok y Facebook, donde el formato audiovisual permitió una rápida propagación de narrativas alejadas de la verdad.
- Y en cuanto a las figuras públicas e instituciones más afectadas, fueron blanco de los ataques Samuel Doria Medina, Jorge Quiroga, Andrónico Rodríguez y el Tribunal Supremo Electoral (TSE), en ese orden.
Los bulos analizados y su caracterización
Entre el 1 de enero y el 18 de agosto de 2025 (o sea, un día después de los comicios nacionales), el equipo de Bolivia Verifica analizó un total de 358 contenidos, entre verificaciones simples y análisis de discurso. Del total, 242 abordaron asuntos estrictamente electorales; por tanto, la relación de datos arroja que cerca de 7 de cada 10 verificaciones correspondieron a esta temática.
De las 242 piezas electorales analizadas, 188 correspondieron a verificaciones simples (154 resultaron falsas, 24 engañosas y 10 verdaderas) y 54, a análisis de discurso (30 falsos, 17 engañosos y 7 verdaderos).
¿De qué estrategia se sirvieron los desinformates para engañar a la ciudadanía? Para el análisis que sigue a continuación se tomaron en cuenta únicamente las verificaciones simples con las categorías falso y engañoso; es decir, se omitió lo que resultó verdadero porque la finalidad es entender el objetivo de los desinformantes al compartir los bulos. Asimismo, el análisis de los discursos públicos tiene un espacio más desarrollado líneas abajo.
Declaraciones y encuestas falsas y engañosas
Uno de las métodos desinformantes más recurrentes fue la fabricación de mentiras sobre las historias de vida y el pasado político de los candidatos; en muchos casos, atribuyéndoles falsas afirmaciones o inventando alianzas políticas determinantes en su carrera proselitista.
La otra táctica fue la difusión de encuestas falsas y manipuladas, con el objetivo de influir en la intención de voto.
Como muestra la imagen, la principal corriente de desinformación, con el 30% del contenido, consistió en la difusión de declaraciones falsas adjudicadas a candidatos, políticos y autoridades. La segunda, que representó el 24% del total, se basó en encuestas y estudios de opinión inventados y adulterados.
Uso de la IA para engañar
Llama la atención que en el 20% de las 51 declaraciones falsas desmentidas se detectó el uso de inteligencia artificial para embaucar al electorado.
A medida que se acercaban las elecciones, los contenidos con IA aumentaron, alcanzando su pico máximo en julio, mes en el que se registró el 70% de los bulos que usaban esta tecnología.
Entre los contenidos creados con inteligencia artificial se identificaron mensajes falsos de mandatarios como Javier Milei (Argentina) y Nayib Bukele (El Salvador) para alentar la precandidatura del economista Jaime Dunn.
También se encontraron audios falsos sobre la existencia de planes secretos o acciones ilegales para montar encuestas o inhabilitar a otros candidatos. De igual manera, se usó la tecnología para relacionar a algún aspirante a la presidencia con el expresidente Evo Morales.
Sobre las encuestas falsas
Como ya se dijo, la segunda corriente de desinformación más grande se enfocó en la difusión de encuestas desinformantes. Bolivia Verifica analizó estos contenidos y los dividió en tres tipos: falsas, es decir aquellas inventadas y sin respaldo; manipuladas, o sea estudios reales pero adulterados; y sondeos que circularon en redes como Facebook y WhatsApp, pero carentes de rigor metodológico.
El 39% de las encuestas desmentidas fueron inventadas, publicando resultados sin validez ni fiabilidad. El 30% correspondió a votaciones en redes sociales (sondeos) y el 26% fueron estudios reales cuyos resultados se alteraron para engañar al electorado.
El 5% restante se atribuyó a dos firmas, Datacron y Bolivia Opina, de las que no se encontró evidencia de su existencia o legalidad.
Para las encuestas inventadas se utilizaron nombres de supuestas empresas dedicadas al rubro, como Atlas Electoral, pero también utilizó de manera malintencionada el nombre de firmar reales como Rubrum, Centro Nacional de Consultoría de Colombia (CNC), Celag, Captura Consulting, Infobol e Ipsos Ciesmori.
En un par de casos, se detectó que aun siendo empresas reconocidas en este mercado, no estaban oficialmente inscritas ante el Órgano Electoral para realizar estudios de opinión.
Otro dato importante es que también se usó el nombre e imagen de medios de comunicación como CNN en Español y Red Uno.
Al unir los datos de todos estos estudios falsos, se identificó qué candidatos aparecen, en la mayoría de los casos, como primeros en intención de voto:
Como se puede ver, en encuestas inventadas, los nombres que más se repiten como primeros en intención de voto son Jorge Tuto Quiroga, Manfred Reyes Villa y Andrónico Rodríguez.
Los más perjudicados con desinformación
El candidato Samuel Doria Medina (Alianza Unidad) fue el principal blanco de la desinformación. Los bulos en su contra giraron en torno a falsas declaraciones y acusaciones de que estuvo pagando para obtener ventajas en los comicios.
En segundo lugar se ubicaron Andrónico Rodríguez (Alianza Popular) y Jorge Quiroga (Alianza Libre). A Rodríguez se lo relacionó con falsas alianzas, supuestos impedimentos normativos para su candidatura y renuncias inexistentes.
En el caso de Quiroga, lo acusaron de tener propuestas que atentan contra el bienestar de la población, como la privatización de tierras indígenas y de la empresa Mi Teleférico. También se lo vinculó con Evo Morales y el fallecido Jeffrey Epstein, además de ser investigado por la DEA.
En qué redes y formatos circularon las mentiras
TikTok fue la plataforma por donde más circuló desinformación, siendo el formato audiovisual el más utilizado. En segundo lugar se ubicó Facebook, donde los gráficos e imágenes fueron predominantes.
Le siguió WhatsApp, también con imágenes, y en cuarto lugar X e Instagram, donde el formato visual igualmente fue el principal.
Suplantación de identidad
Las líneas gráficas de Unitel, Red Uno y El Deber fueron las más utilizadas para la creación de bulos en los últimos meses. Un dato no menos importante es que estos tres medios hicieron encuestas de intención de voto, y dos de ellos organizaron debates presidenciales, lo que hizo que su imagen se convirtiera en un blanco frecuente para la desinformación.
Análisis del discurso público
El equipo de Bolivia Verifica desmintió un total de 54 discursos públicos: 30 falsos, 17 engañosos y 7 verdaderos. Estos suelen involucrar a figuras públicas, pero también a medios de comunicación, páginas web oficiales e instituciones. ¿Quiénes fueron los desinformantes?
Radio Kawsachun Coca fue el mayor desinformante en estos meses. Este medio de comunicación afín al evismo amplificó contenidos falsos en cuatro ocasiones. A continuación, detallamos las verificaciones correspondientes (un post alterado, un video sacado de contexto, un comunicado inexistente y una encuesta falsa):
- Manipulan una publicación de Marcelo Claure y Kawsachun Coca la difunde.
- Radio Kawsachun Coca publicó un video grabado en Nepal como si fuese una movilización en Cochabamba.
- La Policía Boliviana no denunció atropellos y desconsideraciones por parte del Gobierno.
- Radio Kawsachun Coca vuelve a difundir encuestas falsas.
- En junio de este año, la propia emisora reportó que Meta había cerrado su cuenta de Facebook a causa de denuncias por incitar el odio y la difusión de noticias falsas.
Además de Radio Kawsachun Coca, figuras públicas y políticas como Gary Prado, el vocero de Doria Medina, el periodista Mario Marañón y los diputados Freddy López y Gladys Quispe difundieron encuestas falsas a través de sus redes sociales o medios de comunicación, en algunos casos a pesar de que ya habían sido desmentidas por Bolivia Verifica.
Otros discursos de desinformación incluyeron ataques directos al gobierno de Luis Arce, la mención de alianzas o binomios inexistentes y la difusión de datos falsos sobre el recorrido profesional de los candidatos a la presidencia o vicepresidencia.
Operación de desinformación masiva
Por otro lado, el equipo de Bolivia Verifica develó que entre mayo y julio de este año, una operación de desinformación masiva inyectó cerca de 200.000 bolivianos en Facebook para atacar a los candidatos presidenciales Jorge Quiroga (Libre) y Samuel Doria Medina (Unidad). Se trataba de dos páginas que publicaban y promocionaban contenidos falsamente atribuidos a medios internacionales, pretendiendo disfrazar mentiras como noticias.
Se estableció también que desde estas cuentas se difundía información favorable al candidato Manfred Reyes Villa (Súmate). Ambas fueron dadas de baja por sus propios administradores tras la revelación del hecho.
Inversión en promoción de candidaturas
Asimismo, Bolivia Verifica investigó sobre los fondos destinados por las candidaturas en publicidad a través de Facebook. De este modo se estableció que ,ás de 2,3 millones de bolivianos fueron invertidos en propaganda en esta plataforma para promover a los ocho candidatos en carrera electoral. Los pagos se hicieron desde cuentas oficiales y paralelas, con vínculos o afinidad con los presidenciables, revelando una intensa estrategia digital de proselitismo.
Fuente: Bolivia Verifica
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