domingo, 29 de septiembre de 2024

La pretensión del conocimiento


Discurso en memoria de Alfred Nobel, 11 de diciembre de 1974, en el marco de las actividades relacionadas a la concesión a Hayek del premio Nobel de economía de este año.

La ocasión especial de esta conferencia, combinada con el principal problema práctico que los economistas tienen que afrontar hoy, han hecho que la elección del tema fuera casi inevitable. Por una parte, la creación, todavía reciente, del Premio Nobel en Ciencias Económicas marca un paso significativo en el proceso por el cual, en opinión del público en general, se le ha concedido a la economía algo de la dignidad y el prestigio de las ciencias físicas. Por otra parte, los economistas están llamados en este momento a decir cómo liberar al mundo libre de la grave amenaza de aceleración de la inflación que, hay que admitirlo, ha sido provocada por políticas que la mayoría de los economistas recomendaron e incluso instaron a los gobiernos a seguir. En realidad, en este momento tenemos pocos motivos para enorgullecernos: como profesión, hemos hecho un lío de cosas.

Me parece que este fracaso de los economistas a la hora de orientar la política económica con más éxito está estrechamente relacionado con su propensión a imitar lo más fielmente posible los procedimientos de las ciencias físicas, que han tenido un éxito brillante, un intento que en nuestro campo puede conducir a un error evidente. Se trata de un enfoque que ha llegado a describirse como actitud “cientificista”, una actitud que, como la definí hace unos treinta años, “es decididamente no científica en el verdadero sentido de la palabra, ya que implica una aplicación mecánica y acrítica de hábitos de pensamiento a campos diferentes de aquellos en los que se han formado”. Hoy quisiera empezar explicando cómo algunos de los errores más graves de la política económica reciente son una consecuencia directa de este error cientificista.

La teoría que ha guiado la política monetaria y financiera durante los últimos treinta años, y que, a mi juicio, es en gran medida el producto de una concepción errónea del procedimiento científico adecuado, consiste en la afirmación de que existe una correlación positiva simple entre el empleo total y el tamaño de la demanda agregada de bienes y servicios; conduce a la creencia de que podemos asegurar permanentemente el pleno empleo manteniendo el gasto monetario total en un nivel apropiado. Entre las diversas teorías propuestas para explicar el desempleo generalizado, ésta es probablemente la única en apoyo de la cual se pueden aportar pruebas cuantitativas sólidas. Sin embargo, la considero fundamentalmente falsa y actuar en consecuencia, como lo estamos experimentando ahora, es muy perjudicial.

Esto me lleva a la cuestión crucial. A diferencia de lo que ocurre en las ciencias físicas, en la economía y en otras disciplinas que tratan fenómenos esencialmente complejos, los aspectos de los acontecimientos que hay que tener en cuenta y sobre los que podemos obtener datos cuantitativos son necesariamente limitados y pueden no incluir los más importantes. Mientras que en las ciencias físicas se supone generalmente, probablemente con buena razón, que cualquier factor importante que determine los acontecimientos observados será en sí mismo directamente observable y medible, en el estudio de fenómenos tan complejos como el mercado, que dependen de las acciones de muchos individuos, todas las circunstancias que determinarán el resultado de un proceso, por razones que explicaré más adelante, difícilmente serán conocidas o mensurables en su totalidad. Y mientras que en las ciencias físicas el investigador podrá medir lo que, sobre la base de una teoría prima facie, considere importante, en las ciencias sociales a menudo se trata como importante lo que resulta accesible a la medición. Esto se lleva a veces al punto de exigir que nuestras teorías se formulen en términos tales que se refieran sólo a magnitudes mensurables.

No se puede negar que una exigencia de este tipo limita de manera arbitraria los hechos que se pueden admitir como causas posibles de los acontecimientos que ocurren en el mundo real. Esta concepción, que a menudo se acepta de manera bastante ingenua como una exigencia del procedimiento científico, tiene algunas consecuencias bastante paradójicas. Por supuesto, conocemos, en lo que respecta al mercado y a estructuras sociales similares, una gran cantidad de hechos que no podemos medir y sobre los que, en realidad, sólo disponemos de una información muy imprecisa y general. Y como los efectos de estos hechos en un caso particular no pueden confirmarse con pruebas cuantitativas, quienes juran admitir sólo lo que consideran como pruebas científicas simplemente los descartan y, por lo tanto, proceden felizmente con la ficción de que los factores que pueden medir son los únicos que son relevantes.

La correlación entre la demanda agregada y el empleo total, por ejemplo, puede ser sólo aproximada, pero como es la única sobre la que tenemos datos cuantitativos, se acepta como la única conexión causal que cuenta. Según este criterio, es muy posible que existan mejores pruebas “científicas” para una teoría falsa, que se aceptará porque es más “científica”, que para una explicación válida, que se rechaza porque no hay pruebas cuantitativas suficientes para ella.

Permítame ilustrar esto con un breve esbozo de lo que considero la principal causa real del desempleo generalizado, explicación que también explicará por qué ese desempleo no puede remediarse de manera duradera con las políticas inflacionarias recomendadas por la teoría ahora de moda. Esta explicación correcta me parece que es la existencia de discrepancias entre la distribución de la demanda entre los diferentes bienes y servicios y la asignación de mano de obra y otros recursos entre la producción de esos productos. Poseemos un conocimiento “cualitativo” bastante bueno de las fuerzas por las que se produce una correspondencia entre la demanda y la oferta en los diferentes sectores del sistema económico, de las condiciones en las que se logrará y de los factores que probablemente impedirán tal ajuste. Los distintos pasos en la explicación de este proceso se basan en hechos de la experiencia cotidiana, y pocos de los que se tomen la molestia de seguir el argumento cuestionarán la validez de los supuestos fácticos o la corrección lógica de las conclusiones extraídas de ellos. Tenemos, en efecto, buenas razones para creer que el desempleo indica que la estructura de precios y salarios relativos ha sido distorsionada (generalmente por la fijación de precios monopolística o gubernamental), y que para restablecer la igualdad entre la demanda y la oferta de mano de obra en todos los sectores serán necesarios cambios en los precios relativos y algunas transferencias de mano de obra.

Pero cuando se nos pide evidencia cuantitativa de la estructura particular de precios y salarios que se requeriría para asegurar una venta continua y sin problemas de los productos y servicios ofrecidos, debemos admitir que no tenemos tal información. Conocemos, en otras palabras, las condiciones generales en las que se establecerá lo que llamamos, de manera un tanto engañosa, un equilibrio; pero nunca sabemos cuáles son los precios o salarios particulares que existirían si el mercado lograra ese equilibrio. Podemos simplemente decir cuáles son las condiciones en las que podemos esperar que el mercado establezca precios y salarios a los que la demanda sea igual a la oferta. Pero nunca podemos proporcionar información estadística que muestre en qué medida los precios y salarios prevalecientes se desvían de los que garantizarían una venta continua de la oferta actual de trabajo. Aunque esta explicación de las causas del desempleo es una teoría empírica, en el sentido de que podría demostrarse que es falsa, por ejemplo, si, con una oferta monetaria constante, un aumento general de los salarios no condujera al desempleo, ciertamente no es el tipo de teoría que podríamos utilizar para obtener predicciones numéricas específicas sobre las tasas de salarios o la distribución del trabajo que se pueden esperar.

¿Por qué, sin embargo, en economía tenemos que alegar ignorancia sobre el tipo de hechos sobre los que, en el caso de una teoría física, se esperaría con seguridad que un científico diera información precisa? Probablemente no sea sorprendente que quienes se impresionan por el ejemplo de las ciencias físicas consideren esta posición muy insatisfactoria e insistan en los estándares de prueba que encuentran allí. La razón de esta situación es el hecho, al que ya me he referido brevemente, de que las ciencias sociales, como gran parte de la biología pero a diferencia de la mayoría de los campos de las ciencias físicas, tienen que tratar con estructuras de complejidad esencial, es decir, con estructuras cuyas propiedades características sólo pueden exhibirse mediante modelos compuestos de un número relativamente grande de variables. La competencia, por ejemplo, es un proceso que producirá ciertos resultados sólo si se desarrolla entre un número bastante grande de personas activas.

En algunos campos, particularmente cuando surgen problemas de un tipo similar en las ciencias físicas, las dificultades pueden superarse utilizando, en lugar de información específica sobre los elementos individuales, datos sobre la frecuencia relativa o la probabilidad de ocurrencia de las diversas propiedades distintivas de los elementos. Pero esto es cierto solamente cuando tenemos que tratar con lo que el Dr. Warren Weaver (anteriormente de la Fundación Rockefeller) ha llamado, con una distinción que debería ser mucho más ampliamente entendida, “fenómenos de complejidad no organizada”, en contraste con aquellos “fenómenos de complejidad organizada” con los que tenemos que tratar en las ciencias sociales. Complejidad organizada significa aquí que el carácter de las estructuras que la muestran depende no sólo de las propiedades de los elementos individuales que las componen y de la frecuencia relativa con la que ocurren, sino también de la manera en que los elementos individuales están conectados entre sí. Por esta razón, al explicar el funcionamiento de tales estructuras no podemos reemplazar la información sobre los elementos individuales por información estadística, sino que requerimos información completa sobre cada elemento si de nuestra teoría hemos de derivar predicciones específicas sobre eventos individuales. Sin esa información específica sobre los elementos individuales, nos limitaremos a lo que en otra ocasión he llamado meras predicciones de patrones: predicciones de algunos de los atributos generales de las estructuras que se formarán, pero que no contienen afirmaciones específicas sobre los elementos individuales que las compondrán.

Esto es particularmente cierto en el caso de nuestras teorías que explican la determinación de los sistemas de precios y salarios relativos que se formarán en un mercado que funcione bien. En la determinación de estos precios y salarios entrarán los efectos de la información particular que posee cada uno de los participantes en el proceso de mercado, una suma de hechos que en su totalidad no puede ser conocida por el observador científico, ni por ningún otro cerebro individual. Es de hecho la fuente de la superioridad del orden de mercado, y la razón por la que, cuando no es suprimido por los poderes del gobierno, regularmente desplaza otros tipos de orden, que en la asignación resultante de recursos se utilizará más del conocimiento de hechos particulares que existe sólo disperso entre un número incontable de personas, del que cualquier persona puede poseer. Pero como nosotros, los científicos observadores, nunca podemos conocer todos los determinantes de tal orden, y en consecuencia tampoco podemos saber en qué estructura particular de precios y salarios la demanda sería igual a la oferta en todas partes, tampoco podemos medir las desviaciones de ese orden; Tampoco podemos comprobar estadísticamente nuestra teoría de que son las desviaciones de ese sistema de “equilibrio” de precios y salarios las que hacen imposible vender algunos de los productos y servicios a los precios a los que se ofrecen.

Antes de continuar con mi preocupación inmediata, los efectos de todo esto sobre las políticas de empleo que se siguen actualmente, permítanme definir más específicamente las limitaciones inherentes a nuestro conocimiento numérico, que tan a menudo se pasan por alto. Quiero hacer esto para evitar dar la impresión de que, en general, rechazo el método matemático en economía. De hecho, considero que la gran ventaja de la técnica matemática es que nos permite describir, por medio de ecuaciones algebraicas, el carácter general de un patrón, incluso cuando ignoramos los valores numéricos que determinarán su manifestación particular. Difícilmente habríamos podido lograr ese cuadro completo de las interdependencias mutuas de los diferentes eventos en un mercado sin esta técnica algebraica. Sin embargo, ha llevado a la ilusión de que podemos usar esta técnica para la determinación y predicción de los valores numéricos de esas magnitudes, y esto ha llevado a una vana búsqueda de constantes cuantitativas o numéricas. Esto sucedió a pesar del hecho de que los fundadores modernos de la economía matemática no tenían tales ilusiones. Es cierto que sus sistemas de ecuaciones que describen el patrón de un equilibrio de mercado están estructurados de tal manera que si fuéramos capaces de llenar todos los espacios en blanco de las fórmulas abstractas, es decir, si conociéramos todos los parámetros de estas ecuaciones, podríamos calcular los precios y las cantidades de todos los bienes y servicios vendidos. Pero, como dijo claramente Vilfredo Pareto, uno de los fundadores de esta teoría, su propósito no puede ser “llegar a un cálculo numérico de los precios”, porque, como él dijo, sería “absurdo” suponer que podríamos averiguar todos los datos. De hecho, el punto principal ya fue visto por aquellos notables anticipadores de la economía moderna, los escolásticos españoles del siglo XVI, quienes enfatizaron que lo que ellos llamaban pretium mathematicum, el precio matemático, dependía de tantas circunstancias particulares que nunca podría ser conocido por el hombre sino que lo conocía solo Dios. A veces deseo que nuestros economistas matemáticos se tomaran esto en serio. Debo confesar que todavía dudo de que su búsqueda de magnitudes mensurables haya hecho contribuciones significativas a nuestra comprensión teórica de los fenómenos económicos, más allá de su valor como descripción de situaciones particulares. Tampoco estoy dispuesto a aceptar la excusa de que esta rama de investigación es todavía muy joven: ¡después de todo, Sir William Petty, el fundador de la econometría, era un colega algo mayor de Sir Isaac Newton en la Royal Society!

Puede que haya pocos casos en los que la superstición de que sólo las magnitudes mensurables pueden ser importantes haya causado un daño positivo en el campo económico, pero los actuales problemas de inflación y empleo son muy graves. Su efecto ha sido que la mayoría de los economistas, de mentalidad científica, ha hecho caso omiso de lo que probablemente sea la verdadera causa del desempleo generalizado, porque su funcionamiento no podía confirmarse mediante relaciones directamente observables entre magnitudes mensurables, y que una concentración casi exclusiva en fenómenos superficiales cuantitativamente mensurables ha producido una política que ha empeorado las cosas.

Naturalmente, hay que admitir que la clase de teoría que considero como la verdadera explicación del desempleo es una teoría de contenido algo limitado, porque sólo nos permite hacer predicciones muy generales sobre el tipo de acontecimientos que debemos esperar en una situación dada. Pero los efectos sobre la política de las construcciones más ambiciosas no han sido muy afortunados y confieso que prefiero un conocimiento verdadero pero imperfecto, aunque deje muchas cosas indeterminadas e impredecibles, a una pretensión de conocimiento exacto que es probable que sea falso. El crédito que puede obtenerse por la aparente conformidad con los estándares científicos reconocidos para teorías aparentemente simples pero falsas puede, como lo demuestra el presente caso, tener graves consecuencias.

En realidad, en el caso analizado, las mismas medidas que la teoría “macroeconómica” dominante ha recomendado como remedio para el desempleo, a saber, el aumento de la demanda agregada, se han convertido en causa de una muy amplia mala asignación de recursos que probablemente hará inevitable un desempleo en gran escala más adelante. La inyección continua de cantidades adicionales de dinero en puntos del sistema económico donde crea una demanda temporal que debe cesar cuando el aumento de la cantidad de dinero se detiene o se desacelera, junto con la expectativa de un aumento continuo de los precios, atrae mano de obra y otros recursos hacia empleos que pueden durar sólo mientras el aumento de la cantidad de dinero continúe al mismo ritmo, o tal vez incluso sólo mientras continúe acelerándose a un ritmo dado. Lo que esta política ha producido no es tanto un nivel de empleo que no se podría haber logrado de otras maneras, sino una distribución del empleo que no se puede mantener indefinidamente y que después de algún tiempo sólo puede mantenerse mediante una tasa de inflación que conduciría rápidamente a una desorganización de toda la actividad económica. El hecho es que una visión teórica errónea nos ha llevado a una posición precaria en la que no podemos impedir que reaparezca un desempleo sustancial; no porque, como a veces se tergiversa esta visión, este desempleo se produzca deliberadamente como un medio para combatir la inflación, sino porque ahora está destinado a ocurrir como una consecuencia profundamente lamentable pero ineludible de las políticas equivocadas del pasado, tan pronto como la inflación deje de acelerarse.

Ahora bien, debo dejar de lado estos problemas de importancia práctica inmediata que he presentado principalmente como una ilustración de las consecuencias trascendentales que pueden derivarse de errores relativos a problemas abstractos de la filosofía de la ciencia. Hay tantos motivos para estar preocupados por los peligros a largo plazo creados en un campo mucho más amplio por la aceptación acrítica de afirmaciones que tienen la apariencia de ser científicas como los hay con respecto a los problemas que acabo de analizar. Lo que principalmente quería destacar con la ilustración temática es que, ciertamente en mi campo, pero creo que también en general en las ciencias humanas, lo que superficialmente parece el procedimiento más científico es a menudo el más acientífico y, más allá de esto, que en estos campos hay límites definidos a lo que podemos esperar que la ciencia logre. Esto significa que confiar a la ciencia -o al control deliberado según principios científicos- más de lo que el método científico puede lograr puede tener efectos deplorables. Por supuesto, el progreso de las ciencias naturales en los tiempos modernos ha excedido tanto todas las expectativas que cualquier sugerencia de que pueda tener ciertos límites está destinada a despertar sospechas. En particular, se opondrán a esta idea aquellos que han tenido la esperanza de que nuestro creciente poder de predicción y control, generalmente considerado como el resultado característico del avance científico, aplicado a los procesos sociales, nos permitiría pronto moldear la sociedad enteramente a nuestro gusto. Es cierto que, en contraste con el regocijo que tienden a producir los descubrimientos de las ciencias físicas, los conocimientos que obtenemos del estudio de la sociedad tienen con mayor frecuencia un efecto moderador sobre nuestras aspiraciones; y tal vez no sea sorprendente que los miembros más jóvenes y más impetuosos de nuestra profesión no siempre estén dispuestos a aceptarlo. Sin embargo, la confianza en el poder ilimitado de la ciencia se basa con demasiada frecuencia en la falsa creencia de que el método científico consiste en la aplicación de una técnica ya hecha o en imitar la forma más que la sustancia del procedimiento científico, como si sólo fuera necesario seguir algunas recetas de cocina para resolver todos los problemas sociales. A veces casi parece como si las técnicas de la ciencia se aprendieran más fácilmente que el pensamiento que nos muestra cuáles son los problemas y cómo abordarlos.

El conflicto entre lo que el público espera que la ciencia logre en la actualidad para satisfacer las esperanzas populares y lo que realmente está a su alcance es un asunto serio porque, incluso si todos los verdaderos científicos reconocieran las limitaciones de lo que pueden hacer en el campo de los asuntos humanos, mientras el público espere más, siempre habrá algunos que pretendan, y tal vez crean honestamente, que pueden hacer más para satisfacer las demandas populares de lo que realmente está a su alcance. A menudo es bastante difícil para el experto, y ciertamente en muchos casos imposible para el profano, distinguir entre afirmaciones legítimas e ilegítimas presentadas en nombre de la ciencia. La enorme publicidad dada recientemente por los medios de comunicación a un informe que se pronuncia en nombre de la ciencia sobre Los límites del crecimiento, y el silencio de los mismos medios sobre la crítica devastadora que este informe ha recibido de los expertos competentes, deben hacer que uno se sienta un poco aprensivo sobre el uso que se puede dar al prestigio de la ciencia. Pero no es sólo en el campo de la economía donde se hacen afirmaciones de gran alcance en favor de una dirección más científica de todas las actividades humanas y de la conveniencia de reemplazar los procesos espontáneos por un “control humano consciente”. Si no me equivoco, la psicología, la psiquiatría y algunas ramas de la sociología, por no hablar de la llamada filosofía de la historia, están aún más afectadas por lo que he llamado el prejuicio cientificista y por afirmaciones engañosas sobre lo que la ciencia puede lograr.

Si queremos salvaguardar la reputación de la ciencia y evitar la arrogancia de conocimientos basada en una similitud superficial de procedimientos con los de las ciencias físicas, habrá que dedicar muchos esfuerzos a desacreditar tales arrogancias, algunas de las cuales ya se han convertido en intereses creados de departamentos universitarios establecidos. No podemos estar lo suficientemente agradecidos a filósofos de la ciencia modernos como Sir Karl Popper por darnos una prueba mediante la cual podemos distinguir entre lo que podemos aceptar como científico y lo que no, una prueba que estoy seguro de que algunas doctrinas que hoy se aceptan ampliamente como científicas no pasarían. Sin embargo, hay algunos problemas especiales en relación con esos fenómenos esencialmente complejos de los que las estructuras sociales son un ejemplo tan importante, que me hacen desear volver a enunciar, para concluir, en términos más generales las razones por las que en estos campos no sólo hay obstáculos absolutos para la predicción de acontecimientos específicos, sino por las que actuar como si poseyéramos conocimientos científicos que nos permitieran trascenderlos puede convertirse en sí mismo en un serio obstáculo para el avance del intelecto humano.

El punto principal que debemos recordar es que el gran y rápido avance de las ciencias físicas tuvo lugar en campos en los que se demostró que la explicación y la predicción podían basarse en leyes que explicaban los fenómenos observados como funciones de relativamente pocas variables, ya fueran hechos particulares o frecuencias relativas de eventos. Esta puede ser incluso la razón última por la que singularizamos estos reinos como “físicos” en contraste con esas estructuras más altamente organizadas que aquí he llamado fenómenos esencialmente complejos. No hay razón para que la posición deba ser la misma en estos últimos campos que en los primeros. Las dificultades que encontramos en estos últimos no son, como uno podría sospechar a primera vista, dificultades para formular teorías para la explicación de los eventos observados, aunque causan también dificultades especiales para probar las explicaciones propuestas y, por lo tanto, para eliminar las teorías malas. Se deben al problema principal que surge cuando aplicamos nuestras teorías a cualquier situación particular en el mundo real. Una teoría de fenómenos esencialmente complejos debe referirse a un gran número de hechos particulares; y para derivar una predicción de ella, o para probarla, tenemos que determinar todos estos hechos particulares. Una vez que hayamos logrado esto, no debería haber ninguna dificultad particular en derivar predicciones comprobables: con la ayuda de las computadoras modernas debería ser bastante fácil insertar estos datos en los espacios en blanco apropiados de las fórmulas teóricas y derivar una predicción. La verdadera dificultad, a cuya solución la ciencia tiene poco que aportar, y que a veces es realmente insoluble, consiste en la determinación de los hechos particulares.

Un ejemplo sencillo mostrará la naturaleza de esta dificultad. Consideremos un juego de pelota jugado por unas cuantas personas con una habilidad aproximadamente igual. Si conociéramos algunos hechos particulares además de nuestro conocimiento general de la habilidad de los jugadores individuales, como su estado de atención, sus percepciones y el estado de sus corazones, pulmones, músculos, etc. en cada momento del juego, probablemente podríamos predecir el resultado. De hecho, si estuviéramos familiarizados tanto con el juego como con los equipos, probablemente tendríamos una idea bastante precisa de lo que dependerá el resultado. Pero, por supuesto, no seremos capaces de determinar esos hechos y, en consecuencia, el resultado del juego estará fuera del rango de lo científicamente predecible, por muy bien que sepamos qué efectos tendrán determinados eventos en el resultado del juego. Esto no significa que no podamos hacer predicciones en absoluto sobre el curso de un juego de ese tipo. Si conocemos las reglas de los diferentes juegos, al observar uno, muy pronto sabremos qué juego se está jugando y qué tipo de acciones podemos esperar y cuáles no. Pero nuestra capacidad de predecir se limitará a las características generales de los acontecimientos que se esperan y no incluirá la capacidad de predecir acontecimientos individuales particulares.

Esto corresponde a lo que he llamado antes las predicciones de patrones simples a las que nos vemos cada vez más confinados a medida que nos adentramos desde el reino en el que prevalecen leyes relativamente simples hacia el rango de fenómenos donde impera la complejidad organizada. A medida que avanzamos, descubrimos cada vez con mayor frecuencia que, de hecho, sólo podemos determinar algunas, pero no todas, las circunstancias particulares que determinan el resultado de un proceso dado; y, en consecuencia, sólo podemos predecir algunas, pero no todas, las propiedades del resultado que debemos esperar. A menudo, todo lo que podremos predecir será alguna característica abstracta del patrón que aparecerá: relaciones entre tipos de elementos sobre los que individualmente sabemos muy poco. Sin embargo, como estoy ansioso por repetir, todavía lograremos predicciones que pueden ser refutadas y que, por lo tanto, tienen importancia empírica.

Por supuesto, comparadas con las predicciones precisas que hemos aprendido a esperar en las ciencias físicas, este tipo de predicciones basadas en patrones es una segunda opción con la que no nos gusta tener que conformarnos. Sin embargo, el peligro del que quiero advertir es precisamente la creencia de que para poder reclamar la aceptación científica es necesario lograr más. Este camino conduce a la charlatanería y a cosas peores. Actuar con la creencia de que poseemos el conocimiento y el poder que nos permiten moldear los procesos de la sociedad totalmente a nuestro gusto, conocimiento que en realidad no poseemos, es probable que nos haga mucho daño. En las ciencias físicas puede haber pocas objeciones a tratar de hacer lo imposible; uno podría incluso sentir que no se debe desanimar a los demasiado confiados porque sus experimentos pueden, después de todo, producir algunas nuevas ideas. Pero en el campo social, la creencia errónea de que el ejercicio de cierto poder tendría consecuencias beneficiosas es probable que conduzca a que se confiera a alguna autoridad un nuevo poder para coaccionar a otros hombres. Aunque ese poder no sea malo en sí mismo, es probable que su ejercicio impida el funcionamiento de esas fuerzas ordenadoras espontáneas que, sin comprenderlas, ayudan al hombre en gran medida a alcanzar sus objetivos. Apenas estamos empezando a comprender en qué sutil sistema de comunicación se basa el funcionamiento de una sociedad industrial avanzada, un sistema de comunicaciones que llamamos mercado y que resulta ser un mecanismo más eficiente para digerir información dispersa que cualquier otro que el hombre haya diseñado deliberadamente.

Si el hombre no quiere hacer más daño que bien en sus esfuerzos por mejorar el orden social, tendrá que aprender que en éste, como en todos los demás campos donde prevalece una complejidad esencial de tipo organizado, no puede adquirir el conocimiento pleno que haría posible el dominio de los acontecimientos. Por lo tanto, tendrá que utilizar el conocimiento que pueda adquirir, no para dar forma a los resultados como el artesano da forma a su obra, sino más bien para cultivar una planta proporcionando el ambiente apropiado, a la manera en que el jardinero hace esto con sus plantas. Existe peligro en el exuberante sentimiento de poder cada vez mayor que ha engendrado el avance de las ciencias físicas y que tienta al hombre a intentar, "mareado por el éxito", para usar una frase característica del comunismo primitivo, someter no sólo nuestro entorno natural sino también nuestro entorno humano al control de una voluntad humana. El reconocimiento de los límites insuperables de su conocimiento debería, de hecho, enseñar al estudiante de la sociedad una lección de humildad que debería protegerlo de convertirse en cómplice del esfuerzo fatal de los hombres por controlar la sociedad, un esfuerzo que lo convierte no sólo en un tirano de sus semejantes, sino que bien puede convertirlo en el destructor de una civilización que ningún cerebro ha diseñado, sino que ha crecido a partir de los esfuerzos libres de millones de individuos.

Fuente: Friedrich August von Hayek – Prize Lecture. NobelPrize.org. Nobel Prize Outreach AB 2024. Dom. 29 de septiembre de 2024. <https://www.nobelprize.org/prizes/economic-sciences/1974/hayek/lecture/>

Atacar periodistas es socavar la democracia


La marcha evista y los grupos de choque del arcismo terminaron este lunes sus escaramuzas dejando entre sus víctimas a la libertad de prensa y de expresión. Según un recuento de los gremios de prensa, al menos 14 periodistas de medios privados y públicos sufrieron hechos de violencia, retención indebida, destrozo de equipos, golpes, empujones, amenazas, insultos y descalificación, así como impedimento para realizar el registro de imágenes y videos o la transmisión en directo de los hechos.

Lo sucedido en la marcha evista fue un recordatorio del período más oscuro en la relación entre prensa y poder en Bolivia en tiempos de democracia, y fue, además, una advertencia de lo que podría deparar el futuro, si no se exige respeto a los derechos y se alza la voz en contra de las vulneraciones.

En ese contexto, es importante recordarles a los líderes políticos, a los gobiernos, tanto al nacional como los subnacionales, y a las autoridades que la Constitución Política del Estado y los tratados internacionales suscritos por el Estado boliviano garantizan la libertad de prensa y de expresión y que es deber del Estado cumplir y hacer cumplir estos derechos, además de proteger la labor periodística incluso cuando la información difundida pueda ser crítica o inconveniente para los intereses de éstos.

En sus recomendaciones para los estados, la Relatoría para la Libertad de Expresión de la CIDH indica que los actos de violencia contra periodistas tienen un triple efecto: Vulneran el derecho de las víctimas a expresar y difundir sus ideas, opiniones e información; generan un efecto amedrentador y de silenciamiento en sus pares; y violan los derechos de las personas y las sociedades a buscar y recibir información e ideas de cualquier tipo. Ahí radica el aporte de la labor periodística, en la construcción de una verdadera democracia y por ello la importancia de protegerla.

Ante la ausencia de información pública transparente son los periodistas los que desarrollan esta labor en favor de la sociedad civil, generando condiciones para el debate con diversidad de opiniones y permitiendo la toma de decisiones informada de la población. Sin libertades de prensa y expresión, la democracia no puede sostenerse.

Los agresores de los periodistas que cubrieron la marcha evista son plenamente identificables. El gobierno a través de las instancias que corresponde tiene la obligación de promover una investigación y la consiguiente sanción para los vulneradores. La protección a los periodistas ayuda a combatir la impunidad de los crímenes contra ellos y protege la libre circulación de información hacía la sociedad. No hacerlo conduce a un triple efecto de impunidad, amedrentamiento y socavamiento de la democracia.

Según el Observatorio de Defensores de UNITAS, en lo que va del año se han registrado 27 casos de vulneración a la libertad de expresión y 80 a la libertad de prensa en el país.

Todos los ataques ocurridos en la marcha son repudiables, pero dos de ellos causaron mayor indignación por el grado de violencia e intolerancia de los manifestantes. Un caso tiene que ver con la periodista Irene Torrez, corresponsal de Cadena A en Oruro, que fue brutalmente golpeada por siete hombres, quienes le obligaron a borrar su material; y del periodista Víctor Mendizábal, de red UNO, quien fue acorralado y luego apedreado por los manifestantes.

Desde Sumando Voces expresamos nuestra solidaridad con los periodistas agredidos y exigimos el cese de la violencia, el amedrentamiento y la censura para garantizar la plena vigencia de las libertades fundamentales y garantías constitucionales. El rol que los periodistas juegan es de vital importancia para garantizar un estado democrático; siendo que, la democracia es participación informada y los/las periodistas son canales de información para la ciudadanía. Sólo con libertad de prensa y expresión, la ciudadanía será capaz de ejercer y reclamar el respeto a otros derechos.

Imagen: Correo del Sur

Fuente: Sumando Voces

sábado, 28 de septiembre de 2024

En tres meses transacciones con activos virtuales crecieron en 105%


El uso de criptoactivos en Bolivia ha experimentado un crecimiento sin precedentes en los últimos tres meses, desde que el Banco Central de Bolivia (BCB) habilitó, a partir del 25 de junio, los canales electrónicos para la compra y venta de activos virtuales. Esta medida, enmarcada en la Resolución de Directorio 082, ha impulsado un incremento del 105 por ciento en el valor de las transacciones con criptomonedas y un aumento del 141 por ciento en el número de operaciones, según informó el presidente del BCB, Edwin Rojas.

La implementación de esta política —dijo en conferencia de prensa— marca un hito en la modernización del sistema de pagos del país, conectando a Bolivia con el creciente ecosistema de la economía digital global. Antes de la resolución, las transacciones con criptoactivos, principalmente con stablecoins, se realizaban de manera informal y con una visibilidad limitada dentro del sistema financiero formal. Sin embargo, desde junio, los ciudadanos bolivianos cuentan con un mecanismo alternativo para realizar transacciones tanto nacionales como internacionales, lo que incluye el envío de remesas y el pago de servicios electrónicos.

El volumen transado ha aumentado de manera significativa. En junio, previo a la habilitación oficial de estos instrumentos, las transacciones con activos virtuales rondaban los 7,6 millones de dólares mensuales. En julio, esta cifra saltó a 13,7 millones, en agosto llegó a 16,8 millones y, en lo que va de septiembre, alcanza los 16,3 millones de dólares. Este incremento del 105 por ciento refleja el interés y la creciente confianza de los usuarios en el uso de criptomonedas en el país.

Además del incremento en los montos transados, el número de transacciones también ha crecido de manera exponencial. En julio se registraron 171 mil operaciones con criptoactivos en plataformas digitales, mientras que en septiembre esta cifra se ha elevado a 436 mil, lo que equivale a un aumento del 141 por ciento. Esta tendencia indica un mayor dinamismo en el uso de activos virtuales tanto en plataformas digitales como en el sistema financiero tradicional. En este último, las operaciones con criptoactivos pasaron de 1.079 en julio a 1.511 en agosto, lo que representa un crecimiento del 40 por ciento.

Este auge no sólo involucra a individuos, sino también al sistema bancario. Seis entidades financieras ya ofrecen servicios relacionados con activos virtuales, adaptándose rápidamente a las nuevas demandas del mercado y ampliando el acceso de la población a estos instrumentos.

Regulaciones en desarrollo

Rojas señaló que el BCB ha trabajado estrechamente con la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) para habilitar estos nuevos canales de pago. Esta cooperación ha dinamizado el comercio internacional y las transferencias de capitales, facilitando operaciones de y hacia el exterior.

Actualmente —precisó— se están desarrollando regulaciones más específicas sobre el uso de criptoactivos en el país. Las autoridades están en reuniones constantes para definir las normativas que regularán las características y el alcance de estas transacciones, lo cual podría tener un impacto directo en la forma en que se realizan pagos en Bolivia.

Rojas dijo que uno de los aspectos en evaluación es la posible aceptación de criptoactivos como medio de pago en entidades estatales, un tema que aún está en análisis. A nivel global, algunos países ya han adoptado criptomonedas en transacciones entre Gobiernos y proveedores de servicios, con el fin de reducir costos y mejorar la eficiencia de los pagos.

En Bolivia, el uso de criptoactivos ha sido predominante en transacciones de bajo volumen, como la compra de bienes y servicios, especialmente productos importados. También se han registrado operaciones de intercambio de valor entre individuos, lo que refuerza su adopción como una alternativa viable en la economía boliviana.

Finalmente, en línea con estos avances, Rojas anunció que el BCB ha actualizado su reglamento en materia de pagos electrónicos, habilitando el uso de tarjetas virtuales y billeteras móviles.

Fuente: Los Tiempos

viernes, 27 de septiembre de 2024

Bolivia y España postulan escrito para un archivo de la Unesco


El presidente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB) Luis Oporto viajó a Sevilla para tratar la postulación conjunta de Bolivia y España a un manuscrito del Registro Internacional de la Memoria del Mundo. 

Tras recibir el año pasado una invitación del director general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, Isaac Sastre de Diego, para que Bolivia sea partícipe de un programa de trabajo sobre la candidatura conjunta del manuscrito original ‘Guía histórica, geográfica, física,  política, civil y legal del Gobierno e Intendencia de la provincia de Potosí (1787-1789)’, de Pedro Vicente Cañete y Domínguez en la Memoria del Mundo de la UNESCO, el evento al que asistió el presidente de la FC-BCB se llevó a cabo los días 24 y 25 de septiembre en el Archivo General de Indias (AGI) de la ciudad española. 

En dicha reunión, Oporto se reunió en una mesa de trabajo con  la directora del AGI Esther Cruces, el subdirector del Archivo Guillermo Morán y la jefa de Relaciones Institucionales de la Subdirección General de Archivos Estatales del Ministerio de Cultura del Gobierno de España Cristina Díaz, para analizar la postulación formal conjunta de ambas naciones en este manuscrito que se encuentra resguardado, en dos ejemplares, en el Archivo General de Indias (España) y en el Archivo Histórico de la Casa Nacional de Moneda en Potosí (Bolivia).

“La importancia incuestionable de la Guía de autoría del polémico Cañete, motivó a postular conjuntamente entre Bolivia y España, el manuscrito existente en Casa Nacional de Moneda de Potosí y en el Archivo General de Indias de Sevilla”, señaló Oporto.

Legado histórico

El Comité Regional de América Latina y el Caribe gestiona el programa Memoria del Mundo, un proyecto creado por la UNESCO en 1992 con el objetivo de promover la conservación y acceso al patrimonio documental de la humanidad tras la pérdida de muchos tipos de este material histórico a causa de las guerras, el comercio ilegal, los saqueos y la falta de recursos que hacen que el patrimonio documental de las naciones sudamericanas que datan del siglo XV en adelante.

Hasta la fecha, documentos históricos de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Mexico, Panama, Peru, Uruguay, Venezuela, entre otros, se conservan en el archivo de este programa internacional.

La obra de Pedro Vicente Cañete y Domínguez que está postulando para entrar en este archivo es una visión de proyectos propuestos en ese periodo de tiempo en Bolivia dedicados a la promoción de la agricultura, el comercio, la industria y la economía de alcance sudamericano en la llamada ‘Nueva Ordenanza’. 

Memoria del mundo

El programa ‘Memoria del Mundo’ es un archivo de preservación y protección del patrimonio documental mundial mediante técnicas rigurosamente cuidadas que permitan que toda la información que se almacene sea accesible públicamente para cualquier persona de manera permanente.

El mismo contiene una gran cantidad de documentos que van desde copias digitales, catálogos consultables en línea, libros, CDs, DVDs, entre otros.

“El objetivo del programa es crear una mayor conciencia en todo el mundo sobre la existencia e importancia del patrimonio documental. Para ello, procuramos ampliar los registros de la Memoria del Mundo y utilizar, en mayor medida, los medios de comunicación y las publicaciones para su difusión e información”, señala el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación públicamente acerca del programa. 

Convocatoria de registro

El Comité Regional para América Latina y el Caribe organiza periódicamente el lanzamiento de esta convocatoria que invita a instituciones, comunidades y representantes de entidades que custodian y gestionan el patrimonio documental de sus naciones que pertenecen al Registro Regional de Memoria del Mundo. 

La misma tiene por objeto incorporar al ‘Registro Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe’ de la UNESCO materiales de tipo bibliográfico, audiovisual, iconográfico o cartográfico para que queden registrados en la memoria colectiva de la sociedad latinoamericana y caribeña. 

A la fecha, Bolivia presentó una notable cantidad de inscripciones históricas a la Memoria del Mundo con documentos relativos a la revolución del 25 de mayo de 1809 y la Guerra de la Independencia en los Virreinatos del Perú y del Río de La Plata.

Fuente: Opinion

jueves, 26 de septiembre de 2024

Yango genera más de 150,000 empleos indirectos tras dos años de operación en Bolivia


Yango Group, la compañía tecnológica global, celebra su segundo aniversario en Bolivia destacando sus contribuciones al crecimiento económico del país en Expocruz 2024. La empresa anunció que ha creado más de 150,000 empleos indirectos en el mercado, beneficiando a una amplia gama de empresas asociadas, así como a conductores y repartidores registrados en la aplicación.

La presencia de Yango ha sido un motor importante para la creación de empleo, especialmente a medida que continúa fortaleciendo a los negocios locales en todo el país.

Juan Pablo Velasco, Country Manager de Yango en Bolivia, describió el crecimiento de la compañía como un "logro notable", ofreciendo una visión del papel de Yango en la mejora de la vida de los bolivianos. Enfatizó la importancia de la presencia de la empresa en la creación de oportunidades económicas sostenibles para la comunidad local.

"Entramos al mercado boliviano con nuestro servicio de movilidad, pero ahora los usuarios pueden enviar documentos, pedir comida de sus restaurantes favoritos y moverse por la ciudad. Estamos comprometidos a invertir en tecnologías de seguridad y en nuevos servicios que ahora están disponibles para los usuarios en formato de prueba. Yango es más que una plataforma de movilidad y entrega; es una empresa tecnológica que impulsa el crecimiento económico en Bolivia", dijo Velasco.

También afirmó: "A través de Yango, muchos colaboradores asociados se han beneficiado al incrementar sus ingresos familiares, lo que ha tenido un impacto directo en la mejora de sus condiciones de vida".

"De cara al futuro, Yango seguirá invirtiendo en Bolivia ofreciendo servicios cotidianos innovadores, sostenibles y seguros", concluyó Velasco. "Nuestra participación en Expocruz 2024 refleja nuestro compromiso con el crecimiento de Santa Cruz, y estamos emocionados de seguir contribuyendo al progreso económico y tecnológico de la región".

Nuevas alianzas

Durante la feria Expocruz, Yango anunció alianzas estratégicas e innovaciones. En colaboración con Camsa, el distribuidor oficial de la marca de motocicletas TVS, junto con Presto, un proveedor líder de soluciones de financiamiento, Yango busca transformar la movilidad urbana y generar nuevas oportunidades económicas para el país. El objetivo principal de esta colaboración es ofrecer a los socios de Yango acceso a nuevas motocicletas, facilitando así la creación de negocios y abriendo nuevas oportunidades de financiamiento.

Compromiso con el desarrollo de Santa Cruz

El compromiso de Yango va más allá del desarrollo económico. La compañía ha apoyado activamente diversas iniciativas culturales y deportivas en toda Bolivia, desde el patrocinio de equipos de fútbol locales como Oriente Petrolero, hasta ser el patrocinador oficial del Carnaval de 2024 y 2025. También ha nombrado a Corona como su nuevo embajador musical, representando a los usuarios de Yango en Bolivia.

Con su presencia en Expocruz 2024, Yango reafirma su papel como un socio clave en el desarrollo de Santa Cruz, creando nuevas oportunidades para los residentes e impulsando la modernización de la ciudad.

Fuente: Economy

La FILC 2024 a días de inaugurarse


La Cámara Departamental del Libro de Cochabamba presentó este 25 de septiembre el lanzamiento de la imagen y la Agenda Cultural de la decimoséptima versión de la Feria Internacional del Libro de Cochabamba (FILC) 2024 en la Casona Santivañez.

Con un gran número de actividades en materia de arte, literatura, educación y cultura, destinadas a promover y anticipar la celebración por el Bicentenario de Bolivia en 2025, esta edición de la FILC se centrará en la producción de material literario con contenidos sobre la historia de Bolivia desde su fundación en 1825 hasta la fecha. 

Algunas de las instituciones públicas que serán parte de este evento durante los 12 días de presencia son: el Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba, la Cámara del Libro del departamento y la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB). 

Por su parte, algunas de las editoriales y librerías nacionales que también participarán de la feria son: Ediciones Saber es Poder, Las Paulinas, Grupo Editorial La Hoguera, Editorial Nuevo Milenio, Librería El Baúl del Libro, Grupo Editorial Kipus, Librería Gisbert, entre otros. 

Asimismo, se anticipó que una diversidad de escritores e invitados internacionales serán parte de este encuentro como expositores, brindando charlas y siendo parte de algunas de las actividades propuestas para la ocasión. 

Con más de 300 actividades culturales, artísticas, lúdicas y académicas, la presencia de más de 150 expositores y alrededor de 60 escritores nacionales e internacionales invitados, la FILC 2024 espera superar cada vez más la cantidad de asistentes a la misma, entre grandes y chicos, con el fin de promover el hábito de la lectura y de mejorar la comprensión, la reflexión crítica, la creatividad e imaginación entre las personas.

Tras la presentación, la agenda oficial del evento y su imagen oficial serán difundidas desde la página de Facebook de la Cámara Departamental del Libro para ser de libre acceso a todo público.

Una de las novedades más esperadas para esta edición de la FILC es la apertura del pabellón Infanto-juvenil, que contará con varias actividades dinámicas para los visitantes más pequeños. 

La feria tendrá lugar del 2 al 13 de octubre en el recinto ferial de Alalay de la ciudad. Los horarios de apertura son desde las 10:00 a 22:00 todos los días y las entradas tienen un valor general de 15 bolivianos para el público general adulto, de 5 bolivianos para los niños a partir de los 8 años y de 10 bolivianos para estudiantes  universitarios que porten identificación. 

Fuente: Opinion

miércoles, 25 de septiembre de 2024

El BCB habilita el uso de eWallet y tarjetas electrónicas virtuales


Mediante un comunicado, el Banco Central de Bolivia (BCB) informó que se habilitó el uso de carteras digitales (eWallet) como canales electrónicos de pago y la posibilidad de la emisión virtual de tarjetas electrónicas.

Las eWallet son un canal de pago que permite vincular Instrumentos Electrónicos de Pago (IEP) o cuentas asociadas a ellos para el procesamiento de transacciones digitales a través del celular, mientras que las tarjetas electrónicas virtuales permitirán impulsar las transacciones, particularmente, aquellas de comercio electrónico, señala un boletín de prensa.

“Con estas acciones, el BCB sigue impulsando el desarrollo y modernización del sistema de pagos nacional, reduciendo brechas y posibilitando que más bolivianos accedan a servicios financieros digitales”, indica el documento.

La inclusión de estas medidas como parte de las modificaciones al Reglamento de Servicios de Pago, Instrumentos Electrónicos de Pago, Compensación y Liquidación mediante Resolución de Directorio N° 079/2022.

Las modificaciones al Reglamento también contemplan disposiciones orientadas a consolidar la interconexión e interoperabilidad en el procesamiento de transacciones con instrumentos de pago, debido al grado de desarrollo alcanzado por el sistema de pagos nacional a través de la regulación, lo que garantiza el uso de códigos abiertos y estándares comunes y universales para todos los participantes. 

Imagen: Cobis

Fuente: Erbol

La restauración de la opinión pública y los medios de comunicación


La opinión pública es una ficción de origen liberal, inescindible de la imagen inicial del parlamentarismo, como un marco político racional y reflexivo donde uno decide y se deja, llegado el caso, convencer por los buenos argumentos. Es a François Guizot a quien se le imputa la primera definición de la idea, en su Historia de los orígenes del gobierno representativo. La opinión pública sería lo que en una sociedad “obliga a todos los ciudadanos a buscar sin descanso, y en cualquier ocasión, la verdad, la razón, la justicia, que deben regular el poder”. Esta institución se sostendría sobre tres pilares. La discusión racional, que compromete a los poderes a buscar en común la verdad. La publicidad, que sitúa a estos poderes bajo los ojos de los ciudadanos. Y, por último, la libertad de prensa, que convoca a los propios ciudadanos a indagar también en la verdad y comunicarla al poder. La síntesis clásica de Guizot se construye sobre la simplicidad del mundo político del sufragio censitario y no puede atender muchas de las transformaciones que, sobre todo en el siglo XX, afectarán a la vida pública. Ya no será posible, desde luego, entender la opinión pública al margen de la sentimentalidad política que será propia de la democracia de masas; de la centralidad que van a adquirir los partidos en la construcción de publicidad; o sin tomar en consideración el cambio radical que implica el tránsito desde la publicidad de la prensa literaria al negocio de la comunicación, o a la concurrencia del propio Estado en la creación de opinión, como titular de medios de comunicación. En todo caso, el ideal comunicativo de la opinión pública es resistente, se trata de un concepto que permanece inscrito en nuestro orden constitucional como sede de legitimidad para el poder político. Es, digamos, una ficción imprescindible de la democracia. La esencia de dicha ficción es la idea de que existe una esfera pública que sirve como lugar discursivo y crítico, donde los ciudadanos pueden deliberar para sembrar acuerdos o juicios comunes. La democracia, por lo tanto, requiere una mínima credibilidad en que es posible una conversación mínimamente ordenada por razones públicas, algo que idealmente, como ha visto bien Manuel Arias Maldonado, no excluye pero sí limita el papel de la sentimentalidad en la política. En la idea de opinión pública resiste, por lo tanto, el paradigma clásico del liberalismo, vinculado a la confianza en la racionalidad y a un cierto escepticismo.

El derecho a conocer

La democracia liberal depende de presupuestos –la racionalidad y escepticismo de sus actores, el equilibrio entre razón y sentimentalidad– de los que no puede desentenderse, pero que tampoco puede garantizar normativamente de forma total. Presupone, digamos, un tipo de hombre y un tipo de sociedad con ciertos hábitos públicos que son frágiles. En todo caso, dentro del papel mediador que puede desempeñar el derecho para favorecer la existencia de ese hábitat crítico, la libertad de prensa, el derecho a la libertad de información, ha sido el eje del sistema de opinión pública. De hecho, todo el sistema jurídico de la opinión pública se justifica, en último término, en nombre del derecho del público a conocer. La libertad de información ha sido una libertad que se ha definido no tanto porque esta sea una realización de nuestra individualidad, sino por su contribución a la formación de una opinión pública libre. Ahí reside, en último término, lo que podemos denominar el “privilegio” jurídico de los medios de comunicación. Constituye la garantía de que el individuo pueda formar su juicio en un hábitat cultural no feudal. Su principal valor para la mejora social reside así, en palabras de Stuart Mill, en su funcionalidad para “poner a las personas en contacto con otras personas que no se parecen a ellas, y también en contacto con modos de pensamiento y acción distintos de aquellos con los que están familiarizadas”.

El medio de comunicación ha soportado también un ideal, el de la objetividad e independencia. La credibilidad en los medios de comunicación, o del sistema de medios, ha tenido así que resistir las inevitables evidencias que derivan de los intereses económicos y políticos que subyacen en el mercado de la comunicación, sembrando la duda sobre el carácter privado, corrupto o manipulador, de su publicidad. La revolución tecnológica que supuso internet fue vista por eso como una oportunidad utópica, como el momento para la sustitución del medio de comunicación clásico por un nuevo canal a través del cual los ciudadanos podrían participar en la formación de la opinión pública de un modo hasta entonces inédito, al ampliar sus fuentes de conocimiento y su esfera de conversación crítica. La amplitud del contraste sería así presupuesto de un verdadero diálogo democrático entre iguales y del abandono del prejuicio político en beneficio de un sano escepticismo. La comunicación a través de la red implicaría igualmente un fortalecimiento del sentido crítico, también contra los propios medios de comunicación, como instancias jerárquicas y privilegiadas en la formación de la opinión.

La cierto es que este horizonte utópico de la opinión pública digital no ha sido tal. El constitucionalista Cass Sunstein, atento desde el principio a los trabajos de psicología social, fue quizás el primero en alertar de que en el universo digital la tendencia a corroborar nuestros prejuicios en cámaras de eco, a buscar un marco feudal para nuestras opiniones, bien podría convertir la utopía del relativismo crítico en la realidad sentimental de la polarización. La lógica económica de la red tampoco ha respondido a la utopía competitiva, ajena a la tendencia a la concentración que era propia del mercado de la comunicación, sino que ha dado lugar a corporaciones digitales que prestan servicios como monopolios transnacionales de una extensión inédita en la historia económica.

Libertad de expresión en las plataformas

Por lo que respecta al derecho, la irrupción de la comunicación en red ha supuesto una disrupción en lo que Balkin definió como el triángulo jurídico de la libertad de expresión. Su lógica normativa era simple. En el vértice se encontraban los medios de comunicación que, como editores, eran responsables de los contenidos publicados a través de ellos y, como titulares de la libertad de información, disponían de un derecho de veto, de una legítima capacidad de censura en su canal. En los dos vértices inferiores encontraríamos, por un lado, a los periodistas, que serían actores privilegiados de la libertad de información, y en el otro, a los ciudadanos, que actuarían como rectores pasivos del flujo de información generado y compartido a través de los medios.

El punto de partida de la regulación jurídica de internet, que se encuentra allí donde surge la tecnología, en Estados Unidos, fue el de negar a las corporaciones de la comunicación digital su condición de medios de comunicación, al considerarlas meros intermediarios, agentes neutrales, y no editores, en el intercambio de información e ideas. Desde esa lógica, las corporaciones digitales, a diferencia de los medios tradicionales, no son responsables de lo que a través de ellas se transmita. En el derecho estadounidense se entendió igualmente que esa irresponsabilidad ha de extenderse también a lo que estas decidan censurar. Facebook, Instagram, X…, para que nos entendamos, no serían medios de comunicación, pero sí titulares de la libertad de expresión, y no solo de la libertad de empresa, de tal forma que nadie les puede obligar a que se diga, a través de su foro, lo que ellos no quieren. Las plataformas en línea operan como vastos foros de la libertad de expresión, pero bajo el régimen propio de poderes salvajes que emergen como nuevas inmunidades de poder, al mismo tiempo que tienen la potestad tecnológica sobre el nuevo ecosistema de la opinión pública. La Corte Suprema estadounidense, en una retahíla de sentencias muy recientes, ha confirmado este marco normativo, en virtud del cual las grandes corporaciones pueden, soberanamente, prohibir discursos que el Estado tiene que permitir y dar prestigio artificial a aquellos otros discursos por los que ellas algorítmicamente opten. Las plataformas en línea en el modelo estadounidense son, podríamos decir, foros públicos bajo un soberano privado.

Regulación europea

El legislador de la ue ha impugnado el sistema jurídico de internet que en un principio había importado de Estados Unidos. El eje de la legislación europea parte de la misma pregunta. ¿Son Facebook, X o Instagram un medio de comunicación? La respuesta en Europa es también no. Con la entrada en vigor, casi simultánea, de la Ley de servicios digitales y la Ley de libertad de medios, el legislador europeo ha reconocido que la naturaleza jurídica de las plataformas en línea y los motores de búsqueda es diferente en su esencia a la de los medios de comunicación. A partir de ahí, la regulación europea del ecosistema digital parte precisamente de la consideración implícita de este ecosistema como una esfera pública, a pesar de la titularidad privada de estas grandes plataformas digitales. Se trata de foros en los que se determina la opinión pública y como tal tienen que ser constitucionalizados en el grado suficiente para garantizar esos presupuestos deliberativos que se encuentran, como vimos, en el propio origen liberal del concepto de opinión pública. En la Ley de servicios digitales hay una impugnación al Leviatán digital que niega la soberanía de los grandes foros digitales para regular el discurso o censurar, y afirma su responsabilidad no solo por compartir contenidos ilícitos sino también por no reaccionar frente a aquellos contenidos, que incluso no siendo ilícitos, puedan generar, por el impacto viral de la comunicación en red, riesgos sistémicos para la democracia, la seguridad o la salud pública, como la difusión masiva de desinformación, o para los propios derechos, especialmente aquellos que amparan el libre desarrollo de la infancia y la juventud. La regulación europea en aras de la constitucionalización de la red puede ser juzgada como paternalista o intervencionista, pero no se puede sentenciar tan fácilmente que sea contraria a la tradición liberal. Se trata, en último término, de una regulación que busca mantener el vínculo entre la ficción de la opinión pública y la veracidad. La eficacia que pueda tener esta empresa en un contexto donde el conocimiento tecnológico no está en los Estados sino en la sociedad y donde, por lo tanto, la supervisión democrática a estos foros será competencia de entidades privadas es algo que solo la experiencia nos podrá confirmar.

La Ley de libertad de medios, por su parte, es una norma que denota una nostalgia o una cierta voluntad restaurativa de antigua lógica de la opinión pública, en la que los medios de comunicación no habían sido desplazados de su lugar central como lugar de síntesis de la conversación pública. La ley ha restituido una asimilación clásica entre medio de comunicación y editor, buscando reforzar el estatus de independencia de este frente a los propietarios de empresas de comunicación, frente al Estado y también frente a las propias redes sociales que ven, en esta ley, muy disminuida su capacidad para intervenir en el uso que los medios de comunicación hagan de su foro.

La ue ha interpretado muy generosamente sus competencias para, sobre la base de regulación del mercado, ordenar aspectos centrales de la libertad de información. Se han establecido así nuevas exigencias de transparencia sobre la propiedad de los medios y se ha profundizado en los mecanismos de defensa frente a fusiones empresariales que puedan afectar al pluralismo mediático. Como garantía de la independencia editorial frente a los Estados, se ha aprobado un nuevo régimen para la publicidad institucional que exige neutralidad política y transparencia en los criterios de asignación. La libertad de prensa, su imagen de independencia, se desfigura si esta aparece como una libertad asistida por el poder político, bajo el criterio de la afinidad. Si consideramos, no obstante, dentro de esta lógica restaurativa, que los medios de comunicación son instituciones de la opinión pública y que, por lo tanto, han de ser promocionadas en un Estado social y democrático de derecho, tal vez habría que explorar, y eso es algo que es competencia de los Estados, la vía de que la promoción pública de la prensa se lleve a cabo a través de mecanismos fiscales que permitan la desgravación del gasto que los ciudadanos desembolsen en suscripciones y no bajo la máscara de una publicidad institucional, en muchas ocasiones difícilmente diferenciable de la propaganda política.

Restaurar la opinión pública

La opinión pública, en una sociedad pluralista, es una magnitud problemática. Digamos que es sumamente fácil romper el hechizo o la credibilidad en esa esfera crítica y pública entre el poder y la vida privada. En cualquier caso, no por problemática deja de ser imprescindible como soporte conceptual del Estado de derecho. Parece un camino correcto, frente a la desesperación o el pesimismo tecnológico, confiar, como ha hecho el legislador europeo, en las posibilidades del derecho para regular el ecosistema digital de la libertad de expresión y reivindicar el papel de los medios de comunicación. No obstante, en el diseño institucional del gobierno de la opinión pública digital, en la Unión Europea, es visible un necesario experimentalismo democrático que, entre otras cosas, orilla el papel de los jueces en la tutela de la libertad de información, al encomendar a las propias plataformas digitales tareas de naturaleza casi judicial, aplicando criterios de derecho estatal y europeo, en los conflictos sobre la libertad de expresión que se produzcan en sus foros. La norma europea otorga también a las autoridades independientes potestades de control y sanción muy intensas. Será importante, por todo ello, que haya precedentes judiciales que supervisen y reafirmen el contenido constitucional de los derechos en juego.

Del mismo modo, y por concluir, el que exista un interés público por regular el ecosistema de la opinión pública no significa aceptar la legitimidad de los órganos de gobierno para intervenir en el pluralismo. Es decir, que bajo la bandera de la regeneración democrática, la lógica de la publicidad no puede ser vuelta del revés. No puede presumirse de los órganos políticos de gobierno un inequívoco vínculo con la verdad, ni tampoco pueden ser estos quienes controlen a los medios de comunicación o certifiquen la verdad o valía de las informaciones u opiniones que coexisten en la opinión pública. Restaurar la opinión pública implica también reafirmar algo tan básico como que es el gobierno el que ha de estar bajo los ojos de los ciudadanos.

Fuente: Letras Libres

Cuando los talibanes empiezan a restringir también a los hombres, algunos se arrepienten de no haber hablado antes


A medida que los talibanes comienzan a aplicar nuevas normas draconianas a las mujeres en Afganistán, también han empezado a dirigirse a un grupo que no vio venir las estrictas restricciones impuestas a ellas: los hombres afganos.

Desde que los talibanes tomaron el poder hace tres años, las mujeres se han enfrentado a una avalancha de límites cada vez más severos a su libertad personal y a las normas sobre su vestimenta. Pero los hombres de las zonas urbanas podían, en su mayor parte, desenvolverse libremente.

Sin embargo, las últimas cuatro semanas también han traído cambios significativos para ellos. Las nuevas leyes promulgadas a finales de agosto obligan a los hombres a llevar barba hasta el puño, les prohíben imitar a los no musulmanes en apariencia o comportamiento, lo que se interpreta ampliamente como una prohibición de los vaqueros, y prohíben los cortes de pelo contrarios a la ley islámica, lo que significa esencialmente estilos cortos u occidentales.

A los hombres también se les prohíbe ahora mirar a otras mujeres que no sean sus esposas o parientes. Como consecuencia, cada vez son más los que se dejan crecer la barba, llevan alfombras de oración y dejan los vaqueros en casa.

Estas primeras restricciones serias a los hombres han sorprendido a muchos en Afganistán, según una serie de afganos, incluidos opositores talibanes, partidarios indecisos e incluso miembros del régimen talibán, que hablaron en entrevistas telefónicas durante las últimas dos semanas.

En una sociedad en la que la voz del hombre se percibe a menudo como mucho más poderosa que la de la mujer, algunos hombres se preguntan ahora si deberían haber hablado antes para defender las libertades de sus esposas e hijas.

“Si los hombres hubieran alzado la voz, también podríamos estar ahora en una situación diferente”, dijo un residente masculino de la capital, Kabul, que como otros entrevistados para este reportaje habló bajo condición de anonimato o de que sólo se utilizaran sus nombres de pila por temor a atraer un escrutinio no deseado del régimen. “Ahora, todo el mundo se deja crecer la barba porque no queremos que nos interroguen, que nos humillen”, dijo.

Las nuevas normas de los talibanes que rigen a los hombres palidecen en comparación con las restricciones que el gobierno ha impuesto a las niñas y las mujeres, que siguen teniendo prohibido ir a la escuela por encima del sexto grado, tienen vetado el acceso a las universidades y recientemente se les prohibió alzar la voz en público, entre otras muchas normas.

Sin embargo, en las últimas cuatro semanas, funcionarios de moralidad religiosa recién habilitados, conocidos por sus túnicas blancas, han estado llamando a las puertas de hombres en algunas partes de Kabul que no han asistido recientemente a la mezquita, según los residentes.

Los empleados del gobierno dicen que temen que los despidan por no haberse dejado crecer la barba, y algunos barberos se niegan ahora a recortársela. Cada vez se detiene más a taxistas varones por infringir las normas de segregación de género, al llevar pasajeras sin acompañante en sus coches, o por poner música.

Las nuevas leyes otorgan a la policía de moralidad autoridad para detener a sospechosos durante un máximo de tres días. En casos graves, como no rezar repetidamente en la mezquita, los sospechosos pueden ser entregados a los tribunales para ser juzgados y condenados según su interpretación de la sharia islámica.

Se espera que las infracciones de las nuevas normas se castiguen con multas o penas de prisión. Pero las personas declaradas culpables de algunas infracciones, por ejemplo adulterio, podrían ser condenadas a flagelación o muerte por lapidación.

Amir, residente en el este de Afganistán, dijo que apoyó a los talibanes hasta las últimas restricciones. Pero ahora se siente intimidado por su policía de la moralidad. “Todos somos musulmanes practicantes y sabemos lo que es obligatorio o no. Pero es inaceptable que usen la fuerza con nosotros”, dijo. Y añadió: “Incluso gente que ha apoyado a los talibanes intenta ahora abandonar el país”.

La mayoría de los hombres entrevistados para este reportaje viven en Kabul, la ciudad más cosmopolita del país, o en otras zonas urbanas. Los residentes de las zonas más conservadoras y tradicionales de Afganistán afirmaron que apenas han notado cambios.

Un residente varón de la zona rural de Helmand, en el sur de Afganistán, afirmó que nadie en su pueblo se ha preocupado y que este tipo de normas son habituales allí desde hace mucho tiempo. “Hasta ahora no ha aparecido por aquí ningún policía de la moralidad. Se centran en las ciudades”, afirmó.

Las nuevas restricciones parecen reflejar un cambio más amplio en el equilibrio de poder dentro de los talibanes, con los elementos más conservadores ganando influencia o tratando de imponerse más agresivamente en las zonas urbanas, según funcionarios occidentales y críticos afganos de los talibanes.

No fue posible contactar con el Ministerio del Vicio y la Virtud, que dirige la policía de la moralidad, para que hiciera comentarios. Un antiguo alto funcionario del Ministerio del Vicio y la Virtud negó que el ministerio se esté convirtiendo cada vez más en una agencia policial en la sombra, afirmando que su principal responsabilidad sigue siendo la predicación. Habló bajo condición de anonimato porque ya no está autorizado a responder a los periodistas.

Las nuevas restricciones impuestas a las mujeres incluyen la prohibición de levantar la voz, recitar el Corán en público y mirar a hombres que no sean sus maridos o familiares. Las mujeres también deben cubrirse la parte inferior del rostro, además de cubrirse la cabeza, como ya se les exigía.

La represión de la policía de la moral en las zonas urbanas, donde rara vez se aplicaban algunas normas religiosas, ha aumentado la ansiedad entre las mujeres. Para los hombres ha sido un shock.

Un conductor de 36 años de Kabul dijo que las nuevas restricciones le parecen “enormes” y suponen una dificultad cada vez mayor para su trabajo. Sus ingresos han disminuido un 70% desde finales de agosto, en parte porque los talibanes han empezado a aplicar una norma que prohíbe a las mujeres viajar solas en taxi.

Incluso en algunas oficinas gubernamentales se ha instalado una nueva sensación de temor. Un antiguo partidario de los talibanes recordó cómo a un amigo, que todavía trabaja para el régimen, le retuvieron recientemente el sueldo porque no llevaba la barba lo suficientemente larga.

“Hemos oído que a algunos funcionarios, cuyas barbas eran más cortas de lo exigido, se les prohibió entrar en sus departamentos”, declaró un empleado del gobierno, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con periodistas.

Durante los últimos tres años, las mujeres afganas se han sentido a menudo solas en su angustia. Algunas se exasperaron por el silencio de sus maridos o por el creciente apoyo a los talibanes, que intentaron ganarse el favor del público construyendo carreteras y reparando túneles.

Varias mujeres dijeron que esperan que a sus protestas se unan pronto los hombres afganos. “Los hombres guardaron silencio desde el primer día, lo que dio a los talibanes el valor para seguir imponiendo esas normas”, dijo una mujer de 24 años residente en Kabul. “Ahora, los talibanes están perdiendo por fin el apoyo de los hombres”, añadió.

Otros se muestran escépticos sobre si las críticas a las normas pueden cambiar las cosas. En entrevistas, varios residentes de Kabul dijeron que en las últimas semanas han comenzado a considerar más seriamente la posibilidad de abandonar el país. “Pero sí más jóvenes huyen de este país”, dijo un residente masculino de Kabul, “no habrá ninguna esperanza”.

Fuente: Infobae

martes, 24 de septiembre de 2024

Así será la comunicación del futuro: cinco tendencias que marcarán el sector en 2025


En un mundo en constante cambio, caracterizado por un vertiginoso avance tecnológico y una audiencia cada vez más exigente, la comunicación digital ha adquirido un papel fundamental en la estrategia empresarial. En este contexto, conocer y comprender las tendencias que marcarán el futuro de la comunicación resulta esencial para que cualquier organización logre mantener e impulsar su relevancia y competitividad, en un mercado en el que adaptarse y evolucionar ha dejado de ser una ventaja competitiva para convertirse en una necesidad.

A medida que nos acercamos al 2025, vemos como la digitalización continúa siendo, una vez más, una de las grandes fuerzas que impulsan el presente y futuro de la comunicación. Como era de esperar, el próximo año se continuará profundizando en las posibilidades que ofrecen las tecnologías digitales como herramientas clave para las estrategias de comunicación, con especial foco en las posibilidades que brinda la Inteligencia Artificial.

Tal y como señala Cayetana Vela, socia y fundadora de Comn Media Group «la comunicación digital va más allá de la tecnología en sí misma; se trata de cómo esta nos capacita para comprender y conectar de manera más efectiva con nuestras audiencias. Avances como la inteligencia artificial nos permiten obtener una comprensión más profunda del comportamiento del consumidor, facilitando la creación de mensajes más pertinentes y eficaces».

Asimismo, en el panorama actual, en el que, por desgracia, abunda la desinformación y las fake news, la autenticidad y la transparencia en la comunicación se presentan, más que nunca, como requisito indispensable en los mensajes de las compañías. Patricia Virto, directora de comunicación de COMM Media Group lo tiene claro “una comunicación auténtica y transparente no solo construye confianza, sino que también fortalece la lealtad del cliente. Es fundamental que las organizaciones mantengan un diálogo honesto y transparente con sus audiencias”.

En relación con el tipo de contenidos, las directivas de COMM Media Group señalan como en los últimos años la atención del consumidor se ha convertido en un recurso escaso, reduciéndose hasta en un 50% en dos décadas. Ello ha tenido como resultado la necesidad de adaptar las estrategias a un público cuya capacidad de concentración apenas llega a los 8 segundos.

De esta forma, en 2025 reinarán los contenidos breves, visualmente atractivos y con un cuidado storytelling, diseñados para captar y mantener la atención en un entorno donde cada segundo cuenta. Y es que tal y como señala Cayetana Vela, «las firmas deben ser capaces de dominar el arte de contar historias de manera impactante si quieren captar la atención del público«. Para la experta en comunicación digital, el auge de plataformas como TikTok e Instagram Reels al que asistimos actualmente harán que en 2025 esta tendencia de contenido breve se consolide aún más.

En cuanto a la cuarta tendencia que marcará el sector este 2025, Patricia Virto destaca la necesidad de humanizar las marcas para conectar con el consumidor y lograr “construir relaciones más sólidas y duraderas”. Tal y como explica Virto, “los consumidores contemporáneos han cambiado sus expectativas hacia las marcas. Ya no buscan la perfección o una relación distante con las compañías; en cambio, valoran la empatía y la conexión emocional. las firmas deben adaptarse a este cambio paradigmático adoptando un enfoque más humano y auténtico. Esto implica mostrarse transparentes sobre sus valores, dinámicas internas, responsabilidad social, etc”. Este cambio no solo redefine la forma en que las marcas comunican, sino también cómo se posicionan en el mercado.

Por último, en 2025 se espera que la realidad aumentada desempeñe un papel clave en la comunicación digital. Desde campañas publicitarias hasta experiencias de compra personalizadas, esta tendencia continuará transformando la manera en que las empresas interactúan con sus audiencias. Al combinar la innovación tecnológica con la necesidad creciente de conexiones auténticas, la realidad aumentada promete redefinir la experiencia del usuario y potenciar la diferenciación competitiva en el mercado digital del futuro.  Para Cayetana Vela y Patricia Virto la clave para aprovechar estas herramientas está en la adopción temprana y en la integración inteligente en las estrategias de comunicación. Las empresas que decidan invertir en estas tecnologías estarán, sin duda, mejor posicionadas para conectar, interactuar y prosperar en un entorno digital cada vez más competitivo.

Fuente: Magazine Management

lunes, 23 de septiembre de 2024

Los museos competimos por el tiempo de ocio de las personas


Facundo de Almeida aterrizó con un paquete de enseñanzas sobre arte, cultura y curadurías. Él es el director del Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI) del Uruguay y arribó este mes a Bolivia gracias a la Embajada de México y las gestiones de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB) para encarar una serie de actividades entre las cuales se halla el “Taller de curaduría y arte visual” que brindó en el MNA y el cual contó con masiva presencia.

Sostuvimos una entrevista que él no tardó en volverla lúcida y divertida, al hablar de los pormenores del valor comunitario que tiene la construcción de una exposición de arte y las tareas de un equipo curatorial en particular.

La charla básicamente tuvo como hilo conductor la vivencia suya en el MAPI y contar su vasta experiencia como curador y gestor cultural. Es así que enfatizó el hecho de que toda curaduría debe concebirse en la comunidad: “Debe pensarse la curaduría no como la decisión de una persona o de un pequeño grupo de personas, sino que debe ser pensado en función de los intereses y las necesidades del público y de la comunidad. Si una persona no entra a una exposición y sale distinta, entonces esa exposición no sirvió”.

Museo Nacional de Arte (MNA): ¿Qué temáticas vinculadas a curaduría es preciso abarcar en el taller de curaduría?

Facundo de Almeida (FdA): Es difícil enseñar curaduría las temáticas vinculadas a gestión cultural no se enseñan sino que se aprenden. En estos casos lo importante es la experiencia y el intercambio. Estaba viendo la agenda y las actividades que realiza el Museo Nacional de Arte y me siento completamente identificado con lo que propone, es la misma línea que desarrollamos en el MAPI. Hay que invertir la lógica, concebir la curaduría en desde el público y a partir de ello, recién desarrollar una propuesta expositiva. Luego vienen los elementos más prácticos que tienen que alinearse, como el hecho de seleccionar las obras. Debe pensarse la curaduría no como la decisión de una persona o un pequeño grupo, sino en función de los intereses y necesidades del público. Muchas veces siento que la curaduría tiene como finalidad alimentar el ego del curador, o en congraciarse con los críticos de arte, o a veces se focaliza mucho en el artista.

MNA: En ese sentido, ¿qué es un curador?

FdA: Yo creo que el curador es un mediador entre los bienes culturales y el público, ni siquiera hablo solo entre las obras de arte, porque una curaduría es mucho más que las obras de arte. Y acá tengo que hacer una diferenciación entre el público que ya tiene el museo y el público potencial, porque un curador debe considerar la idea de captar también público nuevo. Cuando digo público potencial me refiero a advertir otras perspectivas que ustedes, como Museo, también están haciendo: una curaduría no implica sólo hacer una exposición dentro de una sala y colgar unos cuadros, sino llevar al museo fuera de sus paredes. El Museo Nacional de Arte lo está haciendo con el programa “El Museo donde tú estás”: cuando yo llegué a la Terminal Metropolitana de El Alto y vi obras de arte en la terminal de buses me dije de inmediato “Yo amo a esta gente”. Nosotros tenemos un programa similar que se llama “El MAPI va a…” y ahí se añade “el MAPI va a la playa”, “El MAPI va a la plaza”, “el MAPI va al campo”. Es un programa basado en el espíritu de que se quiere trascender más allá del museo.

MNA: ¿Cómo es un proceso curatorial? ¿Cómo se construye una exposición de arte?

FdA: Creo que una exposición no se puede concebir aislada del resto del funcionamiento del museo. Cuando llegué al MNA me presentaron al curador y al encargado de Pedagogía mismo tiempo, ese simple gesto ya me está hablando de este museo, porque en muchos casos existe tensión entre el curador y el encargado del área educativa. Yo creo que al hablar de una exposición debe haber un trabajo en equipo desde el minuto cero, porque a veces primero se hace el trabajo de curaduría, luego cuelgan las obras y recién se llama al equipo del área educativa para pedirles materiales pedagógicos y resulta que ambas áreas están desvinculadas. Pensar la curaduría junto al área educativa es pensarla desde el público. Cuando los museos no hacen eso se empiezan a transformar en instituciones intrascendentes a las cuales el público no va. Cuando el público no va a los museos eso no es culpa del público, es culpa de los directores de museos.

MNA: En este ejercicio de acercamiento a la comunidad, el MAPI tuvo poderosas experiencias que fueron protagonizadas por la niñez. Cuéntanos al respecto.

FdA: Una vez llega al Museo el Instituto Iberoamericano de la Infancia -organismo de la OEA- y querían hacer una muestra para celebrar 30 años de la Convención Interamericana del Niño, Niña y Adolescente, sería la exposición de un fotógrafo que tomaba fotos de la niñez por varios países y además querían que participe el Canciller. Yo dije “¿Un evento dedicado a los niños donde no participan niños? Eso es un absurdo”.

Entonces el MAPI hizo una convocatoria pública: se inscribieron 120 niños, luego tuvimos que depurar, porque muchos estaban inscritos por interés de los padres. Y al final quedaron 30 niños que fungieron de curadores de esa exposición. Entonces cuando surgió el tema de la OEA, se les dijo que este Consejo de Niños podrían ser los curadores y se puso a disposición de estos “curadores” al equipo técnico del museo para que se lleve a cabo la exposición. Al final en la inauguración estuvo el Canciller, pero también habló una niña que participó de la curaduría, además nos vinculamos con escuelas, más las familias de los “curadores” niños y niñas, más sus amiguitos, así que al final asistieron 400 chiquilines y fue un acto de niños.

De Almeida recalcó un cambio fundamental en el trabajo de los museos ocurrido en 2022, en el escenario pandémico: la ICOM (Consejo Internacional de Museos) modificó el concepto de lo que es un “Museo”: “Un museo es una institución sin ánimo de lucro, permanente y al servicio de la sociedad, que investiga, colecciona, conserva, interpreta y exhibe el patrimonio material e inmaterial. Abiertos al público, accesibles e inclusivos, los museos fomentan la diversidad y la sostenibilidad. Con la participación de las comunidades, los museos operan y comunican ética y profesionalmente, ofreciendo experiencias variadas para la educación, el disfrute, la reflexión y el intercambio de conocimientos”.

“Disfrute” –señala de Almeida- es la palabra que hace gran diferencia, ya que la gente debe disfrutar su visita a los museos: “Lo cierto es que los museos competimos por el tiempo de ocio de las personas”.

Fuente: Inmediaciones

Piden priorizar ciencia y tecnología para Congreso Educativo


Para que el Congreso Plurinacional de Educación previsto para este año sea exitoso deben darse cinco condiciones: la participación de especialistas en el campo educativo; contar con un diagnóstico “real” de la situación educativa en el país; revisar la formación de los docentes; elaborar propuestas técnicas y científicas que vayan a mejorar la formación integral y las competencias de los estudiantes, y destinar el presupuesto necesario, coincidieron los expertos.

El objetivo oficial del congreso es definir lineamientos de la política educativa, y profundizar una educación inclusiva, científica, técnica, tecnológica, productiva, revolucionaria y plurilingüe. 

Se contará con la participación de “todos los bolivianos, en el marco del respeto y la pluralidad, por una educación de calidad para el vivir bien”, aspecto cuestionado por el analista Álvaro Puente y por el dirigente de la Federación de Trabajadores del Magisterio Urbano de Cochabamba, Elmer Revollo.

Para Puente, la participación de las organizaciones sociales debe darse en la aplicación adecuada de las resoluciones emanadas del Congreso Educativo no en su diseño.

Si bien un congreso es importante por el aporte de propuestas de profesionales con experiencia, éstos no deben tener ninguna vinculación con el Gobierno ni con el magisterio, “que son dos partes interesadas”.

Expertos

“Se necesitan análisis de expertos porque los maestros son la parte interesada y defienden propuestas interesadas, lo mismo sucede con el Gobierno”, insistió.

Revollo coincidió con Puente en que la presencia de las organizaciones sociales afines al Gobierno del presidente Luis Arce Catacora le quitaría el carácter técnico, académico y científico necesarios al congreso.

Revollo añadió que en este momento no hay condiciones ni políticas ni sociales para resolver el tema educativo, se suma el hecho que no se maneja una agenda con críticas serias y reflexivas.

Formación 

Uno de los problemas que cuesta abordar y resolver, pero debe hacerse, es la formación de los docentes y la modalidad de selección para incluirlos en el sistema educativo porque cada vez hay exigencias y desafíos nuevos que demandan niveles de excelencia de los maestros. “Ahora, a diferencia de cualquier otro país, todos los que se titulan tienen un cargo, cuando lo correcto es seleccionar a los mejores, a los excelentes porque estarán a cargo de la educación de nuestros ciudadanos”, dijo Puente.

El dirigente del magisterio admitió que hay deficiencias en la formación de los maestros que deben ser resueltas para mejorar la calidad educativa en el país.

Observó como un error la monopolización de la formación docente por los Institutos Normales Superiores dependientes del Estado, cuando antes existía la alternativa de la Normal Católica Boliviana, por ejemplo.

El experto en educación Eduardo Vasquez Uriona lamentó algunos casos de docentes que no asumen los nuevos desafíos educativos por una actitud de menor esfuerzo; contrariamente, destacó esfuerzos en poblaciones rurales en Potosí, como Vitichi, donde algunos profesores incursionaros en la robótica e incluso en la inteligencia artificial (IA). “Deben buscarse salidas para reducir las brechas que se evidenciaron durante la pandemia de Covid”, dijo.

Diagnóstico

A juicio de Puente, es fundamental un diagnóstico objetivo para identificar los problemas reales del actual sistema educativo en el país y buscar las respuestas necesarias para mejorar, “pero nadie quiere hacerlo”.

Es necesario que el diagnóstico sea objetivo porque sólo así se podrá identificar los problemas reales y se buscarán las respuestas necesarias para mejorar, “pero nadie quiere hacer un diagnóstico crudo y realista”.

Sobre el tema, Revollo señaló que la convocatoria al Congreso de Educación es una respuesta a la movilización de su sector realizada en la ciudad de La Paz en 2023 en demanda de soluciones estructurales al problema de la educación en el país.

Revollo adelantó que participarán en el congreso e insistirán en cuatro temas importantes, diagnóstico, contenido curricular, formación del docente y presupuesto para la educación en Bolivia.

Propuestas educativas

Para Vásquez Uriona, el Congreso Educativo es una oportunidad para evaluar la calidad educativa en Bolivia a 14 años de la implementación de la Ley Avelino Siñani y Elizardo Pérez (070), además de elaborar en las propuestas técnicas que se plasmen en la currícula educativa a implementarse.

El presidente de la Asociación de Colegios Privados (Andecop), Genaro Durán, habló de la necesidad de elevar la calidad educativa del país al nivel, por lo menos, de los países de la región, y ese debate debe ser el resultado del congreso liderado por expertos.

Mencionó los esfuerzos de la asociación que preside para seleccionar a docentes calificados en áreas importantes como el inglés, la robótica. Añadió que el último desafío es la aplicación en aula de la IA.

Fuente: Los Tiempos