Hace unos meses, mis colegas Cade Metz y Kevin Roose explicaron el funcionamiento interno de la inteligencia artificial, incluidos los chatbots como ChatGPT de OpenAI, Bing de Microsoft y Bard de Google. Ahora estamos de vuelta con una nueva misión: ayudarte a que aprendas a usar la inteligencia artificial a su máxima potencia.
Personas de todas las profesiones y condiciones —estudiantes, programadores, artistas y contadores— están experimentando con el uso de herramientas de inteligencia artificial. Los empleadores publican ofertas de empleo para personas que sepan emplearlas. Muy pronto, si no lo has hecho ya, tendrás la oportunidad de utilizar la inteligencia artificial para agilizar y mejorar tu trabajo y tu vida personal.
Como columnista de tecnología personal de The New York Times, estoy aquí para ayudarte a descubrir cómo usar estas herramientas de manera segura y responsable para mejorar muchos aspectos de tu vida.
Voy a dedicar el boletín de hoy a hablar sobre dos criterios generales que resultarán útiles en varias situaciones.
Luego, en las próximas semanas, te daré consejos más específicos para distintos aspectos de tu vida, como la crianza de los hijos y la vida familiar, el trabajo, la organización en tu vida personal, el aprendizaje/la educación, la creatividad y las compras.
Algunas advertencias de sentido común para empezar:
- Si te preocupa la privacidad, omite datos personales como tu nombre y tu lugar de trabajo. Las empresas tecnológicas dicen que tus datos se usan para entrenar sus sistemas, esto significa que es posible que otras personas vean tu información.
- No compartas datos confidenciales. Tu empleador puede tener lineamientos o restricciones específicos, pero, en general, introducir secretos comerciales o información sensible es una muy mala idea.
- Alucinaciones: Los chatbots se basan en una tecnología llamada “modelos lingüísticos de gran tamaño” (LLM, por su sigla en inglés), la cual adquiere sus capacidades analizando enormes cantidades de texto digital extraído del internet. Muchas cosas en la red son erróneas y los chatbots pueden repetir esas falsedades. A veces, mientras intentan predecir patrones a partir de su enorme cantidad de datos de su entrenamiento, pueden inventar cosas.
Las instrucciones o ‘prompts’ de oro
ChatGPT, Bing y Bard son algunos de los chatbots de inteligencia artificial más populares. (Para usar ChatGPT, tendrás que crear una cuenta en OpenAI y requiere una suscripción para usar su versión más avanzada. Bing te pide que utilices el navegador Edge de Microsoft. Para Bard, debes tener una cuenta de Google).
Aunque parecen fáciles de usar —¡escribes algo en una casilla y obtienes respuestas!—, hacer las preguntas de manera equivocada dará lugar a respuestas genéricas, poco útiles y, a veces, completamente incorrectas.
Resulta que es todo un arte teclear las palabras y delimitar los marcos precisos para generar las respuestas más útiles. Yo las llamo las instrucciones (o, en inglés, prompts) de oro.
Las personas que están aprovechando al máximo los chatbots han utilizado variantes de las siguientes estrategias:
“Actúa como si”. Si comienzas tu indicación con estas palabras mágicas, el robot emulará a un experto. Por ejemplo, si escribes “Actúa como si fueras un tutor para los exámenes de admisión a la universidad” o “Actúa como si fueras un entrenador personal”, los robots tomarán como modelo a personas que desempeñan esas ocupaciones.
Estas instrucciones brindan un contexto adicional para que la inteligencia artificial genere su respuesta. En realidad, la inteligencia artificial no entiende lo que significa ser tutor o entrenador personal. Más bien, el prompt ayuda a la inteligencia artificial a basarse en patrones estadísticos específicos de sus datos de entrenamiento.
Una instrucción débil sin orientación generará resultados menos útiles. Si lo único que escribes es “¿Qué debo comer esta semana?”, el chatbot te dará una lista genérica de comidas para una dieta equilibrada, como pavo salteado con una guarnición de verduras de colores para la cena (que, para mí, suena a algo sin mucho interés).
“Dime qué más necesitas para hacer esto”. Para obtener resultados más personalizados —por ejemplo, consejos de salud para tu tipo particular de cuerpo o padecimiento específicos—, invita al bot a solicitar más información.
En el ejemplo del entrenador personal, una instrucción podría ser: “Actúa como si fueras mi entrenador personal. Crea un régimen semanal de ejercicios y un plan de comidas para mí. Dime qué más necesitas para hacer esto”. En ese momento, el robot podría pedirte tu edad, altura, peso, restricciones dietéticas y objetivos de salud a fin de crear un plan de comidas y una rutina de ejercicios para que lleves a cabo durante una semana.
Si no obtienes buenas respuestas en tu primer intento, no te rindas enseguida. Mejor aún, en palabras de Ethan Mollick, profesor de la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania, trata al bot como si fuera un pasante humano: “Cuando cometa un error, señálalo y pídele que lo haga mejor”. Sé indulgente y paciente y es probable que obtengas mejores resultados.
Pon en un hilo las conversaciones de tu chatbot
Después de que aprendes a usar las instrucciones, puedes hacer que tu chatbot sea más útil con el tiempo. La clave es evitar tratar al chatbot como una búsqueda web y empezar cada vez con una consulta nueva. En vez de eso, mantén abiertos varios hilos de conversación y añade instrucciones con el tiempo.
Esta estrategia es más fácil con ChatGPT. Bing requiere que reinicies tus conversaciones cada cierto tiempo y Bard no facilita tanto saltar entre hilos de conversación.
Natalie Choprasert, una empresaria de Sídney, Australia, que asesora a empresas sobre cómo utilizar la Inteligencia Artificial, utiliza ChatGPT como coach empresarial y asistente ejecutivo. Mantiene conversaciones separadas para cada una de estas funciones.
En el hilo del coach empresarial, comparte información sobre su experiencia profesional y los objetivos y problemas de la empresa. En el caso del asistente ejecutivo, comparte información sobre su agenda, como los clientes con los que se va a reunir.
“Se acumula y se entrena adecuadamente, así que cuando le haga una pregunta más adelante, estará en el contexto adecuado y me dará respuestas cercanas a lo que estoy buscando”, dijo Choprasert.
Imagen: Vilma Nuñez
Fuente: NYT
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