miércoles, 27 de octubre de 2021

‘Unread’: un pódcast sobre la amistad, la salud mental, internet (y Britney Spears)


Al inicio del último episodio de su pódcast Unread, Chris Stedman compara el corto e intenso viaje en que los oyentes nos hemos embarcado junto a él con una montaña rusa: “Primero, hay una pequeña caída, la justa para darle al cochecito el impulso que necesita para el verdadero arranque. El largo ascenso. El coche se engancha a la cadena con una sacudida y comienza a avanzar”.

Luego, continúa el relato, “alcanzas la cumbre. Sabes lo que viene a continuación. Pero, primero, el coche se posa en la cima. Y es como si todo el mundo se hubiera detenido. Te encuentras tan alto que parece que las leyes del tiempo no aplican para ti”. Es ahí donde nos encontramos al inicio de ese último episodio, en ese instante previo al envión final donde todo, parece, se resolverá.

A lo largo de tres episodios, Stedman ha contado la historia de Alex, uno de sus mejores amigos, quien se suicidó en diciembre de 2019. Ese día Stedman recibió un correo electrónico. El mensaje escrito por Alex, de quien no tenía noticias hace un buen tiempo, empezaba así: “Te escribo para hacerte saber que cuando recibas este correo programado yo ya no estaré vivo”. Al final del mensaje venía un link con dos archivos de audio. Eran conversaciones de Alex en una sala de chat online donde se escuchaba, principalmente, la voz de otra participante: Alice.

Alex era un fanático devoto de Britney Spears y pasaba mucho tiempo en redes sociales y salas de chat conversando con otros de sus seguidores. Ahí conoció a Alice, cuya voz y risa son asombrosamente similares a las de Spears. Ahí surgen las preguntas que recorrerán los cuatro episodios de Unread: ¿Por qué Alex le envió esos audios? ¿Es Alice en realidad Britney Spears? ¿Puede Alice —quizá Spears— decirle a Stedman algo más sobre las razones que llevaron a su amigo a suicidarse?

Fue el misterio alrededor de Britney Spears lo que me atrajo de Unread en un primer momento. He seguido el drama alrededor de la tutela que hasta hace unas semanas ejercía su padre sobre ella, y he visto los distintos documentales que apuntan no solo a explicar la compleja disputa legal, sino a revisar la manera en que los medios maltratan a celebridades con problemas y que, como en el caso de Spears, atraviesan complicaciones de salud mental.

Pero si bien Unread se detiene a narrar algunos pormenores del esfuerzo de Spears por recuperar su independencia y, sobre todo, la visibilidad creciente del movimiento #FreeBritney —nacido en foros de Internet como en el que Alex y Alice se conocieron—, este no es un podcast sobre ella.

Por supuesto, luego de escuchar los audios de Alex con la voz de Alice, Stedman se lanza en su búsqueda. Sin embargo, Unread no se limita a arrastrarnos por el misterio de Alex, Alice y —quizá— Spears. Esta es, en buena medida, una historia acerca de cómo, aunque decimos todavía que internet “no es la vida real” y pese a los cuestionamientos no resueltos que existen sobre el papel de las redes sociales en la salud mental de las y los usuarios, para muchas personas la vida digital puede ser más real que la offline: es ahí donde pueden expresarse abiertamente, ser como sienten que son sin miedo a ser juzgadas y encontrar a otras que sí les entienden.

Al inicio del segundo episodio, Stedman relata un viaje que él, Alex y otros amigos hicieron en 2009. En la casa donde se hospedaron había un viejo órgano. Alex se sentó a tocar “Womanizer”, la famosa canción de Britney Spears. Stedman y Alex cantaban mientras un amigo los filmaba. El video terminó publicado en la cuenta de Facebook de otra amiga, que es de donde Stedman lo rescató.

Mientras cantaban, ambos hacían la voz más grave de lo habitual, en contraste con el característico tono agudo de Britney. Era un juego pero, explica Stedman, ese gesto aparentemente sencillo fue para él durante mucho tiempo un mecanismo de defensa. Al ser “un niño gay en el clóset”, en su infancia y adolescencia, Stedman se entrenó para hablar en un tono más grave. De esa forma esperaba que la ampulosidad de su voz no lo delatara: “Durante buena parte de mi vida pensé que era necesario mostrar una versión domesticada de mí. Aprendí a esconderme, se volvió un hábito. Pero luego conocí a Alex”.

Unread no es un pódcast detectivesco, un true crime sin crimen que corre tras las pistas de Alice. La montaña rusa aquí va por dentro. Es un inteligente y conmovedor ensayo personal, donde Stedman honra la historia de su amigo para reflexionar sobre la amistad, la soledad contemporánea, la salud mental, la identidad digital y sexual, sobre las relaciones que establecemos en el mundo online y cómo estas interactúan con nuestra vida no digital. Lidia también con varias preguntas complejas que han crecido en estos últimos dos años, cuando el confinamiento obligado de la pandemia demostró en parte que la “conexión” ofrecida por las redes sociales no era la fórmula mágica prometida contra la soledad y en favor el entendimiento entre seres humanos.

Llevo años oyendo podcasts tanto en inglés —donde la industria ha alcanzado una madurez y variedad de oferta enorme— como en español ―donde la oferta y audiencias vienen creciendo a un ritmo acelerado—, y no había escuchado hasta ahora uno que incursionara de forma tan brillante y tocando tantos temas en un género todavía poco explorado en audio.

Stedman es escritor, su último libro es un ensayo sobre la búsqueda de identidad y autenticidad en el mundo online, así que me dio curiosidad saber por qué decidió narrar esta historia en un pódcast —el primero que produce— en lugar de hacerlo por escrito.

Hablé con él al respecto: “La historia empieza con esos clips con la voz de Alice, y no pude nunca pensar una forma de describirlos que les hiciera justicia”, me dijo. “Es algo que tienes que escuchar para entender por qué me afectaron tanto y por qué su hermana, amigos y yo pasamos las semanas siguientes a la muerte de Alex hablando sobre ellos e intentando entender por qué me los había enviado”.

En el episodio final Stedman encuentra a Alice y hablan sobre su relación con Alex, la conexión que existió entre ellos y las largas charlas que mantuvieron durante años. Alice cuenta también que, poco antes de que Alex muriera, cambió de teléfono y perdió el número de su amigo. Tanto Stedman como Alice se detienen un momento a preguntarse qué hubiera pasado si no perdían contacto con él, si hubieran estado más presentes. Alex, le dice Alice, había estado cerca de ella en momentos difíciles. “Iba ahí —a los foros online— (...) y hablaba sobre todas estas cosas (...), sin importar que sucediera en internet, se sentía real porque era real”. Todo esto sin que Alice y Alex supieran nunca el verdadero nombre del otro. Para Alice, Alex siempre fue “Ambient”, el pseudónimo que usaba en algunas salas de chat.

¿Es “Alice” Britney Spears? Para saberlo, tendrán que escuchar Unread. Eso sí, como ocurre con las buenas montañas rusas, lo que importa aquí es el trayecto, no la estación final. Lo que importa es que entendamos que, en la búsqueda de sentido y conexión con otras personas, la respuesta para muchas, en distintos momentos, puede encontrarse en los lugares más inesperados, incluso en un foro de internet.

Fuente: El Washington Post

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