El pasado 6 de octubre se dio inicio a la XVI Feria Internacional del Libro de Cochabamba (FILC). En esta versión, algunas editoriales presentaron su ingreso a la digitalidad con los libros electrónicos, una nueva forma de lectura que empieza a cobrar vida en el territorio nacional.
Editorial El Cuervo
Claudia Morales, librera de la editorial El Cuervo en Cochabamba, comenta que se ingresa al panorama digital por medio de los e-books o libros digitales para tener un panorama más amplio del mundo literario.
“Nos hemos dado cuenta de que realmente los libros no sólo en físico son importantes, sino que también hay otras herramientas que nos permiten llegar a otro tipo de lectores”, menciona la entrevistada.
Respecto al recibimiento por parte de la población Boliviana, aún no se acepta completamente esta clase de herramientas, debido a que “la costumbre nos arraiga más al libro físico”, afirma Morales.
Por este apego del lector, resulta dificultoso adaptarse a la lectura de lo digital. A su vez, comenta que la adaptación a este nuevo formato “no es imposible”.
Sin embargo, estas herramientas también pueden ser beneficiosas, pues como afirma Morales, “hay libros que no podemos tener en formato físico, pero sí los podemos encontrar digitalmente”. Esto permite que el lector se acerque a este nuevo método para poder acceder a estos títulos exclusivos. Otro beneficio que menciona es que se los puede llevar a todo lado, sin miedo a perderlos y que esto “nos permite conectarnos de otra forma”. A su vez, destaca el tema del espacio, pues se pueden almacenar varios en un solo dispositivo móvil.
Morales espera que exista un crecimiento de la demanda de estos materiales.
“En Bolivia tal vez es un tema un poco nuevo, pero es algo que todavía está fomentándose”, comenta. Además, opina que, a medida que crece está “nueva forma de leer”, las editoriales también empiezan a trabajar en digitalizar más libros .
Morales opina que este formato no reemplazará a los libros físicos porque en el mundo “todo ya es un teletrabajo”, así que la lectura de un libro físico para muchos es un “descanso” de las redes, de la pantalla y de la tecnología.
Editorial Nuevo Milenio
Andrés Velarde, que es un trabajador de la Editorial Nuevo Milenio, indica que, en cuanto a la demanda de los libros digitales, existe un potencial “muy fuerte” y especialmente por el contexto en que el mundo está viviendo hace más de un año. “La gente está buscando otras opciones más apegadas a dispositivos que ya tienen”, menciona el también comunicador.
Asimismo, dice que las desventajas del e-book es la piratería. Sin embargo, las editoriales nacionales trabajan en que en libros nuevos no exista mucha desvalorización en esta industria nueva. Por otra parte, hay diferentes barreras en este nuevo rubro. Una de ellas son los pagos digitales.
“En esta pandemia, la gente empezó a pagar a Spotify, Netflix; entonces, la población ya está más familiarizada con esto (pagos digitales). Pero antes ellos no se sentían cómodos realizando pagos en bancos en línea”, explica Velarde.
También señala que “la clave” para que la población utilice bancos en línea es ganarse la confianza de ellos.
“Hacerle ver a la gente que un libro digital, más allá de que el libro físico sea un objetivo al que se valora y puedes tenerlo en tu casa, tienen que abrirse a la idea que un libro digital tiene la misma importancia que el físico porque al fin y al cabo estás pagando por el contenido que se está leyendo”, menciona Andrés.
Por otro lado, una las ventajas de los libros digitales, según lo que comenta Velarde, es su portabilidad. Otra ventaja es que se puede tener los libros que uno quiera en un mismo lugar; en cambio con los libros físicos solamente se puede utilizar el espacio donde se quiere guardar. También está la disponibilidad, porque un libro digital no se agota; en cambio el físico, sí. Con los libros digitales se puede expandir en el mercado internacional. “Puedes buscar libros de todo el mundo y todo el mundo puede buscar libros de Bolivia”, añade.
En cuanto a la aceptación por parte de la población, Velarde indica que es un campo que todavía “se está explorando”. Asimismo, están tratando de introducir estrategias comunicacionales para encajar el término de libros digitales al cliente de Nuevo Milenio, ya que la editorial trabajó solamente con libros físicos. Sin embargo, por las exigencias del contexto, invirtieron en plataformas digitales.
Fuente: Los Tiempos
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