Bibliotecas, universidades o cafeterías son algunos de los lugares en los cuales se pueden encontrar estos curiosos y llamativos dispensadores de literatura breve. Estos quioscos literarios dan una nueva vida al arte de la narración al ofrecer de manera gratuita pequeñas historias impresas cuyos tiempos de lectura van de uno a cinco minutos. Detrás de estos artilugios se encuentra la editorial Short Édition, la cual lo creó con la intención de distribuir los cuentos de sus autores.
Nuestros Distributeur d’Histoires Courtes son quioscos independientes que ofrecen ficción al público, a la vez que dan nueva vida al arte de contar historias. Son una forma creativa e innovadora de impulsar la lectura por diversión, fomentar la inactividad creativa y mejorar la experiencia de espera.
Hay más de 300 dispensadores instalados en todo el mundo por universidades, bibliotecas públicas, aeropuertos, centros comerciales, cafeterías, hospitales, escuelas… Eso sí, lamentablemente todavía no hay ninguno en España ni en ningún país latinoamericano. Aun así, comentar que casi 6 millones de personas ya han disfrutado gratuitamente de la literatura breve a través de estos sencillos y geniales dispensadores.
Todas las personas que han hecho uso del dispensador de literatura breve quedan sorprendidas por la inesperada y original invitación a leer de manera libre y totalmente gratuita. Destacar que el contenido proviene de la plataforma de publicación comunitaria de la editorial, pero que también se pueden seleccionar cuentos, poemas o cualquier otra forma de literatura breve para promocionar autores locales.
Los dispensadores conectan a las personas lectoras de todos los países y culturas publicando cuentos contemporáneos, de forma gratuita, con solo pulsar un botón. Los tiempos de lectura son de 1 minuto, 3 minutos o 5 minutos, además de por público o idioma. Estos quioscos de literatura breve ofrecen a las bibliotecas, por ejemplo, innumerables formas de inspirar el compromiso de la comunidad y las conexiones creativas.
El dispensador de historias cortas, trata de combinar la rebeldía y la innovación para crear espacios comunitarios desconectados en la biblioteca y/o en la ciudad. ¡Sé culpable de cometer actos culturales al azar!
Como parte de sus programas de alfabetización y divulgación, también puede ofrecer una lectura gratuita y accesible en lugares inesperados de la ciudad, colocando los dispensadores allí donde estén sus lectores… en la estación de autobuses, en un colegio, en el centro comunitario, en el centro comercial, en el supermercado o en el aeropuerto… Todos los caminos pueden llevar a la biblioteca.
Su biblioteca puede liderar la iniciativa de construir una «ciudad con historia» innovadora, al tiempo que celebra la diversidad y fomenta la inclusión.
La instalación del Distributeur d’Histoires Courtes es bastante sencilla ya que no requiere realizar ninguna configuración. Se puede decir que es enchufar el dispensador y empezar a disfrutar de la literatura breve que llega a él a través de una conexión 4G, así que nada de WiFi ni conexión por cable a internet. Por cierto, la editorial Short Édition se encarga de la actualización del contenido y asegura su mantenimiento.
Fuente: JuliánMarquina
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