De camino al aeropuerto, saliendo de Ranong, la ciudad fronteriza entre Tailandia y Myanmar, después de que mi trabajo de campo se interrumpiera debido a la pandemia, le envié un mensaje de texto a mi nuevo investigador asociado. “¿Qué vamos a hacer? ¿Dónde podemos encontrar a los entrevistados?", le pregunté. “¡En Facebook!”, me respondió con entusiasmo.
El 23 de marzo de 2020, el gobierno tailandés anunció una prohibición total de viajar entre las fronteras de Tailandia y Myanmar, dejando a 2.3 millones de trabajadores migrantes birmanos en el limbo (Kadfak 2020). Estos trabajadores se habían convertido en la columna vertebral de la creciente economía tailandesa, ya que alimentan la gran demanda de trabajos mal pagados, como trabajadores de la construcción y de fábricas, trabajadores domésticos, agricultores y pescadores. Los trabajadores migrantes no solo corrían el riesgo de perder sus trabajos y permisos de trabajo debido a la recesión económica, sino que también enfrentaban la incertidumbre de acceder a la atención médica en Tailandia (Marschke et al. 2021). En esta restricción involuntaria de movimiento, decidimos repensar nuestro enfoque del trabajo de campo y las preguntas de investigación sobre los migrantes birmanos. La solución fue dirigir nuestra atención a la plataforma de medios sociales más utilizada en la región: Facebook.
Según un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (2020), el 79% de los trabajadores migrantes (la mayoría de los cuales trabajan en la industria pesquera) poseen teléfonos inteligentes en Tailandia. Hasta donde sabemos, el dominio vibrante que tienen los trabajadores migrantes en las plataformas de redes sociales, en particular Facebook y especialmente en lo que respecta a las conversaciones sobre la migración y las condiciones laborales, permanece sin explorar en el discurso académico. Realizamos este viaje de "campo" utilizando un enfoque exploratorio de la etnografía basada en la web (Caliandro 2018) para buscar pistas sobre lo que los trabajadores migrantes birmanos podrían estar discutiendo en las páginas públicas de Facebook. Este trabajo exploratorio aportó pistas adicionales a los rompecabezas que estamos tratando de armar en nuestros dos proyectos de investigación: uno sobre los impactos de la reciente reforma pesquera en los trabajadores pesqueros migrantes y el otro sobre las reformas laborales debido al reciente escándalo de la esclavitud moderna en la industria pesquera de Tailandia.
Entre abril y diciembre de 2020, estudiamos ochenta páginas de Facebook. Observamos y documentamos los tipos de páginas de Facebook, la fecha de creación, la cantidad de miembros y seguidores y la variedad de contenido. Además, también entrevistamos a dieciocho trabajadores pesqueros migrantes birmanos en Ranong para explorar más a fondo el uso diario de las redes sociales y las plataformas de comunicación. El colaborador de investigación Wai Yan, que vive y trabaja dentro de la comunidad de migrantes, aportó material sobre las respuestas online en tiempo real de la comunidad hacia las sanciones gubernamentales y las políticas de inmigración relacionadas con Covid-19.
Nuestros resultados preliminares mostraron algunos temas recurrentes, que incluyen: las oportunidades de reclutamiento y contratación; la facilitación de las voces de los trabajadores; la denuncia de violaciones a los derechos laborales; la creación de redes dentro de los subgrupos; el intercambio de información sobre migración; y la publicación de actualizaciones sobre las condiciones de Covid-19. Lo más importante es que notamos que (a) la mayoría de las páginas de Facebook utilizadas por los migrantes se habían creado en los últimos tres años, (b) hubo una respuesta rápida a las publicaciones, y (c) un gran intercambio de contenido relacionado con Covid-19 en la plataforma.
Facebook se ha convertido en la plataforma más común y utilizada entre los trabajadores migrantes en el sudeste asiático. Todos nuestros informantes habían utilizado Facebook para acceder a noticias y entretenimiento diario, así como para mantenerse conectados con sus comunidades en Tailandia y Myanmar. Facebook se ha convertido en la opción predeterminada de redes sociales entre los trabajadores migrantes. Realiza la importante tarea de recopilar todo el contenido online en un solo lugar en sus teléfonos inteligentes. Esto es significativo si se recuerda que, además de la disponibilidad de teléfonos inteligentes más baratos, la accesibilidad a Internet también es vital para los trabajadores migrantes en la industria pesquera. Nuestras entrevistas revelaron que los pescadores tienen menos acceso a Internet mientras están en el mar y con una conexión más pobre. Esto hace que las conexiones sociales del grupo sean más vulnerables simplemente por tener un acceso más deficiente a la información y al apoyo online.
Buscar pistas en Facebook a través de la etnografía digital también puede ayudar a avanzar en la investigación emergente sobre tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el sector pesquero. Las TIC fueron promovidas por organizaciones no gubernamentales y por el sector privado para abordar las preocupaciones sobre los derechos laborales y la esclavitud moderna. El mayor enfoque de las TIC promete mejorar los mecanismos de denuncia, la diligencia debida y el trabajo precario en el sector pesquero. En contradicción con estas líneas de pensamiento, según nuestra experiencia, el contenido relacionado con las quejas y las voces de los trabajadores de la pesca está menos documentada o publicada en las páginas de Facebook. Este resultado no nos sorprende, ya que la responsabilidad y confiabilidad de dicha plataforma sigue siendo baja en asuntos relacionados con la privacidad de la vigilancia estatal. Sin embargo, el análisis de las redes sociales puede ser clave para la idoneidad cultural y la sensibilidad ética, para ayudar a diseñar mejores canales de comunicación para los trabajadores migrantes que buscan ayuda incluso si no eligen compartir abiertamente sus propias historias, a menudo deplorables, sobre las condiciones migratorias.
Consideramos que nuestro intento de “volvernos digitales” se encuentra en una etapa inicial. El Covid-19 nos obligó a los investigadores a estar conectados online. Sin embargo, vemos esto de manera positiva, ya que los trabajadores migrantes ya estaban activos y exploraron las posibilidades de comunicación a través de plataformas online. Las plataformas de redes sociales, como Facebook, transformaron la naturaleza de las comunicaciones y las redes de los trabajadores. Un informe de las ONG laborales tailandesas (Teerakowitkajorn 2020) muestra que Facebook se convirtió en la segunda fuente más confiable de información sobre derechos laborales después de la comunicación cara a cara. Mantenerse conectado con la información online se vuelve esencial para los trabajadores, y más aún durante la pandemia. Los trabajadores migrantes no solo deben mantenerse informados sobre la propagación del virus, sino que también deben responder a las regulaciones gubernamentales sobre inmigración y vigilancia, así como a la discriminación. Para continuar nuestro compromiso con la etnografía digital, debemos considerar cuidadosamente los conceptos analíticos de comunidad online, autorrepresentación, público, brechas digitales y confianza (Caliandro 2018). También es fundamental ser transparentes sobre los pasos metodológicos que empleamos al abordar las plataformas online.
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