El uso de las redes sociales ha incrementado en todo el mundo y los usuarios de Latinoamérica pasan una gran parte del tiempo en pantalla en comparación a otros continentes.
Este incremento ha resultado en que cada vez haya más creadores de contenido con comunidades de cientos de miles o incluso millones de seguidores, como los mexicanos Kimberly Loaiza o Juanpa Zurita, que a diario están influyendo en la toma de decisiones de las personas y que las empresas buscan para popularizarse.
El más reciente estudio de la plataforma de marketing Influencity revela que los 18,9 millones de influencers de Instagram en 20 países latinoamericanos analizados representan el 3% de la población en la región.
Brasil suma 14,43 millones de influencers en la red social, es decir, a más del 76% de LatAm, y ocho veces más que el segundo clasificado, Argentina (1,7 millones). Siguen México, con alrededor de 670.000; Colombia, con 640.431; Chile, que registra 607.413; Ecuador, con 173.951; Perú, con 169.773, y Uruguay que reporta 119.808.
Por el contrario, Bolivia es el país de Latinoamérica con el menor número de personas influyentes de internet (1.432) y el menor porcentaje de influencers en la población total (0,01%).
En la distribución demográfica se identificó un 62,3% de mujeres influencers y un 37,7% de hombres influencers, pero tres países centroamericanos desafiaron la tendencia, con Costa Rica, Panamá y El Salvador reportando más creadores de contenido masculinos que femeninos.
En el edición pasada del estudio, Cuba era el país con menor número de influencers, con solo 827 perfiles que cumplían los criterios establecidos en el análisis. Sin embargo, debido a los cambios políticos en la región, el número de creadores de contenido de la isla se ha más que duplicado en solo 2 años. En la actualidad, cuenta con 1.902 perfiles de influencers, un 0,02% de la población total.
La investigación expone además que las marcadas diferencias en el número de usuarios de Instagram podrían indicar un acceso desigual a las tecnologías digitales en la región.
En 2023, las economías más grandes de Latinoamérica reportan números más altos de usuarios de Instagram (62% en Chile, 54% en Uruguay y 45% en Argentina) que sus contrapartes más pequeñas (8,6% en Honduras y 11% en Nicaragua).
Los criterios para considerarse influencer
Para 2020, sólo el 1,9% de la población de Latinoamérica podía considerarse un influencer. El crecimiento actual se explica por la transformación digital y un aumento de los usuarios de Instagram, de acuerdo con la investigación de la consultora.
“A medida que los comercios se trasladan a Internet, los consumidores recurren a otros medios para hacerse una idea del producto que están a punto de comprar”, de acuerdo con el estudio.
“Los influencers pueden poner los productos y servicios en un contexto real, y los usuarios de Instagram con seguidores fieles pueden haber visto una oportunidad de introducirse en la economía de los creadores”.
Además, se calcula que aproximadamente el 70% de la población de Latinoamérica tiene un smartphone. Esta cifra abarca tanto a los usuarios de la Generación Z, que están adquiriendo sus primeros teléfonos, como a los adultos que se conectan a través de un teléfono inteligente por primera vez en su vida.
“En cualquier caso, más gente conectada equivale a más oportunidades de venta, y sectores que van desde el juego a la hostelería, pasando por todos los demás, están ansiosos por entrar en este nuevo mercado”.
La metodología del reporte se basó, primero, en medir la población de cada uno de los 20 países de Latinoamérica, así como el gasto total en publicidad digital en cada uno de ellos. Luego encontrar un número aproximado de usuarios de Instagram por país. – tanto perfiles públicos como privados–.
La consultora refiere que para que un usuario de Instagram sea considerado influencer, debe ser capaz de influir en las decisiones de compra de determinados miembros de su audiencia. Esto se consigue cuando un usuario ha desarrollado un cierto grado de experiencia en su tema en particular.
Para añadir un elemento más medible a esta definición, también añadió el criterio de que cualquier usuario debe ser mayor de 18 años, tener un perfil público y tener más de 1.000 seguidores.
Para segmentar aún más, la firma dividió los perfiles en 4 categorías diferentes en función de sus seguidores:
- Nano-influenciadores: perfiles con entre 1.000 y 10.000 seguidores.
- Micro-influenciadores: perfiles con entre 10.000 y 100.000 seguidores.
- Macro-influenciadores: perfiles con entre 100.000 y 1 millón de seguidores.
- Mega-influenciadores: perfiles con más de 1 millón de seguidores.
Fuente: Bloomberg
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