La dinámica del régimen de Nicolás Maduro en redes sociales no tiene nada de espontánea. Cuando sus decisiones o acciones aparecen en las tendencias de las plataformas de interacción significa que la “tropa digital” chavista está cumpliendo con los 6000 mensajes mensuales que debe divulgar, a cambio de un pago de diez dólares por persona.
El Ministerio de Comunicaciones de Venezuela define la estrategia. La cartera establece los “hashtag del día”, que deben ser replicados no solo por las cuentas de los funcionarios electos y simpatizantes, sino también por aquellos perfiles a quienes el régimen recluta. a través de terceros, para compartir propaganda mediante incentivos en moneda extranjera.
“Hago como 100 mensajes por la mañana y 100 más por la tarde”, le confesó uno de los miembros de la “tropa digital” a BBC Mundo, quien mostró los comprobantes de las transferencias recibidas en su cuenta del Sistema Patria, una aplicación de seguridad social creada por Maduro para entregar subsidios y depositar los salarios y pensiones estatales, por los servicios comunicacionales prestados.
En todas las plataformas
Las operaciones de la “tropa digital” de la dictadura venezolana en las redes sociales son visibles en grupos privados de Facebook y Telegram, donde existen entre 700 y 3000 miembros, que comparten los hashtags pautados desde Miraflores.
De acuerdo con la cadena británica, quienes aceptan formar parte de los multiplicadores de propaganda chavista, lo hacen ante la necesidad de comer, tener dinero para internet o porque no tienen un buen acceso a los servicios públicos.
Es grave. La situación detonó la fakecracia, que implica el uso de las noticias falsas como herramienta de comunicación política. De hecho, un reporte del Centro Gumilla alertó a finales del año pasado que “las mentiras que corren en redes no se desmienten por los voceros del Estado” sino al contrario, son secundadas por el discurso oficial, mientras los ciudadanos sortean la censura con acceso cada vez más limitado a Internet, en medio de blackouts que desarticulan la sincronización de la potencial protesta.
Estrategias sin sorpresa
La meta del régimen de Maduro en redes no es ninguna sorpresa. Su intención es generar desconocimiento y distorsión sostenida con la narrativa que impone, para anular la comprensión de aspectos coyunturales vinculados con la administración pública o procesos electorales.
“Los venezolanos han visto disminuida su capacidad de construcción de lo real y, con una política de persecución judicial y veto a partidos y a voceros de oposición en medios del Estado, han visto una significativa reducción de visión sobre las distintas opciones políticas” indica el Centro Gumilla. ¿El objetivo? paralizar la posibilidad de cambio político y social, para mantener el poder.
Con información falsa
La prioridad del chavismo es neutralizar información que no puede controlar. Según Adrián González, fundador de Cazadores de Fake News, un sitio web que desacredita la desinformación venezolana, el régimen de Maduro pretende redirigir la percepción pública en línea.
Bajo esa modalidad, el régimen de Maduro en redes interrumpe el algoritmo de “tendencia” al contaminarlo con mensajes a favor. “Esto es muy peligroso porque cuando ves las tendencias y ves que la mayoría de los hashtags supuestamente lo apoyan es difícil saber qué está sucediendo realmente en el país” resaltó Marivi Vázquez, de ProBox, una ONG que lucha contra la desinformación en línea en América Latina.
Fuente: PanamPost
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