Un día antes de que Rusia invadiera Ucrania, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, describió la estrategia bélica del presidente ruso Vladimir Putin como “bastante inteligente”. Sus comentarios fueron publicados en YouTube, Twitter y la aplicación de mensajería Telegram, donde fueron vistos más de 1,3 millones de veces.
Comentaristas de derecha como Candace Owens, Stew Peters y Joe Oltmann también se lanzaron a la trifulca en línea con publicaciones a favor de Putin, las cuales justificaban sus acciones contra Ucrania. Oltmann, conductor de un pódcast conservador, dijo en su programa esta semana: “Me pongo del lado de Rusia en este momento”.
Y en grupos de Telegram como The Patriot Voice y grupos de Facebook como Texas for Donald Trump 2020, los usuarios criticaron el manejo del conflicto por parte del presidente Joe Biden y expresaron su apoyo a Rusia, y algunos dijeron que confiaban más en Putin que en Biden.
Las conversaciones en línea reflejan cómo el sentimiento prorruso ha penetrado en Twitter, Facebook, YouTube, pódcast de derecha, aplicaciones de mensajería como Telegram y algunos medios de comunicación conservadores. Cuando Rusia atacó a Ucrania esta semana, esa posición se extendió, tiñendo las discusiones en línea de simpatía —e incluso aprobación— hacia el agresor.
Los comentarios positivos sobre Rusia son una extensión de las guerras culturales y la política de agravios que han animado a la derecha en Estados Unidos durante los últimos años. En algunos de estos círculos, Putin tiene el atractivo de un líder fuerte, y es visto como alguien que se sale con la suya y no deja que la corrección política lo detenga.
“Putin encarna la fuerza que Trump pretendía tener”, comentó Emerson T. Brooking, investigador residente de alto rango del Atlantic Council, que estudia las plataformas digitales. “Para estos individuos, las acciones de Putin no son una tragedia, sino una fantasía cumplida”.
El apoyo a Putin y a Rusia ahora se expresa en línea mediante una mezcla de hechos, observaciones y opiniones, a veces entrelazados con mentiras. En los últimos días, los comentaristas han elogiado a Putin y han acusado falsamente a la OTAN de violar acuerdos territoriales inexistentes con Rusia, lo que, según ellos, justifica la declaración de guerra de parte del presidente ruso contra Ucrania, según una revisión de los mensajes que llevó a cabo The New York Times.
Otros han difundido enrevesadas teorías conspirativas sobre la guerra, teñidas de un tinte prorruso. Según una de las mentiras más populares que circulan por internet, Putin y Trump están trabajando juntos en la guerra. Otra falsedad señala que la guerra es para acabar con unas élites mundiales dedicadas al tráfico sexual.
Según un análisis de la empresa de perspectivas de medios de comunicación Zignal Labs, las menciones prorrusas en inglés en las redes sociales, en la televisión por cable y en los medios impresos y digitales aumentaron un 2580 por ciento durante la última semana, en comparación con la primera semana de febrero. Estas menciones aparecieron 5740 veces en la última semana, en comparación con las 214 de la primera semana de febrero, según Zignal.
Los relatos han prosperado en decenas de canales de Telegram, grupos y páginas de Facebook y miles de tuits, según el análisis realizado por el Times. Algunos de los canales de Telegram tienen más de 160.000 suscriptores, mientras que los grupos y páginas de Facebook tienen hasta 1,9 millones de seguidores.
(Es difícil especificar el alcance de los relatos favorables a Rusia en las redes sociales y los foros en internet porque los bots y las campañas organizadas dificultan su seguimiento).
El sentimiento prorruso es un cambio drástico respecto a la Guerra Fría, cuando muchos estadounidenses veían a la Unión Soviética como el enemigo. En los últimos años, esa actitud cambió, en parte debido a la interferencia de Rusia. Antes de las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, grupos respaldados por el Kremlin utilizaron las redes sociales como Facebook para azuzar a los votantes estadounidenses, creando más divisiones y resistencia a la corrección política.
Después de que Trump fue elegido, a menudo se mostró favorable —e incluso mostró admiración— hacia Putin. Eso sembró una visión más positiva del mandatario ruso entre los simpatizantes de Trump, señalaron los investigadores en materia de desinformación.
“Putin ha invertido mucho en sembrar la discordia” y ha encontrado un aliado en Trump, afirmó Melissa Ryan, directora ejecutiva de Card Strategies, una consultora que investiga la desinformación. “Cualquiera que estudie la desinformación o la extrema derecha ha visto cómo se afianza la influencia de Putin”.
Al mismo tiempo, se extendieron en la red teorías conspirativas que crearon divisiones profundas entre los estadounidenses. Una de ellas fue el movimiento QAnon, que plantea falsamente que los demócratas son traficantes de niños y adoradores de Satanás que forman parte de una élite que intenta controlar el mundo.
Ahora, algunos estadounidenses observan la guerra entre Rusia y Ucrania a través de la óptica de las teorías conspirativas, señalaron los investigadores de desinformación. Aproximadamente 41 millones de estadounidenses creen en la teoría de la conspiración de QAnon, según una encuesta publicada el jueves por el Public Religion Research Institute. Esta semana, algunos seguidores de QAnon aseguraron en línea que la invasión de Ucrania por parte de Putin era tan solo la siguiente fase de una guerra global contra los traficantes sexuales.
Lisa Kaplan, la fundadora de Alethea Group, una empresa que ayuda a combatir la desinformación en línea, dijo que las declaraciones a favor de Rusia eran potencialmente dañinas porque podrían “legitimar aún más las afirmaciones falsas o engañosas” sobre el conflicto de Ucrania “ante la mirada del pueblo estadounidense”.
No todo el discurso en internet es favorable a Rusia, y las acciones de Putin han sido condenadas por usuarios conservadores en las redes sociales, comentaristas de los principales medios de comunicación y políticos republicanos. No obstante, algunos han criticado la manera en que Biden ha manejado el conflicto.
“La invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin es imprudente y malvada”, dijo el representante Kevin McCarthy, líder republicano en la Cámara de Representantes, en una declaración en Twitter el jueves.
El martes, el congresista Adam Kinzinger, un republicano por Illinois que fue censurado hace poco por su partido debido a que participó en el comité que investiga la insurrección del 6 de enero, criticó a los republicanos de la Cámara de Representantes por atacar a Biden, tuiteando que eso “alimenta la narrativa de Putin”.
Sin embargo, los que tienen una postura prorrusa se han vuelto más ruidosos en internet. Antes de la invasión, Gateway Pundit, un sitio web de extrema derecha, publicó un artículo con una lista de “datos curiosos” sobre Rusia y Ucrania, incluyendo argumentos rusos que se están utilizando como justificación para una invasión. El artículo se difundió en grupos de Facebook que apoyan a Trump, alcanzando hasta 565.100 seguidores, según datos de CrowdTangle, una herramienta de análisis propiedad de Facebook.
En un pódcast del miércoles, Stephen K. Bannon, exasesor de Trump, también elogió a Putin por “estar en contra de la corrección política”. Señaló que el conflicto ucraniano “no era nuestra lucha”.
Después de que comenzara el ataque de Rusia, algunos usuarios en internet justificaron los motivos de Putin mezclándolos con teorías de conspiración sobre la COVID-19. Una cuenta de Twitter llamada War Clandestine declaró que Putin estaba atacando los biolaboratorios en Ucrania que eran operados por Estados Unidos. La idea se hizo más creíble, dijo el autor, debido a la teoría de la conspiración que afirma que Estados Unidos diseñó el coronavirus causante de la COVID-19 en un laboratorio de Wuhan, China.
Los influentes a favor de Estados Unidos como Mikel Crump y John Basham, que en conjunto suman 99.200 seguidores, amplificaron el hilo. Más tarde, Twitter suspendió la cuenta de War Clandestine y una segunda cuenta del mismo usuario por intentar eludir la prohibición, pero hubo usuarios que continuaron publicando capturas de pantalla del hilo.
Twitter señaló que las cuentas del usuario fueron suspendidas permanentemente por violar su política de comportamiento abusivo y dijo que estaba monitoreando los contenidos emergentes que violan sus reglas. Crump y Basham no respondieron de inmediato a una solicitud para hacer comentarios.
Algunos comentaristas prorrusos insistieron en que tenían razón. Muchos culparon a Biden, sacando a relucir viejas teorías conspirativas sobre su hijo Hunter y su trabajo en una empresa de gas ucraniana cuando Biden era vicepresidente y participaba en esfuerzos diplomáticos en el país. No hay ninguna prueba de que los Biden hubieran actuado mal, pero los conservadores aprovecharon este relato durante las elecciones de 2020.
Cuando le pidieron hacer comentarios, Oltmann, el conductor conservador de pódcast, dijo: “Ustedes realmente no tienen idea de qué pasa en Ucrania. La gente apoya a Rusia porque ustedes no hicieron lo correcto en lo que respecta al fraude y la corrupción de Biden. Rezo por los habitantes de Ucrania, pero también rezo para que las personas que facilitaron la nociva agenda comunista en Estados Unidos paguen por lo que hicieron”.
En un correo electrónico, Owens, la presentadora de un programa de entrevistas conservador, también dijo que la guerra entre Rusia y Ucrania era culpa de Biden. “Los ucranianos están muriendo por culpa de las conexiones criminales de la familia Biden y su insistencia en avivar el conflicto en la región”, opinó.
El creciente aprecio por Putin quedó reflejado en encuestas recientes de The Economist y YouGov, que mostraron que los republicanos lo veían de manera más favorable que a Biden. Otra encuesta reciente de Yahoo News y YouGov reveló que el 62 por ciento de los republicanos creía que Putin era un “líder más fuerte” que Biden.
Imagen: France 24
Fuente: NYT
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