Hace más de dos años, Robert Szucs tuvo una idea brillante: ¿qué pasaría si redibujáramos el mundo partiendo de sus cuencas hidrográficas? El resultado, plasmado de forma brillante en una breve colección de cartografías hídricas, fueron algunos de los mapas más originales de los últimos años. Continentes donde las fronteras políticas desaparecían para dar paso a nuevos estados, recogidos en torno a la ley de sus ríos.
Aquel mundo hidrográfico resultó fascinante para muchos, incluidos nosotros mismos: hablamos de su proyecto en su momento aquí. Dos años después, Szucs ha terminado, al fin, la homérica tarea que le llevó a iniciar su andadura: el mapa global de las cuencas hidrográficas. Un gigantesco lienzo disponible en su página de Etsy que muestra un mundo distinto al que solemos encontrar en los libros de texto. Pero igual de importante.
Szucs, cartógrafo húngaro, resume el proceso de creación de sus mapas como una tarea ardua y dedicada. En el inicio estuvieron los datos, explica. "Pasé años buscando y recopilando datos, tratando de no volverme loco, y trabajando durante semanas y semanas corrigiendo la información", explica. En total, Szucs plasmó 9 millones de líneas segmentadas en cientos de miles de cursos fluviales. "Pasé más de un día exportando el mapa, pero valió la pena".
No cuesta creerle. El mapa mundial de los ríos es un gigantesco lienzo de líneas en apariencia arbitrarias. Tan sólo siguen el curso de la geografía. El trabajo fue duro, pero Szucs mantuvo la motivación a lo largo de los años. "Siempre supe que quedaría espectacular, pero que también sería educacional. Esperé y trabajé con paciencia, sabiendo que tardaría semanas o años, pero que lo lograría terminar", cuenta.
El cartógrafo se declara un amante de los ríos y del sinfín de actividades que el ser humano despliega sobre ellos, como la natación o el remo. "Quería hacerles justicia con mis mapas". Lo hizo, sin duda. Su aportación más valiosa es sin duda la capacidad de explicar gran parte de las realidades políticas a través de la geografía. Lejos del determinismo, a través de sus mapas es posible intuir el Imperio Austrohúngaro, el Congo o las diversas regiones culturales que componen macropaíses como China, Rusia o la India.
Finalizados los ríos, Szucs pone ahora sus miras en el urbanismo: "Tengo en mente un increíble mapa urbano, pero no sé si la información y los software actuales lo podrán hacer posible". ¿Su cuenca favorita? Sin duda el Misisipi, responde, aunque guarda una pequeña mención a su Danubio natal. Todas resultan igualmente alucinantes, y el resultado final, aunando la gran disparidad de ríos del planeta, sencillamente inigualable.
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