lunes, 19 de abril de 2021

La Escuela de Salamanca: un caso de producción global de conocimiento


En las últimas décadas, un número creciente de estudios ha destacado la importancia de la “Escuela de Salamanca” para el surgimiento de regímenes normativos coloniales y la formación de un lenguaje normativo a escala mundial. Según esta visión, América y Asia suelen aparecer como receptores pasivos del conocimiento normativo producido en Europa.

Sin embargo, este libro propone una perspectiva diferente y muestra, a través de un enfoque histórico del conocimiento y de varios estudios de caso, que la Escuela de Salamanca debe ser considerada tanto una comunidad epistémica como una comunidad de práctica que no puede ser fijada a ningún lugar individual. Por el contrario, la Escuela de Salamanca abarcó una variedad de sitios y actores diferentes en todo el mundo y, por lo tanto, representa un caso de producción de conocimiento global.

La Escuela de Salamanca

Durante el Siglo de Oro español fue cuando la Universidad de Salamanca se convirtió en el escenario de relevantes acontecimientos para la historia de la humanidad. En el claustro de esta Universidad se discutió sobre la viabilidad del proyecto de Cristóbal Colón y las consecuencias que traían sus afirmaciones. Tras el descubrimiento de América, se discutió sobre el derecho de los indígenas a ser reconocidos con plenitud de derechos; la denominada polémica de indias fue algo revolucionario para la época.

El caso es que los sabios de la llamada “Escuela de Salamanca” formaron un importante foco humanista, renovaron la teología, sentaron las bases del Derecho moderno de gentes, del Derecho Internacional, precursora de los primeros Derechos Humanos, encabezados por Francisco de Vitoria. Y efectuaron los primeros estudios en etnografía y antropología social moderna, especialmente por Bernardino de Sahagún. Relacionando la democracia con la justicia definieron el concepto de la Comunidad Internacional.

Este movimiento fue llevado a cabo por un grupo de teólogos y juristas que basándose en la teoría del Iusnaturalismo, desarrollaron las primeras leyes en Derecho Internacional de Gentes, precursores de los Derechos Humanos.

Sus miembros más brillantes fueron  Francisco de Vitoria (1483-1546), el fundador de la escuela, Domingo de Soto (1494-1570), Martín de Azpilcueta (1493-1586), Bernardino de Sahagún (1499-1590), Tomás de Mercado (1500-1575), Domingo Báñez (1528-1604), Luis de Molina (1535-1601),  Juan de Mariana (1536-1624), Francisco Suárez (1548-1617), etc.

Fuente: El Mercurio salmantino

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