La medicina digital promete ser una gran herramienta que “le quitará sus trabajos a muchos médicos, enfermeras y personal médico en general”, pero al mismo tiempo creará otros tantos para los cuales es necesario formar a nuevas generaciones y trabajar de manera interdisciplinaria con otras profesiones.
Desde la perspectiva del doctor Emmanuel “Manny” Fombu, uno de los principales expertos en el mundo en medicina digital, la inteligencia artificial tomará un papel muy relevante, si bien “me preocupa mucho que no vayan a quedar excluidos países en desarrollo, a diferencia de naciones desarrolladas, donde los ingresos permitirán a los Estados implementar la tecnología a favor de las personas”.
En entrevista con ConsumoTIC, el especialista advirtió que la tecnología es una gran herramienta que se puede usar en muchas formas en el cuidado médico en su conjunto y no sólo en las consultas a distancia, como se tiende a encasillar.
De visita en México para participar en el “Vibrant Summit”, convocado por la farmacéutica Merck y que reúne a los principales expertos del mundo en la materia, Manny Fombu destacó que el avance tecnológico permite increíbles aproximaciones que sin duda ayudarán mucho a la población, especialmente en países donde el acceso a los servicios médicos se ve limitado a ciertas zonas geográficas y determinados estratos de la población con mayor poder adquisitivo.
A manera de ejemplo, recordó una estrategia recientemente llevada a cabo en Camerún (su país de origen), donde se llevaron medicamentos contra enfermedades infecciosas a personas que viven en zonas rurales apartadas y que no tienen acceso a servicios médicos, porque los doctores se concentran en áreas urbanas. Esta estrategia se implementó usando consultas remotas y drones.
Sin embargo, dijo que los casos específicos de uso de tecnología en la medicina pueden ser prácticamente infinitos y es cuestión de encontrar las soluciones precisas para cada uno de los países que enfrentan condiciones distintas.
El doctor Fombu, quien pasó dos años en Ciudad Juárez en una especialidad en el Hospital de la Mujer, insistió en que se debe llamar medicina digital a esta nueva forma de contribuir con el cuidado médico, pues el término “telemedicina” es más restrictivo, ante las muchas posibilidades que la tecnología ofrece.
El doctor radicado en Estados Unidos, aseguró que la tecnología en el cuidado médico es básicamente como una hoja de ruta. “Así como el GPS y el Waze le indican a una persona cómo llegar del aeropuerto a su hotel en el menor tiempo posible y con la menor carga de tráfico, igual la medicina digital le indica a una persona qué hacer para mantenerse sana”, aunque es decisión personal tomar o no las recomendaciones.
Depende de para qué queramos usar esa guía, pero por ejemplo en México donde hay una gran prevalencia de diabetes, algunas aplicaciones se pueden usar para alertar al paciente sobre qué comer y qué actividades físicas realizar para mantenerse sano.
“Si yo por ejemplo voy a mi taquería local por un lindo taco, mi mapa de ruta me dirá: ‘¡hey!, ¿tacos?…tal vez en lugar de una Fanta puedes tomar agua y quizá para la comida puedas probar una ensalada y para la cena un pescado’; es decir, puedes hacerlo diferente”.
Y si bien no hay duda que la tecnología ayudará a cerrar brechas, por ejemplo a través de las teleconsultas que permiten a muchas personas tener acceso a médicos en lugares donde no los hay, también es un hecho que pueden profundizar las desigualdades, especialmente en razón del ingreso de los países.
Reconoció que los médicos son un sector especialmente reacio a adoptar las novedades en general incluyendo la tecnología. Señaló que estudios internacionales (donde él mismo participó), concluyeron que los doctores tardan hasta 13 años en aceptar las novedades.
A esto se suma el hecho de que las nuevas tecnologías sin duda desplazarán trabajos en el sector médico, pero la buena noticia es que crearán otros muchos nuevos, que se deben atender y en ello, las nuevas generaciones cobran una gran importancia, pues ellos tenderán a llenar esas plazas.
Además, es indispensable que se realicen trabajos cada vez más interdisciplinarios con médicos de todas las especialidades, ingenieros, especialistas en robótica, ingenieros de datos y otras disciplinas para lograr sistemas de salud más integrados que ayuden a los pacientes y no sólo con los medicamentos o procedimientos estrictamente médicos.
El también especialista en inteligencia artificial afirmó que esta disciplina sin duda calará profundo en el cuidado de la salud en el corto plazo, si bien preocupa que debido a sus costos se convierta en un factor para profundizar las desigualdades, pues “no es lo mismo el nivel de inversión que pueden realizar, por ejemplo, Estados Unidos o Alemania, que países de África, como el mío (Camerún) o países de América Latina como México, donde los ingresos siempre son escasos y los servicios de salud pública siempre enfrentan déficit de personal, recursos e instalaciones”.
No obstante, advirtió que la inteligencia artificial no es infalible y recordó el caso de la aplicación de salud en los relojes de pulsera Apple, que en un superbowl en Seattle, reportaron cientos de ataques cardíacos, al confundirse por el ruido generado por una anotación de uno de los equipos en el campo.
Sobre la privacidad de los datos personales, sostuvo que es un tema relevante, pue de hecho cualquier “persona con una tarjeta de crédito ya le dice al banco dónde y qué comió, qué compró en el supermercado y dónde y a qué hora le puso gasolina a su coche”, de manera que el cuidado de los datos personales de un paciente o de su médico, debe ser “dejado en manos de sistemas de blockchain que garantizan mucha seguridad.
Fuente: Consumotic
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