jueves, 12 de agosto de 2021

La entrevista de Ibai a Messi como síntoma: el lento pero firme avance de las audiencias de streaming


“Con cámara en mano, sin cuidar el encuadre ni el audio y priorizando la inmediatez y el carisma de sus protagonistas”, como compartía El País, ayer Ibai entrevistó al deportista mejor pagado del mundo. En el pico de su stream, el joven comunicador aglutinó a 317.000 almas en su canal de Twitch. No fue su mejor charla con un futbolista de élite, tampoco su récord de visionados (ha sobrepasado el millón de concurrentes), pero sí podemos tildarlo de gran logro profesional y mediático. Hablar con el astro en el momento en el que ha fichado por el Paris Saint Germain era el acceso más codiciado del momento, minutos de oro. Messi ha permitido que le entrevisten Ibai, BBC y CNN. Y punto.

El suceso no ha sentado bien a la prensa deportiva, especialmente a la patria, por motivos obvios que no vamos a desarrollar. Pero esa foto en la que el mesías y el streamer del momento se encuentran en el campo del PSG mientras todos los demás miramos es sintomático de cómo el entretenimiento deportivo está cambiando sus filiaciones con un ojo puesto en las nuevas generaciones.

Por qué el cambio ya está aquí pero la convivencia con la televisión será larga

GlobalWebIndex, analistas de audiencias orientadas a agencias de medios y marketing, publicó su último informe sobre el estado de las retransmisiones deportivas mundiales en abril de 2021. Allí recogen el porcentaje de usuarios que ven encuentros deportivos según soporte. En Asia-Pacífico y por primera vez a finales de 2020, hay más gente viendo deportes online que en la tele tradicional. Cogiendo la horquilla de tiempo entre 2018 y 2020, y analizando sólo el comportamiento de los ciudadanos que usen habitualmente internet, se percibe que en Europa han decrecido los espectadores de deportes en tele en un 5% mientras el aumento de visionados online sólo ha aumentado un 1%. El cambio más espectacular se vio en los años anteriores, entre 2016 y 2019, según YouGov.

Los últimos dos años sabemos que han sido un período convulso para estas mediciones por el factor pandémico, y en los próximos años se verá mejor la tendencia. Por el momento lo que tenemos es lo siguiente: si el 68% de los españoles encuestados por YouGov aseguró que veía retransmisiones deportivas en la tele, baja al 28% para los que los siguen en directo por internet. ¿Es eso mucho o poco? Poco si nos comparamos con China, Indonesia o Argentina, pero estamos muy por encima de Alemania, Francia o Estados Unidos. Parece que somos, dentro de estos grandes países, uno de los más abiertos al cambio.

Hay que tener en cuenta, eso sí, que el número de deportes que interesa en cada país (en EE.UU. muchos, en España pocos) o que la facilidad de acceso a los mismos por plataformas de streaming altera mucho los resultados.

Otro par de detalles de aquí y allá: Youtube se ha consagrado ya como el “hogar de lo más destacado”, quedando los medios tradicionales en un segundo puesto como lugar preferente para el usuario a través del que informarse o, mejor dicho, consumir contenido deportivo posterior a cada evento. Lo que nos lleva a lo segundo: los grandes clubes están tomando nota de ese espectacular aumento de demanda de información vía redes sociales y ya están promoviendo la difusión de sus contenidos en canales propios. Como ejemplo, GWI destaca el impresionante trabajo del Real Madrid a este respecto.

Quién gana y quién pierde con el trasvase de audiencias y poder al online

Así, por todo lo expuesto, el tiempo de consumo del trabajo periodístico deportivo está rivalizando en atención cada vez más con espacios publicitarios, lo que hace que se entremezclen los conceptos de entretenimiento e información (y dejando para otro momento dirimir cuánto de periodismo había o hay en esos programas que se etiquetan como periodismo deportivo). La cosa va más allá de Ibai.

Otro análisis, en este caso de PuroMarketing, pronostica no sólo que el uso de servicios de streaming deportivo se va a asentar de forma generalizada en el visionado de deportes, sino también que la relación de estos usuarios con estos servicios irá cambiando. Los consumidores, dicen, serán suscriptores de varios servicios de streaming deportivo, pero querrán ser capaces de cambiar de planes según sus intereses. Esto es, querrán saltar de unos a otros (y sus correspondientes pagos) según lo que les interese y lo que quieran seguir en ese momento. Serán más infieles, serán más libres.

Esto conecta con la reciente noticia de LaLiga de los intentos de crear su propia tele por streaming con la que, entre otras cosas, sofocar los precios de las retransmisiones de fútbol en nuestro país así como dar la opción a los consumidores de retomar el pago por partido único. Amazon sería uno de los claros interesados, y está ya en negociaciones con LaLiga para la emisión del fútbol a partir de la próxima subasta de octubre, pero se rumorea que todo este plan es precipitado para esta temporada y que hay más miras puestas en lo que ocurrirá en 2025, cuando venzan los próximos acuerdos de este año.

Por comparar, Amazon Prime ya ofrece un servicio similar al esbozado con la Ligue 1 francesa, y el gigante tecnológico ofrece el pack de la Ligue completo por 13 euros al mes por usuario.

Desde el punto de vista de los anunciantes es también muy jugoso. Según el mentado informe reciente de GlobalWebIndex y también con resultados similares a los recabados por YouGov, el potencial financiero para las grandes marcas y los patrocinadores en estos espacios es “evidente”: los que tienden a ver retransmisiones por streaming acompañan la experiencia recurriendo regularmente a las redes sociales de sus equipos y deportes favoritos para informarse, donde la publicidad es directa y omnipresente. Este tipo de espectador, el de la cohorte más joven (y también un tipo de consumidor muy jugoso), es además especialmente abierto a nuevas marcas y productos.

Fuente: Magnet

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