Los contenidos de ciencia ficción dibujaban un futuro de coches voladores y hombres biónicos. El futuro se hace presente mientras distintos equipos en el mundo desarrollan los primeros prototipos de taxis voladores.
Nicholas Negroponte, es uno de esos visionarios que se ha adelantado a lo que después pasa: que íbamos a tener ordenadores en los bolsillos, pantallas táctiles, televisión a la carta, altavoces inteligentes, hogares conectados, entre otros avances.
Gran valedor de la innovación tecnológica, Negroponte lleva tres décadas tendiendo puentes entre creadores y empresas. De formación en informática y arquitectura, es cofundador del prestigioso Media Lab del MIT y de la revista Wired.
Este experto en innovación lucha con argumentos contra los agoreros que impregnan con una visión negativa sobre la tecnología.
“Si lo miras objetivamente y con perspectiva, la tecnología ha traído muchas soluciones, como en la medicina, y los problemas son sobre todo por cómo usamos la tecnología”.
Si bien no niega que estos cambios tecnológicos exigen reformas estructurales de la sociedad, los avances son los que están posibilitando enfrentar los retos más complejos a los que nos enfrentamos.
Es el caso de la amenaza del cambio climático, que necesariamente exige un modelo económico sostenible con sustento de las fuentes renovables.
“La tecnología es la única solución al cambio climático. No hay otra. Tenemos que encontrar la forma de producir energía, no necesariamente de fuentes renovables, como el viento o el sol, sino haciendo que la fusión nuclear funcione. En 50 años tendremos una economía distinta y un mundo mejor gracias a ella”.
Asimismo, la innovación es ya gran aliada de la calidad de vida que augura un futuro muy longevo para las próximas generaciones “no hay duda de que sus hijos y mis nietos vivirán hasta los 150 años. Y haremos que los discapacitados puedan andar, luego podremos eliminar las enfermedades raras”.
Los grandes cambios que vienen deberán conjugarse con la parte ética. Así ocurre en el sector biotech que fusiona las fronteras entre lo artificial y lo natural, y que posibilitará diseñar y manipular nuestra naturaleza humana.
No menos comprometido es el papel que juegan determinadas corporaciones. Negroponte denuncia los intereses de éstos siendo incluso capaces de “frenar algunos avances” de bien común, aunque esta obstaculización no puede ser por mucho tiempo.
Vivimos en el mundo digital, y lo que vendrá ahora se creará en este entorno sin ser extrapolable a lo analógico.
La progresiva robotización afectará también en una nueva transición que hará repensar el concepto del trabajo tal y como lo hemos entendido “Una parte del concepto tiene que ver con tener un sentido, un propósito. La gente siempre tendrá un propósito, pero puede no ser llevar un salario a casa, que es lo que define el empleo hoy” argumenta.
Imagen: Europa Press
Fuente: En Positivo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario