Creo que en esta afirmación estarás de acuerdo conmigo. El problema de ello es que la mayoría de las personas piensan que son la misma cosa, pero no lo son. De hecho, se requiere información para el conocimiento, pero nos falta un elemento clave… “pensar”. Para ello, vamos a analizar el proceso de aprendizaje de la información y cómo podemos realmente transferirla al conocimiento aprendido.
¿Qué es la transferencia del aprendizaje?
Los profesores de la Universidad de Cornell y autores de Thinking at Every Desk, Derek y Laura Cabrera, nos explicaron que el Conocimiento = Información + Razonamiento. Esta vuelta de tuerca les ha llevado a la misión de introducir la idea de “pensamiento” en el aula. Pero, ¿cómo lo están llevando a cabo?
Para ello, han creado la teoría Distinciones – Sistemas – Relaciones – Perspectivas (DSRP = “Pensamiento”) con la que nos muestran cómo los sujetos dispares están interconectados y que la DSRP aumenta nuestra velocidad de saber algo. O, lo que es lo mismo, de esta forma aumentará nuestra transferencia. Entendida como una forma de aprender algo en un área y aplicarla en otra. Hay dos formas de llevarlo a cabo:
Transferencia vertical
También conocida como transferencia remota. Un niño aprende algo en primer curso y lo aplica en el segundo curso, o incluso cuando es un adulto. Esta es la forma más difícil de transferencia: aplicar lo que está aprendiendo a algo completamente diferente.
Transferencia horizontal
También conocida como transferencia cercana: un alumno aprende algo en una asignatura (Matemáticas) y lo transfiere a otra (Historia). Los investigadores ilustran la importancia de la transferencia de aprendizaje; de hecho, si un estudiante o persona tiene una alta transferencia, él o ella se convertirá en su mejor maestro.
Pensando sobre pensar
Cuando comprendemos la importancia de la transferencia de aprendizaje y usamos el DSRP para lograrlo vemos resultados fenomenales en tres áreas importantes: mayor metacognición (pensar en pensar), aumento de la comprensión profunda (se aprende la diferencia entre el análisis y la síntesis) y mayor transferencia (puede realizar conexiones verticales y horizontales).
Cómo aplicar la transferencia de aprendizaje
1. Usa el conocimiento previo
Digamos que anteriormente aprendiste una lección de matemáticas. Usando esa misma comprensión puedes aplicar esas habilidades en otro contexto.
2. Aplicar el conocimiento previo a un nuevo contexto
En contextos que parecen ajenos. Por ejemplo, si te encuentras en la posición de entender la estrategia de otro país (por ejemplo, China), podrías poner en práctica el conocimiento matemático adquirido previamente.
3. Fortalecer las conexiones
Siguiendo con el ejemplo, las matemáticas y la comprensión de la estrategia de China son dos conceptos muy abstractos, pero a medida que profundizas en tu proceso de aprendizaje (comprensión de China) descubrirás que tu comprensión de un problema matemático te ayudará en la búsqueda consciente de nuevas conexiones.
4. Documentar y reflexionar sobre las nuevas conexiones
Asegúrate de documentar tus ideas y conexiones durante la transferencia del proceso de aprendizaje. Reflexiona a lo largo del proceso y piensa (cognición) sobre tu pensamiento (metacognición). Esto mejorará tu capacidad para abstraer los principios profundos que subyacen bajo la nueva idea que se examina.
En el entorno social tan caótico y diverso en el que vivimos los modelos de colaboración basados en el estudio de las hormigas y las abejas pueden ser útiles para comprender los principios básicos y las mejores prácticas al desarrollar estrategias para coordinar el intercambio de conocimientos. Son, en definitiva, la mejor manera de aprender.
Fuente: muhimu.es
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