Estábamos en nuestra noche del año, la de “Del Mono al Logo: Primer Festival Sudamericano de Monólogos Científicos”, con más de 700 espectadores, la mitad llenando el auditorio de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República, y la otra mitad desde distintos lugares de América del Sur a través de Internet. Fue un número sorprendente para un evento de divulgación científica en Uruguay y para nuestra historia como Bardo Científico.
Allí nos presentábamos investigadores y profesionales relacionados con la ciencia para contarla en un formato diferente. Químicos, odontólogos, biólogos, paleontólogos y astrofísicos de 4 países subíamos al escenario para presentar los monólogos que habíamos preparado en torno al concepto de laboratorios naturales de Sudamérica, es decir, espacios geográficos que presentan condiciones ecológicas únicas en el mundo y por ello poseen un alto potencial para el desarrollo científico, tecnológico, económico y cultural. Los protagonistas eramos los monologuistas de Bardo Científico, junto María Laura Marcias del grupo Poper Stand Up Científico de Argentina, Heriberto Núñez ganador del Science Slam Paraguay 2016, Andrés Ruiz del grupo Homo-nologus de Colombia, y de Uruguay, Richard Fariña, ganador del concurso “Del Mono al Logo”.
Todo comenzó en un Hackatón
Y es que el Festival fue la culminación de una aventura que comenzó mucho antes. Una idea rondaba en mi cabeza, una idea tan motivante como ambiciosa con la que en diciembre de 2016, afilé mi garra charrúa, y mate en mano, crucé la Cordillera de los Andes hasta Punta Arenas, Chile. Allí fui a participar de un hackatón de divulgación científica y de innovación organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) junto al Consejo Nacional de Innovación para el Desarrollo de Chile (CNID) y el Gobierno Regional de Magallanes y la Antártica Chilena.
Tras un par de días de una verdadera maratón de trabajo colaborativo junto a mis tres compañeros de grupo en el hackatón, y apoyada a distancia por el equipo de Bardo Científico, volví a Uruguay con la emoción de lo vivido, la bellísima convivencia con participantes de toda la región, unas botellas de pisco del Free Shop y mi idea convertida en un proyecto adjudicado con fondos semilla del BID para su implementación.
El proyecto se llamó “Del Mono al Logo”, un concurso de monólogos de divulgación científica a través de videos, seguido de un festival sudamericano, con el objetivo de fomentar la comunicación de la ciencia a través de formatos novedosos y efectivos y, al mismo tiempo, inspirar al público a participar activamente en la divulgación del conocimiento científico.
Allí comenzó un año de intenso trabajo. Pero no estuvimos solos, ya que nuestro proyecto, y ni que hablar de nuestra pasión y personalidad, sedujo tanto al BID como a otras organizaciones. Así fue que obtuvimos el apoyo de la Universidad de la República, Vera TV y Librería América Latina; la colaboración de la Oficina Regional de Ciencia de UNESCO, del grupo Big Van Ciencia de España y de la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad de País Vasco; así como el auspicio de varios ministerios uruguayos (Educación; Industria, Energía y Minería; Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente), la Intendencia de Montevideo y Uruguay Natural.
¿Qué nos dejó el Primer Festival Sudamericano de Monólogos Científicos?
El 23 de noviembre de 2017 nos dimos el gusto de celebrar a lo grande el cierre del proyecto “Del Mono al Logo” con el Primer Festival Sudamericano de Monólogos Científicos. Fue un espectáculo emocionante, por la gente, por las risas y por el calor humano (literalmente hacía mucho calor). Acumulamos más millas que viaje de egresados, por todos los ecosistemas del continente que recorrimos a través de los monólogos, así como nos llevamos recuerdos y aprendizajes, por la gestión de una iniciativa de esta magnitud.
¿Qué aprendimos? Si bien en la etapa del concurso esperábamos más participantes, creemos que el proyecto fue un éxito a diferentes niveles:
- Por la realización de un espectáculo tan multitudinario. El festival llegó directamente a unas 700 personas, algo nunca visto en Uruguay para un evento científico. Además, la divulgación continúa a través de los canales digitales.
- Por el fortalecimiento del grupo Bardo Científico. Hemos consolidado al grupo en cuanto a la ejecución de proyectos exigentes y hemos aumentado nuestra visibilidad nacional e internacional.
- Por el fortalecimiento de los vínculos con divulgadores de Sudamérica. Logramos estrechar vínculos con grupos de monologuistas científicos de varios países con los cuales teníamos comunicación, pero no habíamos podido juntarnos en un espacio único. Es necesario seguir uniendo esfuerzos y fortalecer las relaciones con los diferentes actores de la divulgación científica en otros países. A modo de ejemplo, como resultado del hackatón y de la implementación del proyecto, durante 2017 como grupo Bardo Científico realizamos presentaciones en Chile y Perú, en donde no hay grupos de monologuistas científicos.
La ciencia y la tecnología hoy más que nunca deben ser parte de la cultura de nuestras sociedades, por sus implicancias en el presente y el futuro de nuestras vidas. Y aunque sus temas pueden ser fascinantes, no siempre se hace fácil transmitirlos y destacar su relevancia. Hacerlo en un formato innovador como el monólogo es una alternativa que queremos que siga tomando fuerza en la región. Sumáte a esta aventura de conocimiento y descubrimiento para contar la ciencia con rigor y con humor.
Fuente: Puntos sobre la i
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