Presentamos el dispositivo que revolucionará el mundo de aquellas personas que padecen déficit auditivo, sobre todo en el aula. Se llama Muhimu, es un servicio de apoyo para estudiantes sordos en el aula que traduce el habla en información accesible, táctil y visual.
Se trata de un anillo que funciona a través de la tecnología de seguimiento de sonido, filtrando el ruido de fondo y analizando la voz para que el usuario pueda interactuar con el sonido. Esta información se traduce a patrones vibratorios a través del anillo o visuales en la aplicación Muhimu.
Este sistema te permite la máxima personalización de patrones vibratorios y visuales a gusto de cada usuario. Esta herramienta busca evitar la dependencia de los intérpretes en clase y aliviar la sobrecarga visual a la que se enfrentan en el aula las personas que padecen problemas de sordera. De esta forma, Muhimu permite a los niños sordos una integración más fluida en el entorno escolar tradicional.
Este servicio ayuda a los estudiantes sordos a interactuar proactivamente con su entorno, libremente, sin la dependencia de los demás. Tras lanzar esta herramienta, los primeros datos son muy positivos: el 75% de los estudiantes sordos se están matriculando en entornos escolares normales (de estudiantes que oyen) con una tasa de graduación del 25%.
Por desgracia, el sistema educativo no cuenta con los suficientes recursos para que los niños sordos puedan acceder con normalidad a clase y la dependencia de los intérpretes en todo momento crea fricciones y barreras entre la participación del alumno sordo y lo que el entorno educativo tiene para ofrecer. Por lo que Muhimu proporciona a los estudiantes sordos la capacidad de sentirse incluidos en su entorno mediante la interacción con el sonido de la manera más natural, a través de los sistemas sensoriales.
¿Cómo funciona esta herramienta?
Su creador, Edgar Espejo, ha diseñado una serie de anillos inteligentes conectados con la aplicación que se comunican con el alumno sordo para aumentar la conciencia del sonido. A través de un sistema personalizado de patrones, los usuarios pueden reconocer estos patrones y percibir información del sonido. Durante las reuniones de clase y de grupo, Muhimu puede traducir las conversaciones habladas en texto, mostrando el mensaje desde un tono plano o agudo para determinar la emoción o la imparcialidad.
El principal problema de la integración de las personas sordas o con déficit auditivo es que habitualmente no entienden el todo de las conversaciones: el 38% del impacto en el habla de las personas proviene de cómo se habla en lugar de lo que realmente se dice. La tecnología redefine este compromiso al permitir que los estudiantes sordos sientan y perciban sonidos de diferentes niveles, en su propio tiempo, en entornos escolares.
Fuente: Muhimu
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