viernes, 26 de enero de 2018

‘Reloj de pobreza’ hace tic tac con datos en tiempo real

Cada minuto en Nigeria, 6.5 personas caen en la extrema pobreza. Y mientras se escribe esta oración, 42.5 por ciento de su población —82.640.203 personas— son extremadamente pobres.

Estas son estimaciones precisas al segundo, que vienen del Reloj Mundial de la Pobreza; lanzada en mayo de 2017, se trata de una base de datos que recopila las cifras de ingreso nacional junto con gráficos fáciles de seguir y en tiempo real. La creciente tendencia de la pobreza en Nigeria se traduce en el color rojo del mapa en el sitio web.

Las fuentes oficiales de información no brindan estimaciones tan precisas sobre la pobreza. Las cifras de la ‘pobreza mundial actual’, presentadas frecuentemente en grandes reuniones internacionales, usualmente se basan en datos cuatrienales, dice Homi Kharas, el asesor económico principal detrás del reloj, quien también coordina el programa mundial de economía y desarrollo en Brookings Institution, un tanque de pensamiento en Estados Unidos.

El equipo del reloj espera dibujar una imagen más clara y oportuna de la pobreza, de modo que los países puedan revisar su progreso por escapar de la pobreza extrema para el 2030, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
En este proceso, el reloj también puede presentar sorpresas.

Al contrario de Nigeria, India está bien encaminada hacia alcanzar este objetivo, y aparece en el mapa en color verde. En el momento de escribir estas líneas, el reloj estimaba que 83.653.728 personas, que corresponde al 6.3 por ciento de su población, viven en pobreza extrema (con menos de USD1,9 por día), y 47 personas escapan de ella cada minuto.

Esto significa que, en los próximos meses, Nigeria tendrá el mayor número absoluto de personas pobres en el mundo lo cual, de acuerdo con Kharas, es inesperado, dado que India ha “mantenido ese título” por cientos de años.

El reloj es fruto del brazo sin fines de lucro de World Data Lab (WDL), una compañía australiana. Sus modelos resultan principalmente de encuestas de hogares a nivel nacional, disponibles públicamente, las cuales son realizadas típicamente por los gobiernos cada tres a diez años. Estos modelos proyectan cifras de ingresos en el presente y en el futuro.

Para India, por ejemplo, las estimaciones se basan en datos del 2012 recopilados por la Oficina Nacional de Encuestas, ajustada y publicada por el Banco Mundial en su sitio web PovcalNet. A pesar de que los algoritmos del reloj confían en gran medida en datos del Banco Mundial, el banco no es responsable por el reloj.

Estos algoritmos estiman cuánto cambian los ingresos de las personas a lo largo del tiempo en cada país, usando pronósticos del crecimiento económico y escenarios de largo alcance que dan cuenta de eventos globales como el cambio climático.

Las estimaciones, disponibles para todas las naciones -excepto Siria-, luego se emparejan con gráficos para mostrar qué tan rápido cada país escapa de la pobreza, y si alcanzarán la meta para el 2030. “Queremos que cada país utilice esta herramienta individualmente, para ver cómo les va en comparación con sus vecinos”, dice Kharas.

Una ‘provocación bienvenida’

El proyecto ha recibido una respuesta variada. Algunos economistas del Banco Mundial dicen que sus predicciones simples brindan un falso sentido de la precisión.

“Si [proveer tales estimaciones y pronósticos tan precisos] fuera algo seguro, ya lo hubiéramos hecho”, dice Francisco Ferreira, encargado en el Banco de supervisar los programas de investigación en pobreza, inequidad y agricultura. Por ejemplo, “si hay una epidemia o el precio del petróleo sufre un cambio drástico, entonces el número de nigerianos pobres crecerá o decrecerá”, dice, agregando que las visualizaciones del reloj esconden esas “enormes” incertidumbres.

Pero Kharas dice que Ferreira no entiende el punto, y que el reloj claramente es una prioridad que está por encima de la jerga económica.

“Agregar complejidad…. desvirtúa los esfuerzos [de comunicación] y refuerza la idea de que las dinámicas de la pobreza son un tema que solo los ‘expertos’ pueden discutir”, argumenta Kharas. “Esta es exactamente la mentalidad que estamos tratando de romper. Queremos que todo el mundo hable de las dinámicas de la pobreza”.

“[El reloj] hace que la información [de la pobreza] sea más accesible para una audiencia general”, dice Haishan Fu, director del grupo de datos en desarrollo del Banco Mundial. “Pero quisiéramos ver un mejor abordaje para comunicar las -a menudo- grandes incertidumbres en estas estimaciones”.

El vicepresidente para África de WDL, Bitange Ndemo, cree que para encender la conversación y la acción vale la pena asumir el riesgo con los números.

“Necesitamos tener una cultura de usar datos para desarrollar políticas basadas en la evidencia”, dice Ndemo, quien anteriormente se desempeñó como secretario del Ministro de Información y Comunicación de Kenia.

Otros observadores han adoptado el enfoque del reloj. Por ejemplo, el Informe de Índices y Tableros de los ODS -que supervisa el progreso hacia los objetivos- usa los datos del reloj en su edición del 2017.

El reloj es una “bienvenida provocación para el sistema de datos oficiales, el cual ha sido lento para adoptar nuevas técnicas de estimaciones para proveer datos en tiempo real”, dice Guido Schmidt-Traub, el codirector científico del reporte.

Fuente: www.scidev.net

No hay comentarios.:

Publicar un comentario