El ruso Pável Dúrov, creador junto a su hermano de la red de mensajería encriptada Telegram, sigue detenido en suelo francés acusado de ser cómplice de delitos como el tráfico de drogas, la pedofilia y el fraude debido precisamente a las extremas garantías de privacidad y anonimato de la red social, así como a la falta de cooperación de Dúrov con las autoridades.
Precisamente por este mismo motivo también le odian en Rusia, el país natal de Dúrov. Telegram tiene 85 millones de usuarios rusos a pesar de los numerosos intentos fallidos del gobierno para bloquearla y evitar que siga siendo la herramienta de comunicación de los opositores al régimen de Vladimir Putin.
"La humanidad necesita una plataforma neutral como Telegram que respeta la vida privada y la libertad de las personas (...) En realidad, no importa si Telegram es usada por la oposición o el partido en el poder. Las reglas son iguales para todas las partes. De esa forma, somos imparciales", aseguró Dúrov en una entrevista en febrero pasado con el periodista estadounidense Tucker Carlson.
Ese especial énfasis en la seguridad exclusiva ha hecho que Telegram, lanzada oficialmente en 2013, cuente ya con casi 1.000 millones de usuarios mensuales (350.000 nuevos clientes se apuntan diariamente), lo que la convierte en una herramienta de alcance global adorada por sus usuarios y odiada por diferentes Gobiernos de todo el mundo.
De la biblioteca virtual al Facebook ruso
Pável Dúrov se graduó en un elitista liceo de San Petersburgo, el mismo en el que estudió el conocido matemático Grigori Perelmán, con la intención de convertirse en un "tótem de internet".
Ingresó en la facultad de Filología Inglesa de la antigua capital zarista. Allí creó una biblioteca virtual para que los estudiantes pudieran consultar los trabajos de otros alumnos (durov.com).
En 2006 fundó Vkontakte, el Facebook ruso, que se convirtió rápidamente en la principal red social en Rusia, lo que llamó la atención del Kremlin liderado por el analógico Putin, siempre receloso de internet.
A pesar de las presiones, Dúrov se negó a bloquear los grupos que organizaron en 2011 las mayores protestas antigubernamentales desde la caída de la URSS, aunque acabó vendiendo la plataforma en 2014 a los amigos del Kremlin (mail.ru).
Y llegó Telegram
"La idea de la creación de Telegram llegó (...) cuando policías armados vinieron a mi casa e intentaron entrar por la fuerza (...) Entonces, se me ocurrió que no estaría mal crear una aplicación para el intercambio de mensajes con un cifrado fiable", comentó a Carlson.
Con ese servicio de mensajería encriptada, cuyo estándar de cifrado fue creado por su hermano Nikolái Dúrov, dio el salto a otra dimensión. La principal diferencia con WhatsApp es que Telegram permite el acceso a mensajes desde diferentes dispositivos a la vez y compartir un número ilimitado de fotos, vídeos y archivos-, lo que le acabaría llevando al exilio en Dubái, desde donde controla su imperio.
"La mayor ventaja de Telegram es que es una mezcla entre red social y plataforma de mensajería. No hay ninguna otra aplicación que disponga de canales, que, de hecho, son medios de comunicación de masas", comentó a EFE Mijaíl Klimariov, director de la Sociedad de Protección de Internet.
Un instrumento para la oposición
Dúrov, a sus 39 años, no tiene una ideología definida según expertos y allegados. Pero en numerosas ocasiones ha denunciado presiones políticas y también otras procedentes de gigantes como Google o Apple. Por eso se enorgullece tanto de su independencia geopolítica como del hecho de que su aplicación sea utilizada por los grupos opositores desde Hong Kong a Bielorrusia.
"Nunca entregó a nadie a la policía", señaló Krimaliov. Por ese motivo, en 2018 el Kremlin decidió cerrar Telegram, pero las multitudinarias protestas en su defensa le hicieron cambiar de opinión y actualmente las principales instituciones estatales emplean profusamente esta red.
Con todo, recientemente fue acusado de bloquear la plataforma Voto Inteligente del fallecido opositor Alexéi Navalni.
Herramienta de terroristas, pederastas y traficantes
Su secretismo (la implementación de chats secretos que protegen la privacidad de los usuarios con un cifrado exclusivo y hasta 200.000 personas por grupo) ha convertido a Telegram en un instrumento muy atractivo para delincuentes y extremistas.
Por ese u otro motivo, la red ha sido bloqueada en países como Irán a Indonesia o Tailandia, y sufrido restricciones y multas en España, Alemania, Brasil o Países Bajos.
Según la Justicia francesa, es esa falta de moderación y de cooperación con las autoridades, sumado a la criptografía, lo que convierte a Dúrov en cómplice de delitos que van desde el tráfico de drogas a la pedofilia o el terrorismo, señala la prensa gala.
Dúrov aseguró en su momento que el hecho de que los autores de sucesos violentos hayan usado Telegram "no debe servir de excusa para la organización de una caza de brujas o para convertir la sociedad en un campo de concentración".
Imagen: NordVpn
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