De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, una de cada seis muertes en el mundo se debe al cáncer. Por ello, aunque aún estamos muy lejos, investigadores de todo el mundo están trabajando con el fin de prevenirlo y erradicarlo.
Herramientas como la inteligencia artificial (IA) pueden jugar un papel importantísimo en acercarles a dichos objetivos. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Nature explica que, analizando imágenes de rayos X, la inteligencia artificial ya es capaz de hacer incluso mejores diagnósticos de cáncer de mama que los expertos humanos.
Gracias al trabajo de los ingenieros informáticos, un dispositivo (un teléfono móvil, un ordenador o una aspiradora) puede percibir su entorno y realizar tareas maximizando su probabilidad de éxito. Entonces podemos decir que tiene inteligencia artificial. Un claro ejemplo actual son los coches autónomos que pueden circular por las carreteras sin necesidad de un conductor.
¿Cómo utilizan la IA los Gobiernos?
Los Gobiernos ya han comenzado a utilizar la inteligencia artificial como herramienta para tomar mejores decisiones. Lo hacen con diferentes objetivos: predicción de enfermedades, anticipación a una posible congestión en carreteras, identificación de fraudes, provisión de servicios sociales, procesamiento de documentos, control de fronteras, etc. A continuación detallo algunos ejemplos recientes y representativos.
En la ciudad estadounidense de San José, capital de Silicon Valley, la policía está a punto de probar OnSound Acoustic Gunshot Detection.
El sistema está basado en inteligencia artificial y sensores acústicos. Permite detectar la ubicación y la dirección de los disparos producidos por armas de fuego con una precisión superior al 90 %.
El programa es capaz de ubicar en Google Maps la ubicación del disparo y de enviar dicha información directamente a la policía. El principal objetivo es reducir la violencia. Permitir a la policía actuar más rápidamente en una ciudad donde en los últimos 8 años ha habido aproximadamente 13 000 avisos de disparos.
La covid-19 ha fomentado la creación de muchas herramientas que, aunque aparentemente pudiera parecer que no tienen nada que ver con el virus, ayudan a evitar su propagación.
Por ejemplo, en la ciudad canadiense de London (Ontario) se ha comenzado a utilizar el software Chronic Homelessness Artificial Intelligence (CHAI) para predecir cuándo alguno de sus ciudadanos podría quedarse sin hogar de forma crónica.
Las personas sin hogar corren un riesgo mayor de contraer la enfermedad y contagiar a otras personas. Hay dos motivos fundamentales: el debilitamiento de su sistema inmunológico y la falta de servicios sanitarios adecuados. Empleando CHAI, el Gobierno de la ciudad puede tomar decisiones para proteger a sus ciudadanos ofreciéndoles recursos antes de que sea demasiado tarde.
El Gobierno de Finlandia está haciendo pruebas con el que se considera el asistente público basado en inteligencia artificial más ambicioso del mundo, AuroraAI. El objetivo es ofrecer a los ciudadanos servicios personalizados y filtrarlos según las necesidades concretas de cada persona en los diferentes momentos de su vida.
El desarrollo pretende estar completamente finalizado en 2022. El proyecto busca integrar en una única plataforma servicios públicos y de empresas. Por ejemplo, si AuroraAI detectase que un ciudadano quiere cambiar de empleo, le ofrecería posibles empleos, tanto públicos como privados, que se pudieran ajustar a su perfil.
Controversias, sesgos y privacidad
No obstante, las aplicaciones basadas en inteligencia artificial necesitan tratar con información personal muy sensible, y eso nunca está exento de críticas.
Por ejemplo, para evitar las quejas de los ciudadanos, Santa Cruz (California) ha sido la primera ciudad que ha dejado de utilizar la herramienta de control policial PredPol. La asociación Human Rights denunció que los datos manejados por este programa no son datos objetivos y se centran en los barrios más pobres, discriminando a las comunidades afroamericanas e hispanas.
También hay quejas que acusan a las autoridades de utilizar datos personales de los ciudadanos en una herramienta de una compañía privada sin pedir ningún tipo de consentimiento.
PredPol es una compañía cuyo principal producto, PredPol, nació de un proyecto de investigación desarrollado por el Departamento de Policía de Los Ángeles y la Universidad de California-Los Ángeles.
La empresa ha desarrollado un algoritmo capaz de predecir dónde y cuándo será más probable que ocurra algún tipo de crimen. También selecciona los perfiles de las personas que más se pueden corresponder con un potencial delincuente. PredPol se basa en un historial de delitos pasados para crear un modelo predictivo mediante inteligencia artificial.
Cómo avanzar hacia el futuro
El uso de inteligencia artificial por parte de las autoridades gubernamentales está todavía en una etapa muy temprana. Aún quedan muchos caminos por descubrir y muchos retos que solucionar.
Son necesarias iniciativas como el AI Policy Forum, impulsado por el MIT. Su objetivo es proporcionar las herramientas adecuadas con las que Gobiernos y empresas puedan implementar soluciones de inteligencia artificial teniendo en cuenta aspectos éticos y sociales como la privacidad, la transparencia o la neutralidad.
Fuente: The Conversation
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