lunes, 29 de octubre de 2018

Las TIC y la personalización del aprendizaje

¿Cómo podemos atender a las necesidades individuales si tenemos a más de 25 alumnos y alumnas por aula? Gloria Santaeulària reflexiona sobre ello y te propone las TIC como una posible solución, eso sí, siempre que detrás exista un docente que guíe y oriente. La escolarización masiva de los niños y niñas consiguió que las aulas se llenaran y permitió el acceso a una formación básica por la mayor parte de la población, aumentando sus conocimientos, habilidades, toma de decisiones y oportunidades en la vida. Este cambio garantizó el derecho a la educación de millones de niños, pero claro, las escuelas eran las que eran, el profesorado era escaso y con una formación limitada y en cada aula podían llegar a convivir más de 50 niños.

Y, ¿qué tipo de educación se podía dar en estas condiciones? Pues básicamente una educación expositiva en la que el profesor impartía unos conocimientos básicos para que el alumnado los memorizara.

Y, ¿qué tipo de evaluación se podía plantear? Pues una que fuera igual para todos y marcara unas medias que permitieran seleccionar aquellos alumnos que podían seguir adelante y aquellos que tenían que volver a repasar los contenidos expuestos en clase.

Hace muchos años que dejamos atrás esta situación, pero parece que seguimos pensando que todos aprendemos de la misma manera, seguimos utilizando el mismo método expositivo y la misma forma de evaluar a todos bajo los mismos criterios.

Si cada uno de nosotros aprendemos con estímulos, materiales y procesos diferentes, ¿qué tipo de aula debemos ofrecer en un espacio con más de 25 alumnos con intereses y formas de aprender diferentes? Quizás esta pregunta da lugar a uno de los grandes retos de la educación actual: ¿cómo atendemos a las necesidades individuales de aprendizaje?

Parece claro que para poder atender al alumnado de manera personalizada es imprescindible contar con el tiempo, los recursos materiales, el personal y los conocimientos necesarios… y ya sabemos que de la mayoría de estos elementos nunca hay excedente…

Aún así, hoy en día contamos con una serie de avances tecnológicos que nos permiten optimizar este tiempo, ampliar los recursos u obtener los conocimientos necesarios, cosa que hace unos 60 años era impensable.

Hablar de las TIC como solución a la atención a las necesidades individuales de aprendizaje sería absurdo, pero sabemos que gracias a ellas se nos abre un abanico de posibilidades interesantes que cabe contemplar:
  1. Facilitan el acceso al contenido. Gracias a internet y los buscadores de contenido ahora es más fácil que nunca acceder y seleccionar el contenido educativo que alimenta nuestras actividades y explicaciones. Un ejemplo lo podremos encontrar en Tiching, una red con más de 700.000 recursos educativos indexados según la etapa, el nivel educativo y la materia que trata.
  2. Simplifican algunas tareas del profesorado. Tanto a nivel de corrección de algunos tipos de actividades, como en la gestión del alumnado o la creación de contenido, las TIC nos ofrecen herramientas y soluciones que pueden simplificar algunas tareas. En el sector educativo existen LMS y gestores especializados para simplificar tareas de gestión educativa.
  3. Ofrecen datos para hacer un seguimiento personalizado de la evolución de cada alumno. Algunas de las aplicaciones y herramientas educativas incorporan la trazabilidad educativa, es decir que guardan algunos datos importantes sobre el desarrollo de las actividades: Tiempo de dedicación, número de intentos, número de aciertos y errores, etc.
  4. Permiten una mayor autonomía del alumnado. Existe una gran variedad de actividades autocorrectivas que ofrecen un feedback automático al alumno y le permiten avanzar a su propio ritmo según sus necesidades de aprendizaje. Además, para aquellos aprendizajes que requieren más tiempo de ejercitación, práctica y repetición, se ofrecen cantidades variables de ejercicios y diversidad en los grados de complejidad de estos, permitiendo que cada alumno regule sus aprendizajes.
  5. Diversifican las opciones al presentar y consumir el contenido. Gracias a la gran variedad de contenido y de herramientas de creación del mismo, como por ejemplo Prezi, las opciones para presentarlo y trabajarlo en el aula se amplían. Por ejemplo, podemos utilizar una infografía o un vídeo para mejorar la motivación y atención del alumnado y ofrecer alternativas al método expositivo tradicional, incluso fuera del aula.
  6. Permiten que el alumnado participe en la elaboración del contenido. No todo el material lo tiene que buscar o crear el profesorado, sino que puede hacer participar al alumnado tanto en la búsqueda del contenido como en la creación. Glogster o Mural son una opción interesante.
  7. Ofrece soluciones más rápidas y más económicas en la creación de contenido. Si bien es cierto que el profesorado no siempre tiene el tiempo necesario para generar el material educativo necesario, puede optar por crear parte de él gracias a herramientas como Kubbu, Educaplay o Puzzlemaker.
Después de todas estas posibilidades que ofrecen las TIC, podría parecer que ya podemos irnos a casa y dejar a los alumnos solos en clase con las TIC. Pero no, no es tan fácil.

Cada una de estas posibilidades sólo son viables si detrás hay un centro educativo, un equipo docente y un profesor preparado y dispuesto a cambiar las metodologías y ayudarse de las TIC para lograr implementar mejores procesos de aprendizaje.

Delante del acceso al contenido debe haber un profesor que lo busque y lo seleccione con el criterio necesario. Al lado de un alumno autónomo debe haber un profesor que lo guíe y lo oriente sobre como avanzar o donde poner más atención. Junto al respeto de los ritmos de aprendizaje debe existir un docente que conozca a cada uno de sus alumnos y comprenda qué puede ofrecerle a cada uno según sus necesidades. Detrás de cada actividad debe haber un profesional que la diseñe según unos objetivos de aprendizaje concretos.

Por lo tanto, para afrontar el reto de cómo atendemos a las necesidades individuales de aprendizaje, las TIC pueden facilitarnos mucho la tarea, pero si delante de este reto no hay buenos docentes preparados para el cambio, no lograremos una educación personalizada y de calidad.

Fuente: Blog Educacion y Tic

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