En un análisis publicado el 13 de marzo, los investigadores de la Universidad de Southampton sugieren que el número de casos de coronavirus en China podría haberse reducido en un 86% si las primeras medidas, que se tomaron el 20 de enero, se hubieran implementado dos semanas antes. Basándose en lo ocurrido en los primeros días de la crisis, Reporteros sin Fronteras (RSF) pone de relieve que, sin el control y la censura impuestos por las autoridades, los medios chinos habrían informado al público mucho antes de la gravedad de la epidemia, salvando miles de vidas y, posiblemente, evitando la pandemia actual.
18 de octubre: La prensa china podría haber informado de los escalofriantes resultados de un simulacro de pandemia
El Centro John Hopkins para la Seguridad de la Salud, en asociación con el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates, realiza un simulacro de pandemia de coronavirus el 18 de octubre de 2019 y alerta a la comunidad internacional sobre los resultados escalofriantes: 65 millones de muertes en 18 meses.
Si el internet chino no estuviera aislado por un elaborado sistema de censura electrónica y los medios no se vieran obligados a seguir las instrucciones del Partido Comunista, el público y las autoridades sin duda se habrían interesado por esta información procedente de Estados Unidos, que se hizo eco de la epidemia de SARS (síndrome respiratorio agudo severo) de 2003. El SARS infectó a 8.000 personas y causó más de 800 muertes, principalmente en China.
20 de diciembre: Las autoridades de la ciudad de Wuhan podrían haber informado a los periodistas
Un mes después del primer caso documentado, la ciudad de Wuhan ya tiene 60 pacientes con una neumonía desconocida similar al SARS; varios de ellos han frecuentado el mercado de pescado de Huanan. A pesar de la situación, las autoridades no consideran conveniente comunicar esta información a los medios.
Si las autoridades no hubieran ocultado a los medios la existencia de un brote epidémico vinculado a un mercado muy popular, el público habría dejado de visitar este lugar mucho antes de su cierre oficial, el 1 de enero.
25 de diciembre: El doctor Lu Xiaohong podría haber expresado sus temores a la prensa
El 25 de diciembre , el doctor Lu Xiaohong, jefe de gastroenterología del Hospital de la Ciudad de Wuhan No. 5, comienza a conocer casos de infección que afectan al personal médico y sospecha desde la primera semana de enero que la infección puede transmitirse entre humanos.
Si las fuentes de los periodistas en China no se expusieran a sanciones severas -que van desde una reprimenda profesional hasta penas de prisión-, el doctor Lu Xiaohong habría asumido la responsabilidad de alertar a los medios, obligando a las autoridades a tomar medidas, lo que no sucedió hasta tres semanas después.
30 de diciembre: Los medios de comunicación habrían recogido la alerta temprana de los denunciantes
El director del departamento de emergencias del Hospital Central de Wuhan, Ai Fen, y un grupo de médicos lanzan una alerta sobre un "coronavirus similar al SARS". Ocho de ellos, incluido el doctor Li Wenliang, quien murió después a causa de la enfermedad, serán detenidos por la policía de Wuhan el 3 de enero por hacer circular "falsos rumores".
Si la prensa y las redes sociales hubieran podido difundir libremente la información facilitada por los denunciantes el 30 de diciembre, la ciudadanía se habría dado cuenta del peligro y habría presionado a las autoridades para que tomaran medidas que limitaran la expansión del virus.
31 de diciembre: Las redes sociales habrían transmitido la alerta oficial en China
China alerta oficialmente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 31 de diciembre, pero al mismo tiempo obliga a la plataforma de discusión WeChat a censurar una gran cantidad de palabras clave que se refieren a la epidemia.
Sin censura, la red social WeChat, que tiene mil millones de usuarios activos en China, podría haber permitido a los periodistas transmitir informes y consejos de precaución que contribuyesen a un mejor cumplimiento de las normas recomendadas por las autoridades sanitarias.
5 de enero: Los medios científicos habrían secuenciado antes el genoma del coronavirus
El equipo del profesor Zhang Yongzhen en el Centro Clínico de Salud Pública de Shanghai logra secuenciar el virus el 5 de enero, pero las autoridades parecen reacias a hacer público el genoma. El 11 de enero, el día en que China confirma su primera muerte por el virus, los investigadores filtran información en plataformas de código abierto, lo que resultará en el cierre punitivo de su laboratorio.
Si las autoridades chinas fueran transparentes, habrían comunicado inmediatamente la secuencia del genoma del coronavirus a los medios científicos, ahorrando a la comunidad internacional un tiempo precioso en su investigación para el desarrollo de una vacuna.
13 de enero: La comunidad internacional habría anticipado el riesgo de una pandemia
Se informa en Tailandia del primer caso de infección por coronavirus fuera de China, un turista de Wuhan.
Si los medios internacionales hubieran tenido acceso total a la información que tenían las autoridades chinas sobre la escala de la epidemia antes del 13 de enero, es probable que la comunidad internacional hubiera evaluado la crisis y la hubiera anticipado mejor, reduciendo el riesgo de que la epidemia se propagase fuera de China y, posiblemente, evitando su transformación en una pandemia.
Fuente: RSF
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