La soledad y el aislamiento, los maltratos y las torturas físicas y psicológicas se suman al miedo a ser olvidados en esas cárceles inhumanas construidas o remodeladas para depositar a los presos políticos del mundo, esas que nos recuerdan cuán incivilizada puede ser la humanidad.
“No nos olviden”, “ayúdennos a dar a conocer lo que está pasando en nuestro país” fue el clamor que llevó al Instituto CASLA, con sede en la República Checa, a lanzar la campaña #ApadrinaAUnPresoPoliticoDelMundo” “ReleaseChain” que lidera su directora ejecutiva, Tamara Suju.
Ya son más de 90 figuras públicas las que se han sumado, para ser la voz y visibilizar la causa de al menos un preso político y denunciar la situación en su país. Un rostro que significa la arbitrariedad y la violación de los derechos humanos en países no democráticos o autoritarios, incluso en aquellos donde la cantidad de presos políticos exactos se desconoce, como Bielorrusia, Turkmenistán, Irán o Rusia, o donde son tantos que algunos padrinos han querido ser la voz de más de uno, para apoyar a hermanas o hermanos presos, o padres e hijos, e incluso a sacerdotes que han sido detenidos, como es el caso de Nicaragua.
Expresidentes como Felipe González, Oscar Arias, Miguel Ángel Rodríguez y Lech Walesa, quien es padrino de la campaña, se han unido a voces de políticos, artistas y cantantes, de eurodiputados, senadores, congresistas, presidentes de organizaciones jurídicas universales, reconocidos periodistas, defensores de derechos humanos y abogados, líderes políticos y líderes juveniles que han alzado su voz para mostrar un rostro, un nombre y con él, una familia, una sociedad y un país oprimido.
El pasado 6 de agosto, el Instituto CASLA organizó, conjuntamente con la vicepresidente del Parlamento Europeo, Dita Charanzová, una performance en la plaza Luxemburgo que está frente al Parlamento, adonde acudieron padrinos, familiares y ahijados sumados a la campaña, entre ellos Gabriel Mato, Maite Pagaza, Pablo Arias, José Ramón Bauza, Javier Sarzalejo, Javier Nart, Juan Ignacio Zoido, Leopoldo López Gil y Juan Salafranca, asesor del Partido Popular, y personalidades como la nicaragüense y defensora de derechos humanos Bianca Jagger, el ex embajador Diego Arria, el ex alcalde metropolitano Antonio Ledezma, el ex preso político Félix Maradiaga, la hija de la expresidente de Bolivia Carolina Ribera Añez; Loredana Hernández, hija del general Héctor Hernández; Víctor Dueñas de Cuba Decide y Carolina Delgadillo, defensora boliviana.
Una celda de 2×1 metros cuadrados, con barrotes de luces y humo, bajo una carpa negra y fría, que buscaba asemejar un poco la condición en la que muchos presos políticos se encuentran hoy día, fue el escenario para que cada uno de los asistentes elevara la voz por sus ahijados, por los presos de su país y por todos los presos políticos del mundo, con motivo del aniversario de los 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando en la misma celda pudieron estar, frente a frente, el padrino y su ahijado, Gabriel Mato y Félix Maradiaga, excarcelado y desterrado por la dictadura de Ortega. Fueron muchos los mensajes de solidaridad, de esperanza, de abrazar desde lo lejos a quien se quiere abrazar en persona, y de decirle a esos ahijados y sus familias que no están solos, que sus voces multiplican lo que les sucede y que juntos se pueden lograr aunque sea pequeñas cosas para que la situación de los encarcelados mejore y que el fin más deseado es lograr su libertad.
Fuente: Visor 21
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