lunes, 22 de noviembre de 2021

En el paro, unos 60 sitios de Facebook dieron contenido falso, varios desde el exterior


Entre el 6 y el 14 de noviembre, punto alto del conflicto por la abrogación de la Ley 1386, al menos 60 cuentas y páginas de Facebook emitieron noticias falsas, además de mensajes polarizadores. Varias son administradas desde el extranjero, tienen hasta 19 administradores o hacen pagos para promocionar sus publicaciones.

Muchos de los mensajes eran favorables al Movimiento Al Socialismo (MAS). Los mensajes que atacaban a ese partido circulaban más por WhatsApp y páginas de Facebook menos activas.

“Cuando hay conflictividad social, se radicaliza la polarización y ésta –en gran medida– se alimenta de desinformación. Este tipo de contenido reafirma los sesgos. Es decir que reafirma lo que creo y quiero creer que es verdadero y entonces lo comparto. Esto hizo que las redes sociales fueran tan importantes durante esos días”, indicó la editora en jefe de Bolivia Verifica, Carolina Méndez.

Explicó que, durante los días de tensión, en el país hubo una especie de bombardeo de desinformación más intenso de lo habitual. Entiende que sucedió porque la ciudadanía pasaba mucho tiempo en sus redes sociales, debido a que querían saber qué sucedía y estas plataformas son una forma de estar conectados con lo que pasa minuto a minuto.

De acuerdo a un reporte emitido por Bolivia Verifica, en esos nueve días de conflicto, se identificaron 37 noticias o contenidos falsos. De ellos, 26 salieron de 20 páginas y cuentas de Facebook. El restante circuló por servicios de mensajería como WhatsApp.

En una revisión de Facebook, además de las ya cuentas mencionadas, Página Siete identificó otras 40 páginas y grupos que difundían memes y videos con mensajes polarizadores que amplificaban la desinformación.

La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, indicó que “las redes sociales ya están aquí y no se irán”, por lo que debemos aprender a convivir con ellas.

“La desinformación afecta a la población. Por ejemplo, si recuerdan, en el tema de la vacunación, surgieron varias noticias falsas que generaron miedo, zozobra y hasta polarización por las vacunas”, mencionó. Dijo que se debe trabajar de forma conjunta contra este problema, que no sólo se da en el país, sino en el mundo.

Industria de noticias falsas

El 8 de noviembre, en las redes circuló un video en el que presuntamente una niña murió al no poder llegar al hospital por el paro cívico que empezó ese día. La información, difundida por la página La Resistencia Audiovisual 2.0, era falsa, pues las imágenes se referían a un accidente de tránsito ocurrido un día antes. 

Como ésta hay muchas otras emitieron contenidos similares, como El Renegado, Bolivia Like, Rueda Chapaca, Bolivia TV del Pueblo (que se hace pasar por el canal estatal), Beni Noticias, La Paz de mis Amores, Adriana Salvatierra (cuenta falsa), Kokodrilonews, Whipala, La Zurda Radio, Periódico Cambio (falsa), P10j0 (Piojo) Bolivia, Policía cibernética (falsa), Colectivo Urbano Rural Wiphala, El Choclo y Somos Bolivia.

“Hay cuentas y páginas en Facebook que son creadas para divulgar desinformación. Algunas tienen apariencia de medios de comunicación ya establecidos, se roban sus nombres o aparentan ser medios buscando revestirse de veracidad”, explicó Méndez.

Algunas de estas páginas y cuentas comparten sólo contenido falso creado para desinformar. Otras comparten un poco de todo de lo que circula en redes. Se cuelgan de lo viral y comparten noticias verdaderas que alimentan su postura política. En medio de todo eso, incluyen la desinformación  y otros contenidos.

Al ver  los contenidos, Bolivia Verifica notó que  pareciera operar  una industria de la desinformación que va en  avanzada. Esta produce y difunde  material cada vez más elaborado que es de difícil identificación  incluso para los periodistas  entrenados.

“Nos cuesta a primera vista detectar  si el contenido es falso o no, tenemos que constatar  en múltiples  fuentes  que lo que estamos  viendo no es verdad. Están muy bien hechos”, señaló Méndez,

No son imágenes, videos o noticias improvisados o hechos a la rápida, al contrario, son pensados y creados casi a detalle.  Usan los logos de  los medios, la tipografía, colores, en sí, toda la línea gráfica. En muchos casos, se imita hasta el estilo de redacción o locución, lo que hace que la población los pase como verdaderos.

“En estos más de dos años  de trabajo, hemos notado que, cuando hay cierta tensión social, la desinformación crece exponencialmente. También coincide, un poco, con la desconfianza de la ciudadanía con los medios tradicionales. La gente trata de  ubicarlos  en  posiciones políticas y desconfía, lo que hace que crea en las redes. Es un poco la respuesta al trabajo de los medios y periodistas en general”, reflexionó Méndez.

Reconocer las noticias falsas
  • Reconocer la trascendencia del tema. Hay temas que son de interés de la ciudadanía y otros que, por su misma naturaleza, no son importantes ni interesantes.
  • Revisar la fuente de publicación. ¿Quién la publicó? ¿Cuándo? ¿Menciona supuesta fecha, lugar de los hechos?
  • Contrastar la información con datos y hechos. Si se trata de un video o una imagen, buscar las originales y preguntarse: ¿De cuándo es esa imagen? ¿Está manipulada?
  • Confirmar la información publicada con el protagonista de la noticia. ¿Estuvo ahí? ¿Qué dijo en su discurso?
  • Buscar otras fuentes: testigos, anfitriones o asistentes a los eventos y revisar información estadística y académica vinculada al tema; además, consultar  con especialistas.
  • Visualizar el impacto y trascendencia que logró en los medios tradicionales. Luego, analiza qué medios replicaron la información y con qué intensidad.

Administradores en el extranjero y pagos por las publicaciones

Entre casi 40 páginas y grupos identificados como generadores,  emisores y difusores de mensajes polarizadores,  10 llamaron la atención. Cuentan con varios administradores y todas tienen por lo menos uno fuera de Bolivia. Argentina es el que más se repite.

Los Choklitos de Hierro Oruro, Periódico Cambio, Evo Es Pueblo,  Columna Sur, La Zurda Radio, y una página que se identifica como medio de comunicación digital tienen administradores en  España,  Estados Unidos, Ecuador, Vietnam, Alemania, Perú y los Países Bajos.

Asimismo, El Golpista, Revolucionarios Bolivia, Juventudes MAS-IPSP Oruro y otra cuenta identificada como medio virtual tienen varios administradores en Argentina. 

La mitad de estas páginas pagan a Facebook por promocionar sus publicaciones. Pueden hacer gastos desde los 100 bolivianos hasta los 800 por cada contenido. Durante los días de conflicto, tenían varias publicaciones pagadas al día.  

Entre las páginas que generan mensajes polarizadores y con tendencias políticas  están: MAS-IPSP juventudes, Feria 16 de julio, 100% orureño de corazón, Luis Arce Catacora y David Choquehuanca  2025, Sectores sociales unidos, MAS IPSP Oruro, Bolivianos unidos en el mundo, Andrónico Rodríguez 2020-2025, Volvimos y somos MAS, Apoyando a Andrónico Rodríguez, Noticias El alto, Tarija con Evo, Democracia SC, El piojo cabrón, Primera Línea Noticias, Volveremos, Revolución Wayna Sacaba, Colectivo Político Wilas, G7, La Resistencia Bolivia, Democracia sí Dictadura no, Bolivianos Unidos, PititaNews, Palabra de la Resistencia, Generación Pitita.

De estas, cerca de una treintena producen mensajes favorables al MAS. Eso no quiere decir que no haya  ataques al partido de Gobierno, pero estas son  menos activas y  tienen menos administradores.

Rómulo Calvo, un muerto y la violencia en el centro de atención
 
De las 37 noticias falsas identificadas, 10 estaban relacionadas con el presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Rómulo Calvo. En ellas, se tergiversó sus discursos o se le atribuyeron declaraciones falsas, en la que se mencionaba su poder sobre ciertos sectores sociales o se refería a los bolivianos con términos peyorativos.
También se le acusó de ofrecer 100% de la jubilación a los policías y de haber anunciado muertes en Potosí, cuando esto no era verdad.

Asimismo, estas noticias desinformaron sobre las presuntas muertes  producto del paro. Durante la primera jornada, La Resistencia Audiovisual desinformó al indicar que una niña había perdido la vida al no poder llegar al hospital. Para ello, se usaron  imágenes de un accidente de tránsito.

Esta misma página publicó que un niño del Plan 3000 falleció a causa de los enfrentamientos en la zona, cuando la causa real fue una cardiopatía.

En el caso de la muerte en Potosí, la página Somos Bolivia afirmó que el diputado Erwin Bazán informó que el joven potosino murió por un “bolo de coca del Chapare”. Esta declaración es falsa.

En otras páginas se hicieron pasar como actuales imágenes de la violencia ejercida durante  los conflictos de 2019 para provocar temor y llamar a la movilización de las personas. Fueron viralizadas en minutos.

Control de las redes

Desde 2016, hubo  varios intentos de regular las redes en Bolivia, con el fin de “frenar la desinformación”. Causaron rechazo, pues rayaban en la censura y el control.

2016.- El 22 de mayo de 2016, surgió la primera propuesta de regular las RRSS. Fue planteada por el gobierno de Evo Morales luego de su derrota en el referéndum del 21 de febrero, atribuido a las plataformas virtuales.

Control.- Poco después, se creó la Dirección General de Redes Sociales, para controlar las cibercomunidades. El gobierno del MAS dispuso para ello un presupuesto anual que osciló entre 5 y 7 millones de bolivianos.

Trópico.- Una segunda petición de control llegó con un anteproyecto de ley elaborado por las Seis Federaciones del Trópico. El entonces diputado Víctor Borda sumó una tercera.

2018.- El entonces ministro de la Presidencia, Alfredo Rada, censuró la circulación de mensajes ofensivos y un día después una cuarta petición llegó de la mano del diputado del MAS Julio Huaraya.

2019.- Tras las críticas hechas en las RRSS al entonces ministro Carlos Romero –por el caso Montenegro–, la autoridad interpuso una demanda penal. La Fiscalía inició una investigación, pero un día después la autoridad desistió de su denuncia.

2020.- No fue hasta el decreto 4231, firmado por la presidenta Jeanine Añez, que hubo un nuevo intento de regular la “desinformación”. La norma fue rechazada por varios sectores –incluida la prensa– y se anuló.

Fuente: Pagina 7

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