Cinco puntos esenciales:
1. Elegir los buscadores. Aunque Google, Yahoo o Bing son los motores de búsqueda más utilizados en el mundo y resultan útiles para el aula, no son las únicas opciones. Puedes animar a tus alumnos a probar alternativas recomendables en ciertos casos o temas, entre ellas:
- Google Scholar. Versión académica de Google, diseñada para localizar bibliografía, artículos, tesis, libros, resúmenes y opiniones.
- Microsoft Academic. Versión académica de Microsoft que opera sobre una base de datos de más de 80 millones de publicaciones, actualizada permanentemente.
- Dialnet. Base de datos con más de 5 millones de documentos referenciados, artículos de revistas, libros y tesis doctorales.
- WorldWideScience. Buscador en portales científicos y académicos internacionales.
- Jurn. Motor de búsqueda de artículos libres académicos, textos, revistas y tesis de varias disciplinas.
- RefSeek. Buscador que filtra las respuestas para dar prioridad a documentos y páginas web de interés académico y enciclopédico.
- Redalyc. Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal, para localizar temas científicos.
- Buscabiografías. Base de datos con biografías variadas de personajes relevantes, históricos y actuales, que incluye frases célebres, curiosidades o cronologías.
- Scholarpedia . Enciclopedia académica online, cuyos textos están revisados por expertos de todo el mundo.
- Filtrar resultados. Dentro de los buscadores generalistas hay múltiples opciones para centrarse en el tipo de resultados deseados: páginas web, imágenes, videos, noticias, mapas, libros… Anima a tus alumnos a utilizar estas posibilidades para evitar información en formatos que no se ajusten a lo que les interesa.
- Elegir los términos precisos y utilizar la búsqueda avanzada. Se puede optar por un lenguaje natural, frases literales o palabras clave asociadas según el tema que se investigue. Además, la búsqueda avanzada que ofrecen los motores permite ajustar mucho más los resultados que se obtendrán, buscando términos exactos o varias palabras, delimitando ciertos dominios, países o idiomas.
- Utilizar operadores. Esta práctica herramienta permite ajustar más la búsqueda añadiendo o quitando términos, buscando dentro de una web concreta, incluyendo palabras comodín… Aquí tienes algunos ejemplos y el propio Google o Bing detallan sus operadores específicos.
- Los resultados no dan la información que se busca y hay que variar los criterios;
- La información no es suficiente y hay que ampliar el rango de búsqueda;
- Los datos son excesivos y hay que reducir el rango de búsqueda;
- La información es contradictoria o no resulta creíble y hay que contrastarla.
- El origen o fuente de la información y su autoridad y fiabilidad;
- El enfoque de la información, las versiones que da y el contenido que aporta;
- La actualización de los contenidos;
- La legibilidad y la calidad del texto.
- Copiar y pegar direcciones web, referencias, títulos de bibliografía o fragmentos de texto en un documento de texto o una tabla que guarden en su ordenador o en la nube, con Google Docs u Office 365, por ejemplo, de modo que puedan compartirlo.
- Guardar documentos PDF, audios, videos, imágenes, presentaciones, tablas u otros formatos que permitan la descarga y almacenarlos en una carpeta local o en la nube, como Dropbox, Drive o Pearltrees, debidamente etiquetados con su origen.
- Elaborar un listado de fuentes online añadiéndolas a los marcadores del propio ordenador, o mediante un agregador de marcadores como Feedly, Symbaloo, Delicious oScoop.it! .
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