martes, 2 de diciembre de 2025

La propuesta boliviana que hace seguro y barato guardar información digital


En un mundo donde confiamos más en un folder manila que en una carpeta digital, Carlos Ríos Doria Medina, gerente general de Scatola Tech Labs, lanza una herramienta que busca cambiar el juego. Es una caja de seguridad digital, inspirada directamente en los sistemas más seguros que usamos en la vida real.

Ríos parte de un dato simple y casi filosófico: somos maestros guardando papel, pero principiantes guardando datos digitales. Tiene sentido. Llevamos miles de años archivando documentos físicos y apenas 85 conviviendo con lo digital. Por eso confiamos más en una llave que en una contraseña, más en un sello notarial que en un backup.

“En lo físico somos expertos, usamos cajas fuertes, estantes, cajones con llave y todo eso lo hacemos muy bien”, explica. Pero en digital todavía improvisamos. Y ahí apareció la idea de copiar las mejores prácticas del mundo físico y llevarlas al formato digital.

Una caja fuerte, pero en la nube

La herramienta creada por Scatola funciona como una caja de seguridad bancaria. Tiene doble llave, lo que la hace inviolable, y permite un tiempo de custodia de largo plazo, siguiendo los plazos que la ley exige.

Hablamos de hasta 10 años de almacenamiento seguro. Y no es un capricho, obedece a que muchos documentos deben conservarse por obligación legal o por simple responsabilidad. Facturas por ocho años, tomografías también por ocho, documentos públicos por cinco, proyectos con responsabilidad civil, etc. Y como no confiamos plenamente en lo digital, terminamos imprimiendo todo “por si acaso”.

Scatola propone lo contrario, dejar de imprimir “por miedo” y empezar a confiar en un sistema pensado justamente para durar.

La lógica es la de un notario digital. Dos partes firman, pero siempre buscan un tercero que dé certeza. La herramienta cumple ese rol porque es un custodio seguro, externo y confiable.

Precio a lo boliviano

Uno pensaría que un servicio así es caro. Pero no. Ríos revela el truco con una sonrisa al hablar de “el puchito”.

“Bolivia es el único país donde existen los puchitos”, dice refiriéndose a una porción pequeña de algo. Y lo aplicaron al almacenamiento digital porque compran grandes cantidades de espacio en la nube, lo dividen en porciones pequeñas y lo ofrecen a bajo costo.

Por ejemplo: 10 gigas por 10 años por 170 dólares, es decir, 17 dólares al año. Para una empresa, “es nada”, asegura Ríos.

La infraestructura se apoya en dos gigantes: Backblaze y Amazon, usando servidores independientes para duplicar la seguridad.

¿Y a quién está dirigido? A todos. Empresas, personas, instituciones públicas e incluso el sistema judicial. Ríos imagina un futuro donde ninguna prueba se pierda jamás en un juzgado, algo que en Bolivia suena casi revolucionario.

Y al cumplirse los 10 años, la empresa avisará al cliente para renovar. Si decide no hacerlo, la información se borrará. Nada oculto, nada extraño, sólo un ciclo claro y transparente.

Fuente: Activos Bolivia

No hay comentarios.:

Publicar un comentario