Desde En Positivo venimos publicando diversos informes con estadísticas que avalan una realidad más positiva de lo que se pudiera creer. Asimismo nuevos gurús del optimismo como el profesor Steven Pinker, el científico Matt Ridley o el médico Hans Rosling (entre otros nombres) comparten esta forma de hacer acompañando sus teorías posibilistas con cifras que evidencian un mundo mejor.
Lo que comúnmente llamamos ver el vaso medio lleno es poner en valor estos informes optimistas que equilibran en cierta medida los problemas que sigue habiendo.
Si bien es cierto que cada etapa, contexto histórico, presenta múltiples desafíos que afrontar lo cierto es que en pleno siglo XXI es cuando disponemos de más herramientas, capital tecnológico y humano para encontrar soluciones eficaces.
Repasamos aquí algunos de los datos más relevantes de los últimos años en coherencia con la evolución positiva de la historia de la humanidad:
1. Menos conflictos bélicos
Ya en el libro “Los ángeles que llevamos dentro” de Steven Pinker exponía con sólidas argumentaciones y datos cómo la violencia ha disminuido enormemente respecto a tiempos pasados.
Si bien la primera mitad del siglo XX fue por desgracia virulento, enmarcado en dos guerras mundiales. Luego llegaría un periodo relativamente pacífico gracias a la articulación de la Unión Europea, multilateralismo e incremento de alianzas internacionales entre potencias mundiales.
2. La expansión de la democracia
Esta disminución de la violencia coincide y es consecuencia de la expansión de la democracia en el mundo. Hoy, en cambio, aproximadamente la mitad de la población vive en democracia. No obstante, hay que valorar los avances conseguidos y al mismo tiempo seguir profundizando.
Ciertos movimientos de reacción en algunos países democráticos deben ser combatidos desde el acuerdo de los partidos políticos moderados por el bien común de la preservación de las cartas magnas de cada país.
3. Incremento progresivo de la esperanza de vida
En los dos últimos siglos se ha experimentado un importante aumento de la esperanza de vida que a día de hoy es más de 72 en el cómputo global. Esta positiva cifra viene determinada por la mejora de condiciones de salubridad, avances en ciencia y salud, y calidad de vida.
Es cierto que existen desequilibrios entre continentes siendo Europa con mayor esperanza de vida en su población (+80,67 años). Pero incluso en África la esperanza de vida alcanza por primera vez los 60 años, algo impensable hace unas décadas.
La supervivencia extrema avanza sin detenerse y multiplica cada año el número de centenarios en el mundo.
4. Descenso de la mortalidad infantil
Las tasas de mortalidad infantil descienden en más de la mitad desde 1990 y, en especial, desde 2000, cuando muchos países redujeron drásticamente la mortalidad de menores de 5 años.
Para seguir avanzando hay que incidir en los avances médicos, pediatría y atención primaria. En la actualidad el 74 % de las muertes de los niños menores de 5 años se produce durante el primer año de vida, y el 60 % de ellas ocurre en el periodo neonatal (el primer mes). Esto se debe principalmente a las complicaciones de los nacimientos prematuros (antes de las 37 semanas de embarazo).
5. Reducción de la desigualdad global en ingresos
Si bien no hay que obviar que la desigualdad interna de los países se ha incrementado por la brecha salarial, a nivel mundial está desigualdad se sitúa a la baja gracias a países de gran extensión y población como China e India.
Es más, por primera vez en la historia la mitad de la población puede ser considerada clase media.
6. Crecimiento del PIB en los países desarrollados
A pesar de los notables altibajos como la sucesión de crisis económicas, lo cierto es que la tasa de crecimiento se sigue manteniendo. También en parte al crecimiento de países como China o India que se acercan cada vez más a occidente.
Un índice de crecimiento del 10% durante un período prolongado significa que los ingresos se duplicarán cada siete años, aproximadamente.
Fuente: En Positivo
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