Aprovechando el Día de la Diversidad Cultural en Bolivia, hoy se hará entrega de la certificación del documento “Repartimiento de tierras por el inca Huayna Kápac (1556-1578)” registrándolo como memoria del mundo por parte del Mowlac-Unesco a las 19:00 horas en la Casona Sántivañez (calle Sántivañez entre Ayacucho y Junín). Como parte del evento también se contará con un seminario sobre el documento donde participarán sociólogos, historiadores y gestores.
El documento es parte del Archivo Histórico Municipal Macedonio Urquidi, sin embargo, su postulación para se registrado como memoria del mundo fue una iniciativa del gestor cultural Danny Gonzales y del historiador Guido Guzmán. La parte formal, la elaboración del documento, fue desarrollada por Gonzales; mientras que Guzmán concibió la importancia, la interpretación y el contexto histórico.
Como recomendación del experto Luis Oporto en un taller de postulacionés a la Unesco, Gonzales indagó en el proceso y en el llenado de formularios. Existen una serie de requisitos que Mowlac exige al documento para ser registrado como memoria del mundo los más importantes son: la unicidad e irremplazabilidad del documento; su autenticidad, que debe ser comprobada por un experto en el área; la integridad, debe completar una época y no estar incompleto; accesibilidad a la información del documento por parte de la población y que refleje un impacto no solamente de la región, en el caso del texto de repartimiento de tierras se justifica en la presencia del imperio inca en los territorios que ahora son Ecuador, Perú, Chile, Argentina e incluso Brasil.
En cuanto al contenido del documento, Guzmán señala que la información es precolonial (remontandose incluso al Tiahuanaco), pero el escrito data de la primera época colonial; “los documentos coloniales son la única referencia para entender la epoca precolonial”.
El texto es un testimonio de la organización política/social del Imperio Inca a través del mitimaje, práctica que forzaba la migración de grupos étnicos para la producción agrícola (principalmente maíz) o el servicio al Inca. Según Guzmán, fueron trasladados alrededor de 14 mil mitimaes a Cochabamba, hecho que justifica la diversidad étnica de la región entre aymaras, quechuas, yuracares o chiriguanos.
Guzmán también realizó un trabajo paleográfico al interpretar el español antiguo del texto, recogido por escribas a partir de testimonios de índigenas, principalmente de Sipe Sipe.
Fuente: Opinion
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