Comprar por Internet puede tener sus pros y sus contras, pero es posible que sea la opción más segura para adquirir productos que cargan con una etiqueta moral invisible, opinó Franklin Paul, gran defensor de los derechos y de la salud sexual y reproductiva de jóvenes en India.
“Pronto nadie tendrá que entrar a un comercio a comprar condones, enfrentarse al entrometido farmacéutico y pasar vergüenza”, aventuró.
“Simplemente los pedirán a través de sus teléfonos móviles, tabletas o computadoras portátiles y se los llevarán hasta la puerta de su casa”, explicó Paul, quien estudió dos años cómo llevar la tecnología digital a jóvenes de entornos rurales de India.
El gobierno introdujo hace poco educación sexual en las escuelas públicas, pero aún así es muy difícil para los jóvenes acceder a buena información sobre este tema, señaló en diálogo con IPS.
Paul participó en la Cumbre de Planificación Familiar de Londres, realizada en la segunda semana de este mes, y relató su experiencia personal trabajando en el distrito de Purba Champaran, en el estado de Bihar, uno de los más desfavorecidos de India.
La investigación llevó a Paul y a sus colegas a crear una aplicación para celulares llamada M Sathi, disponible en Google Play, que ofrece información de forma divertida e interactiva sobre relaciones sexuales y otros temas vinculados, pensada para jóvenes con juegos y cuestionarios.
Derechos y salud sexual y reproductiva digital
El gobierno de India lanzó una campaña para expandir la conectividad digital e implementar la gobernanza electrónica. La iniciativa India Digital procura transformar a ese país en una economía del saber y en una sociedad digitalizada.
La campaña se ajusta al plan del gobierno de promover y mejorar los derechos y la salud sexual y reproductiva en el país, indicó Kumar Mishra, secretario de Salud de India.
“Digitalizamos nuestra comunicación en toda la cadena de suministro”, precisó, tras anunciar que India destinaría otros 1.000 millones de dólares en los próximos cinco años a esa iniciativa a fin de ofrecer mejor atención en salud reproductiva a su población de más de 1.240 millones de habitantes.
Con ese anuncio, el presupuesto que India destina a ese fin asciende a 3.000 millones de dólares.
Hay 100 millones de mujeres que usan anticonceptivos, según datos oficiales. Pero no todas reciben lo que necesitan, lo que causa un desequilibrio en el sistema de demanda y suministro.
Además, es un obstáculo para lograr el objetivo de proteger los derechos y la salud sexual y reproductiva y distribuir anticonceptivos entre unas 48 millones de mujeres más, así como reducir y erradicar las enfermedades y el número de muertes por causas asociadas.
Las herramientas digitales pueden ayudar a reducir la brecha entre la demanda y el suministro, observó Mishra.
Con el ejemplo de E-mitra, un servicio de comunicación a través del teléfono móvil, creado por el gobierno, Mishra indicó que la rápida expansión de la red digital en India motiva el mayor uso de celulares, en especial en zonas urbanas y semiurbanas.
Los proveedores de la salud deben aprovechar esta oportunidad para llegar a más personas y suministrarles información creíble a través de sus teléfonos y herramientas de Internet, opinó.
Teléfonos celulares para mejor información
Las palabras de Mishra se ajustan a la situación de Kamla Mukhi, una joven indígena de 24 años, dedicada a la salud comunitaria en Daltongunj, un distrito minero en el oriental estado indio de Jharkhand, donde las mujeres deben desplazarse entre 20 y 25 kilómetros para llegar al centro de salud más cercano para cubrir sus necesidades de información o de productos sanitarios.
Hace un año, Mukhi visitó una de esas clínicas. “Una enfermera de muchos años entregó con disimulo en la mano de una joven un paquete de condones. Luego, ella me preguntó: ‘Didi, ¿cómo tomo esto? Eso es un preservativo’. No sabía si reír o llorar”, relató.
“Antes le habían dado cereales y píldoras anticonceptivas y pensó que el nuevo producto también era para ingerir”, precisó.
Con los celulares, eso no ocurrirá, porque las jóvenes podrán recibir información de forma directa, sin confusiones.
“Los propios trabajadores de la salud tienen vergüenza de hablar de sexo y de anticonceptivos, pero si la información está disponible en la pantalla de los celulares, nadie tendrá que pasar vergüenza”, destacó.
El sistema de información digitalizada también será un gran beneficio para mujeres y jóvenes que viven en zonas de conflicto, subrayó Mukhi, cuyo pueblo está en una zona que sufre la insurgencia naxalita, un grupo maoísta enfrentado a las fuerzas gubernamentales.
“Las mujeres tienen que caminar muchos kilómetros para llegar a una clínica. Al llegar se encuentran con que cerró debido a una amenaza de seguridad o por un ataque. Si esa información se comparte por celular, no tendrán que soportar molestias innecesarias”, ejemplificó la activista.
Invertir en datos
Compartir información es relativamente fácil, pero recoger datos precisos sobre cómo se usa esa información sigue siendo un gran desafío.
“Contar con datos creíbles es un área muy importante”, subrayó Melinda Gates, una de las presidentas de la Fundación Bill & Melinda Gates, que en 2016 anunció un fondo de 80 millones de dólares para investigar y recolectar datos por género.
Los datos son fundamentales para identificar los asuntos económicos y sociales que afectan a las mujeres y cumplir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, en especial el tres y el cinco.
“Una de las tecnologías que usamos”, precisó Mishra, “es la Gestión de la Cadena de Suministro, un programa que rastrea las compras y el suministro de los productos para la salud reproductiva”, explicó.
“También tenemos una base de datos sobre el uso de anticonceptivos, que vamos a digitalizar. Pronto tendremos un enorme volumen de datos, la mayoría de los cuales estarán a disposición del público”, añadió.
El gobierno de India trabaja con la Fundación Gates en la creación de Kilkari, una aplicación para celulares que ofrece información personalizada para madres primerizas que, entre otras cosas, les avisa de las fechas de vacunación.
Además, el gobierno cuenta con otras dos aplicaciones móviles, Emitra y Anmol, para difundir información sobre planificación familiar.
Tecnologías especiales para jóvenes
Ninguna de las ofertas digitales del gobierno son específicas para jóvenes, reconoció Mishra, pero su departamento planea atender pronto esa carencia. Franklin Paul explicó que para incentivarlos a usar la tecnología, es necesario que esté adaptada a ellos.
“Las aplicaciones del gobierno tienen mucho texto. Pero a los jóvenes les gusta algo más interactivo y que sea visualmente más atractivo y estimulante. Por eso estamos por agregar videos a nuestras aplicaciones Msathi”, indicó.
“Así como es necesario darles una canasta de productos anticonceptivos para que elijan, también es necesario ofrecerles una canasta de alternativas tecnológicas. En vez de que solo sean mensajes de texto, tenemos que ofrecer una variedad de opciones como comercio electrónico, multimedia y redes sociales para ayudar a difundir los servicios de salud sexual y reproductiva entre los jóvenes”, subrayó Paul.
Fuente: Inter Press Service
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