viernes, 27 de diciembre de 2024

Podredumbre cerebral: la palabra del año según Oxford


Oxford University Press, los responsables del Oxford English Dictionary (el equivalente a la Real Academia Española) lleva 20 años seleccionando una palabra o expresión en inglés que refleja nuestro planeta durante los últimos 12 meses. “Si analizamos la palabra del año de Oxford de las últimas dos décadas, podemos ver la creciente preocupación de la sociedad por cómo están evolucionando nuestras vidas virtuales, por la forma en que la cultura de Internet está permeando gran parte de lo que somos y de lo que hablamos”, explica Casper Grathwohl, presidente del organismo en un comunicado.

El año pasado, el galardón fue para “rizz”, una abreviatura de carisma en la jerga de la generación Z. En 2022, fue “goblin mode”, que hace referencia a un comportamiento “descaradamente autocomplaciente, perezoso, desaliñado o codicioso”. Y en 2021, en el apogeo de la pandemia de COVID-19 y el discurso sobre las vacunas, fue “vax”.

Tras una consulta pública, Oxford University Press anunció su elección para 2024: la palabra es podredumbre cerebral o brain rot. Esta expresión se define como el “supuesto deterioro del estado mental o intelectual de una persona, especialmente visto como resultado del consumo excesivo de material particularmente contenido en línea, considerado trivial o poco desafiante”.

“La podredumbre cerebral habla de uno de los peligros percibidos de la vida virtual y de cómo estamos usando nuestro tiempo libre – añade Grathwohl -. Parece un próximo capítulo legítimo en la conversación cultural sobre la humanidad y la tecnología”.

El primer uso registrado de “podredumbre cerebral”, según Oxford University Press, fue en Walden, de Henry David Thoreau, publicado en 1854. “Mientras Inglaterra se esfuerza por curar la podredumbre de la patata, ¿no se esforzará nadie por curar la podredumbre cerebral, que prevalece de manera mucho más amplia y fatal?”, escribió Thoreau en su tratado sobre el trascendentalismo.

Pero, ¿es real la podredumbre cerebral? No es una condición reconocida médicamente, pero es un fenómeno real. La podredumbre cerebral es causada por el uso excesivo de la tecnología. Eso puede significar mirar videos en YouTube sin parar, navegar por las redes sociales o cambiar de una pestaña del navegador a otra. El resultado final: estamos sobreestimulando nuestro cerebro.

Desplazarse por las plataformas de redes sociales aumenta la dopamina neuroquímica, que produce sensaciones de satisfacción y placer. Cuanto más lo hacemos, más queremos hacerlo. Nuestro cerebro asocia el desplazamiento con una sensación de gratificación, incluso cuando eres consciente de sus consecuencias negativas. De esta manera, el desplazamiento puede convertirse en una adicción conductual.

Un estudio demostró que el doomscrolling (la práctica compulsiva de usar el dedo para “bajar” hacia nuevo contenido) puede conducir a niveles más altos de angustia psicológica y niveles más bajos de bienestar mental. Otra investigación encontró que las personas que tienen altos niveles de consumo de noticias negativas también tienen una peor salud mental e incluso física.

Por ejemplo, según un estudio de 1.051 adultos jóvenes entre 18 y 27 años, la adicción a las redes sociales tiene una asociación negativa significativa con las habilidades de funcionamiento ejecutivo como la planificación, la organización, la resolución de problemas, la toma de decisiones y la memoria de trabajo.

Otro aspecto que afecta la podredumbre cerebral es el autoconcepto: a medida que la cantidad de interacciones sociales se disparan, el mundo en línea se ha convertido en su propio universo social, especialmente para los adultos jóvenes. La cantidad de "amigos", "seguidores" o "me gusta" que tienes es visible para todos, lo que hace que sea fácil caer presa de la trampa de la comparación.

Además, el bombardeo de publicaciones que hacen alarde de los éxitos profesionales de las personas, las vacaciones exóticas, las relaciones felices y los cuerpos perfectos (a menudo manipulados digitalmente con filtros) puede conducir a un diálogo interno negativo. El cerebro se vuelve tan desordenado por la confusión que los adultos jóvenes no pueden evitar. Sobreestimulación constante que le impide distinguir la verdad de la ficción. La autoestima puede verse afectada, lo que conduce a niveles elevados de estrés, ansiedad y depresión. Y eso es, en pocas palabras, la podredumbre cerebral.

Imagen: Medium

Fuente: La Razon

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