martes, 6 de marzo de 2018

Cumplir con la responsabilidad colectiva de proporcionar bienes públicos mundiales en la educación

Los bienes públicos mundiales son las instituciones, los mecanismos y los resultados que trascienden las fronteras y brindan beneficios a todos. Controlar las enfermedades infecciosas, luchar contra el cambio climático, mejorar la estabilidad financiera internacional, fortalecer el comercio internacional, y lograr la paz y la seguridad son todos bienes públicos mundiales, al igual que el conocimiento para el desarrollo.

Sin embargo, la provisión de bienes públicos mundiales es insuficiente. Algunos países pueden aprovechar los esfuerzos de otros países. Además, los bienes públicos mundiales son políticos: algunos países pueden no estar dispuestos a apoyarlos, como cuando se resisten a supervisar el cumplimiento de los acuerdos internacionales. O pueden estar en desacuerdo con la forma en que se deberían suministrar. Su provisión depende de la acción catalítica de un liderazgo responsable, que puede faltar. Y, como argumentó el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2017/8, el creciente enfoque en los resultados a corto plazo distorsiona las decisiones de financiación.

Los bienes públicos mundiales en la educación están vinculados al conocimiento para el desarrollo global. Sin embargo, no hay un acuerdo general de lo que son precisamente estos bienes. Un documento de política, presentado hoy por el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo en un evento paralelo de la cuarta reunión del Comité de Dirección ODS-Educación 2030, resalta tres tipos de bienes públicos mundiales en la educación: los datos, la investigación y las redes. Requiere un consenso sobre las prioridades que se necesitan para la consecución del ODS 4.

Apoyar los bienes públicos mundiales en la educación requerirá una visión conjunta y a largo plazo y un verdadero liderazgo de los países más ricos, combinado con el apoyo de instituciones filantrópicas que valoran la complejidad del aprendizaje. Es importante resistir enfoques fragmentados, a corto plazo y basados en proyectos que pondrían en riesgo la provisión de los bienes públicos mundiales.

Datos

Los datos, incluyendo los estándares y las herramientas de medición, contribuyen al seguimiento de y a los informes sobre el progreso en relación con los compromisos internacionales.

El alcance ampliado de la agenda de medición y seguimiento del ODS 4 exige más fuentes de información que antes de 2015. El Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU) estimó recientemente que el costo anual global de recopilar datos para el ODS 4 es de US$280 millones, de los cuales se necesitarían US$60 millones para los países más pobres.

Sin embargo, la recopilación de datos está plagada de problemas de financiamiento y coordinación. Incluso las actividades mínimas necesarias no reciben el apoyo adecuado. El IEU se ha enfrentado a una situación financiera complicada. En 2011, la negativa de los Estados Unidos a pagar sus cuotas a la UNESCO causó una reducción del 34% de la contribución de la UNESCO. En 2016, el final del Mecanismo de Donaciones para el Desarrollo del Banco Mundial resultó en una reducción adicional del 23% de las contribuciones voluntarias más allá de la UNESCO. El IEU eliminó a una tercera parte de su personal entre junio de 2015 y octubre de 2017. Con las nuevas exigencias de la agenda del ODS 4, sus recursos son más escasos que nunca.

Es necesario:
  • Apoyar a las instituciones que tienen el mandato de recopilar datos y dar seguimiento a la educación en los ODS, y vincular este apoyo a la consecución de resultados a largo plazo.
  • Examinar y endosar el costo estimado de la recopilación de datos comparables para el seguimiento del ODS 4 y asignar recursos para financiar las evaluaciones de aprendizaje y las encuestas de hogares necesarias.
Investigación

La investigación es fundamental para que la educación responda al desafío del desarrollo sostenible. En primer lugar, es necesario proporcionar los fundamentos analíticos de los indicadores del ODS 4, para entender a qué nos referimos cuando hablamos de “resultados de aprendizaje relevantes y efectivos”, “desarrollo en la primera infancia” o “alfabetización digital”.

En segundo lugar, es necesario identificar las habilidades, incluidas las sociales y emocionales, para el desarrollo sostenible y cómo los sistemas educativos pueden proporcionarlas.

La investigación innovadora se realiza casi exclusivamente en los países ricos. En los pocos casos en que se llevan a cabo innovaciones en los países pobres, los investigadores de los países ricos dominan, y los países más afectados no toman en cuenta las implicaciones en materia de políticas. A menudo hay una tendencia a dedicar la mayoría de los recursos a llevar a cabo una investigación que satisfaga las necesidades de unos pocos.

La historia del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (CGIAR, por sus siglas en inglés), que se estableció a fines de la década de 1960 para abordar el desafío clave del momento –a saber, aumentar la producción de alimentos– proporciona un ejemplo útil de un bien público mundial. Creado por tres organizaciones multilaterales para ampliar el trabajo pionero de las fundaciones Rockefeller y Ford en Colombia, México, Nigeria y Filipinas, ayudó a lograr un impacto global en la seguridad alimentaria. Lo hizo a través de fondos mancomunados, el establecimiento conjunto de prioridades y mecanismos de gobernanza, y el desarrollo de la capacidad de investigación en el Sur.

No menos esfuerzo se requiere para la educación mundial, lo que el Enviado Especial de la ONU ha llamado “la lucha por los derechos civiles de nuestro tiempo”.

Es necesario:
  • Desarrollar e implementar un programa de investigación que proporcione los fundamentos analíticos de los indicadores de seguimiento del ODS 4, especialmente aquellos relacionados con los resultados del aprendizaje que aún no se han comparado entre países.
  • Diseñar y establecer un consorcio de instituciones de investigación similar al CGIAR para responder a las preguntas clave sobre la educación de nuestro tiempo.
Redes

Las redes difunden los conocimientos que existen y ayudan a los países a intercambiar lo que se ha aprendido de la implementación de políticas educativas para desarrollar sus capacidades y mejorar sus sistemas.

Se necesita un apoyo técnico sostenido a los países para ayudar a desarrollar la capacidad nacional, especialmente a través de mecanismos de aprendizaje entre pares a nivel regional. Dichas redes de apoyo pueden permitir a los países utilizar los datos y resultados de la investigación para fines de planificación nacional y formulación de políticas para ayudar a mejorar el rendimiento de los sistemas.

De nuevo, hay lecciones que se pueden aprender de otros sectores. El Fondo Monetario Internacional ha establecido varios centros regionales de asistencia técnica, seis de ellos en África subsahariana, para mejorar el desempeño de instituciones económicas y financieras. Un grupo de países enfocados en las principales reformas del sistema de salud estableció la Red Conjunta de Aprendizaje para la Cobertura Universal de Salud como un centro de apoyo e intercambio para la implementación de reformas relacionadas. El Fondo Global para la Reducción y Recuperación de Desastres es una asociación que ayuda a los países a reducir su vulnerabilidad a los peligros naturales y adaptarse al cambio climático.

Es necesario:
  • Establecer nuevos centros regionales que ayudarán a los países a adquirir, adaptar y utilizar el conocimiento mundial y regional sobre la implementación de políticas educativas, así como apoyar a los centros existentes.
  • Promover el papel de las organizaciones regionales en el establecimiento de mecanismos de aprendizaje entre pares donde los Estados miembros puedan intercambiar sus respectivas experiencias en materia de política educativa y extraer enseñanzas de otros países.
Fuente: educacionmundialblog.wordpress.com

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