domingo, 30 de marzo de 2025

Un periodista ha entrado al chat


El grupo de Signal tenía 18 integrantes. Se había formado con la intención de discutir un ataque de Estados Unidos a los militantes hutíes en Yemen.

Los participantes eran todos funcionarios del gobierno estadounidense, incluido el vicepresidente JD Vance. Excepto uno: Jeffrey Goldberg, editor jefe de la revista The Atlantic.

Gracias a Goldberg, esta semana se conocieron los detalles del chat grupal que contenía información muy delicada de seguridad nacional, incluido el cronograma de ataques, el tipo de equipo que se emplearía y la ubicación de los objetivos. Los participantes discutieron las posibles consecuencias de la operación y se enteraron de sus resultados.

También expresaron opiniones que dañan la relación con sus aliados: “Simplemente odio volver a sacar de apuros a Europa”, escribió Vance, afirmando que los ataques eran más beneficiosos para Europa que para Estados Unidos, algo con lo que Pete Hegseth, secretario de Defensa, dijo estar de acuerdo y calificó de “patético”.

“Alguien cometió un grave error y añadió a un periodista. No tengo nada contra los periodistas, pero se supone que no se debe hacer eso”, dijo el secretario de Estado Marco Rubio a reporteros mientras viajaba por Jamaica.

A decir de distintos analistas y expertos en seguridad, los protocolos del gobierno requieren que este tipo de información se comparta solo en dispositivos permitidos instalados en ubicaciones seguras.

Noah Shachtman analizó las vulnerabilidades de seguridad del gobierno de Trump y los riesgos de que se filtre información de inteligencia a enemigos extranjeros:

Es difícil saber qué es peor: no saber quién estaba en el chat de grupo o llevar a cabo el chat con celulares. Es posible que los participantes —los participantes previstos, en cualquier caso— pensaran que estaban a salvo porque sus mensajes estaban encriptados por la aplicación de mensajería Signal, apreciada en todo el mundo por los amantes del secreto. Sin embargo, un chat solo es tan seguro como las personas que lo utilizan.

Algunos factores pudieron haber influido en la ruptura de los protocolos, entre ellos el hecho de que varios funcionarios se encontraban de viaje —en Asia y Rusia— y que Trump ha pedido que se eliminen las trabas burocráticas en la marcha gubernamental.

Lo que es cierto es que el episodio ha supuesto un gran reto para Hegseth, quien, con apenas dos meses en el cargo, ha enfrentado una gran cantidad de desafíos.

Hegseth ha sido soldado de infantería y presentador en Fox News y la semana pasada se vio envuelto en un escándalo cuando periodistas del Times dieron a conocer que el Pentágono había previsto informar a Musk, asesor cercano a Trump pero cuyas credenciales de acceso a información ultrasecreta han sido cuestionadas, sobre una posible guerra con China.

En una columna de Opinión, David French se unió a las voces que pedían la renuncia Hegseth, argumentando que su comportamiento debilita la confianza de los elementos del ejército en su liderazgo.

Fuente: NYT

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