A poco más de un mes de las elecciones nacionales de 2025, la ciudadanía organizada se prepara para cumplir un rol clave en el fortalecimiento de la democracia boliviana. La Red Observa Bolivia, una articulación de 41 redes, colectivos y organizaciones de la sociedad civil con presencia en todo el país, presentó oficialmente su Misión Nacional de Observación Electoral Ciudadana, acreditada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Se prevé que más de 2 mil personas voluntarias vigilen las elecciones nacionales 2025.
«Vamos a tener la presencia de 2000 observadores, eso en cuanto a la calidad de la jornada y posteriormente también estaremos en el conteo de de votos y los resultados para presentar nuestro informe final. Para nosotros, la observación ciudadana nacional es un derecho que emerge de la participación ciudadana», manifestó la jefa de la Misión de la Red Observa Bolivia, Susana Saavedra.
Se planifica el despliegue de observadoras y observadores voluntarios en áreas urbanas y rurales de los nueve departamentos, con presencia en 150 municipios, 450 recintos electorales y 900 mesas de sufragio. Esta muestra permitirá realizar una evaluación representativa de la calidad del proceso electoral, desde una perspectiva de derechos humanos, género, inclusión y paridad.
“Esta red tiene por objetivo promover la vigilancia ciudadana independiente y no partidaria de los procesos electorales ampliada y más efectiva en sus enfoques de derechos humanos, género, generacional e interseccionalidad (…) con la finalidad de fortalecer la transparencia, la democracia y la participación ciudadana en procesos electorales», señaló en conferencia de prensa la directora del Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza, Mónica Gutiérrez.
La misión, que se ejecuta con asistencia técnica internacional del Centro Europeo de Apoyo Electoral (ECES) y la Red de Observación de la Integridad Electoral de América Latina y el Caribe (Red OIE), tiene carácter de larga duración y cubrirá todo el ciclo electoral: desde el empadronamiento, la habilitación de candidaturas y los recursos judiciales, hasta la jornada electoral y el conteo de votos.
Las organizaciones aclararon que un observador no es lo mismo que un delegado de partido. Enfatizaron que la Observación Electoral Ciudadana no reemplazará la labor del organismo electoral, no garantizará los resultados de una elección ni intervendrá en los resultados de los comicios. Lo que hará es contribuir a fortalecer la transparencia, verificar la calidad e integridad de la gestión electoral y aportar con recomendaciones a mejorar procedimientos en futuros procesos.
Las 13 organizaciones que componen la misión —entre ellas el Centro Gregoria Apaza, Fundación ACLO, Casa de la Mujer, ONG Realidades y otras— serán responsables del reclutamiento, capacitación y acompañamiento técnico de las y los observadores.
Las personas voluntarias deberán firmar un código de conducta basado en principios de imparcialidad, legalidad y objetividad, y recibirán formación técnica para monitorear todos los hitos del proceso. La misión publicará un primer pronunciamiento el 17 de agosto, tras la jornada electoral, y un informe final en octubre, en caso de que haya segunda vuelta.
Durante la presentación, las voceras reiteraron que, por su carácter técnico y acreditado, la misión no se pronunciará aún sobre las amenazas de postergación o interrupción del proceso electoral, pero sí realizará un análisis sistemático de las condiciones en su informe final.
Las personas interesadas en formar parte del equipo de observación aún pueden postularse a través de las redes sociales de @ObservaBolivia, cumpliendo requisitos como no tener militancia política y contar con disponibilidad el día de la elección.
En tiempos donde la desinformación y la polarización amenazan los procesos democráticos, la observación ciudadana se consolida como un contrapeso fundamental para garantizar elecciones íntegras, inclusivas y legítimas.
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