miércoles, 30 de junio de 2021

Corín Tellado: la escritora de los 400 millones de ejemplares vuelve en plena era ‘streaming’


El matrimonio de Corín Tellado solo duró cuatro años. Sería un detalle biográfico como cualquier otro, que no merecería aparecer como elemento de apertura en un artículo sobre Tellado y su transcendencia como escritora, si no fuese por lo que dice sobre cómo la propia autora veía su carrera.

«Durante más de un año estuve encerrándome en el baño para que el tecleo de la máquina de escribir no despertara a Domingo», le explicó muchos años después a su biógrafa, Ángeles Carmona González, que recoge la cita en Corín Tellado. El erotismo rosa. Pero llegó un momento en el que se hartó de la situación, ella que ya era una escritora activa antes de casarse, y se separó. Eran los años 60 —cuando casi nadie se separaba y el divorcio no era ni siquiera legal— y Corín Tellado estaba en la cumbre de su éxito.

En una entrevista en TVE en los 80, Tellado explica que después mantuvo una relación de amistad con su exmarido. Ella se quedó en su casa, con sus dos hijos y, para lo que nos interesa, con los miles de novelas que fue escribiendo a lo largo de su vida, una obra monumental en volumen y éxito que pocas otras personas han igualado escribiendo en castellano a lo largo de la historia.

Corín Tellado no aparece en los libros de literatura de la ESO, tampoco suele aparecer en los manuales literarios que a otros niveles más elevados abordan la producción literaria en la España del siglo XX. Lo hace, es inevitable, en los que se centran en la novela popular, pero suele ser de manera un tanto desdeñosa y habitualmente crítica.

Mientras en esos textos se suele abordar las novelas de vaqueros con cierta manga ancha, la novela rosa que triunfaba igual que esas obras —o incluso más— en los quioscos de la posguerra se suele hundir con un par de pinceladas y condenar rápidamente como «mala».

Corín Tellado no aparece en los libros de literatura de la ESO, tampoco suele aparecer en los manuales literarios que a otros niveles más elevados abordan la producción literaria en la España del siglo XX. Lo hace, es inevitable, en los que se centran en la novela popular, pero suele ser de manera un tanto desdeñosa y habitualmente crítica

Corín Tellado, su escritora superventas, no sale mejor parada. Sobre por qué la novela rosa es siempre juzgada de esa dura manera se podrían escribir tesis doctorales, pero se puede resumir en una mezcla de misoginia, peso del patriarcado y clichés sobre la cultura popular.

A pesar de esas críticas, Corín Tellado —se la haya leído o no— se ha afianzado como un icono de la cultura popular española para todos rápidamente identificable. Lo es desde que empezó a publicar en la España de la posguerra y lo ha seguido siendo hasta ahora. Su estrella de autora superventas se eclipsó un poco en los años 80-90, cuando las modas en novela romántica cambiaron y el mercado se llenó con los títulos de la recién llegada Harlequin. Además, en los 80, la industria de la literatura española de quiosco, que había sostenido su éxito, se tambaleó con el colapso de su principal gran editorial, Bruguera.

Aun así, Corín Tellado ya se había hecho hueco como uno de esos referentes que todo el mundo conoce. Su público de entonces, como me explicaba hace unas semanas una librera de viejo en Santiago de Compostela mientras excavaba en sus estantes a la búsqueda de novelas rosas de hace 70 años, sigue entrando de vez en cuando en las librerías de segunda mano preguntando si tienen algunos de sus títulos de entonces.

Corín Tellado en la era del ‘streaming’

Pero, quizás, el ejemplo más claro que explica la larga vida de Corín Tellado como referente cultural está en el último acuerdo que ha cerrado la editorial Planeta, que tiene ahora los derechos de sus obras. En medio de la edad de oro de los contenidos que ha generado el bum del streaming, Planeta y Telemundo Global Studios han cerrado un «acuerdo por los derechos exclusivos de la obra completa de Corín Tellado».

Como suele ser habitual en estos casos, las dos empresas no han dado datos económicos. «El acuerdo es importante y su alcance dependerá del número de adaptaciones que lleguen a producirse, y eso, a su vez, dependerá del público, que es quien, en realidad, siempre acaba poniendo el precio a cualquier creación», explica Joaquin Álvarez de Toledo, director general de Stories, área de contenidos transmedia de Planeta, cuando le pregunto por el valor del acuerdo. Pero más allá de cuánto dinero podría suponer o no este acuerdo, lo interesante es lo que dice sobre la vigencia de Tellado. Décadas después de que escribiese sus historias, al mercado le siguen interesando.

«Corín Tellado escribió alrededor de 4 000 historias y su obra es una auténtica enciclopedia de todas las tramas posibles que se puedan dar en lo que a sentimientos amorosos se refiere», reconoce Álvarez de Toledo. «De ahí que mantenga todo su interés», añade, reconociendo que tendrán que adaptarlas «al lenguaje actual» y que se está haciendo un trabajo de adaptación «a la actualidad» de «los personajes, las situaciones, los usos, motivos y costumbres de esas tramas», algo que se suele hacer, deja claro, en muchas ocasiones cuando se adapta a otros escritores del pasado.

Del universo de Corín Tellado podrá salir de todo. Desde Planeta hablan de TV movies, miniseries, series, largometrajes, telenovelas y hasta documentales. Los primeros podrían llegar incluso en Navidad. «Pero seguro que 2022 será el año Corín Tellado», apunta el directivo.

Es el momento, por tanto, de que volvamos a hablar de la escritora.

Así escribía Corín Tellado 

Corín Tellado se levantaba cada día a las 5 de la mañana y se ponía a trabajar. Se pasaba la mañana escribiendo, rodeada de libros —en su trabajo también necesitaba libros de referencia— y sin hora clara para terminar, aunque sabía que sería hacia el mediodía. En un par de días, podía escribir una novela (lo que puede hacer que su trabajo parezca muy sencillo, pero ella misma reconocía en la entrevista ya mencionada que era algo «difícil»). Por las tardes, Tellado leía. Y leía mucho.

La escritora era una entusiasta lectora y más o menos así fue como empezó su carrera. Un librero que le prestaba libros le quiso dejar una novela sentimental, que ella rechazó porque ella misma, proclamó, podía escribirla. El librero la animó a hacerlo, prometiendo que si la terminaba se la mandaría a una editorial con la que tenía contacto. Tellado aprovechó la noche, mientras velaba a su padre enfermo, para escribirla. Tenía 16 años.

Esa primera novela le reportó sus primeros ingresos, 1 500 pesetas pagadas en dos plazos, que ella empleó para cubrir gastos (años después reconocerá sin ninguna acritud que tuvo muchas responsabilidades desde los 17 años, cuando se muere su padre).

Fue también el arranque de su carrera. Durante los años 50 y 60, Corín Tellado movía cifras impresionantes en el mercado literario. En Sociología de una novela rosa, que Andrés Amorós publicó en 1968, el especialista deja claro que es la autora con más éxito en la España del momento, publicando una novela a la semana y saliendo con una tirada de 100 000 ejemplares por título (Tiempo de silencio, la novela de alta literatura del año, lo hacía entonces con 5 000).

En Sociología de una novela rosa, que Andrés Amorós publicó en 1968, el especialista deja claro que es la autora con más éxito en la España del momento, publicando una novela a la semana y saliendo con una tirada de 100 000 ejemplares por título (Tiempo de silencio, la novela de alta literatura del año, lo hacía entonces con 5 000)

Estas impresionantes cifras de tirada dejan claro que mucha era la gente que leía a Corín Tellado, que prácticamente se convirtió en sinónimo de novela rosa en España. De hecho, aunque se asentó la idea de que quienes leían a Tellado eran mujeres, también tenía lectores hombres, sobre los que hay pocos datos concretos. Al cierre de su carrera, Tellado había dejado un legado de casi 4 000 novelas y había vendido más de 400 millones de ejemplares. Además de en España y en los países de habla hispana, Tellado fue traducida a múltiples idiomas.

Ahora, Corín Tellado volverá al mercado reconvertida en material para las cada vez más ubicuas pantallas —aunque sus novelas nunca han desaparecido: ahora, en lugar de en los quioscos, están en formato ebook— y quizás le llegue un nuevo momento de fama. Sin duda, será una excusa perfecta para hacer justicia a la escritora más productiva de las letras españolas del siglo pasado.

Fuente: Yorokobu

martes, 29 de junio de 2021

El efecto del ‘scroll’ infinito sobre cómo consumimos información


Una de las cosas que más me llama la atención sobre la red es el cómo poco a poco ha cambiado el significado de las palabras y, más allá aún, cómo ha cambiado nuestros comportamientos, de tal manera que influye directamente en nuestras capacidades y condiciona nuestras respuestas. 

Estos cambios muchas veces pasan inadvertidos y nos parecen casuales, fruto del azar. Pero no es así. Déjenme que les ponga un ejemplo: ¿han reflexionado sobre por qué nuestra forma de consumir “información” se ha incrementado exponencialmente y, sin embargo, estamos cada día más desinformados?

Una de las formas en las que la tecnología ha cambiado eso la vemos todos los días. Se trata de lo que llamamos el scroll infinito. Esa forma que tienen sobre todo las redes sociales de presentar su contenido cada vez que las visitamos de forma que nos vamos desplazando por ellas con un gesto y nunca tiene final. Fotos, vídeos, tuits, etc. Todo está preparado para que nunca nos detengamos a parar en ningún punto. Siempre nos ofrecen más y más.

Técnicamente el scroll infinito requiere que los contenidos que veremos a continuación se descarguen antes de que los veamos. Se preparan de tal manera que el bucle es infinito y solo estará limitado por una cosa: nuestro propio aburrimiento. Es cómo la rueda incesante donde un hámster corre.

Este scroll anula nuestro poder de decisión

Sin embargo, algo que parece tan trivial es mucho más complejo. El hecho es que el scroll infinito anula nuestro poder de decisión frente al consumo de un contenido en forma manual. 

No decidimos si queremos ver esto o lo otro. Si queremos parar. Si queremos volver hacia atrás. Si queremos cambiar de plataforma o leer detenidamente algo. Todo está preparado para intentar anular nuestra decisión y darnos la sensación de que todo lo que necesitamos y queremos saber está en una sola página. Ya ven, no es tan inocente.

Seguramente muchos de ustedes no han oído hablar de Aza Raskin. Cuando Raskin inventó el scroll infinito en 2006 no pudo prever sus consecuencias. De hecho, algunos años más tarde se lamentó de aquello. De hecho, es una de las personas que aparece en ese documental del 2020 en Netflix que tanto impacto tuvo: “El dilema de las redes sociales”

El desplazamiento infinito poco a poco fue adoptado por las redes sociales a partir de 2006. Redes como Facebook o Twitter no fueron las primeras en adoptar esta tecnología. Lo hicieron sobre 2010 mientras que otras plataformas ya lo habían hecho anteriormente como el caso de Flickr en 2007. 

Una forma de consumir información

Cierto es que su explosión no llegó hasta que el desarrollo de los smartphones permitió implementarlo en nuestros dispositivos móviles. Cuando los teléfonos inteligentes tuvieron la suficiente capacidad para implementar JavaScript, el lenguaje preferido para llevar a cabo estas funcionalidades, el círculo estaba cerrado y nuestra suerte echada. Pero no es lo mismo presentar un carrusel incesante de imágenes y fotos a presentar un contenido que muchos entienden como su forma de consumir información. 

Y esto, consumir lo que creemos información, es en realidad consumir la verdad. Nuestra verdad.

Ahora bien: ¿Qué verdad?

Para los usuarios de las redes el consumir información así produce el efecto de que lo que se nos presenta “la actualidad”, “lo último” como lo realmente importante. No existe el pasado. Ni el reciente. No existe un análisis de por qué ha sucedido tal cosa. 

Lo importante es que nosotros pensemos que lo que se nos presenta es lo que “necesitamos” saber. Ya he hablado del papel de los algoritmos en todo esto. 

El control que ejercen las plataformas sobre la información que consumimos es brutal. Están obsesionados con ello de forma que cada vez estos mecanismos “inocentes” nos capturan y encierran en una jaula de oro intentando que no vayamos a otro lado y que consumamos lo que su algoritmo decide, -ya saben en realidad que las decisiones las toman personas y cuentas de resultados- y no salgamos fuera de ella.

Un filtro a la ‘realidad’ 

Antes de esto la navegación manual nos obligaba a elegir poniendo atención sobre lo que íbamos a consumir. Éramos nuestro propio filtro. Íbamos a una página, leíamos, podíamos avanzar o retroceder, saltar. Ahora lo único en lo que estamos centrados cada vez que abrimos la ‘app’ de nuestra red social favorita es el “ahora”. Lo demás da igual. 

Es por eso que ir hacia una fecha determinada, si bien es posible en algunas redes, no es tan sencillo como avanzar y avanzar hacia la nada. Siempre con la sensación de que lo actual es lo importante, aunque no nos diga nada. 

Refrescamos nuestras redes una y otra vez para ver que pasa. Lo demás da igual. Hemos destruido la reflexión y el análisis. Todo por un viaje que siempre empieza en el mismo punto (arriba) y va en la misma dirección, hacia abajo, hasta que nos aburrimos.

El efecto más devastador del scroll infinito está en su relación con el clic. El clic, ese break diciendo: “Espera, quiero saber más”, es cada vez menor. Es mucho más poderoso el sentimiento de consumir y consumir cosas que no nos importan porque la sensación de que nos estamos perdiendo, o nos vamos a perder lo que va a pasar, funciona como una adicción. 

Nos ha hecho ir poco a poco primando contenidos rápidos, sencillos y sin profundidad. Igual a estas alturas usted llega a alguna conclusión sobre el éxito de plataformas de vídeos de 15 segundos, de titulares cada vez más sensacionalistas y falsos, solo redactados para captar nuestra atención, etc., versus contenidos mucho más trabajados y densos. No queremos saber. Es ocio.

Ellos, las redes, lo saben. La combinación, insisto, de controlar qué contenidos tenemos que ver, durante cuánto tiempo y la forma en que lo hacemos solo conduce a que ellos facturen más y más publicidad. Y por supuesto tengan muchos más datos de todos nosotros. Las hace más poderosas y a nosotros más débiles y manipulables. Nos ofrecen cada vez más cantidad, pero no más calidad. Es el fast food cultural.

Por ello, si ha llegado hasta el final de este artículo vaya mi agradecimiento, sea cual sea su conclusión sobre el acierto del mismo y lo que aquí explico. Piense que en las redes no tendría la oportunidad de explicar algo así. Este texto ya hubiera sido enterrado entre tantos y tantos sin sentidos con un solo gesto de nuestro dedo.

Fuente: Newtral

lunes, 28 de junio de 2021

La importancia de formarse para trabajos que (aún) no existen


La revolución agrícola o la industrial trajeron consigo nuevos empleos imposibles de imaginar antes de su llegada. Un patrón se lleva repitiendo una y otra vez a lo largo de la historia, porque toda innovación sustancial reinventa el mercado laboral. Y, como no podía ser de otra manera, lo mismo ocurrirá con la revolución tecnológica actual que ya ha abierto innumerables puertas de cara al mañana del trabajo. Aunque este no se desarrollará solo: es necesario formar a los distintos actores de la sociedad para que puedan poner en práctica las nuevas profesiones que surgirán. Y es, precisamente aquí, donde entran en juego importantes instituciones como la Escuela de Organización Industrial (EOI), que con sus 66 años de experiencia ha decidido poner todos sus esfuerzos en transmitir el conocimiento necesario en pro del desarrollo tecnológico de cara al mañana.

El tipo de trabajos del futuro de los que hablamos son aquellos que, como explica Ramón Gurriarán, director de Postgrado y Executive Education de EOI, «derivan de la aplicación de los avances tecnológicos en muy diferentes ámbitos». Porque, asegura, «la tecnología abre posibilidades de relación, comunicación e interacción que hace años podrían ser impensables. Y justamente esa evolución exponencial es la que hace prever que habrá profesiones en el futuro que hoy en día no podemos imaginar». Y recuerda: «La aplicación de la tecnología al campo de la medicina o de la abogacía, por citar ámbitos muy separados, seguramente hará que surjan profesiones que a día de hoy no existen».

Pero ¿cómo se enseña algo que todavía no se ha inventado? «Más que formar en trabajos que aún no existen, se trata de transmitir habilidades que sirven para desempeñar esos futuros empleos, como pueden ser determinadas destrezas digitales o sociales», explica Elena Dapra, psicóloga clínica experta en bienestar psicológico en la empresa y vocal del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. En concreto, indica Gurriarán, «se trata de trabajar sobre conocimientos tecnológicos transversales y, en concreto, sobre las competencias de aprendizaje, adaptación al cambio o innovación». Y es que, en EOI, están convencidos de que esa es la manera de preparar a sus alumnos para un futuro que «si algo lo caracterizará es el cambio constante y la necesidad de adaptación permanente», puntualiza el docente.

La sostenibilidad como eje

A lo largo de su historia, EOI ha centrado sus esfuerzos en impactar en las tres esferas sobre las que se sustentan los sistemas humanos: la social, la económica y la medioambiental. Y la digitalización ha sido siempre la mejor herramienta para lograrlo. De hecho, a principios de 2021, el Foro Económico Mundial llegaba a la conclusión de que la sostenibilidad era la nueva fase de la revolución digital. Y, aunque el propósito de la digitalización no se haya mostrado aún de forma clara, lo que es evidente es su poder para transformar el mercado laboral.

De ahí que la sostenibilidad y todo aquello que tiene que ver con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) haya ganado un gran peso dentro de esta escuela. «Creemos que será una de las prioridades de las organizaciones durante las próximas décadas», afirma Gurriarán. De hecho, la demanda de cursos en torno a este tema lo demuestra: «En los últimos tres años hemos visto un fuerte empuje en ese sentido. Sin duda alguna, la apuesta de Europa por ser un continente neutro en emisiones en 2050 es todo un mensaje que ha servido para reforzar el interés por las energías renovables o la gestión sostenible», asegura.

Esta nueva etapa global, que EOI denomina la era green & tech, abre un abanico de posibilidades con las que poder formar a los distintos profesionales y ejecutivos del mañana. En concreto, aquellos especializados en el campo del análisis de los datos aplicado a la inteligencia de negocio y al big data, el business analytics, la inteligencia empresarial, la ciberseguridad, el blockchain, la inteligencia artificial, el deep learning, la transformación digital o la industria 4.0.

Poner fin a la brecha de género

Pero para formar en un futuro mejor también es fundamental acabar con la brecha de género dentro del sector tecnológico. Por eso, desde EOI toman medidas para facilitar la inclusión de las mujeres en una industria cada vez más masculinizada, por razones, en su mayoría, que tienen que ver con etapas tempranas de la educación. Sin embargo, desde EOI, aclara Gurriarán, han querido aportar su grano de arena con una política de bonificaciones: «Para incentivar desde nuestra posición el que haya un mayor número de mujeres en todas estas profesiones hemos puesto en marcha el programa de bonificaciones Mujer 2030 por el que 60 mujeres pueden acceder a descuentos del 35% en este tipo de programas», explica. Porque ellas serán esenciales para que ese futuro (laboral) que estamos creando sea más justo e inclusivo.

Fuente: Ethic

domingo, 27 de junio de 2021

Antropología del cuidado: el nuevo emoji de Facebook


En abril de 2020, Facebook introdujo una nueva reacción de "Me importa" a su plataforma en forma de un emoji de carita sonriente abrazando un corazón. Esta fue la primera reacción nueva desde 2015, cuando “Me gusta” se unió a “Me encanta”, “Me divierte”, “Me asombra”, “Me entristece” y “Me enoja”. Ahora, ante el aumento del número de pandemias, Facebook, quizás con retraso, estaba dando a los usuarios la opción de expresar empatía. El gerente de comunicaciones de tecnología de Facebook, Alexandru Voica, tuiteó por primera vez la imagen junto a un corazón pulsante de color púrpura como "una forma para que las personas compartan su apoyo mutuo durante este tiempo sin precedentes". Ya sea que “Me importa” surgiera del altruismo o el oportunismo de la empresa asediada, el mismo acto de abrazar durante la pandemia, tan difícil de conceptualizar en lo digital y tan necesario en lo físico, era lo que la gente necesitaba y, sin embargo, no podía hacer.

Facebook había estado planeando una séptima reacción durante algunos años, luego del éxito de la suite de 2015. En la publicación del blog de la empresa, “¿Puedo recibir un abrazo? La historia de la reacción de Me Importa de Facebook”, el gerente de producto Misbah Uraizee explica que, incluso antes de la pandemia, pensaban: “’Me importa’ ya funciona muy bien”, pero necesitaban “encontrar una reacción que funcione para casos en los que no se trata únicamente de amor, como cuando alguien quiere mostrar una emoción como simpatía, apoyo o cariño. Algo más allá del amor". El equipo de diseño pensó que un abrazo sería la mejor manera de transmitir esto, pero los intentos de un emoji de abrazo siempre fueron “un fracaso espectacular. Simplemente no funcionaba. Parecían manos de jazz, o estar emocionado, o dos ositos de goma aplastados. […] Luego vino el COVID-19. Y muy rápidamente, esta séptima reacción se volvió más urgente". Aunque aparentemente es una actualización intrascendente de Facebook, la reacción de Me importa es parte de una historia más amplia sobre la necesidad y el cultivo de la atención encarnada en los mundos online y offline.

En la época en que se presentó Me importa, estábamos en las etapas iniciales de un proyecto de Investigación de Respuesta Rápida de la Fundación Nacional de Ciencias de la Universidad George Washington, Rituals in the Making, que investigaba cambios repentinos en las prácticas funerarias y conmemorativas durante la pandemia de Covid-19. Estábamos lidiando con un problema similar: ¿Cómo los individuos y las comunidades brindan apoyo, cercanía y amor (en una palabra, cuidado) durante los momentos de duelo, especialmente cuando no podemos reunirnos físicamente para los rituales de recuerdo y conmemoración? ¿Cómo se traducen, adaptan o recrean estas prácticas en espacios digitales como Facebook, ya sea en una transmisión en vivo de un funeral o en una página conmemorativa?

De meme a memorial

La introducción de la reacción Me importa y su adopción por parte de los usuarios de Facebook habla de cómo la pandemia de Covid-19 ha provocado innovaciones, a menudo en virtud de la necesidad, en la expresión de la emoción, el tacto y la conexión humana dentro de los espacios digitales. Al mismo tiempo, este emoji empático ejemplifica cómo los intentos de cultivar formas encarnadas de cuidado vienen con limitaciones, así como negociaciones sobre convenciones de uso. La creatividad y la fricción de este proceso se manifiestan claramente cuando el sombrío espacio de la conmemoración se encuentra con los espacios performativos y, a menudo, lúdicos de Facebook. Por ejemplo, y en la verdadera forma de Internet, Me importa se convirtió rápidamente en un meme cuando los usuarios reemplazaron el corazón con objetos culturales, desde personajes de dibujos animados hasta celebridades y armas automáticas. Comenzó un rumor de que era en secreto un símbolo de un grupo de odio, después de que un cartel falso de la Liga Anti-Difamación circulara a través de las redes sociales afirmando que Me importa había sido cooptado por grupos nacionalistas blancos. Con el tiempo, el uso previsto de la reacción, como una forma de mostrar apoyo, superó la travesura inicial de Internet, pero no parece haber ningún consenso sobre cómo los usuarios deberían emplear la reacción de manera ideal.

Junto con la teorización de la memificación y la conspiración, se produjo una forma de contención más mundana cuando los usuarios de Facebook negociaron las convenciones de cuándo, dónde y cómo se debe usar el nuevo emoji. En el contexto de la pandemia, las ocasiones y los contextos de la interacción en línea también podrían resultar bastante desconocidos, ya que los usuarios se vieron obligados a integrar los medios digitales en contextos que tradicionalmente los excluyen. En julio de 2020, asistimos a un evento de duelo comunitario organizado por una organización llamada COVID Memorial y transmitido en vivo a través de Facebook. El evento marcó el sombrío hito de 150.000 muertes por COVID-19 en los Estados Unidos. Los organizadores habían recopilado fotografías y breves textos conmemorativos de las familias de los fallecidos, que luego proyectaron sucesivamente en un gran muro en Washington. Estos memoriales proyectados ocuparon la ventana de Facebook alternando tomas de primer plano y amplias de la pared durante la mayor parte del evento. En la esquina superior izquierda, una cuenta corriente mostraba cuántas personas estaban viendo la transmisión en un momento dado, un recordatorio regular de la digitalidad. De vez en cuando, un transeúnte caminaba por la parte inferior del marco, puntuando la falta de corporalidad. En el cuadro de comentarios en el lado derecho de la pantalla aparecieron mensajes de familiares y dolientes que expresaron, junto con sus frustraciones por la respuesta federal al COVID-19, un profundo agradecimiento por tener este espacio para llorar y honrar a sus seres queridos.

A mitad del memorial, un asistente anota que "vio a mi papá en el muro". Otro doliente reacciona con Me encanta, mientras que un tercero reacciona con Me importa. Ver un monumento al padre de uno proyectado en el muro, al tiempo que genera consuelo y aprecio, también es un recordatorio de una vida perdida: los usuarios de las redes sociales diseñaron la plataforma como un espacio de pérdida y duelo. Este breve intercambio —el comentario, las reacciones y el contexto complejo en el que tiene lugar esta interacción— refleja las limitaciones de las reacciones, pero también la forma específica en que Me importa proporciona una experiencia digital diferente. Cuando el doliente reacciona con Me encanta, esto podría significar algunas cosas: que le encanta el comentario, que le encanta el posteo original, que conocía y amaba a la víctima en el muro, o incluso que tiene un sentimiento general de amor con respecto al evento. Las reacciones enfrentan límites en estas situaciones estratificadas porque son unidireccionales por diseño: "Siento esto por algo". Pero Me importa hace otra cosa; es relacional. Me importa dice: "Siento empatía hacia ti". Crea un espacio afectivo tanto para el posteo original como para el reactor.

Comunicación, emoción y texto

El 13 de enero, el New York Times publicó un perfil sobre las familias de personas encarceladas en los Estados Unidos que habían muerto de COVID-19. Cuando el Times publicó el artículo en Facebook, los comentaristas ofrecieron condolencias, muchas de las cuales provocaron reacciones de Me importa, así como condenas al sistema penitenciario privado. Sin embargo, una gran cantidad de comentarios condenaron a las personas encarceladas o respondieron secamente con alguna repetición de "cometen el crimen, cumplan la condena", lo que a menudo genera Me gusta o incluso reacciones de Me divierte. En respuesta, un lector señaló las suposiciones subyacentes de que todas las personas encarceladas eran culpables o que la sentencia era proporcional al crimen: “La falta de compasión más el juicio absoluto antes de comprender es una tragedia. Seamos humanos". En la publicación se adjuntaron las reacciones de Me gusta, Me encanta y Me entristece, pero no Me importa, a pesar de los llamados explícitos de la publicación a la compasión y la empatía. Aquí hay otro momento en el que los usuarios de Facebook negociaron colectivamente el significado y el uso de la reacción. A diferencia de las condolencias para las familias en duelo o el COVID Memorial, la intervención del comentarista abrió un espacio que era mucho más deliberativo que afectivo, aunque estas categorías a menudo son difíciles de desenredar. A un colaborador del hilo le podría gustar, por ejemplo, el sentimiento expresado por el comentarista inicial, pero responder con la nueva reacción, como si dijera: "Me importa este tema", era hacer un mal uso del emoji. Los 215 reactores en el hilo, ninguno de los cuales utiliza Me importa, demostraron comprender que el nuevo emoji debería reservarse para momentos de conexión intersubjetiva y afectiva, como una expresión empática durante un momento de duelo colectivo.

Si bien Facebook clasifica Me gusta, Me encanta, Me importa, Me divierte, Me sorprende, Me entristece y Me enfada como "reacciones" debido a su uso previsto en la plataforma (reaccionar a las publicaciones), encajan en la categoría más grande de emoji: pequeños íconos digitales que se usan para expresar un emoción, por ejemplo. Los emojis evolucionaron a partir de emoticones anteriores, que expresaban emoción de manera similar, pero a través de herramientas textuales disponibles, por ejemplo :). El primer emoticón a menudo se remonta a 1982, cuando un usuario de un tablón de anuncios en la Universidad Carnegie Mellon propuso 🙂 para los comentarios que pretenden ser bromas. Este fue un intento de solucionar lo que sigue siendo uno de los problemas más persistentes de la comunicación online: la incapacidad para expresar el tono. Pero no era la primera vez que alguien usaba herramientas textuales de esta manera. En el artículo de Baltimore Evening Sun de 1964, el periodista Ralph Reppert describe el hábito de su tía de escribir una aproximación de "irónico" en sus cartas con este ejemplo: "Tu prima Vernie es una rubia natural otra vez -)". En una entrevista con el New York Times en 1969, el novelista Vladimir Nabokov afirma: "Debería existir un signo tipográfico especial para una sonrisa, una especie de marca cóncava, un corchete redondo supino". Si nos remontamos aún más atrás, el narrador y periodista Ambrose Bierce sugirió en 1887: “Una mejora en la puntuación: un punto de risa o una nota de cachinnation. Está escrito así ⌣y representa, en la medida de lo posible, una boca sonriente".

Todos estos ejemplos intentan abordar la dificultad de transmitir ciertos matices de la comunicación a través de la palabra escrita de una manera sorprendentemente similar: todos ilustran un rostro humano; encarnan el texto. Los emoticonos proliferaron, evolucionando hacia kaomoji (un emoticón japonés basado en texto) y encarnando el texto de formas más extravagantes y detalladas para expresar emoción \ (^ o ^) /, ambivalencia ¯ \ _ (ツ) _ / ¯, e incluso vergüenza (- _-). El emoji convirtió esos personajes textuales en ilustración visual y luego en animación, consolidando aún más el emparejamiento de la comunicación en línea con la representación de un rostro humano. En lugar de expresar la emoción a través del significado lingüístico, utilizan una semiótica emotiva encarnada. Las opciones de reacción anteriores: agradar y amar, estar triste o enojado, reír y decir guau, son declaraciones afectivas comunicadas abiertamente y, por lo tanto, pueden aproximarse con una señal facial. Pero Me importa, al ser relacional, es interactivo, lo que requiere una dirección fática por parte del cartel. Los kaomoji son más versátiles que los emoji a este respecto porque pueden involucrar más del cuerpo (es decir, los brazos) y pueden implicar acción. Incluso hay un abrazo kaomoji - (つ ^ _ ^) つ - pero comunica "Necesito un abrazo" o "Estoy extendiendo la mano para abrazarte", en lugar del "Te estoy abrazando" de Me importa, por lo que sigue siendo unidireccional. La diferencia clave aquí, tanto en términos de encarnación textual como de intención comunicada, es la representación no solo del cuerpo que abraza, sino también del destinatario del abrazo y, por lo tanto, del abrazo en sí. Emoji y kaomoji pueden comunicar la intención de abrazar, pero en un sentido digital, Me importa es un abrazo.

Encarnando el Me importa

Para una funeraria familiar en el noreste de DC, Facebook es la plataforma elegida para transmitir celebraciones de la vida y las salidas a casa, los servicios funerarios tradicionales entre las congregaciones cristianas afroamericanas. Un teléfono móvil, a veces con orientación vertical, otras con paisaje, normalmente fluye desde la parte trasera de una iglesia alfombrada de rojo con bancos de madera bruñida o una capilla más pequeña con sillas acolchadas. La corriente captura pequeños grupos de dolientes sentados a distancia con el ataúd visible en el fondo del marco. En los comentarios, los asistentes virtuales comparten un recuerdo o un simple "Amén", tal vez flanqueado por emojis de oración (manos juntas). La reacción de Me importa no se ve por ninguna parte en los comentarios; en cambio, sirve como reacción al evento transmitido en vivo o al video archivado del servicio. Esta convención de la práctica plantea la pregunta de si la reacción de Me importa intenta comunicar algo léxico o si, en cambio, podría transmitir algo más: una presencia o disposición incorporada en el espacio digital.

En el estudio antropológico de los rituales funerarios y de duelo, algunos estudiosos como Douglas J. Davies han enfatizado la importancia de lo verbal, o "palabras contra la muerte". Sin embargo, nuestras entrevistas con familias en duelo, líderes religiosos, celebrantes y directores de funerarias han puesto de relieve cuán integrales son el cuerpo y los sentidos para recordar a los muertos y lidiar con el dolor. Un director de una funeraria en Pensilvania recordó que en la primavera de 2020, varias familias que habían perdido a un pariente anciano pidieron visitas a un ataúd abierto porque simplemente no habían visto ni tocado a su ser querido durante meses debido a restricciones estrictas en los centros de atención a largo plazo. Un celebrante pidió a los asistentes al funeral virtual que trajeran una piedra lisa o un trozo de tela al servicio para aferrarse: “Se convierte en lo único tangible. No puedes pasar por delante del ataúd. No puedes abrazar a los afligidos, pero tienes esta representación física, algo que puedes mirar, tocar y luego soltar".

En este contexto, podríamos entender la reacción de Me importa como una continuación, quizás incluso un nuevo paso, en la búsqueda de formas de representar la encarnación y la experiencia sensorial en el espacio digital. Es la primera reacción al incorporar al destinatario previsto en la imagen. A diferencia del resto del repertorio de reacciones que comprende rostros, manos y corazones, la reacción de Me importa es un torso lleno abrazando un corazón. El abrazo señala el vínculo entre el cuidado y el contacto físico, una asociación enfocada en el contexto del distanciamiento social y el confinamiento pandémico. Entonces, en lugar de simplemente animar una cara que siente una emoción (Me divierte, Me asombra, Me entristece y Me asombra) o un objeto indexical (la mano de Me gusta y el corazón de Me encanta), Me importa representa una cara con brazos que representan al usuario que reacciona abrazando un corazón, que representa el posteo original del comentario. Con la reacción de Me importa, los usuarios interactúan, no solo reaccionan, al autor de un comentario de una manera táctil y relacional.

Para nuestro equipo, la reacción de Facebook “Me importa” proporciona una ventana a un proceso que no es completamente nuevo, pero que ha tomado un lugar central desde el inicio de la pandemia de Covid-19, es decir, cómo la experiencia incorporada y las formas afectivas de interconexión son ambas facetas de nuestra experiencia online y mundos offline. Lo que hemos descubierto, tanto en las aproximaciones online de la práctica offline, como en los rituales tradicionalmente offline que han migrado online, es que las personas en duelo buscan exactamente lo que el espacio digital excluye: el contacto humano. La reacción de Me importa de Facebook trabaja para crear una nueva forma digital de retener y ser retenido. Nuestra intención no es elogiar a Facebook ni pasar por alto sus prácticas problemáticas en torno a los datos del usuario, el contenido dañino, la desinformación y la vigilancia digital. El significado de la reacción Me importa no es estable en los espacios virtuales. Como todas las reacciones, sus variados usos son la base de negociaciones a menudo acaloradas de protocolos comunicativos en las redes sociales. Buscamos este emoji del abrazo para comprender mejor el esfuerzo de los usuarios por comunicar algo más, una disposición corporal, una respuesta afectiva, una relación empática, a través de las posibilidades del espacio digital.

El dolor es relacional, nos dicen los directores de funerarias. Apoyar a los que están de luto no solo requiere las palabras correctas, sino también una disposición o comportamiento corporal particular. Dicen que sentarse con las familias en espacios compartidos antes de que se realice o incluso se discuta cualquier empresa ritual, es a menudo uno de los servicios más importantes que ofrecen. Establece una relación de cuidado. Un entrevistado se refirió a esto como un tiempo para "amar" a los dolientes. Estamos en un mundo afligido en este momento, estamos de luto y no podemos tocarnos. Todavía no podemos sentarnos en espacios compartidos para amarnos y ser amados. Y sean cuales sean los sentimientos que podamos tener sobre la política de las grandes tecnologías y el papel de Facebook en numerosos sucesos nefastos en los últimos años, ha introducido una función que nos permite seguir amando desde la distancia.

Fuente: Antropología Urbana

sábado, 26 de junio de 2021

Las 3 C: reglas simples para poner las estadísticas en su sitio y entenderlas


Ya sea un gráfico llamativo que se vuelve viral en las redes sociales, un político que afirma que la vida ha mejorado un 62% mientras ha estado en el cargo, o simplemente algo cotidiano, como un puñado de datos económicos, los números están en todas partes.

Pero ¿cómo debemos tomarnos las estadísticas? Un enfoque es no confiar en ninguna. Murmura algo sobre mentiras y estadísticas o bromea diciendo que el 98% de ellas son inventadas. Parece inteligente. Después de todo, a nadie le gusta que lo tomen por tonto. Pero no podemos meterlas todas en el mismo saco y rechazarlas.

Las estadísticas pueden mostrarnos cosas sobre el mundo que no podemos percibir de ninguna otra manera. Por eso, vale la pena usar el cerebro para averiguar qué es verdad y qué no lo es. Eso suena difícil, pero tal vez es más fácil de lo que se podría pensar. Así que aquí hay tres reglas sencillas para hacer que las estadísticas cobren sentido.

Son las tres C de la sabiduría de los datos.

1. Calma

Antes de compartir, cuenta hasta 10. La mayoría de las estadísticas vienen empaquetadas con bagaje emocional. Se supone que nos harán enojar o alegrar o temer: déficits asombrosos, tasas de criminalidad impactantes, sumas inspiradoras recaudadas para buenas causas. Estas emociones son la razón por la que las cifras se vuelven virales en las redes sociales, la razón por la que terminan en los titulares.

No hay nada de malo en sentir emociones, pero, a veces, no nos ayudan a pensar con claridad. Así que antes de compartir una afirmación que te tiene inquieto, tómate un momento para notar cuál es exactamente tu reacción instintiva. ¿Rabia? ¿Negación? ¿Reivindicación? Una vez que lo hayas notado, mira la estadística de nuevo. Posiblemente la verás con nuevos ojos.

2. Contexto

Examina lo que te están diciendo. Ilustremos con un ejemplo: en 2020, el Secretario de Salud de Reino Unido dijo que el NHS (el Servicio Nacional de Salud del país) ahorraría £100 millones en cinco años si todos los británicos que tuvieran sobrepeso perdían unas cuantas libras. ¿Qué debemos hacer con esa afirmación? Podemos preguntarnos, por ejemplo, ¿qué quiere decir con sobrepeso? y ¿qué pruebas tiene para apoyar esta declaración?

Pero también podemos empezar por la pieza más importante del contexto, que además es fácil de desglosar: simplemente entender si £100 millones es un gran número. Suena grande. Pero con sólo consultar en tu teléfono o computador encontrarás que hay 67 millones de personas en Reino Unido. Así que el ahorro del que estaba hablando era de £1,50 por persona. Y recuerda que era £100 millones a lo largo de cinco años. Eso es 30 peniques por persona, por año. El Secretario de Salud dijo entonces que si cada persona con sobrepeso perdía algo de peso, el NHS ahorraría el equivalente a 30 peniques por residente de Reino Unido por año. No mucho.

Las estadísticas pueden ser un tema muy complejo, pero se puede llegar muy lejos con preguntas simples sobre el contexto. ¿Qué se está midiendo? ¿Está al alza o baja? ¿Es grande o pequeño? ¿Cuál es la fuente de la afirmación? No necesitas matemáticas de lujo, solo un motor de búsqueda o el otro lado de un sobre y una mente curiosa.

Lo que nos lleva al tercer principio importante...

3. Curiosidad

Cuando usamos un número como un arma en un argumento, o un apoyo para nuestras ideas preconcebidas, no aprendemos nada. En su lugar, deberíamos pensar en la estadística como una herramienta para entender el mundo, como un telescopio para un astrónomo. Pregúntate qué es lo que una afirmación estadística realmente te está diciendo de la realidad y qué preguntas inspira.

Por supuesto, no tenemos tiempo para hacer todo esto por cada afirmación que vemos, por lo que un hábito final es constatar que la fuente de una afirmación estadística está respetando las tres C. Un buen artículo te ayudará a mantener la calma, te dará contexto y alimentará tu curiosidad. Una trampa viral que circula en Twitter o WhatsApp a menudo hará lo contrario. No debemos simplemente aceptar las estadísticas sin reflexionar, pero tampoco descartarlas sin pensar.

Tres hábitos simples, estar tranquilo, obtener contexto y ser curioso, pueden ayudar a que el mundo tenga más sentido.

.Fuente: BBC

Anarquía en el Reino Unido: un curso en línea gratuito para conocer más sobre el movimiento punk


En la cultura popular y particularmente en la llamada “contracultura”, el punk es uno de los movimientos con mayor relevancia en la historia. 

Surgido aproximadamente a mediados de la década de 1970 en Londres y otras ciudades del Reino Unido, el punk se caracterizó desde el inicio por una postura francamente contestataria frente al establishment, esto es, algunos de los valores dominantes de la época, que entonces giraban en buena medida en torno a la transición del capitalismo hacia su forma neoliberal. 

Uno de los fundamentos y orígenes del punk se encuentra en la música pero, en su caso, esta es indisociable de una postura política fuertemente influenciada por el anarquismo. No es casual que, por ejemplo, una de las canciones más conocidas del movimiento sea precisamente "Anarchy in the U.K.", de Sex Pistols. 

Del anarquismo el punk tomó reivindicaciones relacionadas con la autonomía personal, como la oposición a cualquier forma de autoridad (incluido el gobierno institucional), la prevalencia de la libertad individual y la acción directa, la fabricación de bienes antes que su adquisición, entre otras.

Como vemos, este espíritu es sin duda uno de los motivos por los que el punk se volvió y es tan atractivo para muchas personas incluso en nuestros días. Para conocer más sobre el movimiento, la Universidad de Reading (situada en la ciudad homónima en Berkshire, Inglaterra) publicó recientemente un curso en línea sobre el tema a cargo de Matthew Worley, profesor en Historia moderna en dicha institución.

Bajo el nombre Anarquía en el Reino Unido: una historia del punk de 1976 a 1978, el curso expone el desarrollo del movimiento desde una perspectiva que resalta su notable creatividad. El punk destacó por sus efectos no sólo en la música o ciertas formas de organización colectiva, sino también en ámbitos como la apariencia personal, la moda, el editorial (los fanzines, tal y como se conocen actualmente, deben mucho a la cultura punk), las artes gráficas y más. El curso del profesor Worley busca destacar ese legado creativo, artístico y, por supuesto, político.

El curso está disponible gratuitamente en la plataforma FutureLearn

Fuente: Pijamasurf

viernes, 25 de junio de 2021

Los archivos, esenciales para los derechos de acceso a la información


En noviembre de 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas atendió la petición formulada en el marco del Congreso Internacional de Archivos celebrado en 2004 y designó el 9 de junio como fecha para celebrar el Día Internacional de los Archivos, día pero de 1948 en que se crea el Consejo Internacional de Archivos como organismo representante de los profesionales archivistas en el mundo, con el objeto de administrar y conservar de manera eficaz los archivos de las naciones; hoy en día con más de mil 900 miembros provenientes de 199 países y territorios.

Con esta celebración decretada por la ONU se reconoce la importancia y el valor de los archivos como patrimonio de la humanidad. Sin lugar a duda, los archivos constituyen una fuente de información invaluable; documentan y dan constancia de las actividades realizadas por los individuos y por las comunidades; de acuerdo con la UNESCO, resguardan información que da testimonio y garantiza la identidad y memoria de los pueblos y de los derechos individuales y colectivos adquiridos por los ciudadanos en su vida pública y privada, al mostrar la diversidad de las casas, culturas e idiomas.

Desde el ámbito del sector público aportan antecedentes de justicia y contribuyen a la recuperación de la memoria colectiva; pero, además, se constituyen en un elemento esencial para ejercer el derecho de acceso a la información, a partir del cual los individuos pueden obtener toda la información pública generada o administrada por cualquier autoridad de los tres órdenes de gobierno, órganos autónomos o cualquier persona física o moral que reciba y ejerza recursos públicos.

En ese contexto, los archivos, como testimonios tangibles del actuar de las autoridades, y el derecho de acceso a la información, como mecanismo ciudadano para acceder a éstos se convierten en un binomio indisoluble, que de manera conjunta se erigen como pilares fundamentales para la rendición de cuentas, al brindar a los gobernados elementos para elegir y controlar a sus gobernantes, y a partir de los cuales de manera conjunta con empresas, organizaciones y gobiernos podrán implementar políticas públicas diseñadas para mejorar el servicio público, y lograr mejores sociedades en beneficio de la comunidad; necesarios en un Estado de derecho democrático.

En cuanto al ámbito privado, los archivos también juegan un papel trascendental, ya que albergan la carta de vida de cada persona, su historia, sus antecedentes, sus características, su pasado y presente; datos personales que conforman las bases de cada municipio, estado, nación, entidad o empresa del sector privado, y que acorde a la Constitución deben ser protegidos como un derecho humano.

Por ello, al ser esenciales para garantizar los derechos humanos de acceso a la información, y protección de datos personales, resulta imperativo cuidar, preservar y administrar adecuadamente nuestros archivos; además, es importante considerar que han evolucionado en función del avance de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), por lo que ya no son solo documentos en papel, sino activos digitales, intangibles, en formatos de imágenes, animaciones, videos, audios, e incluso presentaciones y tablas comparativas, que resguardan información precisa, con el mismo valor e importancia.

En consecuencia, la gestión documental pública y privada, entendida como el conjunto de normas, técnicas y prácticas para administrar el flujo de documentos en una organización, la recuperación de la información que contienen, el tiempo de resguardo, así como su eliminación y conservación, debe ser una política prioritaria para las naciones, y que en nuestro país ya se ve reflejada en la Ley General de Archivos.

Antes, ahora y mañana los archivos son y serán indispensables para aprender del pasado, analizar a profundidad el presente y crear un mejor futuro.

Fuente: El Financiero

¿Ha pasado Wikipedia de ser una maldición al gran milagro del conocimiento?


Algunas de las cosas que razonablemente pensábamos resulta que a lo mejor son al revés. A lo mejor la tolerancia es la pasión de los inquisidores y la ignorancia es la fuerza. El caso es que cada vez que los medios se preguntan por Wikipedia tienden a hacer las preguntas equivocadas. ¿Es Wikipedia fiable? ¿Qué calidad tienen los artículos de Wikipedia?

Y aquí podríamos, en unas pocas palabras, recordarnos que esa enciclopedia en línea que tenemos al alcance de la mano y al precio que queremos pagar por ella resulta ser un “milagro imprevisto” y un ecosistema delicado pero que nos sorprende con 20 años de resistencia llena de respuestas a preguntas que nadie se había hecho.

Por arriba, Wikipedia es algo en el fondo convencional, una enciclopedia, la página que el usuario experimenta, encuentra y lee. Pero, por detrás, hay un proceso basado en una idea innovadora, la “confianza radical” que pone en marcha los incentivos intangibles para que muchas personas creen y editen.

Wikipedia es un contenido y una comunidad. Además de información relevante para la red, es un monumental experimento de producción de un cierto tipo de conocimiento, cultivado a mano, con la humildad y convicción del artesano.

Sin ayuda de instituciones educativas y culturales

Wikipedia se ha hecho sin el diseño ni la participación de las instituciones educativas y culturales en las que habíamos confiado. Mientras algunos académicos se ajustaban el nudo de la pajarita, miles de irregulares, donando su excedente cognitivo, estaban cambiando las reglas de las enciclopedias, del aprendizaje y del conocimiento compartido.

Para este exhorto tomamos prestada la fórmula que ingenió Umberto Eco en su artículo de 1974 sobre la televisión, en el que nos ponía ante el espejo de la responsabilidad individual del espectador en la construcción de un universo televisivo degradado y abogaba por una guerra de guerrillas.

Algo así ocurrió con la Wikipedia. Si nadie desde el poder constituido venía a hacerlo, si los derechos de autor impedían reutilizar para el bien común el conocimiento que ya estaba sistematizado en obras de referencia solventes, pues habría que empezarlo desde cero, como en la edad media, aunque se tarde unos años.

Total, en lugar de estar colocado en un monasterio copiando a mano el legado cultural del mundo antiguo, está uno echando un rato una noche en la que no ha conseguido quedar por Tinder escribiendo con placer sobre un asunto por el que siente entusiasmo, y hasta luego cocodrilo, que donde yo lo dejo vendrá otro a continuarlo.

Prohibido usar Wikipedia

El discurso más frecuente en la enseñanza se resume en “prohibido usar Wikipedia”. En ella se encarnan todos los males de las tareas mal realizadas, trabajos sin investigación bibliográfica, plagio, textos hechos de remiendos y un largo etcétera.

Sin embargo, ningún docente se encontraría cómodo diciendo “prohibido usar una enciclopedia”. Tampoco haciendo autocrítica de por qué enseñamos tan poco el uso de las fuentes de información adecuadas para contextualizar un tema, que es el lugar que ocupan las enciclopedias generalistas y especializadas en la cadena trófica del proceso de investigación.

Pero lo bonito está al otro lado, cuando en el marco de la enseñanza formal se introducen actividades para escribir y usar Wikipedia. Las iniciativas de educación impulsadas por la Fundación Wikimedia, WikiEdu, y otras organizaciones aglutinan esta vertiente de conectar la enseñanza formal con la aventura de aprender haciendo la Wikipedia.

Ahí se produce una transformación reveladora. Cuando un grupo de estudiantes recibe el encargo de mejorar un artículo sobre un tema de su especialidad o interés, se coloca en un laboratorio real de alfabetización informacional.

Aquí encuentra sentido e incentivos para realizar una escritura objetiva, cuidadosa en la realización de afirmaciones que han de estar sustentadas en citas de fuentes fiables. Porque está aportando contenido a un sitio web que será consultado en un futuro por miles de personas.

Ya no es un trabajo de aula invisible, circunscrito a la evaluación del profesor. Se trata de un trabajo con repercusiones del que hacerse responsable. Sobre él se aplicarán las exigentes normas de estilo, cita, verificabilidad y punto de vista neutral que la comunidad de wikipedistas se encarga de hacer cumplir. Los contenidos no surgen solos ni aislados, sino fruto de una dinámica editorial sostenida por personas, la comunidad.

Un sugerente estudio, liderado por Eduard Aibar, concluyó que el profesorado cree que sus colegas valoran negativamente la Wikipedia. Entonces, ¿es que usamos Wikipedia en la intimidad? ¿Existe sentimiento de culpa y solo se sale del armario a partir del momento en que un miembro de prestigio del equipo docente o de investigación asume públicamente que Wikipedia es una fuente de valor?

Wikipedia hace años que se ha convertido en objeto de investigación, en un nuevo continente del que cartografiar sus accidentes, su fauna, flora y costumbres, y está permitiendo generar un amplio corpus de investigaciones académicas desde casi todas las áreas de conocimiento.

Creció de espaldas a la Universidad

Nadie en las altas esferas se planteará que mejorar Wikipedia también puntúa en esos anhelados sexenios de transferencia ¿o sí? O que ostentar una biografía nos acercará a una mayor visibilidad científica. Wikipedia ha crecido a espaldas de la universidad, como un hijo no reconocido, un vigoroso fruto del amor.

Conviene que aquellos que poseen un conocimiento especializado y están en la tarea de extenderlo y compartirlo se impliquen aportando su capacidad para crear una mejor enciclopedia y entiendan cómo y por qué se hace precisamente así, entre todos. El conocimiento es contagioso, y la enciclopedia es un buen foco de transmisión.

Fuente: The Conversation

jueves, 24 de junio de 2021

Top siete herramientas on line para digitalizar los procesos de tu empresa


Vivimos en una era en la que la tecnología cada vez cobra más fuerza, con lo que digitalizar los procesos de tu empresa es una operación vital si deseas que este se sostenga de pie y marchando. Si has logrado superar la crisis provocada por la pandemia, o bien piensas en abrir un nuevo negocio, no vaciles en poner en práctica los consejos que te vamos a dar ahora.

Merced a la red, el día de hoy podemos contar con múltiples herramientas, muchas de las que son gratis y te van a ayudar a digitalizar y hacer más fáciles las labores de tu negocio. Por servirnos de un ejemplo, un programa de facturación como Holded. Mas comencemos por el principio.

Por qué razón es esencial digitalizar tu empresa

Como terminamos de mentar, digitalizar es fundamental y existen muchas razones para esto. Deseamos contarlas ya antes de hablarte de ciertas herramientas que te van a ayudar a lograrlo. Estas son ciertas más sobresalientes:

Ahorrar tiempo

Cuando empleas herramientas que te asisten a digitalizar distintos procesos de tu empresa, el tiempo que inviertes en ellas reduce sensiblemente. Esto te deja aprovechar las horas que ahorras en lo que más te guste o bien en otros trabajos, labores y procesos que precises.

Menos personal

Posiblemente tengas ciertas personas contratadas para efectuar ciertas labores que se pueden digitalizar. Merced a ello puedes prescindir de múltiples empleados, o bien aun ponerlos en otras funciones para las que los precises.

Menos fallos

En labores como la facturación y la contabilidad que se pueden efectuar con ciertas plataformas y herramientas de las que te vamos a hablar ahora, vas a tener menos fallos, por no decir ninguno.

Vas a marcar la diferencia con la competencia

La era en la que vivimos hay una enorme competencia en todos y cada uno de los ámbitos, por eso hayamos de ser diferentes y digitalizar los procesos de tu empresa es la manera que tienes de lograrlo. Vas a ofrecer un mejor servicio en menos tiempo, lo que agradecerán los clientes del servicio.

Mejor experiencia de usuario

Cuando digitalizas todo lo relacionado con tu negocio y lo conectas con tu página web y tienda en línea, la experiencia de usuario se mejora sensiblemente, algo que valorarán muchos tus posibles clientes del servicio. Imagina poder ofrecer envíos más veloces, con menos costo, devoluciones gratis y una atención al usuario adaptada y de calidad. ¡Triunfarás seguro!

Las mejores siete herramientas para digitalizar tu empresa

Como sabemos la relevancia que tiene digitalizar distintos procesos y labores de tu empresa, es el instante de saber qué herramientas tenemos libres para hacerlo. Existen muchas que cuentan con una versión gratis que puede ser más que suficiente para ti, al tiempo que otras se enfocan a grandes empresas y, aunque tienen un costo mensual un tanto elevado, no es nada en comparación con lo que puedes ahorrar en personal, tiempo y dinero al digitalizar. Acá tienes ciertas herramientas más destacadas:

Holded

Holded es una plataforma que emplean por todo el planeta miles y miles de empresas. Se trata de un potente CRM con el que administrar y supervisar el proceso de ventas de principio a fin. Además de esto, es una potente herramienta de facturación y contabilidad que te calcula las tasas y también impuestos en milésimas de segundos, guarda los pagos y facturas pendientes y te prepara facturas para clientes del servicio recurrentes automáticamente si de esta manera lo programas.

Holded cuenta con una versión gratis que podría ser bastante para pequeñas empresas, si bien asimismo las compañías grandes emplean su versión de pago. Esta no es una cantidad muy elevada, y mucho menos en comparación con lo mucho que te va a facilitar la vida.

Happy Scribe

La mercadotecnia digital está a la orden del día. Atrás quedaron las técnicas de publicidad tradicionales, muchas de ellas ilusorias. El día de hoy, poco a poco más, las personas desean humanidad y trasparencia en la publicidad y las campañas de marketing. La herramienta Happy Scribe tiene una función particular, mas muy eficiente a fin de que tus estrategias y planes funcionen.

Se trata de añadir subtítulos a los vídeos, uno de los contenidos más pedidos por los usuarios. En verdad, se calcula que del tráfico generado en la red, el sesenta por ciento o bien más procede solo de vídeos. Y de este porcentaje, un ochenta por ciento lo emplean para aprender a hacer algo o bien conocer más a fondo sobre una tema específico.

Añadir subtítulos a los vídeos ofrece el beneficio de que muchos puedan verlos mientras que aguardan una cita médica, por servirnos de un ejemplo, comprenderlos en su idioma y gozarlos donde deseen, aun si no tienen auriculares para esto. Esta herramienta efectúa el proceso automáticamente.

Force Mánager

Force Mánager tiene funciones muy afines a las de Holded. En este caso en particular, la herramienta fue creada con la cooperación de Apple, lo que nos ofrece una garantía extra de su buen funcionamiento y de las muchas funcionalidades y detalles que ofrece.

Es un potente CRM capaz de administrar equipos comerciales. Merced a esta herramienta vas a poder sostener bajo control todo lo relacionado con tu negocio y hacer que todas y cada una de las funciones del cada día sean considerablemente más ligeras. Tus equipos comerciales van a tener relación directa con los clientes del servicio, acceder a sus datos lugar desde donde estén y en cualquier dispositivo y alterar lo que sea preciso.

Es fácil de utilizar, tiene un soporte de vídeo que resalta sobre otros, no solo por su increíble calidad de imagen, sino más bien por el hecho de que tiene funcionalidades como poder tomar notas, apuntar recordatorios y programar avisos a fin de que nada se te escape. ¡Y todo ello sin que cortes la video llamada! Además de esto en todo instante es posible hacer un seguimiento real de los resultados de tus campañas de marketing o bien de los procesos de adquiere y venta.

Hubspot

Es una de las herramientas más buscadas por Pymes. Tiene una versión gratis que puede ser suficiente para empezar. Sin embargo, si vieses que se queda corta, hay una de pago por una cantidad razonable por mes. Lo que logra Hubspot es convertir tu negocio en un enfoque más moderno donde lo más esencial es el consumidor y los clientes del servicio. Esto deja que aumenten tus ventas y que puedas ofrecer una atención al usuario de calidad y adaptada.

Con Hubspot creas contenido con optimización para motores de búsqueda, páginas de aterrizaje, botones de CTA, e-mail marketing y cualquier otra cosa que precises. Por el hecho de que cuando charlamos de digitalizar una compañía no solamente nos referimos a lo interno, sino más bien a todo lo relacionado con la ‘cara’ que ofrecemos al usuario. Este punto asimismo es clave para la supervivencia y el funcionamiento de tu negocio.

Plataformas de pago

Uno de los indispensables para digitalizar una compañía pasa por las plataformas de pago. Estas cada vez son más comunes y las personas las procuran, puesto que una extensa pluralidad de ellas refleja confianza en el comercio que comprarán. Da la opción de abonar con tarjeta, Paypal, trasferencia y otras alternativas en las que ofrezcas seguridad al usuario.

Asimismo es esencial tener una opción alternativa ‘humana’, o sea alguien que hable de forma directa con el usuario y mediante quien se puedan hacer los pagos por teléfono, por poner un ejemplo.

Marketo

Esta plataforma asimismo es idónea para digitalizar muchas funciones de tu negocio. Cuenta con el beneficio de poder personalizarla al cien por ciento con la intención de amoldarlas a tus necesidades y las de tu negocio. Por poner un ejemplo, puedes administrar y examinar proyectos, hacer un seguimiento de tus estrategias de marketing y también interaccionar con todo lo relacionado con la mercadotecnia en línea. Uno de sus puntos fuertes, conforme confirman las miles y miles de empresas que lo emplean por todo el planeta es su servicio de atención al usuario, el que es delicioso. No extraña que sea la número tres en el planeta de plataformas afines. ¿Te animas a probarla?

SemRush

Si has escuchado la oración de ‘si no estás en la red de redes, no existes’, deseamos decirte que es absolutamente cierta. Ganar situaciones en Google mediante estrategias de marketing, es vital para toda empresa, por muy pequeña que sea. Para lograr este propósito, hay una potente herramienta que lleva por nombre SemRush, con la que vas a poder examinar a tu competencia, aplicar técnicas Seo, localizar fallos en tu página web, ganar visibilidad y presencia en la red, administrar las redes sociales y mucho más.

No se debe olvidar que el Seo juega un papel esencial en la mercadotecnia y, por ende, en la mejora y desarrollo de nuestro negocio. Por este motivo, prueba esta herramienta para lograr resultados geniales ya antes de lo que imaginas.

Fuente: Replanet

miércoles, 23 de junio de 2021

La química al servicio de la historia antigua


Manuela y Mª Ángeles Martín Sánchez nos remiten la siguiente noticia. En la antigua ciudad griega de Himera, en el norte de Sicilia, se desarrollaron varias batallas entre las fuerzas griegas y Cartago. Los historiadores antiguos escribieron que la primera batalla en 480 a. C. fue ganada por Himera como resultado del apoyo de provincias griegas circundantes, mientras que el enfrentamiento posterior en 409 a. C. involucró solo a combatientes de la propia Himera, lo que llevó a la ciudad a caer.

Para evaluar la exactitud de esos informes, un equipo de EE. UU. e Italia examinó los esqueletos vinculados a las dos batallas: 51 soldados muertos en la batalla del 480 a. C., 11 de la batalla del 409 a.C., y 25 individuos no combatientes del área circundante. Se centró en los isotopos de estroncio y oxígeno, que son absorbidos de los alimentos y aparecen en los huesos y el esmalte dental.

Gracias a este análisis el equipo estableció las ubicaciones probables en las que los soldados vivían cuando estaban entre uno y ocho años, momento en el que se formó el esmalte.

Sus resultados revelaron que si bien la batalla del 409 a. C. sí involucró a los lugareños de Himera como informaron los historiadores, la batalla anterior fue librada por soldados de fuera del mundo griego, probablemente mercenarios.

martes, 22 de junio de 2021

Rumbo al liderazgo climático de la industria digital


En apenas un minuto pueden suceder muchas cosas. Concretamente, en 2020, cada 60 segundos se enviaron 41,6 millones de ‘wasaps’, se visualizaron el equivalente a 404.444 horas en Netflix, más de 208.000 personas participaron en reuniones a través de Zoom, se crearon más de 347.000 historias de Instagram y partieron 6.659 envíos de Amazon. Internet nunca duerme, y estas vertiginosas cifras, recogidas por la plataforma Visual Capitalist, nos recuerdan que el ecosistema digital no deja de crecer, transformando así nuestra manera de relacionarnos con el entorno.

Sin embargo, a medida que el mundo se desarrolla cada vez más rápido alrededor de las nuevas tecnologías, el impacto ecológico de la industria digital es también mayor. A día de hoy, la huella de carbono de la industria TIC representa cerca del 2% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Y, de seguir con los ritmos actuales de generación de datos, se espera que se alcance el 14% de las emisiones mundiales en 2040, según un estudio publicado por el Journal of Cleaner Production.

Ante estas previsiones, que las empresas del sector digital adopten medidas más sostenibles que las lleven a reducir a cero su huella de carbono se torna esencial. Y no solo porque contribuirán a luchar contra el cambio climático: «Si la industria TIC toma el camino del liderazgo climático, las empresas serán más resilientes, competitivas y abrirán nuevas oportunidades de crecimiento en la oferta de servicios y en la reputación de las marcas», sostiene Mauro Accurso, gerente de Desarrollo de Negocio para la Península Ibérica de South Pole, compañía dedicada a proveer de soluciones climáticas corporativas.

No obstante, alcanzar el liderazgo climático no es cosa de un único día. Según South Pole, hay cinco pasos necesarios que toda compañía debe seguir para emprender el camino hacia una realidad baja en carbono. En primer lugar, es preciso medir la huella ecológica, identificar de dónde provienen las emisiones de CO2 y los riesgos que implica el cambio climático para la empresa.

Solo identificando su origen, se puede establecer una estrategia clara para reducir emisiones y proponer métricas realistas para pasar al tercer paso: la entrada en acción. O, dicho de otro modo: reducir la huella de carbono. Y este objetivo, según sostienen desde South Pole, puede alcanzarse a través del aumento de la eficiencia energética de las redes y los centros de datos (data centers), de la apuesta por las fuentes de energía renovable y la selección de proveedores y cadenas de suministro descarbonizadas.

Todos estos pasos son esenciales para transitar hacia una industria digital menos contaminante, pero hay emisiones que no pueden evitarse. Por eso, para compensar la huella ecológica que no se ha podido reducir, la compañía propone como cuarto paso financiar la acción climática a través de bonos de carbono e inversiones en fondos con impacto positivo. Existen para ello herramientas como el Climate Neutral Checkout, desarrollado por South Pole, que permite a las plataformas de e-commerce calcular las emisiones de los productos de su catálogo y de los envíos, y ofrece a los clientes la posibilidad de compensar su huella de carbono. Y eso no es todo: como dice el lema, «lo que no se comunica no existe». De ahí que el último paso esencial para las empresas sea el de comunicar al mercado, clientes y consumido- res, sus acciones, avances y objetivos en materia de sostenibilidad.

«La transformación digital avanza de forma imparable, por lo que es esencial que las empresas del sector ejecuten una estrategia climática efectiva que ayude a frenar el cambio climático y minimice las consecuencias socioeconómicas, sin que ello implique dejar de tener un sentido comercial», señala Accurso. Y es que la economía del siglo XXI será indudablemente digital. Pero solo será próspera si es también baja en carbono.

Fuente: Ethic

lunes, 21 de junio de 2021

Facebook lanza el «audio en directo» y los podcasts en Estados Unidos


Facebook comenzó el lunes a implementar su servicio para personas que buscan conexiones basadas en el formato de audio, en un desafío directo a la emergente plataforma social Clubhouse.

Las «salas de audio en directo» permitirán a los usuarios de la red social escuchar, y en ocasiones participar, en conversaciones protagonizadas por celebridades e «influencers» o crear una recaudación de fondos en la plataforma.

Las nuevas funciones de audio «te permiten descubrir, escuchar y unirte a conversaciones en directo con figuras públicas, expertos y otras personas sobre temas que te interesan», dijo Fidji Simo, responsable de la aplicación de Facebook, en una publicación de blog.

«Las figuras públicas pueden invitar a amigos, seguidores, figuras públicas verificadas o a cualquier oyente de la sala a ser un orador. El anfitrión puede invitar a los oradores con antelación o durante la conversación. Puede haber hasta 50 oradores, y no hay límite en el número de oyentes».

Facebook recurrió a varias celebridades para su lanzamiento de audio, como el rapero D Smoke y el activista de los derechos civiles DeRay Mckesson.

El lanzamiento sigue a una ola de interés en las redes sociales basadas en el audio y al crecimiento de Clubhouse, que atrajo a unos 10 millones de usuarios desde su lanzamiento el año pasado.

Twitter y Spotify también se han adentrado en los servicios de audio en directo.

Por separado, Facebook anunció que empezará a ofrecer podcasts en Estados Unidos, disponibles directamente en la aplicación.

La nueva funcionalidad llega en un momento en el que Facebook y otros gigantes tecnológicos estadounidenses están siendo sometidos a un mayor escrutinio por su creciente dominio de sectores económicos clave y a un impulso legislativo que podría llevar a la disolución de algunos de los gigantes.

Fuente: El Nacional

domingo, 20 de junio de 2021

Salud suprime datos de beneficiarios de la vacuna tras denuncias


El Ministerio de Salud suprimió de su página web los datos de los beneficiados de la vacuna contra la Covid-19, luego de que se dio a conocer que familiares de autoridades fueron vacunados sin cumplir con el cronograma, ni el requisito de edad.

El sistema ahora sólo confirma si una persona fue o no inmunizada, ya que el resto de los datos de la certificación salen en blanco. No se puede saber el tipo de vacuna que recibió, la fecha, el centro de salud donde se benefició, el número del consentimiento, el lote y si completó la inmunización.

Hace una semana se dio a conocer que Evaliz Morales, funcionaria de la Procuraduría e hija del expresidente Evo Morales, fue vacunada sin cumplir el requisito de la edad, ya que la mujer tiene 26 años.

Asimismo, el viernes se verificó que Paola Omonte, de 34 años y esposa del ministro Gobierno, Eduardo del Castillo, recibió la vacuna. También fueron beneficiadas Roxana y Liz Lanchipa, 32 y 37 años, hijas del fiscal general del Estado, Juan Lanchipa.

El cronograma establecido por el Ministerio de Salud señala que pueden acceder a la vacunación las personas de más de 40 años, los ciudadanos con enfermedades de base y los profesionales en salud, de primera línea.

Fuente: Los Tiempos

sábado, 19 de junio de 2021

Los jóvenes creadores están exhaustos y en crisis


Últimamente a Jack Innanen, una estrella de TikTok de 22 años de Toronto, le ha costado crear contenido. “Siento como si estuviera buscando beber de un barril que ha estado vacío desde hace un año”, dijo.

Pasar horas filmando, editando, elaborando guiones gráficos, interactuando con seguidores, consiguiendo patrocinios y equilibrando las diversas responsabilidades que conlleva ser un creador de contenido exitoso le han pasado factura. Innanen, como muchos otros influentes de la generación Z que se hicieron famosos en el último año, está agotado.

“Llegué a un punto en el que pienso: ‘Tengo que hacer un video hoy’, y paso todo el día huyéndole al proceso”, dijo.

No es para nada el único. “Esta aplicación solía ser muy divertida”, dijo un creador de TikTok conocido como Sha Crow en un video de febrero, “y ahora tu creador favorito está deprimido”. Crow continuó explicando cómo sus amigos están lidiando con problemas de salud mental y el estrés de la vida pública.

El video se volvió viral y en los comentarios, decenas de creadores se hicieron eco de sus sentimientos. “Dilo más fuerte, hermano”, escribió uno que tiene 1,7 millones de seguidores. “Así me siento”, comentó otro creador con casi cinco millones de seguidores.

A medida que las personas procesan colectivamente la devastación de la pandemia, el agotamiento ha afectado a casi todos los rincones de la fuerza laboral. Los trabajadores de oficina están renunciando de manera espontánea a sus empleos; los padres están al borde del colapso; los empleados por hora y del sector de servicios están sobrecargados de trabajo; y los profesionales de la salud lidian con la fatiga y el trauma de estar en la primera línea de defensa de la pandemia.

Según un informe reciente de la empresa de capital de riesgo SignalFire, más de 50 millones de personas se consideran creadores de contenido (también conocidos como influentes), y esa industria es el segmento de pequeñas empresas con más rápido crecimiento, gracias en parte a un año en el que la vida migró a espacios en línea y muchos terminaron confinados en casa o desempleados. A lo largo de 2020, las redes sociales crearon una nueva generación de jóvenes estrellas.

Sin embargo, en la actualidad muchos de ellos afirman haber llegado a un punto crítico. En marzo, Charli D’Amelio, la estrella más grande de TikTok con más de 117 millones de seguidores, dijo que había “perdido la pasión” por publicar contenido. El mes pasado, Spencewuah, una estrella de TikTok de 19 años con casi 10 millones de seguidores, anunció que se alejaría de la plataforma tras una riña con fanáticos de BTS.

“Muchos de los creadores de contenido de TikTok más viejos ya no publican tanto, y muchos de los más jóvenes se han ocultado”, dijo Devron Harris, creador de contenido de TikTok de 20 años en Tampa, Florida. “Simplemente dejaron de hacer contenido. Cuando los creadores intentan hablar sobre ser hostigados o estar agotados o no ser tratados como seres humanos, todos los comentarios que reciben dicen cosas como: ‘Eres un influente, supéralo’”.

Todo lo que sube, baja

El agotamiento ha afectado a generaciones de creadores de contenido en redes sociales. En 2017, los influentes de Instagram comenzaron a abandonar la plataforma, afirmando que se sentían deprimidos y desmotivados. “Parece que ya nadie se divierte en Instagram”, escribió en ese momento un colaborador del blog This Is Glamorous.

En 2018, Josh Ostrovsky, un creador de contenido de Instagram conocido como The Fat Jew, quien también había hablado sobre el agotamiento, se hizo eco de esas opiniones. “Con el tiempo habrá tantos influentes que el mercado estará demasiado saturado”, dijo Ostrovsky.

Ese mismo año, muchos creadores importantes de YouTube comenzaron a alejarse de la plataforma, alegando problemas de salud mental. Sus críticas se centraron en el algoritmo de YouTube, que favorecía a los videos más largos y a los usuarios que publicaban casi a diario, un ritmo que según los creadores era casi imposible de lograr. Los gerentes y ejecutivos de productos de YouTube examinaron las inquietudes de los creadores y prometieron ofrecer una solución.

Pero los problemas de agotamiento en la comunidad de creadores son endémicos. “Si bajas el ritmo, puedes desaparecer”, dijo la youtuber Olga Kay a Fast Company en 2014.

Cuando una nueva generación de jóvenes estrellas comenzó a captar audiencia en TikTok a fines de 2019 y principios de 2020, muchos tuvieron la esperanza de que esta vez sería diferente. Habían crecido viendo a los creadores de YouTube hablar con franqueza sobre estos problemas. “Nosotros, los creadores de la generación Z, hablamos mucho sobre salud mental y el autocuidado”, dijo Courtney Nwokedi, una estrella de YouTube de 23 años de Los Ángeles. “Hemos visto a varios creadores hablar sobre el agotamiento en el pasado”.

Aun así, no estuvieron preparados para el extenuante trabajo de construir, mantener y monetizar una audiencia durante la pandemia. “Es agotador”, dijo Jose Damas, un creador de TikTok de 22 años de Los Ángeles. “Se siente como si el día no tuviera suficientes horas”.

“TikTok es tan exigente como YouTube”, dijo Gohar Khan, de 22 años, un creador de TikTok en Seymour, Connecticut.

Gracias a la página “Para ti” generada por el algoritmo de la aplicación, TikTok ofrece la posibilidad de obtener fama más rápido que cualquier otra plataforma; es posible acumular millones de seguidores en cuestión de semanas. Pero con la misma velocidad con la que los creadores emergen, pueden caer.

“Casi se siente como si estuviera probando la celebridad, pero nunca es consistente y tan pronto como la obtienes, se va y estás constantemente tratando de recuperarla”, dijo Lauren Stasyna, de 22 años, una creadora de TikTok en Toronto. “Se siente como si estuviera tratando de capturar este premio, pero ni siquiera sé cuál es el premio”.

Esa volatilidad puede ser desconcertante. “Cuando tienes pocas vistas, se afecta tu estabilidad financiera y se pone en riesgo tu carrera”, dijo Luis Capecchi, un creador de TikTok de 23 años en Los Ángeles. “Es como ser degradado en un trabajo sin previo aviso”.

Los creadores se han topado con todo tipo de problemas, incluido el hostigamiento, el acoso y la discriminación. “Algunos creadores ven cómo les roban su contenido, por lo que otra persona se vuelve viral con su contenido y gana toda la atención”, dijo Harris. Eso sin mencionar que las comunidades de fanáticos y los comentaristas de internet pueden llegar a ser despiadados. “No puedes simplemente grabar lo que quieras”, dijo Harris. “Se burlarán de ti si tu número de vistas disminuye”.

“Claro que me preocupa mi longevidad en las redes sociales”, dijo Zach Jelks, creador de TikTok de 21 años en Los Ángeles. “La gente simplemente descarta a los creadores de contenido cuando se cansan de ellos”, comentó.

‘Siguiente, siguiente, siguiente’

Nadie se ha beneficiado más del auge de los creadores de contenido que la industria de la tecnología. Después de más de una década de despreciar en gran medida a los influentes, en el último año, los inversores de alto perfil han dado un giro radical. Los capitalistas de riesgo en Silicon Valley ahora están invirtiendo dinero en empresas emergentes centradas en los creadores, y las propias plataformas han comenzado a competir por el talento.

“Esta sobresaturación e impulso para que todos sean creadores se me hace falso”, dijo Innanen. “Parece una estrategia para obtener dinero rápido. Me hace sentir desechable, y quizás lo sea. Todo es ‘siguiente, siguiente, siguiente’”.

Los creadores de contenido también operan sin el tipo de protecciones y beneficios laborales tradicionales que ofrecen muchos trabajos con salarios. Algunos líderes en la economía de los creadores, como Li Jin, cuya empresa de capital de riesgo invierte en la industria, han hecho un llamado a conseguir caminos de monetización más sostenibles para los creadores de todos los tamaños. Pero a la mayoría se les deja a su suerte. Otros se arriesgan a aceptar acuerdos de representación potencialmente explotadores.

“Trabajas completamente por tu propia cuenta, y no es como si pudieras hacer el mismo trabajo de manera continua”, dijo Innanen. “Tienes que evolucionar y adaptarte”.

“Siento que un algoritmo puede eliminar mi relevancia en cualquier segundo”, agregó.

“Tiene un lado oscuro”, dijo Jake Browne, de 30 años, fundador de Go House, una casa productora de contenido en Los Ángeles. “Existen todos estos inversores y plataformas, y necesitan creadores para generar contenido a gran escala. Es como si dijeran: ‘Hagamos que todos generen contenido y no nos preocupemos por sus intereses. El diez por ciento que tenga el mejor desempeño nos hará ganar dinero’”.

Esa presión pronto les será familiar a más personas, que están evitando trabajos de bajos salarios o poco confiables para buscar una carrera en la economía de los creadores de contenido. Plataformas como Substack y OnlyFans han surgido para venderle el sueño del espíritu empresarial y la independencia a más personas, muchas de las cuales han perdido la fe en los sectores más tradicionales de la economía.

“La industria de los influentes es sencillamente el punto final lógico del individualismo estadounidense, que nos deja a todos luchando y compitiendo por identidad y atención, pero nunca obtenemos lo suficiente”, escribió Rebecca Jennings recientemente en Vox.

Es poco probable que esta situación cambie pronto. “Siento que las redes sociales están diseñadas para desgastar a las personas”, dijo Jelks.

Muchos creadores de TikTok han buscado terapia y a profesionales del desarrollo personal para lidiar con la depresión, o han intentado ser más honestos con sus seguidores y amigos sobre sus problemas.

“Cuando estoy deprimida hablo con las personas que me rodean”, dijo Tatayanna Mitchell, creadora de contenido de YouTube y TikTok de 22 años en Los Ángeles. “Hago publicaciones en mis historias y comparto esas citas que van en la onda de: ‘Está bien hablar con personas si necesitas ayuda’”. En septiembre del año pasado, Mitchell anunció que “se iba de TikTok”, alegando toxicidad y hostigamiento. Sin embargo, regresó poco después. “Solo estaba triste”, dijo.

Walid Mohammed, de 21 años, un representante de creadores de la generación Z que vive con Mitchell y varias otras estrellas de las redes sociales, dijo que estar cerca unos de otros les ha ayudado. “Como casa tenemos reuniones todas las mañanas a las 10 a. m. para hablar de estas cosas”, dijo. “Hablamos del estrés y de que tenemos que seguir trabajando, pero que es importante tomarse descansos, solo hay que ser constante. Intentamos animarnos unos a otros”.

Innanen dijo que representantes de TikTok lo han apoyado cuando ha usado la plataforma para hablar de problemas de salud mental y lo invitaron a participar en un panel sobre el tema con otros creadores.

“Nos preocupamos profundamente por el bienestar de nuestros creadores y nos tomamos muy en serio sus quejas”, escribió un portavoz de TikTok en un comunicado por correo electrónico. “Estamos enfocados en comprender sus objetivos y experiencias de contenido individuales, y nuestros equipos continúan trabajando para brindar recursos, apoyo y una puerta abierta para recibir sus impresiones”.

Pero incluso las plataformas más solidarias no pueden aliviar la precariedad inherente al trabajo de un creador de contenido, o la presión que muchos creadores se imponen. “Cuando un video pasa desapercibido, siento como si estuviera fracasando a nivel personal y quizás nunca logre recuperarme”, dijo Innanen.

Fuente: NYT

viernes, 18 de junio de 2021

Crear o destruir libros: la batalla por el conocimiento


El salto de la cultura oral a la escrita, hace más de 5.000 años, es considerado de forma unánime como uno de los avances incontestables de nuestra especie. Pero este imprescindible invento que nació con vocación de cálculo y contabilidad, pronto fue aprovechado por los poderosos para otro tipo de fines, como la propaganda política, la permanencia en la historia o el sometimiento de la población a través de las leyes y la religión. Y es que, como dice la cita latina: Verba volant, scrīpta mānent (“Las palabras vuelan, lo escrito permanece”).

En este contexto, el prestigio del conocimiento escrito desembocó en la aparición de las primeras bibliotecas y archivos, que, como explica el responsable de las Bibliotecas Bodleianas de Oxford y autor de Quemar libros (Crítica) Richard Ovenden, “surgieron en las antiguas civilizaciones de Mesopotamia alrededor de 4.000 años antes de nuestra era”. En ellas, el elemento administrativo, el registro de las transacciones comerciales y del pago de impuestos, fue poco a poco cediendo terreno a “los textos literarios y religiosos, y más tarde las leyes y los documentos relacionados con el gobierno de los Estados. Sin embargo, eran lugares usados por el poder, no sería hasta los siglos XVI y XVII cuando surgiría la noción de bibliotecas y archivos públicos”, apunta el autor.

Centros como la citada Biblioteca Bodleiana, la Biblioteca Ambrosiana de Milán la Vaticana fueron de los primeros en ofrecer sus saberes, aunque, como matiza Ovenden, “la noción de público era mucho más restrictiva que nuestra comprensión moderna del término”. La democratización del conocimiento fue así avanzando. “En el siglo XVIII surgieron sociedades que comenzaron a albergar pequeñas colecciones y permitían a sus miembros, casi exclusivamente de clase media, utilizarlas e incluso tomarlas prestadas. Y ya en el XIX, aparecieron las bibliotecas de suscripción para las clases populares”, ilustra el autor. Pero ¿qué sentido tendría disponer de este conocimiento sin poder leerlo?

Una falsa civilización

De este punto imprescindible, la capacidad de acceder al conocimiento, se ocupa el escritor y periodista Mark Kurlansky en Papel. Páginas a través de la historia (Ático de los Libros), un recorrido por otro invento clave de la humanidad que supuso el soporte perfecto para vehicular la transmisión del conocimiento. En esta vibrante que abarca todo el globo, Kurlansky destaca lo tarde que llegó a Europa un material que los chinos conocían desde el siglo III a. C. Sería en Xátiva, en la España musulmana, donde en el año 1140 se fabricaría por primera vez papel en nuestro continente.

Este retraso responde a algo tan sencillo como la falta de demanda. “Sólo cuando la alfabetización se difunde, cuando hay una población significativa que desea material escrito de cualquier tipo, comienza a verse el papel como algo imprescindible”, defiende el escritor. Unas condiciones plenamente ausentes en la Europa medieval. También apunta Kurlansky otra clave importante. “Tendemos a ver la tecnología como productora de los cambios que hacen avanzar a la sociedad, pero cuando miramos la historia del papel vemos que es al revés, que la sociedad avanza por multitud de razones y la tecnología sigue a esos cambios. Por ejemplo, los ordenadores se inventaron porque había tanta información que sin ellas sería inmanejable. Pero no crearon la información”.

En este sentido, el escritor plantea que tenemos una gran confusión con ciertos conceptos como el de civilización. “Europa no se hizo civilizada por adoptar el papel o la imprenta, fue al revés. Sólo cuando Europa comenzó a civilizarse y a alcanzar la hegemonía mundial se hicieron necesarias esas herramientas para poder transmitir y preservar el conocimiento más rápido y mejor. No es una coincidencia que la imprenta y el germen de las ideas democráticas modernas surgieran más o menos a la vez”, asegura el escritor, que propone que nos replanteemos el hecho de que una cultura se crea más avanzada a otra simplemente por su uso de tecnologías que quizá otras culturas sencillamente no necesitan.

Borrar el pasado

Precisamente el choque entre culturas es otro elemento clave en esta lucha por el conocimiento. Y es que, como afirma Ovenden, “la destrucción del conocimiento ha tenido lugar en todas las épocas de la civilización humana y es un rasgo tan humano como el impulso hacia la preservación”. Su libro recoge ejemplos que van desde la antigüedad, como la destrucción de la famosa biblioteca del rey asirio Asurbanipal o la Biblioteca de Alejandría, hasta otros más modernos como las purgas de la Inquisición, las quemas de libros religiosos durante la época de la Reforma protestante o la centralización que llevó a cabo Napoleón en los países que iba conquistando.

Pero esta realidad que parece tan lejana, no lo es tanto, advierte. “La cultura también se convertiría en un aspecto potente de la destrucción del conocimiento en tiempos más recientes, especialmente durante el Holocausto, donde se estima que los nazis destruyeron más de 100 millones de libros judíos, o en las guerras que siguieron a la desintegración de Yugoslavia en los años 90, donde los serbios atacaron bibliotecas y archivos en Bosnia y Kosovo, como la famosa Biblioteca de Sarajevo para erradicar los rastros de la existencia musulmana”, relata el autor.

En este sentido, apunta que “el impulso de borrar el pasado y permitir que el vencedor reescriba la historia se ha vuelto más poderoso durante los últimos dos siglos a medida que la manipulación del sentimiento de las poblaciones, especialmente de los votantes, se ha convertido en una herramienta clave para los regímenes autoritarios”. Por ello, el bibliotecario defiende que “la preservación del conocimiento debe verse como un pilar de la democracia y la sociedad abierta. Como escribió Orwell: ‘el pasado se borró, lo borrado se olvidó y la mentira se convirtió en verdad’. Las bibliotecas y los archivos son herramientas clave para que la sociedad luche contra el borrado del pasado y la sustitución de verdades por mentiras”. Una lucha entre creación y destrucción tan vieja como la humanidad que se antoja fundamental para preservar la realidad de quiénes somos.

Fuente: El Cultural